Capítulo 18.

Amor entre telas. / Yeji & Lia

 

En poco tiempo las cosas habían cambiado muchísimo desde el día del desfile, la relación entre Jisu y su madre se había vuelto estrecha y gracias al éxito del desfile Minah comenzaba a aceptar que su hija tenía el talento necesario para ser más que su heredera. 

Después del incendio, todos creían que FOORY no sería capaz de ponerse de pie una vez más pero habían probado lo contrario. Los diseños presentados en el desfile habían logrado llenar titulares, conversaciones con revistas y los accionistas que antes parecían poco convencidos de poner su dinero en la línea de ropa ahora tenían signos de dólares en sus ojos ya que habían invertido en el lugar adecuado. 

Lia no era consciente del éxito de la línea que ella y Yeji habían creado, estaba nublada con los pensamientos de la anterior. Desde la vez que se vieron después del desfile no habían hablado. Lia intentó llamarla un par de veces sin éxito y era todavía muy cobarde como para pararse fuera de su departamento y enfrentarla a la cara. Pensó que quizá no se podía tener todo en la vida, que el éxito del trabajo que habían realizado no podían ir de la mano con una relación saludable y duradera. 

—Me demoré un poco, pero ya conseguí lo que me pediste. —Seungcheol se sentó al lado de ella, Lia se encontraba revisando algunas propuestas de revistas que querían utilizar las prendas de FOORY para algunos artículos.

—¿Qué dices? —Algo desconcentrada, Lia dejó todo de lado y prestó toda su atención a su amigo. Sonrió al verlo vestido de manera semi-formal y con anteojos puestos. Desde que se aclaró todo con Jinah, su madre había decidido que no había nadie mejor para su reemplazo que Seungcheol. 

—Lo que me pediste, Lia. Los papeles de los derechos de la producción, querías que ponga el cincuenta por ciento a nombre de Yeji. —Lia finalmente comprendió de lo que le estaban hablando. Hace unos días había hablado con su madre al respecto, sabía que quizá su relación con Yeji no estaba en su mejor momento e incluso que ya podría ser inexistente pero no creía correcto llevarse todos los créditos por algo que habían realizado en conjunto. 

—Oh ¿Está hecho entonces? —La pregunta salió sin mucha emoción de su boca, sabía que realizar eso sería un mensaje para Yeji, uno que podría no tomarse bien al no ser ella quien le comunicara todo.

—Bueno, Minah firmó todas las autorizaciones. Cada ganancia obtenida por la línea 2021 de FOORY tendrá un porcentaje de crédito que será dividido entre tu y Hwang Yeji. Los papeles formales ya están realizados y autorizados. —Lia asintió, ya estaba hecho. —Ahora solo queda esperar que el correo le haga llegar los papeles a Yeji y que luego los devuelva firmados—.

Ambos se quedaron viendo, Seungcheol sabía que todo eso no era suficiente para alegrar a su mejor amiga. —Si es lo suficientemente inteligente entonces va a firmar. —La voz de Minah los interrumpió y ambos se voltearon para ver a la mujer parada cerca de la puerta de la oficina. 

—Mamá, no sabía que estabas aquí. —Lia se arregló un poco, no queriendo verse vulnerable frente a su madre. 

—Hija, estás haciendo lo correcto con esa chica. Ahora es cuestión de ella decidir lo que quiere hacer contigo y en cuanto a lo legal, es lo que merece. Su trabajo debe ser remunerado y no tendría que mezclar las cosas. —Pero para Lia las cosas no eran así de sencillas, en especial recordando las palabras de la que suponía ya era su ex novia. Para Yeji el trabajo que habían hecho era mucho más que un producto para que las personas compren, significaba para ellas la forma en que se enamoraron y lograron encontrar una conexión especial. 

—Gracias, mamá. —Lia decidió no pujar más por el tema y dejar que su vida personal se quede dentro de ella. 

—¿Te quedas a cenar? —Preguntó la mujer, todavía parada en el umbral de la puerta.

—No, estoy terminando unos papeles y me voy a casa. —Lia le dedicó una sonrisa educada antes de volver a los papeles que tenía en su escritorio. Seungcheol y Minah se miraron, entendiendo lo que ambos pensaban. El joven acarició el hombro de su amiga y se fue del lugar junto con Minah.

