Capítulo 17.

Amor entre telas. / Yeji & Lia

 

Lia chocó su copa de espumante con la de alguien que realmente no conocía, el backstage estaba lleno de personas felicitandola por su trabajo y comentando lo talentosa que era "Llevas el talento en la sangre" y "Rejuveneciste FOORY" eran algunos de los comentarios que escuchaba de las personas que se le acercaban. 

Entre la multitud de personas logró reconocer un rostro conocido, Chaeryeong caminaba en dirección a ella con una expresión molesta y algo agitada por haber llegado al lugar lo más rápido que pudo. 

—¿Se puede saber en qué estabas pensando? —La agresividad con la que se presentó la menor la hizo dar unos torpes pasos hacia atrás y derramar algo de su bebida. Jisu sabía que la felicidad de todo lo que estaba sucediendo no le iba a durar mucho tiempo, un resto de culpa la acompañaba en todo momento.

—Chaeryeong, esto se puede explicar. —Lia decidió dejar su copa sobre un estante y tomó a su amiga de la mano para poder llevarla a un lugar un poco más silencioso donde podían hablar de forma privada.

—A mi no me tienes que explicar nada ¿Qué le vas a decir a Yeji? —Chaeryeong no estaba ahí para tratar mal a su mejor amiga sino mas bien para sacarla del glamour y los halagos, estaba ahí para recordarle que tenía explicaciones que dar. 

—Yo...—Jisu pausó, rascando su frente en confusión. —No estoy segura de las palabras que usaré, claramente no quería que se enterara así de todo lo que es mi vida pero no tenía otra opción...estamos hablando de mi mamá y de todo lo que luchó para crear FOORY ¿Acaso hice mal? —Los ojos de Jisu mostraban la sinceridad de sus palabras y Chaeryeong no era nadie para juzgar, sobre todo porque ella también estaba dispuesta a hacerlo todo por sus seres queridos. 

—Yo te entiendo, Jisu. Pero también debes comprender que puede que ella no entienda todo esto. —Jisu asintió, suspirando al sentir que tenía mucho por enfrentar. 

—¿Crees que me odie por esto? —Chaeryeong abrazó a su amiga, acariciando su espalda pues sabía que lo que necesitaba realmente era saber que no estaba sola y que sin importar lo que pudiera pasar con Yeji, todo estaría bien.

—Eso se lo tienes que preguntar frente a frente. —Chaeryeong la soltó, señalando con la mirada atrás de la espalda de Lia. La mayor se dio vuelta y vio en el umbral de la puerta a su novia junto a su mejor amiga. El contacto visual que hicieron fue tenso, triste y confuso. Chaeryeong le dio unos suaves golpes en el hombro y se alejó. —Las dejo solas. —Susurró mientras se alejaba, llevándose a Ryujin junto a ella para poder dejar a las novias conversar sin interrupciones. 

—Yeji...yo. —Su novia se acercó lentamente, observando sus alrededores de paso mientras la música del backstage retumbaba en las paredes. Yeji se acercó y se mantuvo mirando a su novia, confundida sobre qué decir.

—¿Qué es todo esto?  —Las manos de la menor se movieron señalando la ropa que llevaba puesta Lia y luego a sus alrededores. —¿Por qué no me dijiste antes? —Ya a pocos centímetros de distancia, Jisu no podía evitar tener que mirarla a los ojos y enfrentar todas las cosas que inmaduramente seguía empujando para hacerlas después. 

—¿Estás molesta? —La pregunta salió casi en un susurro inofensivo, los nervios eran evidentes.

—No...No sé. —Yeji parecía confundida. —Estoy intentando entender todo pero me cuesta hacerle sentido ¿por qué no me hablaste de todo esto antes? —La diestra de la más alta se posó en el hombro ajeno, creyendo que el contacto físico ayudaría a hacer las cosas un poco más fáciles. 

—No quería que pensaras mal de mi, cuando te conocí todo fue tan natural y no tuve que pretender nada—.

