Normalmente se hubiese quejado por tener que levantarse tan temprano, pero estaba tan emocionada por salir en busca de respuestas que se levantó sin problemas y energía para repartir.

 

Pero estaba claro que era la única. Minzy cerraba los ojos cada vez que se quedaba quieta, daba igual el lugar, y Bom parecía ser incapaz de abrir los ojos del todo y gruñía cada vez que se le preguntaba algo. CL parecía estar mejor, pero Dara sospechaba que llevaba las gafas de sol puestas para esconder lo cansada que estaba.

 

La noche anterior habían decidido salir justo antes del amanecer para ganar tiempo. No era la hora más segura, pero con suerte no se encontrarían demasiados infectados. CL había pedido a la guardia que se encargasen de los que se acercasen al perímetro de la base, y según el informe no habían sido muchos.

 

Se ofreció para conducir ya que parecía ser la que estaba más despierta, pero CL dijo que se encargaría ella al menos hasta salir de la ciudad, que era la zona más complicada. Dara no puso pegas, ya tendría tiempo de manejar el coche luego. Les quedaban muchas horas de viaje por delante.

 

Sin decir nada, Minzy y Bom se sentaron detrás, así que Dara se puso de copiloto junto a CL. Los primeros minutos por la ciudad fueron tensos. Todas estaban, más o menos, atentas a los infectados que se acercaban. CL pudo esquivar a la mayoría demostrando su habilidad al volante, pero fue imposible evitar a todos. Minzy se encargó con su cuchillo de los que se pegaron más al coche por la ventana y Bom tuvo que disparar un par de veces, pero no supuso demasiado problema.

 

Tomaron una de las salidas más cercanas para rodear la ciudad en vez de tener que cruzarla entera. Cuanto antes estuvieran por la autopista, más rápido podrían ir, aunque la cantidad de coches abandonados no dejaba que fueran a toda la velocidad posible.

 

En cuanto salieron de la ciudad, Bom y Minzy se quedaron dormidas, una apoyada en la otra. Dara las miró con una sonrisa y puso los ojos en blanco, no le sorprendía en absoluto. CL había estado callada casi todo el rato y aún llevaba las gafas, pero se notaba que ya estaba despierta del todo. Mantenía una mano al volante mientras apoyaba el brazo izquierda en la ventanilla. El coche era un Jeep todoterreno bastante robusto y Dara agradecía lo segura que le hacía sentir.

 

Dara cogió una de las botellas de agua que llevaba en su mochila y dio un trago. Al acabar se la ofreció a CL.

 

“¿Quieres un poco?”

 

“Sí por favor.” Cambió de mano sobre el volante y agarró la botella. Bebió y devolvió la botella rápidamente. “¿Puedes darme algo de comer? Mi estómago está empezando a quejarse.” Pidió haciendo una mueca.

 

“Claro, deja que mire en la mochila.” Cogió la mochila en la que llevaban la comida de todas y se puso a rebuscar. “Hmmm… ¿Quieres fruta?”

 

“Eh… No, no quiero pringarme las manos y el coche. ¿Qué más hay?”

 

“Pues… Tenemos fruta, latas de comida… ¿Maíz? Y sándwiches.” Miró a CL expectante.

 

“Creo que me tomaré un sándwich. ¿Quieres compartirlo?”

 

Dara asintió y cogió el primero que vio. Lo sacó del envoltorio y fue a partirlo por la mitad, pero antes miró a CL. “¿Te paso la mitad?”

 

CL se levantó las gafas de sol y se las puso sobre la cabeza. Después giro la cara hacia Dara y sin decir nada abrió la boca.

 

Dara arqueó una ceja. “¿En serio?”

 

CL asintió sin cerrar la boca. Tampoco apartó los ojos de la carretera. Dara se rio por lo bajo ante el gesto. No podía negar que era bastante adorable. Acercó el sándwich a la boca de CL y se rio cuando esta le dio un bocado y se puso a masticar con una sonrisa de felicidad.

 

Dara le dio otro bocado y tuvo que taparse la boca al reír de nuevo cuando CL volvió a abrir la boca expectante. Repitieron eso hasta acabarse el sándwich y al terminar Dara se reclinó contra al asiento saciada y contenta. Ahora que la emoción del momento había pasado y había comido, empezó a sentirse somnolienta. Pero no quería dejar a CL sola conduciendo mientras todas dormían.

 

“¿Cómo es la base de los Vips?” Preguntó para dar conversación. Así se mantendría despierta.

 

“Es un complejo subterráneo. No tengo ni idea de cómo lo encontraron, nunca han querido decírmelo, pero tiene pinta de haber sido un edificio militar. Seguramente alguno de ellos lo era y por eso lo conocía. O al menos esa es mi teoría.”

 

“Eso parece interesante, seguro que un sitio así resulta seguro.”

 

“Sí, la verdad es que está muy bien. Me encantaría que nosotros tuviésemos algo así, pero tampoco puedo quejarme de nuestra base, es un buen edificio.”

