Capítulo 4.

Amor entre telas. / Yeji & Lia

Golpeó la parte trasera de su móvil un par de veces, creía que de esa forma la persona al otro lado de la línea sería advertida de forma automática de que su teléfono estaba recibiendo una llamada de ella, claramente Lia no poseía ese talento y su llamada no fue atendida. Tiró el aparato sin un poco de delicadeza y el golpe contra el suelo la estremeció, rápidamente se estiró en su cama al lado contrario y dejó que la mitad de su torso saliera de la plataforma para poder tomar su preciado móvil. Aquello era como si un humano le pisara la cola a su gato y luego corriera arrepentido a acariciarle y pedirle disculpas. Fue en esa extraña posición que su madre la encontró, la mujer se había tomado un tiempo de sus labores para asegurarse de que su hija estuviera mejor de los malestares que le habían impedido ir a trabajar los últimos días. Ambas hicieron contacto visual, Lia rápidamente se compuso y volvió a su cama, dejando su teléfono sobre sus piernas. —Hablé con tu padre. —Minah cortó el contacto visual ya que estaba ocupada leyendo algún mensaje de texto que seguramente tenía relación con el trabajo. —Dijo que pases por su consulta en unos minutos, Seungcheol te está esperando afuera con el auto y no pongas excusas. —No hubo tiempo para continuar con la conversación, la mayor ya se había esfumado y Jisu sabía que las palabras de su madre no tenían mayor interpretación.

Se observó al espejo rápidamente, no había mucho que hacer ya que sus ánimos no estaban para cambiar su outfit. Se puso algo de perfume y revisó por última vez la pantalla de su móvil donde no había ninguna notificación, lo guardó en su cartera y bajó rápidamente las escaleras para no hacer esperar al joven que le llevaría al hospital. Se acomodó en el asiento de copiloto, deseando no ser vista por su madre quien tendría una larga lista de razones por la cual una señorita no debería ser vista junto al chofer.

—No te ves enferma. —Bufó Seungcheol con una mirada divertida.

—No te veo conduciendo. —Respondió Jisu sin ganas de entrar en los jugueteos infantiles del chico, Seungcheol llevaba un tiempo trabajando en el taller como para darse cuenta cuando alguna de sus jefas no se encontraba de buen humor. Puso en marcha el vehículo y comenzó a conducir rumbo al hospital donde trabajaba el padre de Jisu. Seungcheol era el tipo de chico que no pensaba mucho antes de hablar, Minah decía que era imprudente pero buen trabajador mientras que Jisu sentía que necesitaba que alguien le ponga un par de riendas y le explique que las cosas eran más complicadas de lo que él creía. —Cada día te pareces más a tu madre. —Jisu volteó los ojos ante las palabras de quien conducía, sabía que iba a ser imposible que el trayecto fuese silencioso y calmado. —No deberías hablar así de la mujer que te da trabajo ¿no crees? —Abrió un poco la ventana para sentir el aire fresco, al menos eso le haría sentir un poco mejor. Seungcheol se encogió de hombros casi como queriendo decir que era inocente y que Jisu había inventado cada cosa que había salido de sus labios. —Deberías enseñarme a manejar, así no tendría que depender de ti cada vez que quiera salir. —Seungcheol estuvo a punto de decir algo imprudente, de hacerle saber que era labor de su padre enseñarle a manejar pero algo le detuvo. —O tal vez deberías aprender a usar el transporte público, no es tan difícil, ¿sabías? —Tampoco iba a decir algo amable, no sería una conversación entre ellos si algo así ocurriera. Jisu decidió no responder ya que sentía que el mayor tenía razón en sus palabras, cuando vivía en Europa usaba el transporte público a diario pero era distinto en Corea. En los países donde estuvo todo el mundo usaba el transporte público, en cambio en el país Asiático su madre le había mal acostumbrado a ciertos lujos, lujos que extrañamente pudo dejar ir cuando no se encontraba en su hogar pero que volvieron a penas se bajó del avión que la trajo de vuelta.

