Fin

Taeny

Habíamos planeado encontrarnos con Kitty, seulgi y otras amigas en uno de los bares locales la noche siguiente. Mi interior se encontraba en un estado permanente de agitación. Emocionada y nerviosa, y un centenar de otras emociones que no podía empezar a procesar. Pero no dudosa. Eso nunca. Había hablado con Rubí de continuar con los cambios adicionales en la cafetería y ella había estado encantada. Resultó que su distracción el día anterior había sido a causa que se enteró que estaba embarazada. Mi abandono de la universidad no podía llegar en mejor momento en lo que a ella respecta. Con el tiempo me gustaría volver a la escuela. Me agradaba la idea de enseñar, tal vez. No lo sé. Todavía había tiempo.

 

 

El bar era uno de los más pequeños, no muy lejos de nuestro nuevo hogar. Una banda de rock de cuatro integrantes en un escenario pequeño en el rincón tocaba clásicos grunge intercaladas con algunas canciones nuevas. Seulgi nos saludó a una mesa de distancia. Encontrarse con tiffany era obviamente importante para ella. Los cachorros saltaban con menos excitación.

 

 

—tiffany. Esto es tan grandioso —decía ella una y otra vez. Eso era todo. Si empezaba a coquetearle tendría que salir a pelear.

 

 

Kitty, por otro lado, necesitaba convertir ese ceño fruncido en lo contrario. Al menos, a diferencia de mis padres, su protesta fue silenciosa. Me agradaba su preocupación, pero tenía que acostumbrarse a tener a tiffany cerca.

 

 

Tiffany ordenó bebidas para nosotras y se sentó en un asiento a mi lado. La música era demasiado ruidosa para conversar. Poco después, yuri y jessica llegaron. Una frágil paz había surgido entre mi prima y mi esposa, por lo que estaba profundamente agradecida.

 

 

Tiffany se acercó más. —Quiero hacer algo.

 

 

— ¿Qué?

 

 

Tiff deslizó una mano alrededor de mi cintura, atrayéndome más cerca. Hice el trabajo mejor, simplemente subiéndome en su regazo. Con una cálida sonrisa y los brazos enrollados a mi alrededor, sosteniéndome con fuerza. —Hola.

 

 

—Hola —dije—. ¿Qué quieres preguntarme?

 

 

—Me preguntaba... ¿Te gustaría escuchar una de las canciones que escribí para ti?

 

 

— ¿En serio? Me encantaría.

 

 

—Excelente —dijo, pasando su mano en la parte posterior de mi simple vestido negro. Desgastado porque era su favorito, por supuesto. Además, sospechaba fuertemente que el cuello en V le gustaba. Esta noche se trataba de complacer en todo a mi esposa. No había ninguna duda de que en ocasiones en el futuro tendríamos que patear traseros, pero no esta noche. Estábamos allí para celebrar.

 

 

Jessica llevó a yuri a la pista de baile y Kitty y seulgi las siguieron, abandonándonos en nuestra conversación privada. Estaba cien por ciento segura que tenía la mejor prima y amigas en todo el mundo. Todas habían tomado la noticia del plan bomba, con caras tranquilas. Me habían abrazado y ni una palabra de duda sobre mi repentino cambio de dirección que anuncié. Cuando jessica contó su versión de cómo tiffany se puso a mi lado en la cena, encontré incluso a Kitty dándole un gesto de aprobación. Me dio esperanza.

 

 

Incluso llamé a mi madre de mañana. La conversación fue breve, pero estaba contenta de haberla tenido. Todavía éramos familia.

 

 

Tiffany finalmente me dio mi anillo la noche anterior. Resultó que la lista de cosas que tenía que hacer para mí era larga. Me alimentó con helado en la cama para el desayuno, mientras que el sol salía. La mejor noche de mi vida.

 

 

Se sentía bien tener el anillo en mi mano. El peso y la forma eran perfectos. Como lo había prometido, se quedó quieto donde tenía que estar. Lo presumí con orgullo a su hermano cuando me tropecé con él en busca de mi café al mediodía. Una vez que estaba con cafeína, tiffany y Sam me habían ayudado a mudarme al condominio. Ryder y Ben habían estado ocupados en el estudio. Yuri y jessica me habían ayudado a mudarme una vez que tiffany y Sam terminaron de autografiar todo lo relacionado con los Divers, que pudo encontrar. A pesar de sus protestas de que me echaría de menos, creo que también tenía ganas de tener el apartamento para ellas solas. Ellas estaban bien juntas.