 

“La verdad es que la primera vez me sorprendió lo bien que estaba todo montado. Tenía la impresión de que las bandas callejeras vivían en sitios más…”

 

“¿Cutres? ¿Caóticos? ¿Sucios?” Dijo CL mirando a Dara con una sonrisa. Le divertía conocer lo que la gente ajena opinaba de los grupos.

 

Dara tuvo la decencia de ruborizarse. “Algo así supongo. Es lo que la gente da a entender cuando habla de los grupos.”

 

“Nada fuera de lo normal. No voy a negar que haya grupos así, pero por lo general solemos ser bastante civilizados. Pero basta con que haya uno de esa forma para que la mala reputación se extienda. Si te digo la verdad, hasta nos viene bien.”

 

“¿Os viene bien?” Repitió Dara confusa. ¿A quiénes les gustaría ser considerados un grupo de gente violenta sin consideración por el resto?

 

“Ajá. La mayoría de las Comunidades no tiene un gran nivel ofensivo, y entre eso y nuestra reputación nunca nos suelen atacar, lo que ayuda mucho a la hora de hacer tratos. De hecho eso es lo que pasó con la vuestra.”

 

Eso llamó la atención de Dara. CL ya le había contado que había tenido contacto con su grupo de rescate un par de veces, pero nunca había entrado en detalles.

 

“Cuenta por favor, quiero saber la historia.” Pidió.

 

“No caí en que era el grupo de tu Comunidad hasta el otro día. Estaba revisando mi cuaderno y ahí tenía apuntado el nombre de David Hollands. Me dijiste que ese era el jefe, ¿verdad?” Dara asintió. “Bueno, pues fue hace cosa de un par de años si no me equivoco. Mino me avisó de que habían visto a un grupo meterse en nuestro territorio. No parecían agresivos, pero nunca se sabe con estas cosas. Aprovechando que estaba fuera, me acerqué allí con unos cuantos.”

 

Paró de contar la historia al encontrarse en la carretera un nuevo grupo de coches abandonados. Redujo la velocidad y maniobró con cuidado para esquivarlos.

 

Dara se había dado cuenta durante el tiempo que llevaban en el coche, de que cuando tenía que conducir con cuidado o esquivar algo, CL tendía a morderse el labio inferior. Y también se había dado cuenta, de que cuando lo hacía era incapaz de apartar la vista de su boca. Y de ese lunar. Empezaba a ser muy injusto lo mucho que CL tentaba a Dara sin saberlo.

 

“En cuanto nos vieron fue todo un caos. El jefe, Dave como tú lo llamas, empezó a gritarnos y a amenazarnos con atacar si no nos íbamos de allí inmediatamente. Por suerte para ellos, solo hizo falta eso para darnos cuenta de que no podían ser de una banda.” CL se rio al recordarlo. Había sido bastante ridículo. “Me acerqué y les dije que no tenía intención de atacar, que solo quería hablar con ellos. Al principio el jefe no se fiaba de nosotros, pero un chico de vuestro grupo consiguió calmarle y hacerle entrar en razón. A partir de ahí llegamos a un acuerdo.”

 

“¿Un chico? ¿Cómo era? Estoy segura de que lo puedo reconocer.”

 

CL hizo un gesto pensativo intentando recordar los rasgos.

 

“Era alto, moreno, pelo corto. Era joven, pero llevó muy bien la situación, con serenidad pero decisión. Si me preguntas a mí, creo que él tenía más madera de jefe que el otro. Los demás parecían respetarle también.”

 

El corazón de Dara latió con fuerza al escuchar la descripción. No podía ser… ¿o sí? Era parte del grupo al fin y al cabo, y la descripción coincidía.

 

“¿Recuerdas algo más de ese chico?” Preguntó con esperanza. Pero CL hizo un gesto negativo con la cabeza.

 

“Que va, solo eso.”

 

“Creo que ese chico podía haber sido Sanghyun.” Le explicó Dara.

 

“¿Eso crees?” CL sonrió. “Pues en ese caso te felicito, parecía un gran chaval.”

 

Dara sonrió orgullosa. Sí, estaba segura de que ese era Sanghyun. “Gracias. Lo es.”

 

Después de eso Dara le siguió haciendo preguntas a CL sobre otros grupos de rescate con los que se habían encontrado. Dara envidiaba lo mucho que la chica había vivido durante esos años mientras que ella había estado encerrada, aunque fuese por voluntad propia. ¿Pero cómo iba a saber ella que las cosas eran así? Sanghyun le contaba anécdotas, pero su grupo tampoco se relacionaba tanto. Se limitaban a lo mínimo posible.

 

Bom y Minzy se despertaron poco tiempo después y se unieron a la conversación con sus propias historias. Así pasaron fácilmente un par de horas, hasta que volvieron a quedarse en silencio y aburridas.

 

Minzy miraba por la ventana mientras que Bom se dedicaba a romper el envoltorio de plástico del sándwich que CL y Dara se habían comido. Hacía pequeñas bolitas con el plástico y se las tiraba a CL, riéndose cada vez que está la fulminaba con la mirada por el espejo retrovisor.