Agradeció al joven cuando se bajó del vehículo y le recordó que no era necesario que espere por ella, tenía otros planes. —Espero no te pierdas en el metro. —Molestó Seungcheol antes de irse del lugar. Jisu se quedó con un par de insultos rodando en la punta de su lengua pero finalmente decidió caminar dentro del enorme edificio donde trabajaba su padre. Desde su vuelta había estado apenas una vez con su padre, habían quedado de cenar juntos para poder ponerse al día pero hasta la fecha no había sido posible. Tomó el elevador que le llevó al tercer piso del edificio y continuó su camino hasta ver la placa con distintos nombres, entre ellos el de su padre. Paró en el mesón donde estaba la secretaria que rápidamente le reconoció. —Señorita Jisu, creo que la última vez que la vi por acá apenas dabas tus primeros pasos. —Aquello era falso, pero sonrió educadamente ante la señora que siempre le hablaba a Jisu como si fuese una bebé que de un día a otro se convirtió en mujer. —Tengo entendido que su padre le está esperando, adelante. —La menor se despidió con una pequeña reverencia y entró a la consulta de su padre. Seguramente su turno estaba por terminar ya que le esperaba sentado tras su escritorio sin su bata que le diferenciaba del resto de los humanos, frente a ella estaba su padre y no el doctor Choi. —Mi hermosa princesa. —Jaejin se puso de pie y estrujó a su hija entre sus brazos, Jisu no pudo evitar sonreír y corresponder al abrazo que su padre le ofrecía. —Tu madre me dijo que estabas indispuesta, ¿qué anda mal? —Jisu se alejó de su padre y tomó asiento en una silla que seguramente era ocupada por los pacientes, su padre se apoyó contra su escritorio y le vio desde la distancia. —Mamá está exagerando, solo tengo un poco de dolor de estómago. —Cruzó sus piernas y observó que su padre caminaba a un estante donde habían varios remedios. —No creo que algo de lo que tenga aquí te pueda ayudar, pasamos por la farmacia y vienes a cenar con nosotros, ¿te parece? Seguro que Yuna estará feliz de verte. —Jisu sonrió ante el nombre de su hermana, de pronto entendió todo. Cuando Jisu se quebró un brazo practicando deportes su madre la llevó a uno de los mejores traumatólogos del país, cuando su primer periodo llegó comenzó a tener visitas periódicas con su ginecóloga y además de eso iba a citas periódicas con un médico general. Su madre era extremadamente estricta cuando se trataba de su salud por lo que no tenía sentido que un cirujano plástico como su padre fuera el encargado de revisar por un dolor estomacal.

Sus padres la tuvieron bastante jóvenes, Jaejin todavía no terminaba de perfeccionarse en la medicina y su madre ya era bastante conocida en el mundo de la moda. Jisu nunca tuvo la historia completa de cómo sus padres se enamoraron, pero sí sabía que ella no fue planificada y que su nacimiento fue el causal del matrimonio entre ambos. Ella siempre tuvo la sensación de que sus padres se esforzaron bastante por hacer de los tres una familia funcional, incluso todavía cree que su madre no volvió a tener relaciones sentimentales porque la desilusión de su primer amor había sido muy grande. De forma resumida, Minah estaba pasando por su mejor momento en cuanto al crecimiento de FOORY y el impacto en la moda en Asia. Para ella habían dos prioridades marcadas y esas eran Jisu y FOORY. Jaejin era su marido, pero era difícil mantener una vida marital cuando quieres ser madre presente y la directora de una empresa emergente, pese a todo eso Minah jamás esperó encontrar a su esposo acostado en su propia cama con una modelo bastantes años menor que ella. Se separaron de manera silenciosa y como revancha, Minah decidió que la relación de Jaejin con su hija no sería tan cercana como el anterior hubiera deseado. Se veían de vez en cuando, pero siempre con alguna niñera que hacía todo por la pequeña y los tiempos eran bastante reducidos. Con el tiempo, Minah aceptó que no había sido correcto pero esa reflexión llegó muy tarde, Jaejin ya estaba casado con esa modelo que terminó siendo el verdadero amor de su vida y además ya tenían una hija con la que Jaejin había logrado un fuerte lazo, un lazo que ella había impedido que tuviera con Jisu. Lamentablemente la relación entre Jisu y Jaejin nunca logró ser realmente cercana, pero por otro lado Jisu y su hermana tuvieron un click instantáneo. Yuna adoraba a su hermana mayor, era la persona a la que pedía consejos y contaba cada uno de sus secretos. Yuna veía a Jisu como el más grande modelo a seguir y por otro lado Jisu sentía que su hermana menor era como el amor de su vida. Quería estar en cada paso que Yuna tomaba, no había error que se repitiera en su hermana, la mayor siempre se iba a asegurar el bienestar de la menor.

