“Háblame de Harin.” Pidió Dara mientras acariciaba el pelo de CL. Ambas se habían despertado hacía cerca de una hora, pero como era temprano todavía habían decidido disfrutar un rato más de la privacidad del cuarto.

 

Durante la noche habían cambiado de postura varias veces, pero al despertarse CL se había vuelto a colocar tal y como estaban al irse de dormir. Era muy agradable el estar entre los brazos de Dara.

 

“¿Qué quieres saber de ella?” Murmuró CL con los ojos cerrados, disfrutando de las caricias.

 

“Lo que tú quieras contarme. O si lo prefieres podemos hablar de otra cosa.” Dijo con precaución. Aunque tenía curiosidad por saber más cosas sobre la hermana de CL, anoche ya había dejado más que claro cómo habían terminado las cosas. No iba a forzarla a hablar sobre ella si no quería.

 

“No, está bien. No pasa nada.” Le aseguró CL. Si había alguien con quien no le importase hablar del tema, era con Dara. “Mi padre era profesor y nos tuvimos que mudar aquí por su trabajo, yo solo tenía 15 años. Harin tenía dos años menos que yo. Su inglés era bastante mejor que el mío, siempre fue muy lista, pero era también muy tímida. Cuando alguien le hablaba se quedaba cortada y siempre quería que yo fuese con ella porque sabía que a mí me daba igual hacer el ridículo.” Rio al recordar varias ocasiones en la que eso había ocurrido.

 

“Suena a que era una chica muy dulce.” Dijo Dara con sinceridad. La forma que tenía CL de hablar sobre ella mostraba todo el amor que sentía hacia Harin.

 

“Lo era, mucho.” Asintió CL. “A medida que creció se le fue pasando la timidez. Nunca se le quitó del todo, sobre todo estando en un sitio tan distinto, pero consiguió hacer muchos amigos. Era mi mejor amiga.”

 

La voz de CL tembló al decir la última frase y Dara agachó la cabeza rápidamente para besar su mejilla. Uno, dos, tres… los necesarios hasta notar que volvía a tranquilizarse.

 

“No tienes por qué seguir.” Le repitió Dara. “Podemos dejarlo aquí.”

 

“Tú me has hablado de Sanghyun.”

 

“Pero eso es… distinto.”

 

“Cierto.” Afirmó CL. “Sanghyun está vivo.”

 

Dara agradeció enormemente que CL dijera eso con seguridad. Era consciente de que Sanghyun podría estar muerto en ese momento por mucho que ella tuviese la esperanza de lo contrario, y que CL tuviese esa convicción la ayudaba mucho.

 

Se quedaron en silencio abrazadas, dando el tema por zanjado. Ya tendrían tiempo de contar el resto de sus historias, pero era mejor centrarse en algo más positivo por el momento.

 

“¿Cuál es tu color favorito?”

 

“¿Eh?” CL miró a Dara confundida. Esa pregunta había sido muy aleatoria.

 

“Creo que he sido bastante clara.” Bromeó Dara con una pequeña sonrisa.

 

“Sí, clara has sido, pero me ha extrañado. ¿Por qué quieres saber mi color preferido?”

 

“Para saber más de ti. Sé cuál es tu pistola favorita pero no tu color, ¿no te parece raro?”

 

“Bueno, visto así…” CL se quedó pensativa. “Pero hoy en día tiene más sentido lo de saber las armas. Es más útil. Antes regalarías un vestido por un cumpleaños, pero ahora una pistola viene mejor.” Razonó vagamente.

 

Dara arqueó la ceja.

 

“Si es algo demasiado personal lo dejamos para otro momento, ¿eh?” Dijo con humor.

 

“Que graciosilla eres.” Dijo CL poniendo los ojos en blanco. “El blanco y el negro son mis favoritos. ¿Contenta?”

 

“¡Mucho!” Dara le dio un beso en el pelo.

 

“¿Y el tuyo?”

 

“Ahora sí que te interesa saberlo, ¿no?” Se burló Dara consiguiente que CL la fulminase con la mirada. Dara rio. “Hmm… Creo que rosa. O azul quizás. Uno de esos dos.”

 

CL chasqueó la lengua.

 

“Va a ser difícil encontrar una pistola de esos colores.”

 

Dara le golpeó el brazo con poca fuerza.

 

“Ni se te ocurra darme una pistola por mi cumpleaños.” Le advirtió.

 

“A mí me parece un regalo guay, no sé de qué te quejas.”

 

“Creo que nuestros gustos no son demasiado parecidos.”

 

“Bueeeno, buscaré otra cosa. Pero si veo una pistola rosa la guardaré para ti quieras o no.”

 

“Si insistes.” Dijo Dara con una sonrisa divertida.

 

“Está más que decidido.” CL levantó la cabeza para poder besar la barbilla de Dara, que era lo que le pillaba más cerca. Después se fijó en su reloj e hizo una mueca. “Deberíamos ir levantándonos si queremos tener algo de desayunar. Los Vips son estrictos con los horarios.”

 

Dara suspiró, todo lo bueno se acaba.

