Su padre se acercó y le tendió la mano.

—Llámame Leeteuk —dijo—. Recuerdo que solías torturar a mi niña en muchas ocasiones. Creo que su primera palabrota oficial salió teniéndote en mente.

—Creo que todavía tengo ese efecto —dijo Taeyeon con ironía.

Su padre se echó a reír. Sunny  escapó del brazo de Sooyoung para darle un gran abrazo.

—Ahora, tal vez, tendré a alguien para igualar las posibilidades por aquí — dijo ella. Sus ojos castaños oscuros brillaban—. Puedes conseguir ser superada  en número en las reuniones familiares.

Tiffany se echó a reír.

—Sigue siendo solo en tus locuras, Sunny. Créeme, va a ponerse del lado de Soo en todo momento.

Soo  agarró a su esposa y envolvió sus brazos alrededor de su cintura.

—Las probabilidades están cambiando, nena. Finalmente llegó otra mujer a la casa para batallar contra todos los síndromes de locura de esta casa.

Tiffany  le dio un puñetazo en el brazo. Sunny golpeó el otro.

Mi tia chasqueó la lengua.

—Sooyoung, las mujeres no hablan así cuando hay señoritas bonitas alrededor.

—¿Qué señoritas bonitas?

Sunny  le dio un manotazo en la parte trasera.

—Todo el mundo dentro. Vamos a brindar con champán, comer y luego tomarnos un buen expresso.

—¿Puedo tomar champán?

—¿Yo también?

Sunny sacudió su cabeza a las dos mellizas chicas suplicando a sus pies.

—Van tomar una espumosa sidra de manzana. Compré una botella para esta ocasión.

—¡Yo también! ¡Yo también!

Tiffany  sonrió a la niña de ojos brillantes en sus brazos.

—Está bien, pequeña Luna. Jugo de manzana para ti también. 

Puso a su sobrina en el suelo y observó su carrera a la cocina para entrar emocionada. El calor abrazador de su familia se asentó alrededor de ella como una capa difusa, y luchó contra los nervios que saltaban en su vientre.

¿Podría sacar esto adelante? Lanzar un hechizo de amor para conocer a una persona sin nombre, sin rostro, con el dinero suficiente para rescatar a su familia era una cosa. Kim Taeyeon en carne y hueso era otra. Si su padre se enteraran que había hecho un matrimonio negociado para salvar la casa, nunca la perdonarían. Ni el mismo.

Con el flujo constante de gastos médicos por la condición de su corazón, el orgullo de la familia los había llevado a rechazar cualquier ayuda de otros. Saber que su hija sacrificó su integridad para rescatarlo les rompería el corazón.

Tae la miró con una extraña expresión en el rostro, como si tratara de descifrar algo. Sus dedos estaban apretados como si intentara evitar tocarla.

—¿Estás bien? —preguntó la rubia .

—Estoy bien, entremos.

Ella caminó dentro y trató de no sentirse herida por sus cortantes palabras. Taeyeon ya le había advertido que no le gustaban las familias numerosas. No debería tomar sus acciones como algo personal.

Ella tensó su barbilla a propósito y la siguió. Las horas pasaron con abundante lasaña italiana, pan de ajo fresco con queso e hierbas, y una botella de vino. En el momento en que se retiró de la sala por un expresso y un panecillos, un agradable zumbido tarareaba en su sangre, impulsado por la buena comida y la buena conversación. Miró a Tae cuando ella mismo se instaló a su lado en el sofá desgastado de color beige a una distancia prudencial.

La miseria grabada fuera de sus rasgos.

Ella escuchó cortésmente, rió en los momentos adecuados, e hizo un perfecto trabajo pareciendo una dama. Excepto que no la miró a los ojos, se apartó de ella cuando trató de tocarla y no actuó en absoluto como una enamorada prometida que se suponía iba a ser.

Leeteuk Hwang tomó un sorbo de su expresso con un comportamiento distraído.

—Así que, Taeyeon, háblame de tu trabajo.

—Papá…

—No, está bien. —Tae giró el rostro a su padre—. Dreamscape es una empresa de arquitectura que diseña edificios en todo corea, hemos diseñado el restaurante japonés en la parte superior de la montaña.

El rostro de su padre se iluminó.