El camino hacia la farmacia fue silencioso, al menos su padre tenía buen gusto en música y suaves melodías hacían del silencio algo cómodo. Esperó por unos minutos a que su padre entrara a la farmacia para luego volver con una caja que pasó a su hija. —No saben muy bien, pero seguro te harán sentir mejor. Me aseguraré de que comas algo liviano en la cena. —Jisu agradeció y asintió a las palabras de su padre quien ya había puesto en marcha el vehículo. La joven estaba texteando a su madre para avisarle que iba a cenar con su papá, aunque probablemente ella misma había planeado el encuentro. —Tenemos que pasar por Yuna a la escuela de baile y vamos a la casa, ¿está bien? —Jisu aplaudió, demostrando así su emoción de poder ver a su hermana menor. Yuna estaba en un momento de su vida en que quería probarlo absolutamente todo, estaba en el equipo de basquetball de su escuela y en el de teatro, además de las clases de baile que tomaba desde los trece años. Creía genial que su hermana fuese tan activa, pero desde que volvió al país era casi imposible conseguir un tiempo libre para pasar con la menor. Jisu no era de tener rencor a las personas, pero no pudo evitar pensar en todas las veces que se quedaba hasta tarde en la escuela esperando que algún chofer fuese por ella cuando podría ser su padre el que la recogiera.

Se bajó del vehículo sola, le había pedido a su padre que le deje ir por Yuna para así sorprender a su hermana. Revisó la hora y notó que seguramente ya había terminado la clase de baile de la menor, los grupos de amigos saliendo del edificio le confirmaba aquello.  Pasados un par de minutos se comenzó a preguntar si acaso su hermana había salido sin que ella se hubiera dado cuenta, rechazó la idea ya que era imposible para ella no encontrar a Yuna. Se adentró en el edificio, de inmediato la música inundó sus oídos, caminó a una sala de estar y dio vueltas sobre su eje para ver si acaso estaba por ahí su hermana. —¿Jisu? —Una enorme sonrisa se formó en su rostro cuando escuchó esa voz tan familiar, se volteó y vio a dos chicas rubias. La más alta corrió en su dirección y la aplastó en un fuerte abrazo. —¿Qué haces aquí? —Yuna no la soltó de sus brazos, observando con atención el bello rostro de su hermana mayor. —Ando con papá, te quería sorprender. —La respuesta automática de Yuna fue estrujarla todavía más, no era siempre que podía tener a su hermana mayor junto a ella. —Oh, ven. —La rubia tomó a la morena de la mano, tirándola cerca de donde estaba la otra rubia con la que hace un rato conversaba. —Momo, te presento a mi hermana mayor. Ella es Jisu. —Ambas hicieron una leve reverencia y se saludaron con educación. —Media hermana, por eso es tan enana. —Jisu golpeó a la menor con su codo mientras la otra chica se reía ante la divertida interacción de las hermanas.

—Momo es una de mis tutoras de baile, es increíble. —Jisu expresó su impresión con su expresión facial mientras asentía.

—Yuna es una muy buena estudiante, muy talentosa. Espero que no nos deje por el teatro. —La alta de inmediato negó, si bien adoraba la actuación el baile era su pasión.  —Jisu, deberías venir a alguna de las prácticas, no te vi antes.

—Mi hermana es una chica muy ocupada, apenas viene llegando del extranjero. —Aquello era una manía de la menor, le encantaba responder por Jisu ya que sabía que su hermana no era muy buena con las palabras, a Jisu no le molestaba.

—Mmm, ojalá no te vayas pronto. La próxima semana tenemos un evento y Yuna tendrá un momento especial. 

—No me lo perdería por nada, estaré un buen tiempo acá. —Jisu presionó el brazo de su hermana para así asegurarle que estaría para ver su presentación. —Vamos, papá nos está esperando. Fue un gusto, Momo, espero verte la próxima semana.

——

Dahyun abrió la puerta del departamento como si se tratara de su casa, su rostro se iluminó al ver a Momo la cual entró rápidamente y se desplomó en el sofá. —Ugh, estoy tan cansada. —Se quejó con los ojos cerrados mientras Dahyun se acercaba a ella, colgando su chaqueta y cartera en uno de los colgadores que habían. Momo estiró su mano para recibir la botella de cerveza que le pasaba Ryujin. —¿Largo día? —La rubia asintió mientras la menor se sentaba a su lado, bebiendo también de una cerveza. Dahyun se sentó en el sofá frente a ellas y Yeji le acompañó, ambas estaban relajadas y no tenían ganas de beber nada todavía. —Apenas unas semanas tuve de descanso pero mi cuerpo duele como si no hubiese bailado hace un año. —Bebió de su cerveza viendo a sus amigas. Ryujin le prestaba atención mientras bebía, Dahyun tenía los ojos pegados en ella mientras que Yeji no dejaba de ver su teléfono lo cual no era usual en la menor. —¿Y a Yeji qué le pasa? —Preguntó Momo, viendo a Ryujin quien probablemente tendría la respuesta para todo lo que aconteciera a Yeji.

