Dara estaba descansando un poco sentada en una de las camillas libres cuando Bom apareció corriendo. Tenía la cara pálida por completo y parecía muy asustada. Dara dio por hecho que le habían dicho lo de Minzy.

 

Rápidamente se puso en pie y fue hacia ella. Sin cruzar palabra ninguna, cogió su mano y la llevó hacia donde estaba la pelirroja. Dara entendía que Minzy era la prioridad ahora mismo. Ya se pondrían al día más tarde cuando Bom se hubiese tranquilizado.

 

Bom se inclinó sobre la camilla y acarició la mejilla de Minzy con mucha delicadeza. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y no hacía nada por esconderlas.

 

“Se quedó dormida hace un rato. La han sedado para que no le duela tanto. Mañana será duro, pero ya ha pasado lo peor.” Le explicó con suavidad para intentar calmarla un poco.

 

Bom tragó saliva y asintió ante las palabras de Dara.

 

“¿Se va a poner bien?” Preguntó con voz temblorosa. Seguía muy asustada.

 

“Sí. La pierna va a tardar en curarse, pero han dicho que no le quedarán secuelas. Pero las muletas durante un par de meses no se las quita nadie.” Dara intentó bromear. Quería que Bom se diese cuenta de que estaba fuera de peligro por completo.

 

Tras una última caricia y mirada, Bom se giró hacia Dara. Le cogió de las manos y la miró fijamente a los ojos.

 

“Muchas gracias Dara. Me han dicho que fuiste tú la que les organizó para que la trajeran aquí.”

 

“No me las des Bom. Sé que vosotras habríais hecho lo mismo por mí sin dudarlo.” Dijo Dara con una sonrisa sincera. Y era cierto, estaba totalmente segura de que habría sido así.

 

“Esta noche me quedaré aquí con ella. Usa nuestra habitación para dormir. Recuerdas donde está, ¿no? Estoy segura de que dormir sobre un colchón te vendrá bien. Sobre todo sin tener a Chae de por medio.” Ofreció Bom con media sonrisa.

 

“Hablando de ella… ¿sabes dónde está?” Preguntó Dara preocupada.

 

“He venido corriendo en cuanto me han dicho lo de Minzy, así que no me he enterado demasiado bien, pero por lo que me han comentado está bien.”

 

Dara suspiró aliviada al escuchar sus palabras. No había querido pensar demasiado en ella durante las últimas horas, pero había sido imposible no preocuparse. Le dio las gracias a Bom y decidió alejarse para darles un poco de intimidad. Aunque Minzy estuviese dormida, entendía que Bom quería estar a solas con ella.

 

Volvió a darse una vuelta entre los heridos por si hacía falta más ayuda, pero las cosas estaban bastante estables por el momento. Aceptó un sándwich que le ofreció otro enfermero y se dedicó a comerlo con tranquilidad en la misma camilla de antes.

 

Un murmullo la sacó de sus pensamientos y llamó su atención. Un grupo de gente había entrado en la zona que habían habilitado como enfermería. El corazón le latió con fuerza al reconocer a CL al frente del grupo de personas.

 

Minzy no había mentido cuando había dicho que tenía mala pinta. Tenía la piel de un color enfermizo y casi ceniza. Sus ojeras estaban más marcadas que nunca y tenía heridas por todas partes y la ropa desgarrada.

 

En resumen, parecía que se iba a desplomar en el suelo de un segundo a otro, pero aun así de movía con decisión, los hombros rectos y la cabeza alta. Sus ojos se movían de un lado para otro como si estuviese buscando algo, y en cuanto se cruzaron con los de Dara cambió el rumbo y aceleró el paso.

 

Dara se levantó y caminó hacia ella con rapidez para encontrarse a medio camino. Sin dudarlo un instante, Dara rodeó con fuerza el cuello de CL mientras que esta hizo lo mismo con su cintura. Mejilla contra mejilla, cerraron los ojos y se tomaron el tiempo necesario para disfrutar de la sensación de saber que las dos estaban a salvo.

 

“Dios, menos mal… Menos mal que estás bien…” Susurró CL sin separarse de ella. “Me había temido lo peor Dara. Fui a buscarte y no te encontraba…”

 

“Lo siento mucho Chaerin. No podía quedarme allí sin hacer nada, tenía que ayudar.” Frotó su mejilla contra la de CL con suavidad y se movió lo mínimo posible para poder apoyar la frente y la nariz contra su cara.

 

“Shhh, está bien, no te disculpes. Lo importante es que estás bien.”

 

Separaron las caras y se miraron durante unos segundos. El rostro de CL cambió de alegría a preocupación rápidamente al fijarse en la mejilla de Dara.

 

“¿Qué te ha pasado?” Acercó la mano y rozó con suavidad la herida teniendo cuidado de no hacer ningún tipo de presión.

 

“Me encontré con un Renegado y me golpeó. Pero no te preocupes, me han puesto una pomada para que no se infecte.” Explicó Dara para dejarla tranquila. Le habían dicho que se echase esa pomada una vez al día y que se pusiese algo de hielo para bajar la hinchazón, pero que era un golpe leve por suerte.

 

CL tensó la mandíbula y apartó la mirada. Quitó también la mano de la cara de Dara y se separó de ella un par de pasos.

 

“Deberías ir a dormir. Aquí está ya todo controlado y descansar te vendrá bien.” Propuso CL manteniendo un tono suave.

