Desastre en casa

Matrimonio por contrato

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***************** POV Taeyeon **********************

Taeyeon cerró la puerta tras ella y cayó en la silla de cuero. Miró fijamente hacia su tablero de dibujo y curvó las manos en apretados puños

para detener la comezón. Quería crear. Se imaginó materiales tales como piedra caliza y ladrillo, con un flujo de imágenes de vidrio y curvas elegantes. Los dibujos danzaban tras sus párpados cerrados en la noche, y aquí estaba ella, propietaria de Dreamscape Enterprises, y atascada la mayor parte del día en reuniones de junta.

Maldijo por lo bajo. Está bien, así que los miembros de la junta la exasperaban, con las tácticas burocráticas y las ideas avaras. La mayoría de ellos se oponían al contrato del astillero, creyendo que la compañía iría a la bancarrota si ella tomaba el trabajo y no podía cumplir lo pactado. La junta estaba en lo cierto. Tae tenía una solución sencilla.

 

No fallar.

 

La fiesta de Conte era el sábado en la noche y La rubia  todavía no había asegurado una reunión de negocios. Hyoshi Komo tampoco había llamado. Atascada en el punto de partida, la única cosa por hacer era esperar que el hombre hiciera su movimiento, y contar hacia atrás las horas para la fiesta. Quizá Conte estaba esperando para ver cómo resultaba el evento social antes de solicitar una reunión, a diferencia de lo que le dijo a Fany.

Tiffany.

Su sólo nombre era un puñetazo en sus tripas. Recordaba la forma en que la noche anterior Fany había chillado, sacudido la cabeza y rebotado alrededor de la sala de estar en un baile de victoria después de haber ganado al ajedrez. Una mujer hecha y derecha actuando como una niña. Y una vez más, la pequeña se había partido el culo de la risa. De alguna forma, tan hermosa como era su compañera, sus astutos ingenios sólo estremecían la superficie. Tiffany lo hizo conectar con una carcajada profunda, como si ella fuera una niña.

Su línea directa sonó. Respondió. 

—¿Sí?

—¿Alimentaste al perro?

Tae cerró los ojos. 

—Fany, estoy trabajando.

Ella dio un resoplido grosero. 

—Igual que yo. Pero al menos me preocupo por el pobre Prince Fluyffy. ¿Lo alimentaste? 

Tiffany & Prince Fluffy~

—¿Prince Fluffy?

—Tú sigues llamándolo Perro. Eso hiere sus sentimientos.

—Perro no tiene sentimientos. Y sí, lo alimenté.

—Perro ciertamente tiene sentimientos. Y mientras estamos discutiendo sobre Prince, quiero decirte que estoy preocupada por él. Está encerrado en una habitación y nadie nunca va allí. ¿Por qué no lo trasladamos al jardín donde él puede vernos más a menudo?

Tae arrastró una mano hacia abajo por su rostro y rogó por paciencia. 

 


—Porque no quiero que arruinaria  las flores de el jardín. Jessica me dio el maldita animal como una broma y lo odié apenas la vi.

 

Una helada la mordisqueó a través del receptor. 

—Sucio, también, ¿no? Supongo que no se te da con humanos ni con animales. Lamento informártelo, pero incluso un perro se siente solo. ¿Por qué no le conseguimos algo de compañía?

Tae se enderezó y decidió ponerle final a esta ridícula conversación. 

—No. No quiero otro perro, y él no será trasladado. ¿Lo dejé claro?

La línea zumbó. 

—Como el cristal.

Luego la pelirroja colgó.

Tae maldijo, agarrando la pila de papeles más cercana de la última reunión de junta, y se puso a trabajar. La mas alta en realidad lo molestaba en su trabajo por un perro.

Sacó la imagen de la pelirroja de su mente y reanudó su trabajo. 

*************************Pov Tiffany*****************************

 

—Tae va a estar furioso.

Fany se mordió el labio inferior y se preguntó por qué las palabras de Jessica causaron que un escalofrío le recorriera la columna. Después de todo, Kim Taeyeon no era un hembra dominante . Seguro, la rubia podía estar un poco molesta por la situación, pero siempre permanecía racional.

