Dara observó con tristeza los rostros solemnes de todos los Blackjacks que rodeaban la gran hoguera que habían montado. Incluso los enfermos fuera de peligro se habían empeñado en venir. Minzy apenas se mantenía en pie entre las muletas y Bom, pero no se había quejado ni una sola vez. Los acompañaba un silencio inusual tan solo interrumpido por los ocasionales susurros entre ellos. De vez en cuando se escuchaba algún que otro sollozo, pero la mayoría intentaba mostrarse lo más estoica posible.

 

Todos llevaban en sus brazos una banda negra atada en señal de respeto por todos los que habían muerto durante la batalla. Pero parecía poco teniendo en cuenta las circunstancias.

 

Al día siguiente de la batalla habían decidido llevar a cabo el funeral cuanto antes. El olor conseguiría que los infectados se acumulasen allí, y no querían que sus seres queridos acabasen de esa forma. Por eso mismo se habían puesto en marcha lo más temprano posible, creando una hoguera a varias manzanas de su base.

 

Los cuerpos habían sido envueltos en telas blancas y apilados en bases de madera. No era agradable, pero era mejor que dejarlos tirados en medio de la ciudad. Se había propuesto quemar los cadáveres de los Renegados junto a ellos, pero la mayoría se había negado, resentidos con el grupo rival. Así que se habían limitado a recoger los cuerpos del enemigo y dejarlos lejos y a merced de los zombies.

 

Los murmullos se apagaron al aparecer CL con una antorcha apagada en la mano. Vestía de negro entero y tenía el rostro completamente serio, acorde al momento. Se colocó junto a la pila y se tomó su tiempo para mirar a cada uno de los que estaban allí. También se cruzó con la mirada de Dara, pero no se detuvo. Esta no era Chaerin la chica bromista y dulce, esta era CL, la líder.

 

“Blackjacks.” Pronunció con fuerza. Su voz se escuchó con eco entre las calles vacías de la ciudad. Se aseguró de que todos prestaban su atención antes de seguir. “Cuando decidimos crear esta familia éramos conscientes de que llegarían momentos así. Todos los que estamos aquí presentes lo hemos asumido. Pero no eso no significa que duela menos. Nada nos puede preparar para eso.” Hizo una pequeña pausa. Aun desde la distancia a la que Dara estaba de ella, pudo ver lo tensa que estaba su mandíbula. Podría parecer más o menos fría, pero CL estaba sufriendo igual que todos. “Ayer fuimos atacados a sangre fría, y aunque ganamos la batalla, perdimos a la vez a hermanos y hermanas. Todos ellos lucharon y murieron defendiéndonos, algo que no olvidaremos nunca. Gracias a ellos, muchos de nosotros estamos aquí.”

 

El dolor era palpable en el ambiente. Bom estaba al borde del llanto y no era la única ni mucho menos. Un chico bajito pero fornido se había tapado la cara con las manos para ocultar lo desconsolado que estaba. Dara había descubierto horas antes que era el novio de Chloe. Quiso hablar con él, pero no sabía qué podía decir en esa situación.

 

“… Y podéis estar seguros de que esto no va a quedar así. Nuestra supervivencia y bienestar es lo primero, y si pudiésemos vivir en paz, lo haríamos sin dudarlo, pero tampoco vamos a dejar que otras bandas vengan a nuestro hogar a atacarnos.” El tono de CL pasó de la tristeza a la rabia. Sus palabras adquirían más fuerza a cada segundo, y tenía los nudillos blancos de tanto apretar los puños. “No vamos a empezar una guerra, pero si ocurre de nuevo, estaremos preparados. Y esta vez no les dejaremos marchar libremente. Nuestra familia nunca se sacrificará en vano.”

 

Por mucho que lo entendiese, a Dara no le gustaba ver ese lado de CL. O más bien, no le gustaba que algo la empujase a estar así. Quería ver de nuevo a la CL suave que se quedó dormida en el sillón tras ver el amanecer con ella. La chica que se reía tanto que sus ojos parecían desaparecer. La que le susurraba confesiones irrelevantes entre sonrisas cómplices y hacía latir el corazón de Dara con más fuerza que nunca.

 

Sin embargo, Dara era consciente de que esa CL no podía estar presente en ese momento. No era lo que los Blackjacks tenían que ver. Necesitaban a alguien que les diese fuerza y motivos para seguir adelante aun cuando muchos de sus amigos se quedaban atrás. Por suerte, tanto CL como Chaerin podían coexistir, y Dara se sentía afortunada de poder haber conocido a ambas.

 

Observó en silencio como prendían fuego a la antorcha y tras unas breves palabras, la lanzaba a la pira de madera. Todos mantuvieron la mirada en la hoguera mientras el fuego se expandía por ella y empezaba a quemar poco a poco la estructura, dejando atrás un olor desagradable.

 

Algunos fueron volviendo a la base poco a poco, ya fuese por tener que ejercer ciertos trabajos o cuidar de los que se habían quedado allí, pero la mayoría se quedó junto a la pira durante las horas que tardó en arder del todo.

