Capítulo IX
3. CeaselessTiffany
Encontrar la copiadora fue más fácil de lo que pensé. Encontrar Ethan Frome también fue fácil. Siete minutos más tarde me dirigía al piso de arriba, al pequeño escondite aislado con Taeyeon. Había utilizado la búsqueda de la copiadora y el libro como una excusa para alejarme de ella, para poder tomar una respiración profunda y reunir mis pensamientos. Estaba muy interesada en mí. No podía negar eso ahora. Inclusive me alegraba que ella eligiera este lugar por más propósitos que el estudio, y eso me emociona y asusta al mismo tiempo.
Taeyeon estaba recostada en su silla con los pies sobre la mesa y sus tobillos cruzados. Algo en esa pose era extrañamente familiar. Esta fue la segunda vez que me sentí como si la hubiera visto haciendo algo similar antes. ¿Soñé con ella? ¿Era eso?
—Eso fue rápido —dijo Taeyeon arrastrando las palabras cuando volvió la cabeza y sus ojos ónice se encontraron con los míos. Puse el libro delante de ella, dirigiéndome de nuevo a la silla vacía.
—Aquí tienes —Le entrego el plan de estudios—, está todo listo. ¿Has revisado mis notas? —Le pregunté para hacer una pequeña charla.
Taeyeon dejó sus piernas caer de nuevo al suelo y se inclinó sobre la mesa. —Sí. Tengo lo que necesito. Gracias por ayudarme a ponerme al día. No deberías de haber perdido esta mañana.
Cuando bajó la voz así, quise abanicarme. Ella era letalmente y. Ella no tenía que hacer su voz toda ronca y profunda. Eso la hizo peormente y.
—Me alegro de que vengas el viernes en la noche —dijo acercándose más a mí. Sentí que me inclinaba hacia ella, incapaz de detener la atracción.
—Gracias por haberme invitado —contesté. Mi voz sonó sin aliento. Simplemente genial. Sonaba tan afectada como me sentía.
Taeyeon empujó su silla hacia atrás y se levantó. Vi como ella se acercó y extendió su mano hacia mí. Sabía lo que quería y yo lo quería demasiado. Si quería una repetición de lo que pasó ayer en el árbol, entonces yo estaba muy de acuerdo con eso. Taeyeon me acercó hacia ella y envolvió mi mano detrás de su cuello. Enrosqué mis dedos en su cabello, ella cerró los ojos y respiró profundo. Me gustó como mi toque le afectó de esa manera. Deslicé la otra mano por su brazo alrededor de su cuello y vi su rostro, fascinada por el afán evidente en la forma que tenía apretada la boca y el brillo en sus ojos.
Decidí no esperar por ella en esta ocasión. La atraje hacia mí y capturé su boca con la mía, y me tomé la libertad de lamer su labio inferior. Parecía tan lleno y suave que quise probarlo desde la primera vez que lo vi.
Las manos de Taeyeon se deslizaron por mis costillas hasta que descansaron justo debajo de la parte inferior de mi sujetador. En cuanto a saber a cerca de relaciones, yo era muy inocente. Nichkhun y yo habíamos tenido algunos besos y roces, pero nada tan excitante. Ya estaba más que segura de que si Taeyeon tocaba mis pechos, yo estallaría en llamas. No había manera de que ella no se diera cuenta de mi rápida respiración. Casi me daba vergüenza mi reacción ante su tacto, pero los suaves y agradecidos gruñidos procedentes de su pecho mientras probaba mis labios y mi piel, me aseguraron que ella disfrutaba esto tanto como yo.
—Por favor, ven conmigo el viernes en la noche —suplicó Taeyeon mientas seguía besando mi cuello y a lo largo de mi clavícula. Esta fue una petición injusta. Ella me puso toda caliente y mojada y luego me rogó. ¿Cómo se supone que una chica piense con claridad?
—No puedo. Jessica me necesita —le contesté, mi corazón golpeando contra mi pecho. Su boca se cernió sobre el escote de mi camisa y su cálido aliento hizo cosquillas en esa sensible parte de piel. Yo estaba casi en el punto de la mendicidad cuando sus manos se deslizaron hacia abajo y tomó mi trasero, me levantó y me sentó en la mesa detrás de mí. Taeyeon se colocó entre mis piernas y llevó sus manos mi espalda.
—Probablemente es lo mejor —dijo finalmente mientras su boca bajaba para cubrir la mía de nuevo.
Quería saber que quería decir con eso, pero tenía
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