 —Quiere invitar a alguien a una cita pero es una gallin… ¡Auch! —La chica se quejó cuando un cojín no le permitió continuar con su oración. De pronto Ryujin tenía la atención de todas, menos de Yeji que simplemente le vio feo y continuó escribiendo en su móvil. Momo movió su atención a Yeji esperando obtener alguna respuesta de su parte, pero no hubo reacción alguna. —¿De quién hablamos? —Preguntó Momo, con entusiasmo de saber qué estaba pasando.

—Yeji conoció una chica en el trabajo, la quiere invitar al evento de la noche pero se anda dando vueltas sin hacerlo. —Explicó Ryujin, obteniendo por fin toda la atención de la aludida.

—Ya la invité. —Su voz era seca, no estaba molesta pero sin duda no le gustaba que hicieran de una simple invitación un espectáculo. —Y no es una cita, ¿acaso vienes a una cita conmigo también, Ryujin? —Preguntó Yeji con algo de diversión, irían en grupo a un evento de moda que un amigo de Yeji había planificado. —Ew, no. Aunque éstas dos sí. —Apuntó a Momo y luego a Dahyun, haciendo que la rubia volteara los ojos ya que Ryujin solía ser mucho a veces. 

—L… Lia, ¿Lia? —La cara de Dahyun era confusa, Yeji escondió su móvil rápidamente al notar que su amiga estaba leyendo el nombre de la persona con la que se estaba escribiendo. —¿Qué clase de nombre es ese? ¿De dónde es tu amiga? —Preguntó Dahyun ante la mirada amenazadora de Momo, quien no estaba de acuerdo con entrometerse en la privacidad de los demás. Yeji se encogió de hombros ya que no se había dado el tiempo de pensar en lo particular del nombre de la chica. —Suena extranjero. —Se metió Momo, olvidando su molestia ante la chica con el cabello de mechas.

——

—Extrañaba mucho estar así. —Suspiró Yuna, acurrucada con su hermana sobre su cama mientras escuchaban música suave que hacía del ambiente algo muy delicado y tranquilo. —Ya no quiero que te vayas de nuevo. —Jisu comenzó a reír, caminando a el tocadiscos para así cambiar la música a algo que fuese un poco más movido, se quedó con las Spice Girls. —No pienso irme pronto, acepté trabajar en FOORY. —Yuna se sentó en el borde de la cama para así prestarle atención a la mayor, la preocupación estaba plasmada en su rostro. —¿En serio? Pensé que no harías eso. —Los ojos de Jisu estaban pegados en el disco que giraba ya que aquello le relajaba.

—A lo mejor es mi momento, Yuna. Quiero demostrar que soy capaz de trabajar codo a codo con mi mamá.

—Mira, si hay alguien que desea que eso suceda soy yo. A tu mamá la conozco poco pero por lo que me dices no es una mujer fácil. Pero hasta ahora no ha hecho más que reprimirte como artista. —Yuna ya era una chica grande y a estas alturas sus conversaciones eran mucho más profundas de lo que eran antes de que Jisu se fuese de viaje.

—Ella me envió a Europa, Yuna. Pagó para que tuviera todos los conocimientos que tengo y siento que debo devolverle la mano por eso. —La rubia asintió, sabía bien a lo que se refería su hermana y aquello era algo que admiraba de la mayor, sin duda también compartían ese sentimiento. —Está bien, pero realmente quiero que te impongas y le demuestres al mundo lo talentosa que eres. —Jisu caminó a su hermana y la aplastó en un abrazo, estaba tan orgullosa de la linda mujer en la que se había convertido.

Habían pasado varios minutos cuando el móvil de la mayor comenzó a sonar, era Chaeryeong quien llamaba. —¿Qué pasa, Chaer? —Volteó los ojos cuando recibió una queja de la forma en que había contestado. —¿Qué? —Ahora se puso de pie, dando vueltas en la habitación de su hermana mientras negaba con la cabeza. —¿Y le dijiste que sí? — Yuna veía divertida a su hermana teniendo... ¿pánico? No lograba descifrar aquello, la mayor ahora veía su reloj y suspiraba enojada. —Eres la peor, ¿sabías? —Fueron las palabras que emitió la pelinegra antes de cortar la llamada. Jisu se lanzó sobre el colchón de su hermana, la contraria viéndola con una expresión que solicitaba obtener toda la información sobre esa llamada.

