Después de la partida de Tiffany, lo único que Taeyeon deseaba era dormir y con mucha suerte no despertar nunca; pero como era costumbre en la vida de la rubia, la suerte nunca estaba de su lado así que lo único que consiguió aquel día fue dormir un par de horas que se sintieron como muy breves minutos, para luego no volver a conciliar el sueño en lo que restó de día. Aquella noche, el insomnio volvió a hacer acto de presencia en la vida de la abogada, manteniéndola con los ojos forzosamente abiertos hasta el amanecer. 

Buscando el lado positivo al insomnio, Taeyeon pensó que sin dormir se evitaría las pesadillas que siempre se le presentaban al hacer algo relativamente malo o cruel pero con lo que no contaba la rubia era que estando despierta y con la mayoría de sus sentidos activos, el remordimiento empezaría a atacarla vorazmente. 

En resumen, Taeyeon tuvo una noche para olvidar. 

***

-Buenos días Licenciada, parece que alguien no la dejó dormir mucho el fin de semana –Se burló Siwon al ver las ojeras de su jefa, inmediatamente pensó que Tiffany era la responsable. 

–Buenos días –Gruñó la rubia entre dientes –No he dormido y he tenido el peor fin de semana así que no quiero que me molestes en todo el día, no quiero ninguna llamada, no quiero que dejes entrar a nadie ¿Entendiste? –Advirtió la abogada posando sus manos sobre el escritorio del castaño. 

–Si yo pasara el fin de semana con una pelirroja con un hermoso eyesmile no lo llamaría el peor fin de semana –Dijo Siwon soltando una pequeña risa solo para provocar a su jefa. 

– Estuve sola ¿Okay? –Aclaró la rubia frunciendo el ceño 

-¿Y a ese “sola” le atribuyo el nombre de “Tiffany Hwang”? –Bromeó el muchacho tratando de sacarle la verdad a su jefa, él sentía que ambas habían estado juntas y quería corroborar su presentimiento. 

-¿Sabes que? … -Taeyeon abrió su boca un par de veces sin soltar palabra alguna -¡Púdrete Choi! –Gritó con frustración para luego entrar a su oficina.

Curiosamente, gritar “Púdrete Choi” la relajó un poco, aunque en realidad aquella frase se la quería lanzar a otro Choi. 

***

A pesar del optimismo que Tiffany proyectaba constantemente, una parte de ella era pesimista e insegura. Muy pocas veces, la pelirroja dejaba que esas características dominaran su vida, sabía que dejarlas florecer sería solamente un manera de mortificarse y perder el rumbo; pero habían situaciones en las que la mujer no podía evitar que la inseguridad y el pesimismo la invadieran. 

Situaciones como las que se le presentaban en la secundaria, cuando en lo último que tenía esperanzas era en graduarse, y para sorpresa de muchos lo logró con optimismo y esfuerzo.

Otras más recientes como la Escuela de SM, que le hacía entrar muchas veces en depresiones al no sentirse lo suficientemente buena, aunque al final del día siempre terminaba alentándose a sí misma. 

Su ruptura y divorcio con Sunny, fue una de las situaciones en las que dejó que lo negativo la embargara en un gran porcentaje, fue en esa ocasión en la que pensó que tal vez nunca más volvería a ver a la vida con la alegría de siempre; pero fue en esa mala época que aquella terca y obstinada abogada llamada Kim Taeyeon entró a su vida causando, increíblemente, que las esperanzas y la luz regresaran a ella.

Habían pasado aproximadamente 2 meses desde aquella accidentada noche en la que se conocieron en las afueras del Nightclub en el que trabajaba. 2 meses en los cuales Tiffany había dejado que su corazón se llenara de muchos nuevos sentimientos que le daban esperanzas de volverse a enamorar, pero al mismo tiempo había dejado que su alma se llenara de miedos y temores que parecían abarcar cada vez más espacio en su interior. 
Miedo a que no la amen con la misma intensidad, temor a que la vuelvan a lastimar como Sunny lo hizo, miedo a que Taeyeon la lastimara aún más.
Pero, nuevamente, Tiffany prefería ver todo con optimismo, por más gris que el panorama fuera.

La tranquilad de su apartamento le había ayudado a meditar sobre los sucesos ocurridos el fin de semana, desde el primer beso hasta el momento en el que se fue por las escaleras de aquel edificio. Había llegado a la conclusión que ceder ante los ruegos de Taeyeon aquella noche en su departamento, no había sido la decisión más acertada para empezar con su “relación amorosa”. 

Por eso la pelirroja estaba dispuesta a empezar de nuevo, porque rendirse no era una opción viable para ella. 
Nuevamente empezó a sentir que el miedo la embargaba, ¿Qué tal que Taeyeon no estaba interesada en empezar algo junto a ella? 

***

Taeyeon había pasado la mayor parte del día bostezando, leyendo y trabajando en un par de casos asignados, con facilidad podía decir que aquel día había mejorado de manera categórica a comparación de la mañana. Principalmente sentía la mejoría porque no había tenido ningún drama personal en lo que iba del día, no había señales de Tiffany y sentía que su estado emocional volvía a tomar el lugar de siempre. 

-¡Hola Taeyeon! –Saludó una voz con entusiasmo.

“Demasiado bueno para ser cierto” Pensó la rubia con fastidio al ver a la persona frente a ella. 

-Hola Tiffany –Saludó con cortesía -¿Qué haces acá? –Preguntó la rubia confundida 

–Pasaba por acá y Siwon me dijo que me estabas esperando –Confesó la pelirroja con una gran sonrisa. 

–La verdad es que le ordené que no dejara entrar a nadie hoy –Aclaró la abogada desviando su mirada. 

–Oh… -Suspiró Tiffany al sentir que no era bien recibida –Si estás ocupada puedo venir otro día –Dijo con la voz baja y avergonzada. 

“¿Por qué lo tienes que hacer tan difícil?” Pensó Taeyeon al ver los ojos de decepción de aquella pelirroja.

-Espera, ¿para qué venías de todas formas? –Preguntó la rubia acercándose un poco a la pelirroja evitando que se fuera. 

–Solo quería saludarte y saber como estabas –Dijo la bailarina con un mejor semblante –Parece que no dormiste bien –Dijo con preocupación mientras se atrevía a acariciar una de las mejillas de la abogada –Disculpa… -Tiffany se había separado al ver el rostro de sorpresa de la rubia. 

–Descuida –Dijo la rubia quitándole importancia a aquella acción y regresando a su escritorio –Anoche dio una película muy buena y sin darme cuenta había amanecido y la película aún no acababa –Mintió la abogada señalando una silla para que la pelirroja se sentara. 

Irremediablemente, Taeyeon se sentía una mejor persona al ver como con unas simples palabras o acciones suyas había cambiado totalmente el rostro de la pelirroja, ahora se veía feliz. 

-Apuesto que veías Titanic, esa película dura una eternidad –Comentó la bailarina con diversión al ver que la tensión entre ambas disminuía. 

–Esa misma –Mintió nuevamente la rubia – ¿Cómo has estado tú? –Se atrevió a preg