—Maravilloso lugar para comer. A mi esposa siempre le encantaron los jardines de allí. —Hizo una pausa—. Así que, ¿qué piensas de las pinturas de Tiffany?

Ella ocultó una mueca de dolor. Oh, Dios, esto estaba mal. Muy mal. Su pintura era un intento fútil de la expresión artística, y la mayoría estuvo de acuerdo en que apestaba. Pintaba más por su propia terapia que por el “¡guau!” de otros. Se maldijo por no dejarla recogerla en su apartamento en lugar de su librería. Como un consejero alcohólico, Leeteuk  se enfocaba en las debilidades, como un buitre entrenado y ahora perfumado de sangre.

Taeyeon mantuvo la sonrisa.

—Son fantásticos. Siempre le he dicho que podría colgarlos en una galería.

Leeteuk  cruzó sus brazos.

— Te gustan, ¿eh? ¿Cuál de ellos te gusta más?

—Papá…

—Uno de un paisaje. Definitivamente le hace justicia al panorama.

El pánico coqueteó con su zumbido ligero mientras su padre captaba la tensión entre ellas y se alejó como un depredador. Ella le dio crédito a Tae por intentarlo, pero estaba acabado antes de empezar. El resto de su familia como siempre, observaban como comenzaba el proceso.

—No pinta paisajes. 

Las palabras quedaron volando en el aire como un cañonazo.

La sonrisa de Taeyeon  nunca vaciló.

—Está intentando hacer paisajes. Cariño, ¿no se lo dijiste?

Ella luchó contra el pánico.

—No, lo siento, papá, no te he puesto al corriente. Ahora estoy pintando paisajes de montañas.

—Odias los paisajes.

—Ya no. —Alcanzó a decir alegremente—. Tengo una nueva apreciación por los paisajes desde que conozco a una arquitecta.

Su comentario sólo provocó un bufido antes de que él continuara.

—Así que, Tae. ¿Fan del béisbol o fútbol?

—Las dos cosas.

—Gran temporada para nuestros equipos nacionales, ¿eh? Estoy esperando por otra súper temporada. Oye, ¿has leído el nuevo poema de Tiffany?

—¿Cuál?

—El de la tormenta. 

Oh, sí. Pensé que era maravilloso.

—Nunca escribió un poema sobre una tormenta. Escribe sobre experiencias en la vida relacionadas con el amor o la pérdida. Nunca ha escrito un poema de la naturaleza, al igual que nunca ha pintado un paisaje.

Tiffany resopló el resto de su sambuca, ignoró el café expreso, y esperó que el licor la alcanzara hasta el fin de la noche.

—Umm, papá, acabo de escribir uno sobre una tormenta.

—¿En serio? ¿Podrías recitarlo para nosotros? Tu tia y yo no hemos escuchado algunos de tus nuevos trabajos.

Ella tragó.

—Bueno, todavía está en el modo de creación. Lo compartiré absolutamente tan pronto como esté perfeccionado. 

—Pero le permitiste a Taeyeon  verlo.

El malestar rasgó en sus entrañas, y rezó por escapar. Sus palmas se humedecieron aún más.

—Sí. Bueno, Tae, será mejor que nos vayamos. Ya es tarde y tenemos un montón de planes para la boda que hacer.

Leeteuk puso los codos sobre sus rodillas. El corrillo se detuvo y se lanzó a matar. El resto de la familia miraba esperando la muerte inminente. La mirada comprensiva en el rostro de su hermana le dijo que no pensaba que hubiera una boda por mucho tiempo. Envolvió sus brazos alrededor de la cintura de su esposa como si reviviera su propio horror cuando había anunciado que estaba embarazada y se iban a casar. Luna estaba ocupado con sus Legos e hizo caso omiso de la crisis.

—Quería preguntarte acerca de la boda —dijo Leeteuk—. La tiene planeada para de aquí a una semana. ¿Por qué no darnos a todos un tiempo para conocer a Tae y darle la bienvenida a la familia? ¿Por qué tanta prisa?

Tae trató de salvarlas a ambas.

—Entiendo, Leeteuk, pero Tiffany y yo hablamos sobre esto y ninguna de las dos queremos una fiesta por todo lo alto. Hemos decidido que queremos estar juntas y empezar nuestra vida de inmediato.

Es romántica, papá —se aventuró Yoona.

Tiffany articuló un agradecimiento, pero estuvo de repente cubierta por ambos flancos.