La mujer todavía sentía el pesar de las palabras de su hija, no se creía capaz de aceptar que lo que su hija ahora llamaba "hogar" no era la casa en la que se encontraban. Suponía que eran esas acciones las que hacían a un padre aceptar que sus hijos ya no eran niños. 

Lia se subió al taxi que había pedido hace unos minutos, dentro del vehículo decidió que pronto debería tener su propio auto para no tener que andar pidiendo taxi cada vez, sobre todo ahora que Seungcheol estaba muy ocupado como para llevarla a todos lados.

Le parecía bien el ascenso de su amigo, después de todos ya llevaba tanto  tiempo esforzándose por ser notado por su madre que no podía pensar en otra persona para ocupar el lugar de Jinah. Le costaba creer todo lo que había ocurrido con Jinah, sobre todo por lo que ella significaba para su madre.

Cuando llevaron toda la información a la policía ellos no se demoraron en ir por Jinah para comenzar un interrogatorio. Al parecer Jinah tenía mucho tiempo luchando con sus actos y no demoró mucho en confesar. 

Su madre decidió hablar con ella antes de que fuera encerrada y lo que habían descubierto no podía dejar de dar vueltas en la cabeza de Jisu. 

"—Eres una mal agradecida, por eso lo hice. —Jinah tenía los ojos llenos de furia al ver que Minah estaba ahí para enfrentarla. Su jefa parecía todavía no comprender las motivaciones que llevaron a Jinah a hacer lo que había hecho.

—¿Mal agradecida? —Minah preguntó incrédula, sobre todo por la decisión en las palabras de la más joven.

—Todos estos años a tu lado, trabajando día y noche para ti. —Los ojos de Jinah estaban quebrados pero no dejaban caer lágrimas. —Noches sin dormir, meses sin descanso y nunca me quejé porque amaba mi trabajo. Y ahora que por fin se me dio la oportunidad de demostrar de lo que estoy hecha. —Minah comprendió que se refería a la responsabilidad que le había dado de hacerse cargo del avance de temporada. —Cuando tu propia sangre decidió irse por ahí y jugar a la niña pequeña con sueños, cuando estabas tan deprimida que no podías salir de la cama fui yo quien se hizo cargo de todo. —Sus brazos se apuntaban a ella misma de forma dramática para hacer su punto más válido. —Pero cuando esa niña malcriada volvió no te tomó ni un segundo desechar todo lo que había hecho por ti y regalarle todo en la palma de su mano. —Jinah estaba furiosa y por la forma en que las palabras salían de ella como fuego Minah prefirió quedarse en silencio a escuchar sus razones. —Esa niña, va a ser tu perdición y si quemé todo fue porque ella no merecía llevarse créditos de mí trabajo—.

Minah se tomó su tiempo, no quiso responder sin antes asegurarse de que su ex asistente no tuviera algo más que decir. Cuando el tiempo fue suficiente se puso de pie y volvió a verla sin mayor expresión. —La única que terminó quemada eres tú. Espero que tu tiempo en la cárcel te de tiempo de pensar. Adiós para siempre. —Minah no se dio más tiempo de verla y salió del lugar sin voltear ni un segundo para ver a la mujer que por tantos años había sido su mano derecha".

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—Siento que no hacíamos esto hace mil años. —Dahyun estaba estirada en el sofá del departamento de Ryujin y Yeji, habían quedado de juntarse para poder subirle los ánimos a Yeji quien desde el día del desfile parecía más centrada en quedarse encerrada en su habitación a compartir con el mundo exterior. 

En la sala de estar también estaba Jeonghan y Mina. Habían decidido hacer una tarde para ver películas y comer aunque principalmente estaban ahí para poder distraer un poco a Yeji. 

—Ustedes se ocupan de sus cosas y olvidan que lo principal de la vida son los amigos. —Jeonghan abrazó a Mina de forma divertida, haciendo que la receptora comenzara a reír por su forma de ser. Jeonghan era el más relajado del grupo y siempre estaba dispuesto a aparecer para cualquier cosa que implique relajarse y compartir con amigos.

