Noche De Bodas

Matrimonio por contrato

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Una semana después, Tae vio a su esposa trabajar la habitación y admitió que había cometido un error.

A lo grande.

 

Si ella fuera menos mujer, desearía ser llevada de vuelta en el tiempo y volver a representar la escena con Nana y el beso. ella la rechazaría, con orgullo decirle a su esposa de sus acciones, y disfrutar de un resultado diferente. Ya que despreciaba tales deseos de corazón débil, sólo quedaba un recurso.

 

Sufrir.

Tiffany caminó entre los invitados como un pavo real resplandeciente, vestida de un atrevido escarlata en lugar del negro sofisticado que la muchedumbre de la élite favorecía. Su pelo recogido con rizos sueltos que caían libremente alrededor de su cuello y hombros. Aunque el clima se dirigía hacia el invierno y azotaba el valle con un viento helado, ella menospreciaba a la Madre Naturaleza al ponerse un material sedoso y resbaladizo, con un escote y tirantes para sostener todo el asunto. Por lo menos la longitud de su falda caía al suelo y se escondía sus piernas. Pero mientras caminaba, un destello de plata brilló alrededor de su tobillo, y revelando altos tacones de tiras rojas que no haría bien en las aceras heladas.

Tiffany prácticamente la desafió a decir algo cuando apareció al pie de las escaleras, pero esta vez mantuvo la boca cerrada, comentó cortésmente lo bien que se veía, y la acompañó al auto. Todo el episodio fue acompañado por el frío silencio que se había adentrado una semana completa.

Irritación rasgaba a través de La rubia. La pelirroja había sido quien vertió un cuenco de helado sobre ella . ¿Se había disculpado Tiffany? No. Sólo la trató con una neutral cordialidad que la volvía loca. La alta se quedó fuera de su camino, se mantuvo en su dormitorio, y permaneció en silencio durante la cena.

Tae no quería saber por qué su distancia le hacía querer agarrarla y obligarla a mostrar alguna emoción. No quiso analizar la soledad comiéndose su interior, o por qué extrañaba sus partidas de ajedrez o de sus peleas o simplemente pasar el tiempo con ella en la noche. Echaba de menos las llamadas molestas en el trabajo con respecto a Prince o rogándole que aceptara dejar a los perros en el jardín.

En cambio, tenía lo que ella había querido, en primer lugar.

Una esposa sólo de nombre. Un socio de negocios que se mantenía para sí misma y dirigía su propia vida.

Lo odiaba.

 

El recuerdo de su último beso pasó por delante de su visión. Pero sus palabras le dejaban perpleja. ¿No se daba cuenta de lo mucho que sentía nostalgia por ella?

 

Tae había pensado que la noche que llegó la policía había demostrado su interés. En su lugar, le había lanzado a Nana como prueba de que nunca podría desearla de la misma manera. Dios la ayudara, ella nunca había querido a Nana de la manera que ella quería a su esposa. Nunca soñaba acerca de Nana y ardía en deseos de tocarla o reír con ella.

Nunca quería pelear o jugar juegos tontos o tener  una vida con Nana.

¿Qué le estaba pasando?

Tae tomó su copa y se movió por la habitación.

Quizás era el momento para averiguarlo.

 

*** Tiffany***

 

—Alerta de esposa.

Tiffany levantó la vista y vio a Tae atravesando la multitud. La ignoró y centró su atención en Michael y la diversión que brillaba en sus ojos. Movió su dedo hacia su nuevo amigo. 

—Compórtate.

—¿No lo hago todo el tiempo, querida?

—Esta es la segunda vez esta noche que me alejas de mi esposa .

Sus tacones resonaban en el piso de madera pulida mientras él la conducía al estudio de atrás. Su casa estaba decorada en ricos tonos tierra y borgoña, con toques de espejos dorados, tapices y esculturas de mármol que rompían el flujo de la pulida elegancia que impregnaba las habitaciones. Una ópera se reproducía en el hilo musical en todos los pisos. Michael había decorado con una sensualidad subyacente que Tiffany apreciaba.

 

—Entonces estoy haciendo bien mi trabajo, señora. Puedo decir que ella te entristece esta noche.

 

Ella hizo una pausa y lo miró. Por primera vez, permitió que la cruda emoción de la confesión de Tae se escapara. Había sido difícil fingir que no importaba la semana pasada. 

—Tuvimos una pelea.

—¿Quieres contarme al respecto?

—Los empresarios apestan.

Él asintió con la cabeza vigorosamente. 

—A veces, sí. Otras veces, cuando ponemos nuestro corazón en las manos, somos maravillosos. Pero sobre todo tenemos miedo de abrirnos completamente ante otros.

—Algunas  no lo hacen.