—Chaeryeong me metió en una cita que no pedí. —Yuna comenzó a reír, conocía muy bien a Chaeryeong y sin duda alguna eso era algo que la chica haría. —¿Con quién? ¿Cuándo? ¿Acaso no tienes novio? —Lo último era algo de lo que Yuna quería interrogar a su hermana pero al parecer nunca se daba el momento para eso. —Con una chica que conocí en el trabajo y… —La mayor no pudo continuar ya que su hermana le comenzó a hacer señas para que pausara lo que decía. —¿Desde cuándo vas a citas con mujeres? —Jisu abrió los ojos demostrando su nerviosismo, negando al mover su cabeza rápidamente. —Me refiero a una cita cualquiera, no una cita romántica… qué cosas dices. —Suspiró antes de continuar con su historia. —Al parecer tengo que ir a un evento, no ubico mucho el lugar y es en media hora. Ugh, llamaré a Seungcheol. ¿Me prestas ropa? —Preguntó mientras le escribía al chico, no alcanzaba a ir a su casa por lo que debía compartir la ubicación de la casa de su padre. Se metió junto a su hermana en su closet, tomando una chaqueta de jeans con unos bordados hechos a mano y brillos puestos con especial dedicación. —¿Todavía la tienes? —Un puchero se formó en sus labios, aquella chaqueta había sido una de las primeras creaciones que Jisu había fabricado y obviamente terminó en manos de su hermana, los años la habían desgastado y notaba que seguramente era una de las prendas favoritas de su hermana. —¿Te molesta si la llevo? Luego la puedo repasar un poco para pegar los brillos que se han ido. —Yuna aceptó y sin necesitar de mucho más ya estaba lista para salir.

—¿Me veo bien? —La menor asintió, su hermana había llegado muy casual en su forma de vestir y una simple chaqueta le había dado todo un estilo chic que la hacía destacar entre el montón. Una notificación de parte de Seungcheol le hizo saber que el chico ya estaba esperando por ella. —Hablamos en la noche y nos ponemos de acuerdo para que te vaya a ver a tu presentación, ¿si? —Jisu besó su mejilla tiernamente y se despidió de todos en la casa antes de salir corriendo para poder subir al auto donde estaba Seunghceol con cara de pocos amigos.  —¿Por fin vas a admitir que quieres salir conmigo? —Preguntó el chico mientras hacía andar el vehículo sin todavía recibir direcciones sobre el destino, Jisu volteó los ojos de tal forma que hasta Seungcheol se sintió intimidado por el accionar de la chica. —¿Dónde vamos, jefa? —Jisu le mostró la dirección en el teléfono y Seunghceol le vio extrañado, estaba acostumbrado a llevar a la joven a lugares exclusivos o con amistades a sus hogares en los barrios altos, jamás pensó llevarla a un lugar que fuera más de su estilo. —Vaya, Europa cambia a las personas. —Molestó sin que ella entendiera aquello, limitándose a retocar su maquillaje en el espejo del vehículo en silencio.

—¿Quieres que venga por ti luego? —Jisu sonrió asintiendo, estaba algo perdida y no se ubicaba muy bien en esa zona de la ciudad. —Yo creo que estaré lista en unas dos horas, te escribo, ¿si? — El mayor le aseguró que así sería y finalmente salió del auto para notar las luces que iluminaban un club, tomó su móvil para confirmar que ese era el lugar que Chaeryeong le había mencionado. Originalmente Jisu estaba nerviosa de haberse vestido de forma demasiado casual como para un desfile de modas, pero luego agradeció aquello al ver a las personas que iban entrando al local. Cabellos de colores, ropas extravagantes y accesorios únicos. Lia agradeció ponerse aquella chaqueta que la hacía ver parte del grupo. Comenzó a sentirse nerviosa por estar tantos minutos sola, a lo mejor Yeji no estaba ahí o quizá ya había entrado, comenzaba a sentirse ansiosa. Estaba a punto de irse cuando sintió unos toques en su hombro, se dio vuelta y finalmente vio a la más alta frente a sus ojos, sonrió y liberó una suave risa que demostró su nerviosismo.

 

—Hola, Lia. Perdón por llegar tan tarde, ¿llevas mucho esperando? —La mano de Yeji se quedó posada en su hombro, no se molestó en mencionarlo y negó con la cabeza mintiendo, realmente llevaba varios minutos esperando pero no quería verse necesitada ni mucho menos. —Tranquila, me entretuve mucho viendo a todos los que llegaban. —Yeji, al igual que ella usaba ropa cómoda pero que demostraron dedicación en cuanto a la imagen que quería proyectar. En los ojos de Lia, Yeji era muy chic y tenía ese estilo que el resto admiraba debido a su belleza natural. —Vamos, te voy a presentar a mis amigas. —La mano ajena bajó arrastrándose hasta llegar al antebrazo de la más baja y así arrastrarla hasta un grupo de chicas que conversaban entre ellas mismas. —Chicas, les quiero presentar a mi amiga Lia. —Interrumpió Yeji a las chicas que hasta entonces no se habían percatado de la presencia de ambas.

