La campana sonó y me levanté de mi lugar.

- ¿No crees que es lindo que el día termine y todavía no haya habido nada que lo arruine? - Sonreí y asentí en dirección a Sooyoung. - ¿Qué vamos a hacer hoy? Siwon me dijo que tenía que hacer no sé qué, así que podemos ver una película o hacer una de nuestras pijamadas. Tengo muuuuuchos chismes, Yerin me contó un millón de cosas en la hora de Historia y tienes que enterarte para que nos riamos juntas.

- Hoy no puedo, tengo cosas que hacer. - ¿Qué se suponía que le dijera? ¿'Lo siento, tengo que terminar de interrogar a la chica que intentó asesinarme en el bosque. Ah, y voy con las hermanas Kim, no me esperes en la tarde? No, gracias. No quería que le agarrara un ataque aquí mismo, paso.

- ¿'Tengo cosas que hacer'? ¿Qué significa eso? - Se paró en frente de mí haciendo que ambas paráramos nuestro caminar.

Si me veía muy fijo, se iba a dar cuenta que le estaba mintiendo. Y si se daba cuenta de que le estaba mintiendo, estaba jodida.

- Tengo que terminar el trabajo de Historia con Sunny.

- ¿Sunny? ¿Quién es Sunny? - Acomodé mi mochila para evitar el contacto visual.

- La chica que se sienta junto a mí en Historia. - Sooyoung juntó las cejas.

Vamos maldita, créeme de una vez.

- ¿No lo ibas a terminar ayer?

- Pero no pudimos acabarlo. Así que me dijo que vaya hoy a su casa otra vez porque era el único día disponible que tenía en la semana. - Asintió y me dio espacio para que volviéramos a caminar.

- Está bien. Entonces me voy a ir caminando SOLA hasta casa, y luego me quedaré SOLA toda la tarde en el departamento. - Suspiró exageradamente mientras yo me reía. - Espero que ningún ladrón ni violador ni asesino se entere. Sería una lástima que alguien intentara matarme porque estas intentando ser responsable.

- Yo siempre soy responsable.- Sooyoung se giró para comenzar a caminar hacia casa. Me quedé parada allí, para que no viera que en realidad me quedaba esperando en el estacionamiento a Seulgi. Y además, quería ver que nadie le hiciera nada en ese corto camino que tenía hasta casa, aunque no pudiera verla todo el camino. No me gustaba que caminara sola, sentía un gusto amargo en la boca pensando que podría sucederle algo y yo no estaría allí para ella.

- ¡COMO SEA! - me gritó imitando la voz de una niña mimada y rica, mientras levantaba su dedo del medio hacia mí. Sonreí sin despegar mis ojos de ella por el poco camino que podría verla.

- ¿Vamos?

Maldición casi muero de un maldito infarto.

- ¿¡QUIERES MATARME!? Dios. - Suspiré y toqué mi pecho. Mi corazón no podía ir más rápido.

¿Por qué mierda Taeyeon tenía que susurrarme en el oído siempre que estaba de espaldas?

- Estoy comenzando a pensar que tú: A) Puedes morir fácilmente o B) Eres fácil de asustar. - Junté mis cejas.

- Todas tus hipótesis son incorrectas, como usualmente. No es mi culpa que a la niña se le encienda su instinto ninja cuando estoy cerca. - Se cruzó de brazos.

Odio tanto que todo el mundo nos esté mirando a ambas como si fuéramos un circo.

- Oh Fany, el instinto que se enciende en mí cuando estoy cerca tuyo no es precisamente de un ninja.

Dios, esta chica va a matarme.

- Ya basta de ser... - intenté expresarme con mis manos y me cansé de parecer una estúpida - toda tú sin complejo de autista Taeyeon, me pones nerviosa- Comencé a caminar, aunque no sabía hacia dónde porque no tenía ni idea de en donde se encontraba su auto.

- Entonces admites que yo te pongo nerviosa. - Acomodé mi mochila mientras ella caminaba  atrás, mirándome obviamente, porque de repente no podía despegar sus ojos de los míos.

- Admito que tu lado ertido me causa ansiedad. - La miré.

- ¿Lado ertido? ¿Desde cuándo soy una ertida?

- ¡Eso mismo me pregunto yo! - Ella sonrió ante mi tono de indignación.

- ¿No es genial que ambas tengamos tanto en común? - Intenté no reír, juro que lo hice, en serio, pero no pude evitarlo.

¿ertida? ¿Yo?

- Estás loca, ¿sabías? - Ella levantó los hombros dándole poca importancia. Acomodó su mochila mejor en su hombro y juntó las cejas.

- ¿Puedo hacerte un pregunta...? - asentí - ¿A dónde estamos yendo? - me paré en seco.

- A tu auto, ¿a dónde se supone que tendríamos que ir? - Ella se paró con una sonrisa y me tomó de los hombros, me giró sobre mis pies.

- El auto está por allí Fany.

Dios, había caminado hacia el otro lado todo este maldito tiempo.

- ¡Ya lo sabía! ¿Por qué estabas caminando hacia allí? ¡Te seguí todo este tiempo Taeyeon! - Comencé a caminar dejándola atrás.

Gracias a Dios era muy buena disimulando. Probablemente ella no se dio cuenta. Debe estar muy confundida en este momento...

Caminé hasta divisar a las hermanas Kim hablando en el estacionamiento cerca de dos autos, que supuse, eran los suyos.

- ...Ella sólo habló cuando la golpeamos, así que, creo que habría que golpearla de nuevo para que escupa todo lo que falta. - ¿Por qué Min parecía estar tan emocionada?