 

 

—Tengo algo que quiero preguntarte, también —dijo.

 

 

—La respuesta es sí a todo y cualquier cosa contigo.

 

 

—Bien, porque quiero que vengas a trabajar conmigo como mi asistente. Cuando no estés trabajando en el café, me refiero. —Su mano acariciaba mi espalda—. Porque sé que quieres hacer eso.

 

 

—tiffany...

 

 

—O podrías dejarme pagar el dinero de la universidad a tus padres, así no estarías sobrecargando tu cabeza.

 

 

—No —dije, con mi voz decidida—. Gracias. Pero tengo que hacerlo. Y creo que mis padres van a tener que verme hacerlo.

 

 

—Eso es lo que me imaginé que dirías. Pero es un montón de dinero para que tú lo pueda hacer, nena. Y si tomas un segundo trabajo nunca nos vamos a ver.

 

 

—Tienes razón. Pero, ¿crees que es una buena idea que trabajemos juntas?

 

 

—Sí —dijo, con sus ojos serios—. Te gusta la organización y eso es lo que necesito. Es un trabajo de verdad y te quiero tenerte cerca. Si nos encontramos con algo que comienza a interferir entre nosotras, entonces haremos un nuevo plan. Pero creo que la mayoría seria que acabaremos pasando más tiempo juntas y haciendo el amor en el trabajo.

 

 

Me eché a reír. — ¿Esta prometiendo acosarme ualmente, tiffany Hwang?

 

 

—Por supuesto.

 

 

Le di un beso sonoro en la mejilla. —Gracias por pensar en eso. Me encantaría trabajar para ti.

 

 

—Si decides ir a la universidad, entonces le diré a Adrián que encuentre un reemplazo. No es la gran cosa. —Me llevó hacia su pecho—. Pero mientras tanto, estamos bien.

 

 

—El mejor plan de mi vida.

 

 

—Vaya, gracias. Viniendo de ti, eso significa mucho.

 

 

La mirada de tiffany deambulo al bar donde Ryder, Sam y Ben estaban pasando el rato, manteniendo un perfil bajo. No sabía que se nos iban a unir esta noche. Sam había estado evitando nítidamente los clubes y bares. —Ya era hora de que llegaran —murmuró.

 

 

Después, tiffany se volvió hacia la banda, que tocaba en la esquina. No estaban más que en el proceso de una buena interpretación de un clásico de Pearl Jam.

 

 

—Espera aquí. —tiffany se levantó y me llevó con ella. Me puso de nuevo en la silla e hizo una señal a sus compañeros de banda. Luego se dirigió hacia el escenario. Su alta figura se movió a través de la multitud con facilidad y los chicos la siguieron detrás. En masa, eran muy, muy impresionantes. No importa qué tan discretos estaban tratando de ser. Pero tenía la clara sensación de que estaban a punto de hacer conocer su presencia. Una vez que la banda terminó la canción, tiffany llamó al cantante. Por Dios…. Esto fue todo. Salté de mi silla de la emoción.

 

 

Hablaron durante un momento, luego el cantante trajo al guitarrista con él. Efectivamente, el hombre dio sus seis cuerdas a las manos de tiffany. Pude ver la mirada de sorpresa en sus rostros mientras la identidad de tiffany finalmente salió a flote. Sam le dio al cantante una inclinación de cabeza y se acercó a la plataforma. Detrás de él, Ryder ya chocaba los cinco con el baterista y le quitaba sus baquetas. Incluso el sombrío Ben sonrió cuando aceptó el bajo de su propietario. The Divers estaban en el escenario. Pocos en el bar parecían darse cuenta de todo lo que pasaba.

 

 

—Hola. Siento interrumpir, amigos. Mi nombre es tiffany Hwang y me gustaría tocar una canción para mi esposa, taeyeon. Espero que no les importe.

 

 

Silencio de asombro estalló en aplausos. Tiffany me miró a través del mar de gente mientras todo el mundo inundaba la pista de baile para estar más cerca.

 

 

—Ella es una chica de Los ángeles. Así que supongo que eso nos hace familia política. Sean amable conmigo, ¿está bien?