 

Dara aguantó lo máximo que pudo junto a Bom y a Minzy, pero cuando Bom le pidió que acompañase a la pelirroja a la enfermería para que descansase, aceptó el favor. Bom se despidió de ellas con una pequeña sonrisa y se acercó a donde estaba CL.

 

“Está preocupada por ella.” Confesó Minzy al fijarse en como las miraba Dara. “Supongo que Bom ya lo habrá hablado contigo. Tiene miedo de que no aguante la presión.”

 

Dara asintió mientras ayudaba a Minzy a apoyarse sobre ella para facilitarle el movimiento. “Sí, lo estuvimos hablando ayer. No conozco a CL desde hace tanto tiempo como vosotras, pero es cierto que se le ve afectada.”

 

Minzy pareció impresionada. “Para conocerla de tan poco tiempo pareces saber leer bien su cara de póker.”

 

“Hemos pasado muchos momentos a solas. A veces es mejor sincerarte con un… extraño antes que con gente cercana.” No quería considerarse una extraña para CL, pero lo que decía era cierto. Quizás se estaba haciendo demasiadas ilusiones.

 

“Dudo mucho que te considere una extraña. No te mira como a alguien cualquiera, créeme.”

 

Dara esbozó una pequeña sonrisa y miró a Minzy con diversión. “Bom también te ha comido la cabeza, ¿eh? Sobre CL y yo.”

 

Minzy tuvo la decencia de fingir ignorancia, pero se notaba que estaba haciendo lo posible por no sonreír.

 

“No tengo ni idea de lo que me hablas, Dara.”

 

 

Era tarde cuando el resto de Blackjacks volvió del funeral. Parecían estar agotados mentalmente y el ambiente seguía decaído. Iba a hacer falta mucho para subir el ánimo de la gente.

 

Mientras tanto, Dara había estado ocupada ayudando en la enfermería. La mayoría de los heridos estaban estables ya, aunque había un par como Deuk que seguían en la cuerda floja, pero Dara tenía la esperanza de que sobreviviese.

 

Para despejarse un poco, Don se había ofrecido a ayudarle a arreglar una habitación donde pudiese pasar las noches que fueran. Entre los dos eligieron un cuarto y trasladaron una cama tras limpiar todo un poco. Después buscaron un armario, una mesa y una silla para completarla.

 

Al acabar estaban cansados y sudando, pero al menos habían estado entretenidos durante un par de horas. Se despidieron con un abrazo y Dara se marchó a darse una buena ducha.

 

El gimnasio estaba casi vacío. Dara se fijó en tres o cuatro personas cuando lo fue cruzando, pero no parecía que mucha gente tuviese fuerzas como para ponerse a hacer ejercicio.

 

“Hey.”

 

Dara se giró para comprobar si esa voz pertenecía a quien ella creía, y efectivamente ahí estaba CL. Llevaba el pelo recogido en una coleta y las gotas de sudor le caían por la cara y el cuello. Por el estado de su ropa, el ejercicio había sido intenso.

 

“Hola.” Saludó de vuelta intentando apartar la vista de su piel húmeda, pero estaba siendo más complicado de lo que debería ser. “Creía que todavía no habías vuelto.”

 

“Lo hice hace cosa de una hora. Necesitaba liberar un poco de frustración después de todo.” Respondió CL mientras se pasaba la toalla que llevaba en la mano por el cuello. “¿Qué has estado haciendo tú? Me pasé por la enfermería al llegar pero no te vi.”

 

“He estado con Don. Hemos arreglado una habitación para que pueda dormir allí.” Explicó Dara. No le pasó desapercibida la forma en la que CL frunció el ceño durante unos segundos al escuchar el nombre de Don, pero volvió a su expresión normal tan rápido que acabó pensando que quizás se lo había imaginado.

 

“Oh, eso está bien. Supongo que no querrás dormir con Bom mientras estés aquí.” Bromeó CL con media sonrisa.

 

“Creo que me gustará tener algo de privacidad, sí.” Rio Dara.

 

Se quedaron unos segundos en silencio sin saber qué más decir, así que Dara decidió que era hora de seguir su camino.

 

“Bueno, me voy a la ducha. Sigue disfrutando de tu entrenamiento.”

 

“Eso haré, gracias.” Se colocó la toalla al cuello y al flexionar los brazos Dara tuvo que usar toda su fuerza de voluntad para no pedirle que le dejase tocar sus bíceps. “Por cierto, esta noche volveré a pasarme por la azotea un rato. Me gustaría hablar contigo de una cosa, así que si te quieres pasar…”

 

“Ahí estaré.” Dijo Dara con firmeza y una pequeña sonrisa. “¿Cuándo más o menos?”

 

“Hmm… ¿En una hora? Yo también me iré a la ducha pronto. Pero si necesitas más tiempo podemos quedar más tarde.”

 

“No.” Dijo Dara sacudiendo la cabeza. “En una hora es perfecto.”

 

CL sonrió al escuchar eso. “Guay, nos vemos allí entonces.” Se despidió con un gesto de la mano y se alejó hacia una de las máquinas.

 

Dara la observó mientras se marchaba e intentó por todos los medios reprimir esa sensación en su estómago. Pero ya apenas le quedaban fuerzas para negar algo qu