Capítulo 8.

Amor entre telas. / Yeji & Lia

Yeji todavía se encontraba shockeada por el beso que había compartido con la mayor, claramente era algo no planeado y todo el ambiente la dejó nerviosa además de temblorosa. Fue esa misma sensación la que no le permitió actuar en el momento que Lia comenzó a correr en la dirección opuesta, apenas en unos segundos su presencia en ese lugar no era más que un recuerdo. 

Llena de cuestionamientos, Lia emprendió una carrera con destino desconocido para la menor que seguía clavada en su lugar. Vio su reloj y meditó si ir por ella o llamarla pero realmente no tenía ni la menor idea de su dirección y los intentos por llamarla fueron fallidos. 

Ahí se encontraba ahora, en plena noche y luego de ser besada de la forma más intensa de los últimos meses pero sola y sin realmente comprender lo que había sucedido. Pensó en volver a casa, pero realmente no tenía ánimos de escuchar a Ryujin hablando mal de Lia ya que claramente le iba a terminar contando lo que había pasado. Decidió caminar, la noche era fresca pero con el movimiento logró mantener una buena temperatura corporal. Se sorprendió de la cantidad de personas que parecían caminar sin rumbo a esas horas de la noche, también se preguntó si Lia se vería como una de ellas mientras corría. Tocó sus labios y sonrió sin pensarlo, la imagen viva del beso se repitió en su cabeza y realmente le encantó, no podía negarlo. Creía que pese al desenlace de los hechos, el beso significaba que las pocas ilusiones que tenía podían ser fundadas, Lia sentía cosas por ella.

Subió las escaleras eternas, maldiciendo a su amiga por no vivir en un lugar con elevador. Tocó el timbre y después de una larga espera vio a Mina del otro lado de la puerta.  —¡Yeji! Ven, pasa. —La mayor le tomó del brazo con algo de torpeza y la hizo entrar.  El departamento que Mina y Nayeon compartían era lo más parecido al hogar de una pareja casada, ellas llevaban años juntas y habían hecho de ese lugar su espacio, Yeji siempre aspiró a algo así y veía con admiración y envidia la estable relación de sus amigas. —Ni idea por qué estás aquí, pero te lo agradezco porque no quería cenar sola. —Mientras se quitaba los zapatos, Yeji sintió el aroma de comida casera que seguramente había sido preparada por la fotógrafa. —Oh, yo ya cené. —Admitió la menor, acercándose al comedor donde la mesa estaba preparada para una solitaria cena. Decidió sentarse frente a ella y hacerle compañía a su amiga mientras comía. —¿Y Nayeon? —Agradeció el vaso de agua que le sirvió y finalmente ambas estaban sentadas compartiendo. —En la revista, hay mucho trabajo y ya sabes como es, no se va hasta que termine de hacerlo todo. —Yeji asintió, conocía bien la forma de ser de su amiga y con lo difícil que era encontrar un buen trabajo en esos momentos ella buscaba desempeñarse lo mejor posible para mantenerse en su puesto.

—Y entonces ¿a qué se debe la visita?— Mina ya se encontraba comiendo, pero estaba intrigada con la repentina llegada de su amiga en especial por el horario particular. Yeji jugaba con su vaso sin realmente beber el contenido. —Besé a alguien hoy. —Confesó, haciendo que los ojos de su amiga se abrieran en razón de la curiosidad.

—No sabía que salías con alguien. —Mina se tomó una pausa de su cena, prestando su completa atención a la chica frente a ella.

—No estamos saliendo, uhm. Es complicado realmente. —Yeji no estaba segura de si era o no complicado porque realmente hasta ahora no había mucho que comentar, nunca antes habían demostrado interés entre ellas sino hasta que sus labios estuvieron pegados.

—Pero explícame quién es ¿Acaso es la chica que invitaste a la salida del otro día? —Yeji asintió y Mina le respondió con una mirada de orgullo. —Es muy guapa. —Ambas rieron, su grupo de amigas no era de fijarse en lo visual pero tampoco se podía negar la belleza que irradiaba de Lia. —Pensé que tenía novio. —Mina volvió a su comida, esperando que ahora la conversación continuara por iniciativa de la menor.