 

 

El público se volvió loco en respuesta. Sus manos se movían sobre las cuerdas, por lo que la dulce mezcla de rock y música country se hacía posible. Luego empezó a cantar. Sam se unió a Britt para el coro, sus voces se fusionaron perfectamente.

 

 

 

“Pensé que podría dejarte ir.

Pensé que podrías marcharte, ya sabes.

El tiempo que pasamos se desvanecería.

Pero yo estoy más fría que la cama donde nos acostamos.

Márchate si quieres, voy a aferrarme.

Di no todo lo que quieras, yo no he terminado.

Nena, te lo prometo.

¿Crees que te dejaré marchar?

Eso nunca ocurrirá y ahora, ya sabes

Toma tu tiempo, voy a esperar.

Lamentando la última cosa que dije”.

 

 

 

La canción era simple, dulce, y perfecta. Y el ruido cuando terminó era ensordecedor. La gente gritaba y pateaba el suelo. Sonaba como si el techo cayera sobre nosotros. Seguridad ayudó a que tiffany y los chicos se movieran a través de la aglomeración de gente. Más habían llegado, mientras se presentaban, alertados por los textos, las llamadas y todo tipo de medios de comunicación social. Una marea de aficionados los abrumaba a medida que se abrían camino. Una mano alrededor de mi brazo. Levanté la mirada para encontrar a Derek a mi lado con una sonrisa en su rostro. Tendríamos que sacar nuestro trasero de aquí pronto.

 

 

Derek y los hombres de seguridad despejaron el camino para nosotras hacia la puerta y a la limusina esperando fuera. Ellos estaban bien preparados. A todos nos metieron en la parte de atrás de la limusina. Inmediatamente, tiffany me llevó a su regazo. —Derek va a asegurarse de que tus amigas estén bien.

 

 

—Gracias. Creo que Los ángeles saben que estás aquí ahora.

 

 

—Sí, creo que tienes razón.

 

 

—tiff, diste es un gran espectáculo de ponis —dijo Ryder, sacudiendo la cabeza—. Yo sabía que te ibas a inspirar en algo como esto. Las guitarristas son tan mentirosas. Si tuvieras un poco de sentido, Santana, te habrías casado con un baterista.

 

 

Me reí y me sequé las lágrimas de la cara.

 

 

— ¿Por qué está llorando mi esposa, Ryder? ¿Qué le dijiste? —tiffany me llevó más cerca. La gente fuera golpeaba las ventanas mientras el coche comenzó a moverse lentamente.

 

 

— ¿Estás bien?

 

 

—Le dije la verdad, que debió haberse casado con un baterista genial como yo. —dijo Ryder.

 

 

—Cállate.

 

 

—Como si nunca hubieras ido con todo para impresionar a una chica —se burló Ben.

 

 

—Lo que ocurrió en Tokio —recordó Sam, recostado en la esquina—. Recuérdame de nuevo acerca de eso, ah... ¿Cómo se llamaba?

 

 

—Oh, mierda, sí. La chica del restaurante —dijo Ben—. ¿Cuánto te cobran por los daños y perjuicios, una vez más?

 

 

—Ni siquiera sé de lo que estás hablando. Mi buena amiga tiffany dijo que se callaran —gritó Ryder encima del par de carcajadas—. Un poco de respeto por el conmovedor momento con taeyeon.

 

 

—Ignóralos. —tiffany ahuecó mi cara en la palma de su mano—. ¿Por qué estabas llorando, eh?

 

 

—Porque esto es un diez. Si uno fuera nosotras siendo miserables, un diez es lo que tu canción merece. Fue hermoso.

 

 

— ¿Realmente te ha gustado? Porque puedo quitarla del álbum si no fue así, no tiene…

 

 

Le agarré la cara y le di un beso, ignorando el ruido y las exclamaciones que nos rodeaban. Y no dejé de besarla hasta que mis labios estaban entumecidos e hinchados y al igual que los suyos.

 

 

 

—Taeyeon, mi amor —Sonrió, limpiándome la última de mis lágrimas—. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, y siempre dices las mejores cosas.

 

 

 

 

 

FIN…

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Comments

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Nathan59 #1
Holaa cerraste tu cuenta de Wattpad ? :(