Igualdad o nada
Matrimonio por contratoTae se quedó viendo a la mujer delante de ella y trató de tragar. Su humeante voz dio pie a imágenes incluso más humeantes de ella desnuda y demandando y... retozando.
Dejó salir una maldición y se acercó para obtener más café, tratando de comprar algo de tiempo. Todo su porte gritaba o. La inocencia de la juventud se había evaporado y había dejado atrás a una mujer de pura sangre con necesidades de pura sangre. Ella se preguntaba qué tipo de persona satisfacía esas necesidades. Se preguntaba también cuan maduros se sentirían sus pechos en sus manos, o cómo sabrían sus labios bajo los suyos. Qué usaba bajo el ajustado vestido rojo.
—Taeyeon.
—¿Hmmm?
—¿Me escuchaste?
—Sí. o. Te prometo que jamás te encontraras en una situación incómoda.
—Entonces, ¿estás diciéndome que aun pretendes dormir con Nana?
—Nana y yo estamos envueltos en una relación.
—Pero no te casaras con ella.
Tensión rompió el aire alrededor de ellos. Ella tomó unos cuantos pasos lejos, desesperado por algo de distancia.
—No es ese tipo de relación.
—Hmmm, interesante. Entonces, estás diciendo que yo no puedo follar por ahí porque no tengo a nadie estable para follar.
Si hubiese cubos de hielo disponibles ella los hubiese chupado uno por uno. Su acusación hizo que un extraño calor subiera por su piel. Su tono era suave.
Su sonrisa parecía fácil y genuina. Taeyeon se sintió balanceándose en el borde de algún viaje de poder femenino, y reconoció que estaba perdiendo terreno.
jugó su mejor mano.
—Si tienes a alguien estable en tu vida, resolveremos la situación. Pero los extraños son demasiado peligrosos. Puedo garantizarte que Nana sabe cómo guardar un secreto.
Ella sonrió entonces. Una deliciosa, sonrisa femenina que prometía placeres más allá de la imaginación y se lo prometía todo a Tae. Su corazón se detuvo, se pausó, luego continuó latiendo. Fascinada, esperó sus siguientes palabras.
—De ninguna manera, bebé.
Taeyeon luchó por concentración mientras la negación se deslizó de esa suculenta boca.
— ¿Disculpa?
—No o para mí. No o para ti. No me importa si es Nana o una desnudista o el maldito amor de tu vida. Si yo no tengo ninguna diversión, tú tampoco. Tú sólo tendrás lo que salga de este muy apropiado matrimonio de negocios y construir tus edificios. —Ella hizo una pausa—. ¿Entendido?
Taeyeon lo entendió. Decidió no aceptarlo. Y se dio cuenta que este era un juego, set y partido, y necesitaba ganar. Su sonrisa prometía compasión y comprensión y el dinero que ella necesitaba.
—Tiffany, entiendo que esto no parece justo. Pero soy una personas diferente. Nana tiene una reputación que mantener, también, entonces tú jamás estarás en una mala posición. ¿Lo entiendes?
—Sí.
—Entonces, ¿aceptarás los términos?
—No.
Fastidio surgió en Taeyeon. Estrechó sus ojos y la estudió. Luego decidió ir por el cierre.
—Hemos sido capaces de ponernos de acuerdo en todo lo demás. Nos hemos comprometido. Es solamente un año, y luego puedes irte y tener una maldita orgía por todo lo que me importa.
Helados ojos castaño oscuro la vieron de regreso con terquedad pura y férrea determinación.
—Si tú llegas a tener tus orgías, obtengo las mías. Si tú quieres ser célibe, también lo seré. No me importa acerca de tu mierda de poder y diferencia. Si tengo que irme a la cama sola por trescientos sesenta y cuatro noches, también lo harás tú. Y si quieres acción, tendrás que recurrir a tu propia esposa.
La rubia sacudió la cabeza como un semental que acaba de salir de la puerta.
—Y desde que sabemos que no estamos atraídas la una por la otra, tendrás que encontrar otras formas de aliviar la presión. Usa un poco de creatividad. El celibato debe abrir otros puntos de venta. —Sonrió—. Porque eso es todo lo que vas a obtener.