—Tenía, terminaron. —La mirada con la que le respondió la mayor fue fácilmente descifrada por Yeji. —No es lo mismo, en serio. —Su amiga le dio una mordida a su cena y luego suspiró. —Mira, Yeji. Yo no conozco a Lia lo suficiente como para poder asegurarte que será lo mismo que antes ¿pero enserio nuevamente quieres salir con alguien que no esté segura de su ualidad? —Sabía que al menos alguna de sus amigas le iba a comentar aquello. Todas la habían visto pasar por una tormentosa relación que duró por lo menos 2 años de intermitencia, tuvo que salir a escondidas y soportar ver a su ex con su novio ya que ella tenía mucho miedo de enfrentar a su familia y amigos, Yeji aceptó eso hasta que por fin sus amigas lograron hacerla recapacitar, nadie quería que se repita la historia. —No me malinterpretes, Yeji. Si te digo esto es porque quiero lo mejor para ti y así como me lo cuentas, no creo que Lia sea lo mejor. Creo que deberías evitarte el mal rato y buscar a alguien que esté dispuesta a darlo todo por ti, es lo mínimo que mereces.

.

.

.

—¿Acaso eso es sudor? —Chaeryeong vio estupefacta a su mejor amiga luego de abrirle la puerta de su casa, Jisu había decidido que el único lugar donde se sentía a salvo luego de todo lo que había ocurrido era junto a Chaer. Era tarde y su amiga se encontraba en pijama mientras le ofrecía un vaso de agua fría a la mayor que seguía respirando agitado y todavía no emitía ninguna palabra. —¿Cuánto corriste? —Lia seguía tomando agua. —Choi Jisu, respóndeme ¿te pasó algo? ¿Alguien te tocó? —De pronto Chaeryeong comenzó a pensar en los peores escenarios posibles, después de todo era muy tarde y no podía recordar la última vez que vio a su amiga correr por algo.

—Dios, no. —Suspiró Lia todavía jadeante, la mayor luego se sintió estúpida de haber corrido tanto. Estaba segura de que luego de dos cuadras corriendo Yeji no la iba a encontrar pero por alguna razón no dejó de correr hasta que se encontró fuera de la casa de Chaeryeong.

—Bueno entonces te vas a dar una ducha y luego me vas a contar qué rayos te hizo correr tanto. —Lia asintió mientras ambas caminaban en dirección a la pieza de Chaeryeong quien le ofreció toallas y una de sus pijamas antes de que fuera al baño de su habitación.

El agua le ayudó a refrescarse y calmarse. Tanto correr no le había permitido pensar en lo que había ocurrido, por fin pudo revivir en su cabeza el beso que se había dado con Yeji. Tocó sus labios bajo el agua y sonrió aceptando que ser besada por Yeji definitivamente había significado algo positivo para ella aunque ¿qué significaba? ¿Acaso estaba enamorada de ella?

Terminó de ducharse para luego secarse y ponerse la pijama que su mejor amiga le había prestado. Ya dentro de la habitación, Chaeryeong le esperaba sobre la cama con dos tazas de chocolate caliente, el ambiente estaba perfecto para conversar. Lia tomó del chocolate y Chaeryeong la observó en silencio por unos minutos. —¿Estás bien? —Preguntó finalmente, asegurándose de que su amiga estuviera lo suficientemente relajada como para conversar. Lia asintió y dejó la taza descansando sobre la bandeja. —Yeji me besó. —Habló en un suspiro. —Me besó y le correspondí. —La mayor sonrió levemente. —Pero luego entré en pánico y comencé a correr hasta llegar acá. —Lia volvió a tomar su chocolate y esperó a que su amiga reaccione ¿qué había más que contar? realmente era lo que había pasado. Por otro lado, Chaeryeong se quedó en blanco.