—Estoy de acuerdo. —Mi tia sostenía un  vaso entre sus manos mientras permanecía de pie en la puerta de la cocina—. Vamos a disfrutar de la boda. Nos encantaría hacerte una fiesta de compromiso en la que Taeyeon pueda conocer al resto de la familia. Sólo que no hay tiempo para que todo el mundo aparezca el sábado. Todos tus primos se la perderán.

Leeteuk  se levantó.

—Entonces, está arreglado. Pospondrán la fecha.

Mi tia asintió.

—Excelente idea.

Tiffany agarró la mano de Taeeyeon.

—Cariño, ¿te puedo ver en el dormitorio por un segundo?

—Por supuesto, querida. 

La arrastró por el pasillo y la empujó hacia el dormitorio. La puerta osciló parcialmente cerrada.

—Has echado todo a perder —susurró la peliroja con furia—. ¡Te dije que fingieras, pero eres malísima y ahora mi padre sabe que no estamos enamoradas!

—¿Qué soy malísima? Estás actuando como si esta fuera una estúpida obra que hubieras preparado para los vecinos. Esta es la vida real, y estoy haciéndolo lo mejor que puedo.

—Mis obras no son estúpidas. Hemos hecho un montón de dinero en boletos de entrada. Pensé que Alicia  era excelente.

Ella  soltó un bufido.

—Ni siquiera sabes cantar y te contrataste a ti misma como Alicia.

Todavía estás molesto porque no te dejaré interpretar al sombrero loco.

Taeyeon pasó los diez dedos por su cabello e hizo un ruido profundo en su garganta.

— ¿Cómo demonios me metiste en estos ridículos asuntos?

—Es mejor que salgas con algo rápido. Dios, ¿no sabes cómo tratar a una novia? Actuaste como si yo fuera una amable desconocida. ¡No es de extrañar que mi padre sospeche!

—Eres una adulta ahora,Tiffany, y él todavía interroga a tus novias. No necesitamos su permiso. Nos casamos el sábado y si a tu padre no le gusta, mala suerte.

— ¡Quiero que mi padre me lleve por el pasillo!

— ¡No es ni siquiera una boda real!

— ¡Es lo mejor que voy a conseguir ahora mismo! 

El dolor se filtró por un momento a medida que la verdad de su difícil situación golpeaba con toda su fuerza. Este jamás sería un verdadero matrimonio, y algo se arruinaría para siempre una vez que el anillo de Tae se deslizara en su dedo. Siempre había soñado con el amor eterno, vallas pintadas de blanco, y toneladas de niños. En cambio, consiguió dinero contante y sonante, y una esposa que educadamente la toleraba. Que la condenen si su sacrificio fallaba por su incapacidad a fingir suficiente emoción ante sus padres.

Se puso de puntillas y agarró la parte superior de las mangas de su blusa. Sus uñas se clavaron en la tela y en su carne.

—Es mejor que arregles esto —dijo entre dientes.

— ¿Qué quieres que haga?

Tiffany parpadeó. Sus labios temblaban mientras soltaba las palabras entre dientes.

¡Haz algo, maldita sea! Demuéstrale a mi padre que esto será un verdadero matrimonio o…

—¿Fany? 

El eco de su nombre flotó desde el pasillo hasta la puerta abierta, era la voz suave y preocupada de su cuñada comprobando si estaban bien.

—Sunny  está viniendo —dijo la rubia .

—Lo sé; probablemente nos oyó discutir. ¡Haz algo!

—¿Qué?

—¡Lo que sea!

—¡Muy bien! 

La agarró por la cintura, arrastró su cuerpo contra el suyo, y agachó la cabeza. Los labios de la rubia aplastaron los de peliroja, así como sus manos se envolvieron a su alrededor con fuerza, de modo que estuvieran pegadas la una contra la otra, cadera con cadera, muslo con muslo, pecho con pecho. 

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hola como estan soy carpris_11  bueno ahora no jajajajja bueno como mi hermana salio con el novio me encargo que subiera el capitulo asi que aqui se los dejon.

bueno espero que les guste y gracias por el apoyo que le han dado a la historia y a la pagina de facebook.

https://www.facebook.com/pages/KM-y-MM/208295729355256?ref=hl

bueno los dejo bye .

K&M Y M&M