 

—¿Jisu? —cuestionó Momo, extrañada al ver por segunda vez el mismo rostro en un día.

—Momo. —Las mejillas de la menor se pusieron de un color rosado que probablemente no se notaba bajo su maquillaje.

—¿Ustedes se conocen? —Preguntó Ryujin, robando las palabras de Yeji que estaba a nada de preguntar exactamente lo mismo.

—En realidad no. —Contestó Momo, notando que Jisu estaba algo incómoda con la situación. —Su hermana es estudiante en el estudio de baile, nos presentó hoy. —Las chicas asintieron, pese a eso el ambiente seguía siendo algo extraño. —¿Por qué le dices Jisu? —Era turno de Dahyun para continuar con el interrogatorio, aquello le había llamado la atención.

—Ese es mi nombre. —Momo prefirió callar, seguramente tenía la misma duda por lo que sólo Lia podía responder aquella pregunta. —Lo que pasa es que tengo dos nombres, en mi familia me conocen por Jisu ya que es mi nombre legal y mis amigos en el extranjero me dicen Julia o Lia. —Ryujin hizo una expresión divertida, Yeji le vio con molestia ya que podía leer los pensamientos de su mejor amiga. Ryujin pensaba que Jisu era una chica extravagante y que probablemente era muy elegante como para estar junto a ellas. —Me gusta Julia. —Afirmó Momo, intentando hacer que aquello no suene como un interrogatorio a la joven que apenas les conocía. —Por cierto, ellas son Ryujin y Dahyun. —Jisu agradeció con una sonrisa y se inclinó levemente como signo de respeto a las dos chicas que acababa de conocer.

—A mi igual me gusta Julia. —El corto silencio que se había formado se cortó con ese comentario de Yeji que hizo reír a sus amigas y sonrojar a Lia. —Bueno, ¿vamos? El desfile está por terminar y no me dejé sobornar por Yeji para pasar frío en la calle. —Ryujin avanzó y todas se adentraron en el club donde a los pocos minutos comenzaba el desfile. La presencia de Yeji y Momo le hacían sentir muy tranquila, pero aquello no le quitaba esa leve sensación de que a Ryujin no le gustaba. Intentó olvidar todo eso y centrarse en el desfile, el diseñador era totalmente desconocido para ella pero por la cantidad de gente reunida en el lugar seguramente tenía bastantes seguidores. La ropa tenía de todo un poco, sin duda los colores eran lo que más destacaban del trabajo ya que la confección no era nada nuevo ni especial en sus ojos. Desde que Lia podía recordar siempre estuvo en primera fila de los diseñadores más renombrados del mundo, su madre era tan influyente que incluso en su estadía en Europa pudo asistir a los lugares más exclusivos para aprender de moda, aquello le había dado un ojo crítico en cuanto a moda y el nivel de trabajo que se exponían en ese tipo de eventos.

Al terminar el evento, el grupo decidió ir a una terraza cercana donde Yeji tendría que pagar el soborno que le había ofrecido a su amiga. Ryujin comía felizmente su hamburguesa mientras que las demás bebían cócteles del gusto de cada una. Lia quedó sentada entre Dahyun y Yeji, rápidamente notó que Dahyun era una chica muy divertida y espontánea por lo que no tardó en sentirse cómoda en su compañía. —Deberían haber visto a Jisu junto a su hermana, cualquiera diría que ella es la menor. —Yeji se volteó sonriendo para poder ver a la chica que estaba sentada a su lado, le pareció lindo pensar en Lia junto a una hermana. —Eso pasa cuando la segunda esposa de tu papá es una modelo que mide cerca de dos metros. —Algunas risas se oyeron, ninguna provenía de Ryujin pero a estas alturas y con ayuda del alcohol eso ya no era tema para Lia. Pasaron a una segunda ronda de alcohol, Jisu decidió tomar el teléfono y textear a Seungcheol para hacerle saber que se tomaría más de dos horas y que prometía devolverle el favor. Las amigas de Yeji eran muy rápidas para beber, mientras ella seguía responsablemente en su segundo trago, las demás ya habían perdido la cuenta de todo lo que habían bebido. —No te preocupes por ellas, suelen ser más ruidosas de lo que en realidad están. —La voz de Yeji se sintió extremadamente cerca, apenas Lia se volteó para hacer contacto visual con ella, saltó levemente en su asiento debido a la cercanía de sus rostros. —¿Me escuchaste? —Preguntó Yeji, quien al igual que Lia era bastante medida para beber. Lia negó, no entendía por qué si realmente había escuchado bastante bien a Yeji. —Las chicas. —La distancia seguía siendo excesivamente corta, aunque cómoda. —Suelen hacer mucho ruido y te hace pensar que están pasadas pero realmente no es así. —Le aseguró haciendo que la menor asintiera, se sintió más tranquila al saber aquello. —Ahora, cuando esas dos... —Sus dedos apuntaron a la chica que estaba a su lado y a Momo. —Se comiencen a besar, entonces probablemente si están borrachas—.