—No. —Dijo finalmente.

—¿No? —Lia no entendió.

—No puedes salir con ella. —La mayor le vio extrañada, y Chaeryeong comprendió que seguramente no era la respuesta que quería escuchar. —Pero ella es una chica. —Chaeryeong evitó el contacto visual, lamentando de inmediato sus palabras.

—No pensé que eso era un problema para ti. —Chaeryeong sintió como se le rompía el corazón al escuchar la tristeza en la voz de su amiga ¿Por qué dije eso?  pensó rápidamente, sabía que su reacción inmediata se debía simplemente a que creía que si su mejor amiga aceptaba salir con una mujer, esa mujer sería ella y no  otra. Sería ella y no Yeji.

Chaeryeong tomó las manos de su amiga y negó con la cabeza, recapacitando rápidamente de todo lo que había pasado. No quería lastimar a su mejor amiga, ni mucho menos por el enredo de pensamientos que tenía en su cabeza, Jisu no merecía aquello y Chaeryeong lo sabía bien.

—Jisu. —La voz de Chaeryeong era suave. —Si crees que sientes cosas por ella, y estás atraída además si te trata bien y crees que podrían pasar cosas buenas entre ustedes. —Apretó sus manos, dándole señales positivas. —Déjate conquistar, da igual que las dos sean chicas. Si es amor y lo sientes como amor entonces hazlo. Siempre te voy a apoyar. —La mayor se lanzó rápidamente a abrazar a Chaeryeong, la abrazó con mucha fuerza y la menor lo agradeció, se sintió bien ya que ambas estaban siendo contenidas por la otra. Jisu sintiendo el apoyo ante sus nuevos sentimientos y Chaeryeong ante dejar ir a la persona que probablemente significaba más que amistad para ella.

.

.

.

—Estoy nerviosa. —Lia se veía al espejo, era probablemente el cuarto outfit que se probada y Chaeryeong no sabía si sentirse ofendida porque ninguna de sus prendas le convencían o bendecida de tener que ver a su mejor amiga modelarle cada una de las ropas que se probava. —Te ves bien, en serio. —Chaeryeong le aseguró, parándose detrás de ella frente al espejo, ambas se sonrieron en el reflejo y Lia se volteó asintiendo. —¿Estamos listas entonces? —Asintió y salieron de ahí, tomando el auto de Chaeryeong.

Lia le había prometido a Yuna que estaría ahí para su presentación de baile y no pretendía fallarle a su hermana aunque aquello signifique tener que ver a Yeji luego de su fuga que ahora consideraba un tanto infantil. Se encontraban en el hall, leyendo el cronograma de la presentación aunque al menos Lia pretendía hacerlo, no dejaba de pensar en la chica que seguramente aparecería prontamente.

Chaeryeong actuó toser lo que obviamente significaba que Yeji venía entrando, Lia se dio la media vuelta y vio a la chica que no dejaba de aparecer en su cabeza junto a Ryujin quien seguía sin verle de la mejor forma, asumió rápidamente que ya estaba enterada de lo ocurrido.

—Hola. —Lia levantó su mano incómodamente, Chaeryeong le vio divertida esperando a ser presentada pero al parecer su mejor amiga estaba muy nerviosa como para hacerlo. —Soy Chaeryeong, la mejor amiga de Lia. —Las otras dos saludaron amablemente a Chaer y luego un silencio incómodo invadió a las cuatro chicas.

—Uhm, Yeji ¿podemos hablar un momento? En privado. —Yeji asintió, pasándole a Ryujin su ticket que había sido regalado por Momo para que ambas asistieran a la presentación.

—¿Vamos juntas? —Preguntó Chaeryeong, entendiendo que seguramente las otras dos tendrían un buen rato debido a lo que tenían que conversar. —Nos guardan asientos. —Pidió Lia viendo como las mejores amigas de cada una se iban juntos al ascensor.