—Sí. Algunas nunca lo hacen. Tienes que seguir intentándolo.

Ella le sonrió. 

—Te voy a dar el número de mi amiga Jessica. Prométeme que la vas a llamar.

Dio un largo suspiro. 

—Si esto te hará feliz, la llamaré y la invitaré a cenar.

—Gracias. No puedo deshacerme de este extraño instinto que tengo acerca de ustedes dos.

—Ah, eres un Cupido de corazón, Querida.

 

Mientras avanzaba la noche, bebió más champán y habló con más audacia y bailó con más compañeros, siempre cuidadosa de caminar por la delgada línea que separa la buena conducta y pasar un buen rato. Pronto, Tae renunció a tratar de comprometerla en una conversación en privado. Se quedó parada en el bar, bebiendo whisky y mirando. Su mirada la quemaba desde el otro lado de la habitación, incluso cuando se escondía detrás de las barreras de gente. Como si la rubia  la reclamara, sin una palabra o una caricia. La idea la hizo temblar de pura anticipación. Entonces se dio cuenta de que en realidad estaba fantaseando con Tae haciendo una escena y arrastrándola fuera para seducirla. Como en una de sus novelas románticas.

 

Claro. La propio Sra. lógica. Tan poderosa como leer ciencia ficción y esperar a que los aliens se apoderen del mundo. Eso era mucho más probable.

 

***Taeyeon***

 

Ya había tenido suficiente.

Tae estaba enferma y cansada de verla desfilar con varios hombres. Claro, ella sólo bailaba con ellos. Pero rara vez se había separado de Conte, cayendo en una casi fácil burla y un nivel de comodidad que le molestaba.

Se suponía que su matrimonio luciría sólido ante los otros. ¿Qué pasaría si volaban chismes sobre el conde italiano y Tiffany ? El contrato de la línea costera sería aún más pegajoso, porque tal como negoció, fantaseaba con romperle la cara de niños bonitos a la junta empresarial.

Oh, sí, estaba siendo lógica, todo bien.

Cuando Tae terminó su última copa y colocó el vaso en la barra, notó que el fuego del alcohol calentaba su sangre con una nueva resolución y arrancaba lejos las barreras a la verdad.

Quería hacer el amor con su esposa.

La deseaba de verdad, sólo por un rato.

Y malditas fueran las consecuencias.

Cortó a la mujer racional que le gritaba que retrocediera, que esperara hasta mañana y terminaran los próximos meses en una educada convivencia.

Cruzó la habitación y golpeó su hombro.

Ella se dio la vuelta. Tae deliberadamente le apretó la mano. La sorpresa cruzó su rostro y luego se suavizó.

—¿Estás lista? —preguntó cortésmente.

 

—Sí. Creo que estoy lista para un montón de cosas.

 

Se mordió el labio inferior, probablemente preguntándose si estaba borracha. La rubia  tomó el asunto bajo su control para separar a Michael de ella tan pronto como fuera posible.

—Michael, me pregunto si serías tan amable de llamarnos un taxi. No quiero correr el riesgo de conducir. Mañana mandaré a alguien a recoger el coche.

El Conde asintió con gracia. 

—Por supuesto. Vuelvo en un momento.

Tae mantuvo su mano bloqueando la de Tiffany y la llevó hacia el guardarropa, decidida a no dejarla salir de su vista. En pocas horas, ella estaría en el único lugar donde no podía meterse en ningún problema. Y no por encima de ningún arco iris.

En su cama.

Tiffany parecía no notar que algo había cambiado entre ellas. Tae la observó mientras se colocó su abrigo y les dijo adiós a sus nuevos amigos.

Se sorprendió de que ella no sospechara que esta noche era oficialmente su noche de bodas. El conocimiento secreto de la rubia la volvió aún más impaciente por salir de la casa de Conte, donde finalmente la había seducido. Había sido una locura esperar tanto tiempo. Debía haber sabido que el o era la manera más rápida de asegurar el establecimiento de una relación.

El taxi llegó y se apresuraron a casa. Tiffany permaneció en silencio a su lado, mirando por la ventana e ignorándola.

Tae pagó al conductor y la siguió en su interior. Ella colgó su abrigo ordenadamente en el armario y se dirigió hacia las escaleras. 

—Buenas noches.

La rubia  sabía que la rabia era la forma más rápida de obtener su atención. 

—¿Fany?

—¿Sí?

 

—¿Te has acostado con él?

 

Su cabeza dio media vuelta, recordándole a la niña de El Exorcista. Su boca se abrió y un grito de asombro se elevó a sus labios. La feroz satisfacción desgarró a través de la bajita ante su respuesta y la conexión entre ellos se volvió a encender y se prendió en fuego.

—¿Qué dijiste?