Lia se quedó unos segundos en silencio intentando procesar la información que Yeji le acababa de compartir, llevaba apenas un par de horas conociendo al grupo y jamás había imaginado que Dahyun y Momo pudieran tener algo romántico. De pronto le hizo sentido la cantidad de contacto físico que todas tenían entre ellas, pero luego recordó de que ella y Chaeryeong solían actuar de manera similar. Estaba envuelta en esos pensamientos cuando por primera vez en toda la noche Ryujin decidió conversarle.

—Dijiste que tus amigos en el extranjero te dicen Julia, ¿vivías ahí? —. Lia se quedó viéndola unos segundos mientras tragaba el alcohol restante en su boca y luego asintió.

—Estuve un tiempo estudiando en Europa, sobre todo en Italia y Francia. —Nuevamente Ryujin le contestó con una expresión extraña, como entre impresión y burla pero no estaba segura si inclinarse por alguna de ellas en específico.

—Me encantaría conocer Europa. —Yeji suspiró, Lia estaba realmente intrigada por la poca distancia que había entre ellas pero al mismo tiempo no podía evitar hacer contacto visual con ella cada vez que hablaba, sus ojos y los de ella no dejaban de verse cada vez que alguna decidía comunicarse con la otra. —Mi sueño es ir a París, conocer los talleres de los grandes diseñadores y quizá crear mi propio estudio allí.

—París es hermoso. Realmente todo lo que dicen los libros de esa ciudad es cierto, las tardes en París son como salidas de un cuento de hadas. Es la ciudad del romance sin duda. —Todas podían ver como a Lia le brillaban los ojos, seguramente el hablar de París le traía recuerdos que las demás desconocían pero que podían leer en su expresión. Yeji en específico no pudo evitar sonreír ante el brillo que emanaba la contraria al hablar con tanto cariño de la ciudad que ella deseaba tanto conocer.

—¿Encontraste un amor ahí? —Preguntó Momo, apoyada en el hombro de Dahyun, se veían muy lindas y cómodas, pensó Lia. La pregunta le hizo pensar en Eric, realmente no fue en Francia donde se habían conocido sino en Italia aunque sí tenía lindos recuerdos con el chico en París.

—No, pero no necesitas tener a alguien a tu lado para sentir el romance que hay en el lugar. —Las chicas asintieron, Lia notó el movimiento que hizo Momo que terminó en un suave beso en el cuello de Dahyun. Le pareció lindo, pero por otro lado le causó risa al recordar las palabras de Yeji, al parecer efectivamente ya estaban un poco pasadas de copas. Aprovechó el momento para escribirle a Seungcheol, de esa forma estaría pronto fuera del local.

—¿Ustedes son novias? —Preguntó Lia, haciendo que Ryujin y Yeji comenzaran a reír, al parecer se había metido en un tema que no era muy del gusto de las aludidas. Jisu lo notó apenas Momo tomó distancia de Dahyun para luego negar con movimientos de cabeza.

—Esas dos son amigas, pero con ese extra. Si sabes a lo que me refiero. —Ryujin por fin estaba interesada en entrar a la conversación, todo para molestar a Dahyun quien rápidamente comenzó a beber para así no tener que hablar. —Estamos todas solteras. —Terminó por decir Ryujin para luego tomar un sorbo de su trago. —Aunque nuestras amigas Nayeon y Mina sí son novias, si Yeji continúa obsesionada contigo probablemente las conozcas pronto. —En ese momento Jisu se lamentó de estar tan cerca de Yeji ya que la mayor escupió parte de su trago en su rostro haciendo que ambas comenzaran a reír, Yeji algo en pánico tomó una servilleta y comenzó a limpiar la cara de su nueva amiga. —Perdón, perdón, perdón. —La joven se seguía disculpando mientras Jisu reía, haciéndole saber que no era para tanto.

