Taeyeon

Hace tres días la tenía en mis brazos mientras se quedaba dormida, hablándome sobre todas las cosas que empacó. Me burlé por empacar tanto y no ser capaz de adaptarse del todo en su dormitorio. Ella me prometió que se pondría esos tacones en nuestra primera cita oficial en la universidad. Todo había sido perfecto. Tiffany me amaba.

Ahora, ella ni siquiera me conocía.

—Aquí está —Anunció Jessica cuando abrió la puerta del dormitorio que yo sabía que conectaba con la habitación de Hyoyeon. Me aseguré de eso. También sabía que esta habitación era la más grande disponible. Quería que Tiffany tuviera lo mejor. Quería que cada experiencia que tuviera fuera perfecta. Ella ya había pasado muchas cosas conmigo. Esto se suponía que sería el comienzo de nuestro felices-para-siempre.

—¡Oh, guau! ¡Es enorme! ¿Me pregunto si este es el correcto? Sólo somos de primer año —La emoción en la voz de Jessica mientras daba vueltas me recordó que Jessica también olvido todo. Mi existencia en el mundo humano el año pasado había sido alterada. Tiffany no podía recordar. Tomaron su memoria. Cada recuerdo… se fue.

—Puedes poner la caja por ese lado de la habitación. Tiffany querrá estar lejos del baño. A mí me toma más tiempo estar lista y ella puede dormir más tarde por la mañana —Jessica tenía razón. Tiffany no pasaría mucho tiempo preparándose en las mañanas. Eso también me recordaba que yo no estaría aquí para abrazarla y besarla con esa mirada soñolienta en la cara. Coloqué la caja al lado de su armario. La agonía de la separación me atravesaba. Luego hubo miedo. ¿Qué pasaría si Tiffany no me escogía? ¿Y si nunca podría abrazarla otra vez? ¿Y si ella nunca me miraba nuevamente con amor en sus ojos? ¿Cómo podría existir sin eso?

No. No podía.

—Llegaremos tarde —gruñó Hyoyeon desde la puerta. Ya era hora de que nos marcháramos a recolectar almas. Sólo que era tan difícil dejarla ahora que ella estaba tan cerca. El no poder tocarla o permitir que me viera era una tortura.

—Oh, ¿tienes práctica? —preguntó Jessica, batiendo las pestañas hacia mí. Olvidé que ella era una fan de Cold Soul. Había sido la novia de Tiffany para ella un tiempo. El hecho de que ella era un fan se me había olvidado. Esto sería molesto.

—No, ella tiene un concierto —Explicó Hyoyeon con un divertido acento sureño.

—Guau, ¿dónde? ¿Está agotado? Me encantaría ir. Nunca te he visto tocar en vivo.

Sí, lo ha hecho. Muchas veces. Pero eso también quedó en el olvido.

Antes de que pudiera articular la respuesta adecuada Hyoyeon me interrumpió:

—Tiffany está afuera, hablando con un chico. Uno con un Acento-Papi-Cajún, si sabes a lo que me refiero.

Mierda.

Pasé a Jessica y empujé a Hyoyeon hacia un lado cuando hice mi camino hasta el estacionamiento en una velocidad lo más cercana a la humana. Pero sabía que Siwon estaba cerca de Tiffany y ella no sabía quién era o qué hizo, me sentí justificado de poder usar una manera más rápida de viajar.

No quería asustar a Tiffany apareciendo de la nada. Así que me acerqué detrás de ella. Siwon sintió mi presencia porque todo su cuerpo se tensó.

—¿Puedo ayudarte a llevar tus cosas adentro? —le preguntó Siwon a Tiffany, mirando sobre su hombro en un intento de encontrarme.

Comencé a dar un paso adelante cuando Hyoyeon tomó mi brazo y me jaló hacia atrás con un fuerte tirón. —Detente. Recuerda, él no es su tipo. Cálmate. Deja que la ayude. Joderás todo si actúas como una loca y obsesionada. Este no es la persona de la que ella se enamoró. Ella se enamoró de la oscura y misteriosa Kim Taeyeon. Se enamoró de la Muerte. De esa chica. De