Inspeccionó la sala de estar llena de perros. Montones de perros. Cachorros, perros callejeros, puras razas y perros de caza. Algunos se apiñaban en la cocina, dándose golpes contra las mesas mientras se comían su comida y sorbían agua. Otros mantenían un furioso ir y venir mientras exploraban su nuevo hogar, olfateando las esquinas y trasladándose de habitación en habitación. El terrier de pelo duro masticaba un cojín. El poodle negro saltó en el sofá y se echó para una siesta. El perro callejero parecía a punto de levantar su pata en el intercomunicador, pero Jessica lo agarró y lo lanzó al patio trasero antes de que hiciera daños graves.

La preocupación floreció en un ataque de pánico en toda la regla.

Jessica estaba en lo cierto.

 


Tae podría matarla.

 

Se volteó hacia su amiga. 

—¿Qué debería hacer?

Jessica se encogió de hombros. 

—Dile la verdad. Que sólo los tendrás por una noche o dos hasta que el refugio pueda hacer otros arreglos. Que si los devuelves, los pondrán a dormir a todos.

Ella se contrajo de dolor. 

—¿Y si todavía me hace deshacerme de ellos?

—Llévalos a tu apartamento.

—Demasiado pequeño.

Jessica  lanzó las manos hacia arriba cuando divisó la mirada.               

—¡Demonios, no, no los voy a llevar a mi casa! Tengo a alguien visitándome y ella será mucho más caliente que un cachorro. Estás por tu cuenta.

—Pero, Jess…

Jessica ondeó la mano. 

—Tengo que irme. Caramba, me encantaría ver el espectáculo cuando mi hermana entre. Llámame al celular.

La puerta se cerró.

Tiffany inspeccionó la sala, ahora en un caos de cachorros, y decidió que había sido un poco demasiado impulsiva. Habría podido decirle a los del refugio que tomaría unos pocos, y entonces llevarlos a su apartamento. Pero no, había estado furiosa con Tae por ser un monstruo de corazón frío respecto Prince, y decidió enseñarle una lección. Excepto que ahora estaba simplemente aterrada.

 


Presa del pánico, arrojó la colcha de punto sobre la silla y cerró la puerta tras ella. Luego se lanzó por el pasillo y patinó hasta detenerse frente a Tae. El perro de caza mordisqueaba la pata de la mesa. Se recompuso y preparó su plan de batalla. Los pondría a todos en la habitación de huéspedes y tal vez Tae no los notaría. ella nunca iba a esa habitación. Tiffany llevaría todos sus juguetes y comida y los metería a hurtadillas al regreso de sus paseos. Se convenció a sí misma de que la estrategia funcionaría, y arreó al grupo al final del pasillo. Dejó caer una bolsa llena de juguetes y se aseguró que la mayoría de ellos corría detrás de ella. Luego cerró la puerta, reunió a los cachorros durmiendo en el sofá, la comida y los tazones de agua, y algunos periódicos de repuesto. Corrió hacia afuera, agarró al último extraviado en el patio trasero y lo colocó en la habitación para que los perros se sintieran cómodos.

 

Tiffany miraba preocupadamente al hermoso sofá de dos plazas y la silla con arremolinados patrones plateados y grises. Maldición, ¿por qué Tae tenía que ser rica? Ninguna habitación de huéspedes lucía así de bien, con alfombrado color pizarra, mesas de estaño con un vistoso diseño ornamental parecido a un pergamino, y eso hacía que costara más que todo el juego de edredones en su casa. Deslizó los dedos por las puntadas suaves y precisas de una colcha de punto. Necesitaba algunas mantas viejas, y apostaba que su esposa no tenía ninguna. Decidió ir a cazar al piso de arriba pero escuchó la llave en la cerradura.

—Hola.

La rubia  ya parecía recelosa. Mechones rubios se deslizaban por su frente y sus ojos se estrecharon, como si no confiara en ella siendo amable. La culpa se retorció en su interior, pero hizo caso omiso a la emoción.

—Hola. —Tae miró alrededor de la casa y ella contuvo el aliento—. ¿Qué está pasando?