 

“Hoy viene el resto, ¿no?” Preguntó levantándose de la cama con desgana. Cogió algo de ropa para cambiarse pero acabó dejando la mayoría. Allí dentro no hacía frío ninguno aunque fuera estuviese todo casi congelado. Al final cogió simplemente los pantalones y una camiseta de manga corta cualquiera.

 

“Deberían, sí. Podremos hablar con GD y ver qué tienen que decirnos sobre tu hermano.”

 

“¿Y qué pasa si no saben nada?” Dijo Dara con inseguridad. Tenía que tenerlo en mente porque era una posibilidad.

 

“Pues entonces seguimos adelante por nuestra cuenta.” Le aseguró CL. Se levantó de la cama y apoyó la mano en el brazo de Dara. “Algún rastro encontraremos.”

 

Dara asintió y le ofreció una pequeña sonrisa.

 

“Gracias. Pero tampoco quiero obligar a Minzy y a Bom a seguirme.” Sabía de sobra que CL la acompañaría, pero no quería forzar a las demás.

 

“Sinceramente, creo que puedo hablar en nombre de ellas y decirte que lo harán por voluntad propia y encantadas. Pero si así te quedas más tranquila, háblalo con ellas.” Se separó de Dara y buscó su toalla. “Voy a darme una ducha. Si quieres ve yendo tú al comedor, yo no tardaré mucho.”

 

Salieron de la habitación y Dara dejó atrás a CL para buscar el comedor. Había hecho el recorrido la noche anterior, pero estaba bastante cansada y ese sitio era enorme. Tuvo que preguntar un par de veces a varias personas, pero acabó llegando a su destino.

 

Entró en la habitación sintiéndose cohibida al no ver a nadie conocido, pero acabó llamándole la atención una cresta en una de las mesas. Al fijarse bien se dio cuenta de que era Taeyang y decidió que acercarse a él era mejor que quedarse allí sola y de pie.

 

Estaba rodeado de varias personas que bromeaban con él, pero en cuanto la vio le dedicó una sonrisa y le hizo un hueco junto a él.

 

“Buenos días, ¿qué tal has dormido?” Le preguntó con amabilidad el chico.

 

“Buenos días a ti también. Y muy bien, tenéis unas camas muy cómodas aquí.” Bromeó Dara.

 

“Es lo más importante junto a la comida. Si descansásemos mal ninguno de nosotros rendiría luego.” Cogió una manzana que había en su plato y se la ofreció a Dara. “¿Quieres? He cogido demasiada comida.”

 

Sintiéndose algo tímida, Dara la aceptó. Le encantaba la fruta y seguramente habría elegido alguna pieza para desayunar, así que se ahorraría tener que hacer cola. Le dio las gracias a Taeyang y le dio un mordisco, saboreándola con gusto.

 

“¿Minzy y Bom no han venido aún?” Preguntó Dara. Bom no se perdería ninguna comida, así que quizás habían madrugado y desayunado ya. Pero Taeyang negó con la cabeza.

 

“Qué va. Eres la primera de las cuatro que aparece por aquí. Daesung me dijo que compartes habitación con CL, ¿no?” Si lo dijo con segundas intenciones o dando a entender algo, no lo pareció.

 

“Sí, pero quería darse una ducha, así que he venido yo antes. No creo que tarde mucho.” Miró a su alrededor. Poco a poco el comedor se iba quedando vacío. Sin duda los Vips tenían que irse a sus puestos de trabajo dentro de la base. Dara se preguntó cómo coordinarían a tanta gente. “¿Se quedarán sin comida?”

 

Taeyang miró el reloj de su muñeca.

 

“Todavía queda tiempo. Han venido varias veces ya, saben de sobra cómo funciona esto. Seguro que vienen antes de que cierren la cocina.”

 

Durante los siguientes diez o quince minutos Taeyang le fue presentando a los que estaban sentados en la mesa junto a ellos y estuvieron respondiendo a las dudas que Dara tenía sobre el funcionamiento de la base.

 

Sabiendo que lo hablarían luego, Taeyang no le preguntó a Dara sobre su historia más allá de lo que le contaron la noche anterior, que fue muy poco. Dara volvió a agradecerlo, no le apetecía contar todo varias veces.

 

Finalmente aparecieron Minzy y Bom. Ambas parecían estar mucho más descansadas e incluso la cojera de Minzy parecía ser menor. Minzy se sentó frente a Taeyang y a Dara mientras Bom se ponía a la cola junto al resto de rezagados para conseguir algo de comida para las dos.

 

Minzy les dio los buenos días con una sonrisa y se apoyó en la mesa.

 

“Es una pena que tenga la pierna así, me debías algún que otro baile.” Dijo Minzy mirando a Taeyang.

 

“Así tengo una excusa para ir a visitaros.” Respondió Taeyang.

 

Dara sonrió y se dedicó a escuchar su conversación. Parecían llevarse muy bien. Bom llegó al cabo de varios minutos y dejó entre Minzy y ella el plato con el desayuno que compartirían. Taeyang se reclinó en la silla y las miró con una sonrisa.

 

“Bueno, ¿y la boda para cuándo?”

 

Dara sonrió al escuchar la broma y apartó la mirada para observar a la gente a su alrededor. Era difícil que la relación entre Bom y Minzy pasara desapercibida, aunque no fueran propensas a muestras de cariño en público. Al menos no las típicas.<