Se quitó el abrigo  y lo tiró sobre la parte de atrás del sofá. Se puso de pie delante de ella, con las manos en las caderas y reunió todo su poder para volverla loca como el infierno. Porque sabía que a través de su furia encontraría la honestidad, la mujer apasionada que se escondía tras el ridículo pensamiento de que la rubia no la quería.

—Me escuchaste la primera vez. Me preguntaba si habían tenido tiempo de llegar a la habitación o si Conte simplemente te había tomado contra la pared antes del postre

Ella se arrancó el aliento y cerró sus dedos en puños apretados. 

—No me enredé con otras personas  ni los besé en público porque tengo más respeto por nuestro matrimonio que tú. Igual que Michael.

Su defensa inmediata de Conte hizo que una bola de rabia se torciera en la boca de su estómago como un montón de serpientes venenosas. 

—Lo dejaste marcarte en frente de mis socios.

—¡Estás loca! Él fue un perfecto caballero. ¡En cambio tú estuviste toda encima de Nana en un estacionamiento público!

—Eso fue diferente. La aparté.

—Claro, después de pegar tu lengua a su boca. Ya terminé aquí.

Sus ojos se estrecharon en ranuras. 

—Todavía no.

Ella parpadeó y dio un paso atrás. Luego miró directo a sus ojos y lanzó el latigazo final. 

—Yo voy a la cama. Tú, podrás controlar con quién no duermo, pero no tienes ningún poder sobres mis fantasías.

 

Su tono glacial contradijo las palabras burlonas pulsando en el aire entre ellas.

 

La rubia se rompió.

Tae se acercó a Tiffany con una lentitud constante que la hizo retroceder con cada paso qué ella daba hacia adelante. Su espalda se estrelló contra la pared cuando la alcanzó. Poco a poco, extendió las palmas de las manos contra la pared a ambos lados de su cabeza. Su cuerpo enjaulando al de la pellirroja. Su postura la atrapaba entre sus piernas.

Se agachó y dirigió sus palabras directo hacia sus labios. 

—Si tanto quieres tener o, lo único que tienes que hacer es pedirlo.

Todo su cuerpo se puso rígido. 

—No estoy interesada en ti. —Su pulso golpeteaba salvajemente en su cuello contradiciendo sus palabras.

—Inténtelo de nuevo.

—Ve a jugar tus juegos mentales con Nana.

—Tú me deseas. ¿Por qué no lo admites, finalmente?

La furia salió de ella ondeando. 

—Yo no te deseo. Sólo quiero tu dinero.

Taeyeon se percató de que su estratagema había funcionado antes, pero esta noche no le importaba.

Cerró la distancia una pulgada más. Los pechos de ella presionaban contra los suyos y sus pezones eran pequeños puntos rígidos apuñalando a través del material escarlata, pidiendo a gritos ser liberados. Su respiración era entrecortada y desigual, su perfume inundaba sus sentidos. Su cuerpo se  Tenso  y sus ojos se abrieron mientras sentía  cada vez mas exitacion.

—Llama a la persona de tus fantasías , nena.

Shock puro se registró en la cara de ella mientras Tae removía una de sus manos de la pared para desabotonarse casualmente su blusa luego y tomar su barbilla con un agarre firme.

—Pruébala.

 

Tae estampó su boca contra la de Tiffany, sin darle oportunidad para pensar o para arrepentirse, o rechazarla. Invadió su boca, hundiendo su lengua dentro de la cueva negra y sedosa, cerrando los labios alrededor de su húmeda carne, chupando con fuerza.

 

La pelirroja  se agarró de sus hombros y dio un pequeño pero profundo gemido desde su garganta.

Luego, la alta explotó.

Tiffany levantó la mano y enredó los dedos en su pelo, sosteniendo su cabeza mientras le devolvía el beso y encontraba demanda con demanda. Sus caderas se levantaron para empujar contra la bajita y su sabor y olor a invadían como una droga.

Su piel quemaba mientras todo ese deseo reprimido que había enterrado profundamente estallaba fuera de su cuerpo inundándola. Fany estaba hambrienta de su sabor, de sus manos quitándole la ropa y tomándola allí contra la pared, lo que quedó revelado ante su salvaje respuesta tan opuesta a su rígido control.

Control.

Una alarma sonó en la cabeza de ella y atravesó la bruma de la niebla ual. Tae había estado bebiendo. Si los interrumpían, podía dar un paso calmado retirándose con una explicación razonable de por qué el o no sería una buena idea.

El conocimiento debió hacerlo dos veces antes de patinar por los bordes de la mente de ella, hasta que arrastrara su boca lejos de la suya y halara los cabellos de su nuca.