—Pero pretendiste que nada de esto era parte de tu vida. —La mano que antes descansaba en su hombro ahora caía hasta los costados de Yeji quien ahora parecía comenzar a cambiar su actitud frente a lo que estaba pasando. —No tiene nada de malo, siempre supe que tenías dinero pero tampoco tenías que pretender que mi jefa no era tu mamá o que eras practicante. —Yeji comenzó a mover su cabeza, recordando todas las cosas que creía saber de Lia que en realidad no eran más que mentiras. 

—Perdón...yo no quería mentir pero las cosas se fueron dando contigo y no quería despertar de eso. —Lia mordió su labio inferior, sabiendo que las cosas no estaban yendo por el mejor de los caminos.

—No eres mala persona. —Yeji la tranquilizó. —Tus mentiras no son malas ni dañaron a alguien pero si dañan nuestra relación. —El corazón de Jisu comenzó a latir de forma irregular, no quería que su relación se viera afectada aunque eso era incrédulo de su parte. —Y lo del desfile...¿En algún momento pensaste en mi? —Yeji sonaba lastimada y tenía razón para estarlo. 

—No tengo cómo excusar lo del desfile. —Admitió, sabía que era una decisión arriesgada desde el comienzo. —Yeji, yo sé que puede ser difícil de entender pero FOORY significa tanto para mi mamá y ella significa la vida para mi también. —Lia buscó tomar la mano de su novia, sin mucha reacción de su parte. —Pensamos que todo se iba a perder y fue la única opción que teníamos para salvar la empresa. Todo fue idea mía y si hay alguien a quien odiar soy yo—.

Yeji soltó la mano de su novia y rascó su frente intentando no decir cosas que pudieran lastimar a la mayor. —No te odio, Jisu. —Fue lo primero en decir, sabiendo que era la verdad y que por ningún motivo quería ser malinterpretada. —Pero siento como que me has faltado el respeto y no solo a mí sino también a nuestra relación. —Lia vio el suelo, incapaz de ver a Yeji a los ojos mientras decía todo eso.

—Lo que hicimos, el trabajo diseñando esas prendas. —Los ojos de la menor comenzaron a brillar de emoción. —Así nos enamoramos, Jisu. —Una lágrima cayó por su rostro. —Todo ese trabajo nos unió y nos hizo ser lo que somos hoy. Pero no respetaste eso y lo expusiste al mundo como si fuera cualquier cosa. —Ambas eran artistas y se tomaban muy en serio su trabajo, tenían sentimientos involucrados con lo que hacían y esos sentimientos eran nada menos que el amor que había florecido entre ellas. 

—Te prometo que vas a recibir los créditos por todo tu trabajo, mamá sabe de ti y lo talentosa que eres. —Iba a seguir hablando pero la expresión de Yeji le mandó a silenciarse.

—¿Créditos? —Preguntó confundida. —¿Ahora me vas a hablar de dinero también? Lia, no estás entendiendo nada y es frustrante. —Yeji dio unos pasos a los costados, pareciendo necesitar aire fresco para calmar las ideas que corrían por su cabeza. —Creo que necesitas reflexionar sobre todo esto y si mis palabras te hacen sentido en algún momento entonces puedes buscarme. —Yeji no esperó por una respuesta y caminó por la dirección en la que había entrado.

Lia se quedó plantada en su puesto, sus manos temblaban por todo lo que había ocurrido. No estaba segura de lo que estaba sintiendo ni se sentía capaz de encontrar las palabras adecuadas para no dejar a Yeji ir. 

Esperó un tiempo antes de salir, esperando no encontrarse con nadie pese a saber que el lugar estaba lleno de personas festejando por el éxito del desfile.

Chaeryeong se despidió de Ryujin con un beso en los labios que fue visto por Lia, cuando las amigas se vieron no pudieron evitar reír pese al amargo momento que anteriormente había vivido la mayor. 

—¿Y eso? —Preguntó Lia, tomando de inmediato una copa por la necesidad de olvidar todo lo que estaba pasando.