 

“Creí que nunca diría esto, pero ahora mismo echo de menos que aparezcan infectados.” Dijo Minzy después de que pasara otra media hora. “Los viajes en coche sin ellos o sin radio son demasiado aburridos.” Dejó caer la cabeza contra el respaldo del asiento delantero.

 

“Podríamos jugar a algo.” Ofreció Dara. “Cualquier juego típico de carretera, como el ‘Veo Veo.” Se encogió de hombros.

 

“Eso parece mejor que nada. ¿Quién va primero?” Preguntó Bom.

 

“Yo.” Dijo CL rápidamente. “Hmmm… veo veo.”

 

“¿Qué ves?” Cantaron las otras tres chicas al unísono.

 

“Una cosita.”

 

“¿Y qué cosita es?”

 

Ninguna de ellas se paró a pensar en lo ridícula que resultaba la situación. Cuatro chicas armadas hasta los dientes conduciendo a través de una carretera llena de coches abandonados y zombies cerca, jugando a juegos infantiles.

 

“Empieza por la letra…” CL alargó el silencio para darle más emoción.” A.

 

“Asfalto.” Dijo Minzy cuando no había pasado ni un segundo.

 

CL giró la cabeza y la miró con la boca abierta y el ceño fruncido.

 

“¿Estás de coña?” Volvió a centrarse en el volante enfurruñada. “No es justo, Minzy es más inteligente que todas nosotras juntas, no debería jugar.”

 

“CL, estamos rodeadas de asfalto, es lo único que hay y empieza por esa letra.” Dijo Minzy, aunque se notaba que se sentía orgullosa de haberlo adivinado tan rápido.

 

“No me gusta este juego.”

 

Después de eso volvieron a no hacer nada.

 

Dara dio gracias al cielo cuando CL les dijo que harían una pequeña pausa. Después de tantas horas necesitaba estirar las piernas un poco. Pararon en lo que parecía haber sido un hostal de carretera. Tenía pinta de haber estado ambientado en los 80 o algo del estilo. Muchos colores chillones y plástico.

 

En cuanto se bajaron del coche todas se pusieron a estirar. CL parecía tener los músculos especialmente entumecidos después de tantas horas al volante. Se acercó a Dara por la espalda y apoyó la cabeza en su hombro.

 

“Creo que deberías darme un masaje antes de dormir esta noche.” Dijo intentando darle pena.

 

“¿Ah, sí?” Dara miró a CL con una sonrisa pícara. “¿Y qué gano yo con eso?”

 

“No sé, ¿tener el placer de darle un masaje a la increíble CL?” Bromeó haciendo reír a Dara.

 

“Lo siento, pero no cuela. Tendrás que ofrecerme algo mejor.”

 

“Hmmm… ¿Qué tal mi amor eterno?”

 

“No sabía que eso fuese posible. Creía que no tenías corazón y ese tipo de cosas.”

 

“Lo tengo a ratos. Si me das un masaje.”

 

“¿Sabes?” Dara se dio la vuelta para mirar a CL de frente. “Creo que el problema aquí es lo confiada que estás con que vamos a dormir juntas.”

 

“¿No quieres dormir conmigo?” Preguntó CL fingiendo estar dolida.

 

“No lo sé, tengo que pensármelo. A lo mejor te mando al sofá.”

 

“Eres cruel.”

 

“Así no vas a conseguir que te deje quedarte en mi cama.”

 

“Chicas, me parece estupendo que intentéis poner solución a toda la tensión ual no resuelta que hay entre vosotras dos, pero el sitio está lleno de infectados y a Minzy y a mí nos vendría bien vuestra ayuda.” Dijo Bom con una sonrisa satisfecha.

 

CL y Dara se quedaron boquiabiertas y sin saber que responder a todo lo que Bom acababa de soltar. Finalmente Dara se aclaró la garganta y descolgó su bate de béisbol de la mochila. Demasiado avergonzada como para mirar a CL, se dirigió hacia donde estaba Minzy.

 

La pelirroja se estaba peleando con las muletas para encontrar una postura cómoda con la que poder atacar a los infectados. Se fijó en lo abochornada que Dara estaba.

 

“De 0 a 10, ¿cómo de vergonzoso ha sido lo que os ha dicho?”

 

“Estamos hablando de Bom.”

 

“12 entonces.”

 

Dara se limitó a asentir.

 

“¿Cómo lo hacemos?” Dijo señalando el hostal.

 

“Con despejar la planta baja nos vale. Queremos ver si podemos encontrar algo de provecho, no parece que haya pasado mucha gente por aquí y es posible que aún quede algo.”

 

“Vale, parece lo suficientemente simple.” Dijo Dara aunque realmente no se sintiese tan segura. Seguía teniendo poca experiencia contra los infectados, pero quizá si lo decía en voz alta mucho se lo acabaría creyendo. “Yo iré con el bate, ¿y tú?”

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