Su cabeza se disparó. Taeyeon parpadeó como si acabara de despertar de un largo sueño y ella captó la pregunta colgando en sus ojos. Tiffany se obligó a decir lo único que no quería decir.

—No creo que esto sea una buena idea.

Contuvo el aliento y esperó a que la rubia  diera un paso atrás, esperó a que la niebla lo borrara de su mente, esperó a que estuviera de acuerdo. Fany cayó en shock por segunda vez esta noche cuando la rubia  le sonrió… una peligrosa y sensual sonrisa que le prometía placeres no dichos y o bruto, hambriento.

 

—No me importa.

 

Fácilmente la lanzó sobre su hombro como si fuera una muñeca de porcelana en lugar de una amazona. Con una gracia fácil, subió las escaleras y se dirigió hacia su habitación. Sus pechos rebotaban contra su espalda y su vientre estaba aplastado los  hombros de la rubia, pero no pudo encontrar palabras para informarle que este era un comportamiento cavernícola y que ya no era aceptado.

Dado que Tiffany amaba cada momento.

Tae la tiró en la cama y terminó su striptease. Desabotonó su blusa y la tiró al suelo. Deslizó y bajó la cremallera. Se quitó la falda en un movimiento rápido. Todo esto lo hizo mientras ella se extendía en el centro de la cama y la miraba como si fuera su propia bailarina privada.

No, era aún mejor.

Todo fibra y cabello rubio dorado. Caderas recortadas, muslos duros y sus finas  piernas, escondida tras un pedazo de tela negra su intimidad. Sus dedos se cerraron contra las palmas de Tiffany mientras su fantasía se sumaba en la cama y se instalaba en su contra.

—Tu turno. —Su voz raspaba de manera y  sobre sus orejas, una cara rugosa y otra lisa. Metió la mano detrás de Tiffany y deslizó la cremallera. Sus músculos temblaban mientras sus manos se posaban sobre los tirantes de su vestido y se detenían. La respiración dela peliroja  se detuvo por el espacio de un latido del corazón y el peso de sus manos presionó contra la parte superior de sus pechos. El corazón le latía tan fuerte que sabía que la bajita podía oírlo. La anticipación daba vueltas entre ellas hasta que la alta  luchó con un grito y Tae enganchó su dedo índice en el tirante y lo bajó.

¡Oh, Dios! 

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hola como estan chiquillos espero que esten bien  se preguntaran porque no actulizamos en miercoles bueno avisamos por la pagina de facebook que nuestro cargador de el computador se habia quemado y recien mi papa nos trajo uno nuevo .

espero que les guste el capitulo y me cuenten su opinion se que mas de uno nosn van aquerer matar pero de aqui se pone bueno XD

COMUNICADO:

Por motivos de que tanto mi  unnie como yo entramos a estudiar  el proximo lunes  el tiempo se va a acortar  mucho mas asi que  hemos decidido solo avtualizar una vez por semana aun no sabemos que dia porque depende de los horaios que tomemos  en la U asi que  en estos dias estaremos publicando en la pagina de facebook los nuevo dias de actualizacion para las tres historias bueno era solo esos  gatitos.

besos 

M&M 

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Comments

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yoonalim__ #1
me parece interesante esta historia
Thiabel2128
#2
Chapter 36: falta el epilogo:c
skincrisday #3
Chapter 36: El epilogo, me encanto. Una critica constructiva al adaptar un fanfics cuiden el cambiar tanto el genero en la lectura.
taeny39
#4
Chapter 36: Esto necesito un epilogo.
LectoraLemon #5
Chapter 36: Me encanto .. wuauuu tu si que sabes ehhh xd xd ... grandioso fic .. saludos y gracias <3
Takamina04 #6
Chapter 36: La mejor historia llena de amor y miedo pero lograste que sea la mejor ☺️
HilNyeonBG
#7
Por lejos... El mejor fic TaeNy que le leído.
De verdad, un aplauso.
Me sorprende lo bien que está cuidada la historia, cosa en la que a menudo fallan todos los fanfics que he leído.
shizuma123 #8
Chapter 35: excelente muy buena esta historia
_MAX_KWON_JUNG_
#9
Chapter 36: Bueno termine de leerme su historia realmente me gusto y creo q toca un tema importante y ea el miedo a amar por salir heridos... gracias por compartirla
_MAX_KWON_JUNG_
#10
Chapter 13: Llevo con.este 13 capítulos en.lado.que la verdad he diafrutado la.historia aunq me encantaría hacerte una obsrrvacion no se si a los demás les paso peor hay puntos donde hay q leer dos veces la sitia ion para.entender bn ya que le cambias el o a los personajes o porque no queda muy claro desde.el punto se vista de.quien. esta hablando ojala.pudieras re editar esos pequeños detalles en verdad es.una excelente historia