 

“Bom me ha ofrecido su habitación porque ella se va a quedar aquí con Minzy. Me daré una última vuelta e iré para allá.” Explicó Dara. Al mencionar la habitación de Bom, CL pareció estar a punto de hacer algún comentario, pero fuese lo que fuese, decidió quedarse callada al final. “Tú deberías hacer lo mismo, Chaerin, estás agotada.”

 

CL sacudió la cabeza y le señaló al grupo de Blackjacks con los que había venido. Estaban hablando entre ellos a varios metros para darles un poco de intimidad.

 

“Todavía tengo que encargarme de un par de cosas. No puedo dejar esto así después de estar tanto tiempo fuera. Menos aún con lo que ha pasado.”

 

Mino llegó en ese momento. Parecía reticente a interrumpirlas, pero tenían cosas que solucionar con urgencia.

 

“CL, perdón por cortaros, pero deberíamos seguir. Las granadas han conseguido abrir algunas brechas y tenemos que decidir cómo reforzarlas. Tenemos que estar preparados por si atacan de nuevo.”

 

“De acuerdo. Dame un minuto y estaré allí, ¿vale?” Mino asintió, y tras ofrecerle una pequeña sonrisa a Dara, se alejó de nuevo. CL suspiró y se apartó el pelo de la cara. “Ya le has escuchado, tengo que irme. Nos vemos mañana, ¿vale? Intenta descansar.”

 

Dara se quedó observando como se alejaba con tristeza. CL parecía tener el peso del mundo sobre los hombros y Dara temía que algún día no pudiese con él.

 

Tal y como dijo, volvió a darse una vuelta. Se aseguró de que no la necesitaban allí y estuvo otro rato hablando con Bom, que parecía estar ya bastante más tranquila. Poco después decidió ir a darse una ducha antes de ir a dormir.

 

Se encontró a algunas personas de camino y charló con ellos brevemente. Todos parecían alegrase de verla de nuevo y el sentimiento era mutuo. Las duchas también estaban llenas. Todos querían quitarse la suciedad y lavarse las heridas tras la batalla. Tuvo que esperar un poco hasta su turno, pero el tiempo se le pasó rápido.

 

En cuanto llegó a la habitación que Bom y Minzy compartían se tiró sobre la cama sin siquiera tomarse el tiempo de observar el cuarto. Tenía la sensación de que todos los músculos del cuerpo le dolían y era consciente de que iba a tener agujetas para días. Los párpados se le cerraban solos y decidió no luchar contra el sueño más.

 

 

Tras pasarse más de una hora dando vueltas sobre la cama, decidió que era hora de levantarse aunque no hubiese amanecido. Sí, se había quedado dormida, pero tras unas tres o cuatro horas se había despertado por una pesadilla. Se sentía demasiado inquieta aunque siguiese cansada, y para estar sobre la cama sin dormir prefería ser útil.

 

Había una sudadera colgada de la silla y supuso que a Bom o a Minzy, cualquiera que fuese la dueña, no le importaría que la cogiese prestada. Se la puso por encima del pijama sin ganas de vestirse, nadie se asustaría al verla así al fin y al cabo.

 

Los pasillos estaban en silencio y todo señalaba a que la mayoría estaban dormidos después del día tan agotador. Caminó directamente hacia la enfermería para ver el panorama. Vio a varios de los médicos y enfermeros descansando sobre algunas de las camillas libres, pero tal y como le habían dicho antes, habían organizado un sistema de guardias para que siempre quedasen algunos despiertos y atentos.

 

Se acercó a ellos y estuvo charlando un rato sobre los heridos. Deuk seguía en estado grave, pero parecía que el chico se estaba esforzando por sobrevivir. Tristemente lo único que podían hacer era esperar, no tenían medios para más. Al parecer un par de ellos había fallecido durante la noche a causa de unas heridas que habían acabado siendo letales, pero por lo demás el pronóstico de los pacientes en general era positivo.

 

Buscó a Bom con la mirada tras acercarse a Minzy y ver que seguía dormida pero sola. Tardó poco en encontrarla en una esquina hablando con Don. Se le encogió el corazón al ver al gemelo de Deuk, parecía estar destrozado.

 

Se acercó lentamente sin querer interrumpirles pero en cuanto Bom levantó la cabeza y la vio, le hizo un gesto para que se uniera a ellos. Incluso en su estado, Don le dedicó una pequeña sonrisa al verla.

 

“Hey Dara, me alegro de verte.” Se restregó la mano por los ojos, seguramente intentando aparentar que no había estado llorando hasta hace poco.

 

“Lo mismo digo, Don.” Le devolvió la sonrisa.

 

“Si me disculpáis, voy a ir a ver a Deuk un rato. Hablamos luego chicas.”

 

Las dos se despidieron de él y lo observaron alejarse un rato. Después Dara se apoyó en la pared junto a Bom.

 

“Me han dicho que Minzy está estable. ¿Estás tú mejor?” Preguntó Dara. La herida era Minzy, pero eso no significaba que el shock de Bom fuera menor. Además había estado peleando también, aunque fuese desde las alturas.

 

“Sí, estoy algo mejor. Se despertó un rato hace cosa de una hora y pude hablar un poco con ella. Está bastante dolorida, pero por lo demás está bien.” Soltó un gran suspiro. “Estaba tan asustada… Cuando me dijeron que la habían herido me temí lo peor, Da