—Eso es algo que se está dando. —Respondió Chaeryeong sin querer detallar su relación con Ryujin, sobre todo porque todavía no tenía forma de definirla. —¿Qué pasó con Yeji? —Chaeryeong presentía que las cosas no habían tenido un buen resultado por la forma en que vio a la novia de su amiga salir del lugar. 

—Lo arruine todo. —Suspiró Lia, cerrando los ojos y bebiendo alcohol. —Debí hacerte caso, debí ser sincera con todo desde un principio. —Chaeryeong la tomó, quitándole la copa de sus manos para llevarla de vuelta a la realidad.

—A veces tomamos decisiones de las que no estamos orgullosas, pero tampoco nos podemos vivir juzgando por las cosas que ya ocurrieron. —Chaeryeong tomó a su mejor amiga del brazo y juntas caminaron en dirección a la salida. —Ahora tienes que descansar y pensar en la forma en que puedes arreglar las cosas, Yeji está loca por ti y estoy segura de que podrán estar bien. —Realmente Chaeryeong no estaba segura de que fuera así, pero quería ser optimista y no ver a su amiga sumida en la negación ni metida en algún lugar oscuro del que sabía que no era fácil salir. 

Subieron a un taxi, el camino fue silencioso y Lia reproducía una y otra vez las palabras de Yeji en su cabeza. Quería pensar que todo estaba bien, que Yeji pasaría mañana por su casa y que a la mañana siguiente iba a desayunar junto a su madre. Quería imaginar que se llevarían bien y que su novia olvidaría las mentiras pero por la forma en que Yeji se había expresado era claro que eso estaba lejos de suceder. 

Jisu había roto la confianza que se tenían y no lograba pensar en alguna forma de arreglar las cosas, los últimos días no habían sido más que estrés para ella y su cabeza estaba seca. 

Se puso la pijama casi por inercia, Chaeryeong le acercó cremas y toallas para que se quite el maquillaje y esperó por ella sentada en el borde de la cama. —¿Piensas volver al departamento? —.

Jisu asintió, viéndose en el espejo mientras removía el exceso de maquillaje. —Ese es mi hogar ahora, mi mamá me necesitaba ahí pero claramente no estoy para quedarme. —Explicó, haciendo que su amiga sonriera al saber que los planes de vivir juntas continuaban en pie. 

La puerta de su habitación se comenzó a abrir lentamente y Minah se comenzó a asomar por el borde. —Mamá ¿qué haces aquí? —Jisu se dio vuelta en su asiento, sorprendida de ver a su madre ahí.

—Desapareciste de la fiesta y asumí que estarías acá luego de ver a tu novia entrar y salir en menos de quince minutos. —Por la expresión en el rostro de su hija se le hizo claro comprender que las cosas no habían salido muy bien. 

Chaeryeong se puso de pie, sabía que era momento de dejar que las dos tuvieran una conversación a solas. —Vuelvo en un rato. —Ambas asintieron y Minah ocupó el espacio en el borde de la cama que antes era utilizado por la amiga de su hija.

Lia caminó para poder sentarse a su lado y descansar su cabeza en el hombro de su mamá. —Yeji está molesta, yo no fui sincera con ella. —Quería ocultar detalles de la historia pero también sabía que ese mismo pensamiento la llevó a tener problemas con su novia. —Nunca supo que yo era tu hija, le mentí sobre mis estudios y dejé que usaras la ropa que hicimos para el desfile. —El decir todo eso en voz alta le ayudó a comprender en todo lo que había errado y a aceptar que Yeji tenía muchas razones para estar molesta con ella. 

—Eso no está bien. —Su madre parecía seguir pensando qué decir, nada bueno salía de mentir y su hija estaba entendiendo eso de la peor manera posible. —¿Realmente te gusta esa chica, no?—.

—Estoy enamorada, nunca me había sentido así con alguien. —Minah sonrió con la respuesta, podía ver el dolor en su hija.

—Jamás te había visto así—.

—¿Con el corazón roto? —Preguntó Lia, expresando lo que realmente comenzaba a sentir producto de los acontecimientos recientes.