Cuando quedaron solas, Lia vio a Yeji algo intimidada por la divertida sonrisa que tenía la menor. —¿Por qué te ríes? —Preguntó Jisu, sintiendo como sus mejillas se acaloraban sólo por estar a pocos centímetros de distancia. Yeji observó a las personas que caminaban a sus alrededores para luego volver a ver a Jisu. —Nada, te ves mejor quieta y no corriendo como si estuvieras en una maratón. —La mayor golpeó el hombro ajeno y ahora ambas comenzaron a reír, al menos eso disminuía sus nervios. —Entonces ¿Qué me querías decir? —Preguntó Yeji, sabiendo lo que probablemente sería el tópico de la conversación pero de todos modos quería escucharlo de boca de Lia. —Creo que te debo una disculpa. —La voz de Jisu era sincera pese a lo bajo del tono. —No debí irme así.

—Me preocupaste. —Admitió Yeji, sabía que probablemente la reacción de huir fue natural, pero era de noche y nunca supo si había llegado a su hogar bien sino hasta verla ahora.

—Lo sé, realmente fue algo sin pensar. —Yeji entendió.

—Está bien, lo importante es que no te paso nada malo. —Jisu le vio con una sonrisa, cualquier otra persona se hubiera molestado por dejarla plantada pero Yeji comprendía y rápidamente dejó ir aquello.

—No logro dejar de pensar en ti y en el beso. —La última palabra sonó casi como un susurro, de hecho Yeji no supo si asumió la palabra o si realmente había salido de sus labios.

—Lo mismo digo. —Ahora ambas estaban nerviosas y sus corazones latían con fuerza.  Yeji tomó la mano de Lia y entrelazo sus dedos con los de ella, Lia vio el gesto con ternura pero luego de un par de segundos soltó su mano. —Todo esto es nuevo para mi. —Yeji entendió, un poco decepcionada.

Jisu notó el cambio de expresión en la menor, por lo que decidió tomar la iniciativa ella y volver a tomar su mano, tomando por sorpresa la contraria. —Debo admitir que tienes algo especial. —Lia se acercó lentamente a abrazarla siendo atrapada por los brazos de la más alta. —No estoy tan segura de todo, pero tampoco me quiero alejar de ti.

Yeji apretó su mano y besó su mejilla sin dejar de abrazarla con su otra mano. —No quiero que te alejes de mí tampoco. —Suspiró Yeji, emitiendo seguridad a Lia quien pese a todo no dejaba de estar nerviosa. —Vamos a ir lento ¿Si? —Propuso Yeji, haciendo que todos los terrores de Lia se disuelvan, aquello era justamente lo que quería oír y gracias a eso la mayor decidió besar rápidamente sus labios. —Me parece perfecto.

Yeji estuvo a punto de besarla nuevamente cuando el sonido del teatro le recordó la verdadera razón de por qué estaban ahí. —Deberíamos entrar. —Propuso Lia, caminando agarrada del brazo de su chica para subir las escaleras, no logrando encontrar a ninguna de sus amigas.

—Seguro están por ahí, solo que esto está muy lleno. —Asumió Yeji, sentándose en otro lugar junto a Lia quien estaba emocionada de ver a su hermana y por tener tomada de la mano a la chica que le robaba todos sus pensamientos.

.

.

.

—¿Sabes quién soy yo? —Chaeryeong dejó de recibir respuesta de parte del hombre a cargo de las emergencias del ascensor. Ryujin le veía divertida sentada en la esquina opuesta del cubículo que por alguna extraña razón había decidido parar justo cuando ellas estaban usándolo.

—Ya cálmate, seguro lo arreglan en un rato. Ven aquí. —Chaeryeong se sentó a su lado totalmente malhumorada, vio su teléfono sin señal debido a la estática del ascensor y maldijo. —Llevamos más de una hora aquí ¿qué tanto tienes que trabajar para hacer que un ascensor funcione? —Ryujin se encogió de hombros y se quitó la chaqueta, sintiendo como el reducido espacio comenzaba a hacer que la temperatura aumentara.