—Nada. Sólo estaba a punto de preparar la cena. A menos que estés cansada y quieras ir a acostarte ahora mismo.

Una ceja se disparó hacia arriba ante su tono esperanzador.     

—Son las seis en punto.

—Claro. Bueno, apuesto que tienes un montón de trabajo que hacer, ¿eh? Te llevaré la comida arriba a tu oficina si quieres.

Ahora la rubia parecía francamente irritada. 

—Trabajé suficiente por hoy. Quiero relajarme con un vaso de vino y ver el partido de béisbol.

—¿Van a pasar el partido de la NBA?

—No sé. De todas formas ellos no son importantes y no consiguen tanto fanatismos como  el beisbol.

Ella se retorció con irritación reprimida. 

—Están demasiado atrás… nunca sucederá. NBA no conseguirá la misma cantidad de  fans en la serie de este este año.

 


Tae  dejó escapar un suspiro de impaciencia. 

—¿Por qué no ves a la NBA arriba?

—Quiero el televisor grande.

—Igual que yo.

La irritabilidad la golpeó duro.Tiffany  se aferró a la emoción, agradecida de que su temor se hubiese desvanecido. Se dio la vuelta e irrumpió en la cocina. 

—Bien, pido que me devuelvas mi favor.

Tae colgó su abrigo de lana negro en el armario, luego se paró en la entrada. Tiffany sacó los ingredientes para la ensalada que no se comería y cortó las verduras para un sofrito. La rubia agarró una botella de vino del refrigerador y se sirvió una copa. 

—¿Qué dijiste?

—Estoy pidiendo que me devuelvas mi favor. Quiero ver el partido la NBA aquí abajo en el televisor grande. Quiero que te quedes arriba y veas el juego de béisbol, y no quiero escuchar ni un sonido. Ni una ovación, ni un grito, ni un “Vamos” en ánimos. ¿Entendido?

Cuando ella miró hacia atrás, La pequeña la miraba boquiabierta de puro asombro, como si le hubiesen brotado cuernos. Trató de ignorar cuán adorable se veía, con su boca ligeramente abierta, y esos increíbles hombros extendidos bajo su blusa gris pálido. ¿Por qué tenía que ser tan malditamente atractiva? Las mangas de la blusa y el cuello todavía estaban almidonados después de horas de uso. Su falda de color carbón todavía mantiene el planchado intacto . Tae había desabrochado los botones en las muñecas y había enrollado el material de su forma habitual. Sus antebrazos eran blancos como la leche y fuertes dedos aferraban la delicada copa de vino con un poder que la hizo moverse nerviosamente cuando pensó en las otras cosas que la rubia  podría tocar. Trató de no comérsela con los ojos como una adolescente y se concentró en cortar.

—Estás demente. —la rubia  en realidad se tomó unos momentos para reunir sus poderes de palabra antes de continuar—. Se supone que esos favores son usados para cosas importantes.

—Mi elección. Mi favor.

La pequeña  se acercó un paso. El calor de su cuerpo tiró, atormentó y torturó su cordura mental. Se moría por recostarse contra el cuerpo de la rubia  y dejar que sus brazos se cerraran alrededor de su cintura. Ansiaba sentir toda esa fuerza soportándola y fingir que eran una pareja casada en la vida real. Se acariciarían en la cocina y harían el amor en la pesada mesa de roble. Luego compartirían la comida y hablarían tranquilamente y verían juntos el partido de la NBA Alexa tragó a la fuerza el nudo en su garganta y apartó la fantasía.

—¿Estás usando un favor para ver un pésimo juego de basquetbol?

—Sip.

Ella lanzó el ajo y los pimientos en el sartén y Taeyeon se movió otro par de centímetros. Su cinturón raspaba contra sus nalgas. Incluso cubierta con la gruesa tela la amenaza de un toque más íntimo hizo que sus manos temblaran alrededor del cuchillo. Su aliento caliente se precipitaba sobre su cuello. La rubia  colocó ambas palmas de las manos sobre la encimera y la enjauló. 

—Los favores son poco comunes. ¿Quieres desperdiciar uno en un estúpido juego de la NBA que no significa nada?