Obviamente, ella no tenía idea de que Taeyeon era una maestra jugando al póker, y había pasado los últimos años desahogándose en juegos donde la noche se convertía en día y salido cientos más rica. Como su viejo habito de fumar, a la rubia el póker la llamaba y ella usaba el vicio por placer, no por ganancias.
Se negó a dejarla vencerla, y sintió la victoria cerca. Fue por la yugular.
— ¿No quieres se razonable? Bien. El trato se acabó. Dale un beso de despedida a tu dinero. Sólo tendré que manejar la junta por un tiempo. La pelirroja se deslizó de la silla, colgó el bolso en su hombro, y se puso de pie antes que élla.
—Fue lindo verte de nuevo, Niña Bonita.
Golpe directo.
Taeyeon se pregunto si ella sabía que su apodo burlón la irritaba y la hacía querer sacudirla hasta que lo retirara. Incluso cuando niña, lo odiaba, y los años no habían apagado la agudeza del insulto. Como hacía cuando era más joven, apretó los dientes y ocultó la molestia con una sonrisa fácil.
—Sí, fue lindo. Pasa por aquí alguna vez. No te convierta en una extraña.
—No lo haré. —Ella hizo una pausa—. Nos vemos.
Ese fue el momento en que Taeyeon supo que estaba equivocada. Muy equivocada. Tiffany Hwang podía ganar una partida de póker, no porque mintiera, sino porque estaba dispuesta a perder.
La pelirroja también jugaba al vil juego de pollo.
Tiffany se dio la vuelta. Se dirigió a la puerta. Giró el pomo. Luego...
—Está bien. —Las palabras salieron de su boca antes de que tuviera tiempo de pensar.
Algo le dijo que ella se hubiese ido y no llamaría después para decir que había cambiado de parecer. Y demonios, Tiffany era su única candidata. Un año de su vida no era nada comparado con el regalo de un futuro de hacer lo que siempre había soñado.
Le dio crédito. Ella ni siquiera se relamió.
La pelirroja se dio vuelta y hablo en un fresco tono de negocios.
—Sé que el contrato no contiene nuestro nuevo acuerdo. ¿Me das tu palabra de que te apegarás a los nuevos términos?
—Puedo elaborar un documento revisado.
—No hay necesidad. ¿Me das tu palabra?
Su figura tembló con energía. Taeyeon se dio cuenta que confiaba en ella de la misma manera en que ella confiaba en Tiffany. Un cosquilleo de satisfacción corrió a través de la más pequeña.
—Te doy mi palabra.
—Entonces estoy dentro. Oh, ¿y la disolución del matrimonio después de un año? Mi familia no puede ser herida por esta ilusión. Citaremos diferencias irreconciliables y pretenderemos seguir siendo amigas.
—Puedo vivir con eso.
—Bien. Recógeme esta noche a las siete e iremos a ver a mi familia para darles la noticia. Me encargaré de todos los arreglos para la boda.
Taeyeon asintió, su cerebro un poco confuso por su decisión y su cercanía. ¿Era vainilla esa sutil fragancia de su piel? ¿O canela? Vio aturdida, mientras la pelirroja dejó caer una tarjeta de presentación en la mesa de madera de cerezo.
—Mi dirección en la librería — le dijo—. Te veré esta noche.
Aclaró su garganta para responder, pero ya era tarde. Ella se había ido.
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hola espero que esten bien yo con dolor de cuerpo me queme por usar bloqueador en la playa .
espero que les guste el capitulo es muy corto verdad ? todavia no se medir que tan largo debe ser un capitulo pero ya aprendere con el tiempo creo? hay me cuentan que tal les parecio el capitulo cualquer sugerencia es muy bien recibida ahhhhhhhh por cierto hay les dejo el link de la pagina de face que hemos echo con mi unnie para que ella termine lo que empezo y subir otras cosas que todavia no sabemos pero todo relacionado con las shoshis .
no vemos bye
M&M
https://www.facebook.com/pages/KM-y-MM/208295729355256?ref=hl
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