—¿Crees que nos podamos quedar sin aire?  —Ryujin comenzó a reír por la pregunta, negando rápidamente. —Tranquila, estas cosas tienen ventanas de aire ves. —Su dedo apuntó a los agujeros en el techo del ascensor y eso pareció calmar a la menor.

—Entonces Yeji y Lia uh. —Chaeryeong vio a la chica de cabello corto algo extrañada, no entendía por qué su tono de voz era tan extraño. —No me gusta la pareja. —Terminó por decir, haciendo que Chaeryeong le prestara mayor atención.

—No quiero ofender a tu mejor amiga, pero hay algo en Lia que no me gusta, no siento que sea honesta con Yeji —.

—¿Qué sabes? —Preguntó Chaeryeong, haciendo que el exceso de interés le hiciera ruido a Ryujin.

—Nada ¿Qué sabes tú? —Ahora Chaeryeong estaba nerviosa. Su mejor amiga todavía no empezaba nada serio con Yeji, pero por la forma en que el beso le había afectado tanto sentía que la cosa podría convertirse en algo serio prontamente. Entonces la idea de contarle la verdad a Ryujin le parecía tentadora, seguramente si ella se enteraba que Lia no estaba siendo completamente honesta sobre su familia entonces Ryujin se aseguraría de separarlas y Lia quedaría sola para ella.

—¿Bueno y? —No pudo seguir pensando debido a la insistencia de la otra, Chaeryeong abrió los labios para luego volver a cerrarlos, seguía indecisa. —Bueno, algo de razón tienes. Lia no ha sido sincera del todo. —Ryujin se removió para así quedar mirando de frente a Chaeryeong. Desde que se habían visto, Ryujin creyó que Chaeryeong era la niña más fresa que había conocido en su vida, incluso más que Lia y eso ya era mucho decir. Chaeryeong significaba todo lo que Ryujin no buscaba en una chica pero por alguna razón, el verle así de cerca le hacía cuestionarse un poco, la chica era guapa y no lo podía negar. Pese a eso intentó no distraerse por eso y continuar interrogándola sobre Lia.

—¿Y qué? —Chaeryeong ya comenzaba a maldecirse ¿qué clase de amiga era si estaba dispuesta a traicionarla por sus propios beneficios? Sobre todo pensó que no estaba segura sobre lo que sentía por Lia pero de todas formas eso no era razón suficiente como para arruinar su amistad por eso. —Dijiste que Lia no estaba siendo honesta ¿Por qué lo dices?—.

Chaeryeong se puso de pie, apretando los botones del ascensor, esperando que eso la distrajera de la realidad. Ryujin, sin intenciones de rendirse la tomó de la mano para que dejara de hacerlo y ahora se veían nuevamente. Chaeryeong estaba intimidada y se impresionó, absolutamente nadie la intimidaba.

—Dime. —Ryujin seguía sin soltarla, Chaeryeong respiró arrepentida de haberse puesto en la situación y decidió que la única forma de escapar de aquello era empujando a Ryujin contra el ascensor y besar sus labios bruscamente. Ryujin abrió los ojos impactada por lo que estaba pasando pero luego se dejó llevar, correspondiendo a aquel agresivo beso. Ryujin le quitó la chaqueta a la menor y ahora era Chaeryeong quien se encontraba contra la pared sin aire debido al beso pero sin intenciones de cortar el beso tampoco.

—¿Chaeryeong? —La conocida voz le hizo empujar lejos a Ryujin, el ascensor estaba abierto y del otro lado de las puertas estaban Yuna y Momo viendo a las dos impactadas. Yuna no podía creer lo que veía y Momo no podía evitar reír por la situación.

Ryujin y Chaeryeong se vieron con el cabello desordenado, Chaeryeong se peinó rápidamente y corrió a abrazar a Yuna. —¿Puedes creer que me perdí tu presentación? Dios, la gente a cargo de la mantención de esta cosa se las va a ver con una demanda.

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
No comments yet