- Tú quieres que ella escupa sangre, te parece divertido. – Seulgi se cruzó de brazos.

- ¿Es que acaso no lo es? - Hyoyeon hizo un gesto con sus manos y un ruido extraño con su boca. - Mira, Irene quiere golpearla, no habla, pero todas nos dimos cuenta que quiere golpearla. Aunque bueno, tal vez esté enamorada de ella, ya sabes, demuestra amor a través de golpes... - Seulgi rió.

- Entonces eres su hermana favorita.

- Bueno, ella nunca ha dicho lo contrario. - Las tres miraron a Irene, que se encontraba apoyada contra el auto ignorándolas como ellas hacían conmigo.

Creo que era la primera vez que me encontraba tan feliz de que un grupo de chicas extremadamente hermosas me ignoraran. Se sentía como que era una más, como si se hubieran acostumbrado a mí estando cerca de ellas. Antes, esa idea me habría causado terror o hasta incluso rechazo, pero ahora... No lo sé, me producía una extraña sonrisa en el rostro.

- Irene. - Ella las miró. - Yo soy tu hermana favorita, ¿verdad? - No me quería reír, iba a arruinar el momento. Irene la miró por tres segundos, juntó las cejas e hizo un extraño resoplido con su boca. Hyoyeon puso una mano en su pecho. - Aaaw, es lo más tierno que me has dicho en ciento cincuenta años. - No lo pude evitar, tenía que reír. Todas me miraron con una sonrisa mientras desataba mi loca risa, aplaudiendo para demostrar que  mis facultades mentales no funcionaban por ese lapso de tiempo indeterminado en el que su chiste me había parecido la cosa más graciosa del mundo.

Basta Tiffany, basta. Por favor, deja de avergonzarte a ti misma por una vez en tu vida.

- ¿De qué te ríes? - Taeyeon llegó junto a mí en el momento en el que suspiraba reincorporándome de mi ataque de risa y limpiaba las lágrimas que se encontraban alrededor de mis ojos. Ni siquiera sabía qué era lo que me había causado tanta gracia, pero ya había arruinado el momento.

- De nada, resulta que no sólo soy la hermana favorita de Irene, sino que también soy la Kim favorita de Tiffany. – Hyoyeon caminó de una manera extraña hacia mí y rodeó mis hombros con su brazo. Taeyeon se cruzó de brazos y resopló.

- Ya quisieras. - No sabía si tenía que decir algo o sacármela de encima o reír o abrazarla por ser condenadamente hermosa, así que opté por mantener una sonrisa en mi rostro y no hablar.

Lo que me gustaba de ellas en particular, era que sabían perfectamente en donde podían comportarse como ellas mismas y en donde tenían que mantener el silencio. Como en este momento, estábamos en el lugar más alejado del estacionamiento, entre dos autos y no veíamos ni siquiera a un estudiante pasar por aquí.

- Ya quisieras tú, estar en mi lugar. - Bueno, ya está, no sabía por qué pero pensaba que esto terminaría en una discusión en cualquier momento.

- Ya quisieran ambas ser mis favoritas. - Golpeé con mi codo a Hyoyeon mientras me alejaba. Ella tomó su costado y puso la mejor cara actuada de dolor.

- Tiene actitud... me gusta. - Me sonrió y Taeyeon golpeó su cabeza y subió sus cejas mientras Hyoyeon tocaba el otro lugar afectado.

- Ya quisieras. - Taeyeon sacó las llaves de su bolsillo y caminó hacia su auto. Yo la seguí mientras Min golpeaba a Hyoyeon y corría lejos de ella para que no la atrapara.

Estas chicas empezaban a caerme bien.

Me subí al auto en el asiento del copiloto, porque bueno, no era mi auto, pero no iba a perder la oportunidad de estar más cómoda en el asiento de adelante. Además, Taeyeon estaba junto a mí y eso me gustaba.

Ella se subió al auto y lo puso en marcha.

- Espera, ¿sólo vamos nosotras dos? - Junté mis cejas mientras ella iba marcha atrás.

- Las demás van en el auto de Irene. ¿Tienes algún problema en que estemos las dos solas? - Odiaba que hiciera ese tono de voz. Lo odiaba tanto que me daban ganas de sonreír, maldita sea.

- No. Simplemente pensé que nos dividiríamos . - Ella sonrió.

- Entonces, señorita Tiffany, deduzco que a usted le gusta que pasemos tiempo a solas.

Basta, no sonrías.

- Deduce mal, señorita Taeyeon. Pasar tiempo a solas con usted no es mi pasatiempo favorito, aunque tampoco es lo que más me desagrada. - Sonreí mientras la veía manejar.

No era desagradable pasar tiempo con ella de esta manera. Cuando no era una ertida o cuando era la misteriosa chica con complejo de autista. Me gustaba esta Taeyeon.

Apoyé mi espalda en el asiento mientras ella manejaba con tranquilidad por las calles del pueblo. El silencio dentro del auto no era insoportable o incómodo, pero no me gustaba viajar en auto con silencio. De verdad que no me gustaba. Así que me incliné para encender el asombroso estéreo que tenía. Una persona hablando lleno el ambiente silencioso. Sintonicé mi estación de radio favorita, porque siempre pasaban las mejores canciones. Escuché una pequeña risa por parte de Taeyeon antes de apoyar mi espalda en el asiento. Me gustaba esa canción. Me gustaba hasta que ella se inclinó y apagó la radio.

- ¡Hey! ¡Estaba escuchando eso! - Junté mis cejas mientras ella sonreía de una manera extraña.

- Lo siento, a