—No, tan madura y sensible. Realmente ya no eres una niña pequeña. —Jisu rió, quién diría que se necesitaría de un corazón roto para que por fin su madre la viera como una adulta. —Hija, mientras sientan amor las cosas se van a dar. No te rindas, estoy segura de que vas a lograr solucionar las cosas—.

—¿Y entonces por qué no funcionó con papá? —Era la primera vez que Jisu se atrevía a preguntar algo así, ahora ambas podían conversar como dos mujeres adultas. 

—Es distinto, amor. Tu padre me dejó de amar y se enamoró de otra persona. Contra eso no se puede luchar. —Explicó Minah, acariciando el cabello de su hija. —Pero aquí es distinto, ustedes son jóvenes y se quieren  mucho. —Jisu le vio incrédula, tenía pocas expectativas. —Pero debes aprender, no puedes ir por la vida mintiendo y creyendo que esas mentiras no te van a perseguir. La verdad siempre sale a flote y es mejor no tentar al destino—. 

Minah sufría al ver a su hija en ese estado, nunca era fácil para una madre verse de manos cruzadas cuando se trataba de ayudar a sus hijos. Minah quería hacer todo lo que pudiera para solucionar los problemas de su hija, pero en temas del corazón y sobre todo de relaciones ella no podía involucrarse. 

El ambiente se vio interrumpido por Chaeryeong, quien entró de golpe al lugar, alterando el momento madre e hija. 

—¿Qué pasa? —Preguntó Lia, asustada por la repentina aparición de su mejor amiga.

—Tienen que ver esto. —Avisó, apuntando a la puerta en donde Seungcheol se encontraba. —Ven, ven. —Llamó la joven, haciendo que por fin el chico se atreviera a entrar a la habitación.

—¿Qué haces aquí? Te dije que estabas despedido. —La reacción automática de Minah fue de molestia por ver a Seungcheol ya que claramente no confiaba en él. 

—Minah, debes darle una oportunidad. —Seungcheol finalmente sacó su teléfono del bolsillo y se lo pasó a su ex-jefa para que viera de qué se trataba todo el alboroto.

Lia y su madre vieron con atención la imagen, se trataba de una cámara de seguridad y por lo que ambas pudieron comprender era de una calle cercana al taller. Para cualquier persona se podría tratar de una noche común y corriente. 

—No entiendo. —Dijo Minah, pausando el vídeo para ver a Seungcheol. —¿Qué se supone que tenemos que ver aquí?—. 

Seungcheol tomó el teléfono y retrocedió el vídeo hasta llegar a la parte importante. —¿Ven ese auto? —Preguntó a lo que ambas asintieron. —Es el auto de Jinah, va en dirección al taller—.

—¿Y? Jinah fue la primera en llegar. —Razonó Minah, todavía no comprendiendo. 

—Exacto, ella fue la primera en llegar porque no estaba muy lejos del taller. —Explicó Seungcheol. —Ella vive mucho más lejos que yo del taller y se supone que se fue de aquí antes. Es imposible que ella llegase antes que yo, a menos de que estuviera cerca—.

—Si, pero no es suficiente como para acusarla de algo. —Lia levantó la mirada, en negación a las acusaciones de su amigo.

—Ustedes son taradas. —Se metió Chaeryeong sin importarle la mirada de Minah. —Vean la hora en la cámara de seguridad.—Ambas volvieron a ver el vídeo, sorprendidas ante lo que significaba lo que veían.

—Jinah venía conduciendo en dirección al taller antes del incendio.— Madre e hija se miraron, sabiendo lo que aquello significaba, no había dudas.

—Seungcheol, llama a la policía. —La voz de Minah fue firme, todo este tiempo había estado equivocada y la persona que había provocado el incendio era nada más ni nada menos que su fiel ayudante de todos estos años.

—Supongo que es verdad eso de que la verdad siempre sale a flote. —Suspiró Lia, ante la atenta mirada del resto de personas en la habitación.

 

N/A: Muchas gracias por sus votos en wattpad, significa mucho. Espero leer sus comentarios, intentaré actualizar pronto ya que va quedando poco para el final.

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