—Es cierto, los amigos son los únicos que no te defraudan. —Ryujin puso un bowl con golosinas en la mesa de centro y se lanzó al sofá, lanzando miradas a Yeji para que se diera cuenta de que aquel comentario iba dirigido principalmente a ella. 

Por otro lado, Yeji parecía llevar un chaleco anti comentarios de Ryujin. Los últimos días su amiga no había hecho más que dedicarse a decir frases que hacían referencia a su situación, los "Yo te dije" eran pan de cada día luego de lo que había sucedido con Lia. 

Estaban por comenzar a ver la película cuando el timbre del departamento resonó en todo el lugar. Yeji se puso de pie, prefiriendo salir de ahí antes de tener que seguir escuchando los comentarios de su mejor amiga. 

—¿Hwang Yeji? —preguntó el cartero, recibiendo movimientos de cabeza de Yeji que implican que se trataba de ella. El cartero estiró la carta y luego le pidió firmar un papel que significaba que había recibido conforme. 

—Choi Minah. —Leyó Yeji, confundida y sin entender el motivo por el que la madre de su ¿ex novia? le había enviado una carta. Con el corazón pesado tomó asiento en el brazo del sofá y abrió la carta con cuidado de no romper nada.

—¿Qué es? —Ryujin no tomó mucho tiempo en preguntar qué era lo que su amiga tenía en sus manos. No tuvo respuesta ya que Yeji estaba concentrada en leer lo que tenía frente a sus ojos.

—Es...¿Dinero? —Parecía insegura, no comprendiendo todavía lo que estaba leyendo. Mina tomó la carta ya que podría tener más conocimientos en ese tipo de documentos, leyó con cuidado cada parte de lo que parecía ser un contrato y finalmente asintió. —Es un mutuo acuerdo. —Explicó Mina mientras recibía las miradas de todos los amigos presentes en la sala. —Choi Minah acepta ceder el cincuenta por ciento de los derechos de la temporada 2021 a Hwang Yeji mientras que el  otro cincuenta son para Choi Jisu. —Un silencio se formó por parte de todos, sobre todo porque nadie quería decir nada sin antes escuchar lo que Yeji pensaba de todo eso. 

—Si firmas abajo estás aceptando y. —Mina mordió su labio inferior, acercando el papel a Yeji. —El número de abajo es un aproximado de lo que vas a recibir, aunque irá subiendo según los resultados de venta. —Explicó mientras Yeji fijaba sus ojos en el número que tenía varios ceros. 

Ryujin se estiró para quitar la carta de las manos de Mina y leer todo por su cuenta, quería asegurarse de que no era algún tipo de broma de mal gusto. —Mierda. —Exclamó Ryujin, impactada al notar que todo parecía estar bajo regla. —Yeji, eres rica. —Su tono de voz se mantenía incrédulo aunque ya no había ninguna duda de que lo que decía eran hechos. —Vaya porquería. —Terminó de decir, dejando la carta en manos de Mina nuevamente.

—¿Porquería? —Preguntó Jeonghan, confundido con la reacción de Ryujin. —Es lo que merece ¿no? Después de todo Yeji trabajó muy duro para confeccionar lo que usaron en el desfile de FOORY. —Ryujin le miró con molestia, no aceptando su punto de vista.

—¡La está intentando comprar! —Estalló Ryujin mientras movía las manos con exageración. —Primero le miente, ocupa sus ideas y ahora cree que la puede comprar con su dinero. Supongo que no piensas firmar eso ¿verdad? —Ahora su mirada se fijó en su mejor amiga quien todavía no decía absolutamente nada sobre el tema. 

—¿Por qué no lo va a firmar? —Ahora Mina parecía confundida, no veía razones para no aceptar lo que para ella era lo justo.

—Porque si firma eso es como venderles su alma. —Razonó Ryujin. —Van a sentir que le hicieron un favor a Yeji y luego harán como si nada. La gente adinerada está acostumbrada a solucionar cosas con dinero cuando no han sido capaces de venir acá y ofrecerles sus disculpas. En vez de eso mandan un cartero y esperan que eso sea suficiente. —Ryujin continuaba hablando molesta, recibiendo silencio de parte de sus amigos quienes parecían comenzar a encontrarle sentido a la idea de Ryujin.