—Tranquila, no pasa nada. —Le aseguró, tomando las manos ajenas para que así dejara de intentar limpiarla, aquello era probablemente más incómodo que lo de tirarle alcohol en la cara. Yeji vio a Ryujin con una expresión que hubiera asustado a cualquiera, por suerte Ryujin ya estaba acostumbrada. —Sería genial conocerlas. —El corazón de Yeji se aceleró, pensó que era el malestar con su amiga pero realmente también eran las palabras de Lia ya que aquello significaba que probablemente quería volver a salir con ella y además estaban sus manos que seguían apresadas por las de la mayor. ¿Se habría olvidado de que estaban allí? Cuando su pulso se comenzó a normalizar, las manos contrarias se alejaron y vio que Jisu estaba escribiendo en su teléfono.

—Las debo dejar ya, vienen por mí. —Ambas se pusieron de pie, las otras se despidieron entre risas por todo lo ocurrido y Yeji se ofreció a dejarla fuera del local para esperar a la persona que venía por ella. Una vez afuera, Lia se cruzó de brazos para así mantenerse caliente ante el frío nocturno del lugar.

—En serio perdón por lo de la bebida. Ryujin suele ser muy irrespetuosa y me toma desprevenida—. Lia sonrió, negando para hacerle saber que no había problema.

—No estoy segura de que sea muy de su agrado— Yeji se sorprendió al escuchar aquello, no quería que su mejor amiga dejara una mala impresión en ella tampoco.

—Suele ser así con las chicas con las que salgo. —Lia levantó sus cejas, viendo algo extrañada a Yeji. —Digo, no es que estemos saliendo tú y yo, sino que es celosa cuando estoy con otras chicas que no sean ella. —Ahora la menor asintió, podía entender aquello. Por otro lado, Yeji se abofeteó mentalmente por decir cosas sin pensar. Seguramente las cosas serían incómodas entre ellas por las tonteras que salían de sus labios.

—En todo caso la pasé muy bien, el desfile fue genial y tus amigas son bastante amables. —Terminó de hablar y vio el auto familiar parar en la esquina. —Ese es mi auto. —Indicó apuntando al auto negro que tenía los intermitentes encendidos. —Nos vemos mañana, Yeji. —Lia besó su mejilla y caminó rápidamente al auto donde estaba Seungcheol sin ningún tipo de expresión que pudiera significar una pelea entre ellos.

Cuando Yeji volvió, sus amigas ya habían pedido otra ronda de tragos a los que ella decidió pasar, no quería tener resaca al día siguiente. —Tu amiga es extraña. —Fue lo primero que escuchó, claramente era Ryujin. —No se ve como mala persona, pero no siento que encaje con nosotras. —Yeji comenzó a jugar con sus anillos, realmente no quería que eso fuese un tema cuando su amiga claramente había bebido y no sentía agrado por una persona que para ella podría llegar a ser considerada una amiga cercana debido a todo lo que tenían en común.

—A mí me pareció bastante agradable. —Dahyun habló finalmente, más tranquila al tener a Momo aferrada a ella nuevamente. —Además tiene sentido del humor y no te golpeó luego de que la bañaste en lo que sea que estés tomando. —La lengua de Dahyun se arrastraba un poco al hablar y eso hizo reír a Yeji.

—Yo solo quiero decir algo. —Momo levantó la mano para hablar, todas se rieron ya que cada vez que Momo estaba pasada en tragos solía hablar con la mano levantada como si estuviera en la escuela. —Tu amiga es más rica que todas nosotras juntas. —Bebió un poco de su trago y luego habló nuevamente. —En la escuela se rumorea que su hermana tiene tanto dinero que podría comprar el estudio unas cinco veces y seguir siendo rica. —Ryujin volteó los ojos ante el estúpido ejemplo que su amiga había hecho, aunque no había que ser muy inteligente como para haber notado que la joven que antes estaba con ellas tenía un buen pasar, no cualquiera se puede costear vivir en otro país para estudiar allí. —No sé si Yeji está preparada para salir con una niña rica, antes ya pasó y todas sabemos cómo terminó eso. —Terminó por decir Momo, haciendo que Yeji fuera la que volteara los ojos ahora, ¿por qué sus amigas se empeñaban en recordarle el pasado? Y todavía más importante: ¿por qué todas asumen que quería algo romántico con la chica que apenas conocía? —Lia no es mi estilo, es apenas alguien que podría ser mi amiga. Y menos es mi estilo.





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Hola ¿Qué les parece la historia? Espero poder subir pronto el próximo capítulo.

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