—¿A dónde vas? —Preguntó Jeonghan luego de notar que Yeji tomaba la carta y se ponía de pie ante las miradas de todos que seguían cada movimiento que hacía. Así fue como todos vieron la forma en que Yeji tomaba un lápiz y estampaba su firma en el pie de página de la carta.  

—Jeonghan tiene razón. —Se devolvió al lugar, ya sin la carta en sus manos. —Trabajé duro por confeccionar la ropa y lo mínimo que merezco es recibir pago por eso y ya no hablaremos más del tema. —Sin esperar a que sus amigos pudieran protestar puso play a la película que antes habían elegido ver, dejando a los demás en silencio pero nerviosos por la actitud que Yeji había tomado.

Ya al llegar la noche los visitantes se habían ido, dejando a Ryujin y Yeji solas en el departamento. Ambas ordenaban en silencio pese a que las dos sabían que había un tema importante por comentar. A decir verdad, Yeji no había prestado nada de atención en la película que habían visto ya que lo único en que podía pensar era en la carta y en cómo la madre de Yeji había decidido solucionar las cosas.

—¿Crees que ella haya tenido que ver con esto? —Preguntó Yeji, sin necesidad de nombrar a lo que se refería ya que era obvio.

—¿Quién? ¿Lia? —Ryujin guardaba vasos, intentando estar a la par con su amiga en cuanto a lo que hablaban. Yeji asintió y se sentó sobre el estante de la cocina.

—Quiero pensar que no fue idea de ella ¿sabes? Que fue su madre la que decidió hacer esto. —Yeji cerró los ojos, cansada de extrañar y cansada de pensar en cosas que le hacían mal. —Todavía espero que Jisu me llame o toque mi puerta e intente explicarme lo que piensa.

Ryujin vio a su mejor amiga con ternura, durante el último tiempo había sido un poco dura con Yeji y de pronto notó lo vulnerable que era con todo el tema. —A lo mejor no, pero tampoco podría poner las manos al fuego por ella. Claramente no tiene el mejor historial. —Realmente yo no me ilusionaría mucho, Yeji. —Su voz salió suave, no quería herir los sentimientos de la mayor pero tampoco quería mentirle. 

—La extraño tanto. —Las lágrimas caían lenta y silenciosamente por su rostro, hasta ahora no se había permitido llorar pero con lo ocurrido durante el día sentía que esa carta era como el punto final de su relación. —No entiendo qué hice mal ¿Por qué tuvo que ser así?—.

—Tu no hiciste nada malo, absolutamente nada. —Ryujin ahora se acercó, haciendo que Yeji se baje del estante para por fin poder protegerla entre sus brazos. —No es tu culpa, yo tampoco entiendo sus razones pero sé que tú eres inocente y no merecías nada de esto—.

—Quiero hablar con ella. —Confesó Yeji, viendo a su amiga a los ojos quien negaba con movimientos de cabeza.

—Pero es ella la que te debe explicaciones, ella debería buscarte y no andar mandando recados por el correo. —Ryujin no podía controlarse, quería ser suave con su amiga pero tampoco quería que volviera a pisar con la misma piedra dos veces.

—A lo mejor no es fácil para ella—.

—No la justifiques, cuando las personas quieren hacer algo lo hacen y no andan mintiendo ni mandando recados por otras personas. —Yeji asintió, sabía que su amiga tenía razón aunque su corazón no quería creerlo.

—¿Chaer es honesta contigo? —Era la primera vez en que Yeji hablaba sobre su relación con la mejor amiga de su ex y la sonrisa en el rostro ajeno le hizo entender que Ryujin estaba muy feliz.

—Ella es una buena chica, estoy feliz. —Asintió Ryujin. —Así que no te preocupes tanto, piensa qué harás con todo ese dinero e intenta superar a Lia, recuérdala como un lindo amor. 

Yeji asintió, abrazando por última vez a su mejor amiga, intentando absorber energías de parte de ella. Después de todo era lo que más iba a necesitar si quería superar su rompimiento amoroso.

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