—Me preocupo por cada partido que juegan en esa serie . Tú, por otra parte, no te lo tomas tan en serio porque eres complaciente. Ganar te viene con demasiada facilidad. Lo das por sentado.

Tae gruño en su oreja. 

—No gano todo el tiempo.

Se apegó al tema del deporte y la selección mundial. 

—Incluso después de perder la Serie Mundial contra EEUU nunca perdiste tu arrogancia. Sigues sin respetar a otros equipos.

—Nunca supe que los pobres Fanaticos causaran tanto alboroto.

—Son los fanáticos más que el equipo. Nosotros sabemos lo que es perder. Y cada juego que ganamos es una pequeña victoria que apreciamos y nunca lo damos por sentado. Además somos más leales.

—Hmmm. ¿Hablas de el equipo  o de sus fanáticos?

—Ves, crees que es gracioso. Si experimentaras más pérdidas, serías humillada. La victoria se sentiría incluso más dulce.

La pequeña apoyó las manos en la curva de sus caderas. Su cadera  se presionaba contra su trasero. 

—Tal vez tengas razón—murmuró la bajita.

 

Página

118

 

El cuchillo traqueteó en la tabla de picar. Ella se dio la vuelta y chocó contra su rostro. Tae la atrapó por los hombros y levantó la barbilla. La tensión sensual se arremolinó y alcanzó su punto más alto. Los labios de Fany  se separaron en una invitación inconsciente ante su admisión. 

 

—¿Qué?

Un destello salvaje apareció en las profundidades de sus ojos castaños. 

—Tal vez estoy comenzando a apreciar las cosas que no puedo tener. —la rubia deslizó un dedo toscamente hacia abajo por su mejilla. Trazó su labio inferior. Presionó su pulgar sobre el sensible centro de la carne—. Tal vez estoy comenzando a aprender sobre el deseo.

A la pelirroja se le secó la boca. Deslizó la lengua sobre sus labios para humedecerlos, y la tensión sensual se enroscó otro grado. Se balanceaba al borde de algún descubrimiento que cambiaría su relación, y luchó con su instinto por saltar al precipicio y al diablo con las consecuencias.

En su lugar, se obligó a continuar con su extraña conversación.

—¿Entonces estás de acuerdo? ¿Entiendes por qué la NBA es  mejor deporte?

Un destello de dientes blancos y rectos se burló de su declaración. 

—No. El beisbol es un mejor deporte. Ganan por una razón mayor fanáticos cada año —susurró su comentario contra sus labios—. Ellos quieren más. Si deseas algo inmensamente, Tiffany, eventualmente lo consigues.

La alta empujó su pecho y se dio la vuelta, deseando blandir el cuchillo en algo más que los vegetales. Típica fanática loca y arrogante. 

—Te llamaré cuando la cena esté lista. Hasta entonces, espero que te quedes arriba.

Su risa hizo eco a través de la cocina. El frío se estableció alrededor de ella mientras la rubia se alejaba.Tiffany contuvo el aliento cuando Tae subió las escaleras, pero los perros todavía estaban tranquilos.

Corrió hacia la sala de estar, puso el partido de la NBA, subió el volumen, y regresó a la habitación trasera para chequear a los caninos.

La colcha de punto estaba hecha añicos.

 


Tae bajó por su cena y rápidamente regresó escaleras arriba. Exhausta de su engaño, juró desde ahora ser honesta con el refugio. Se las arregló para sacar a hurtadillas a los perros en pequeños grupos por el resto de la noche.Se la sacó con esfuerzo de los dientes al labrador negro y la metió en el cajón del fondo del escritorio. El periódico ya estaba sucio, así que lo limpió, extendió una hoja fresca, y colocó otras sobre el sofá y la silla para seguridad adicional. Volvió a llenar los tazones de agua y supuso que todos tendrían que salir de nuevo en otra hora antes de irse a dormir.

 

Cerró la puerta, se apresuró hacia la cocina y terminó la cena mientras gritaba en voz alta comentarios a sus jugadores.

Cuando el partido hubo terminado, ella hizo un rápido baile de victoria, limpió la cocina, chequeó a los animales y subió las escaleras hacia su cama. Sus músculos dolían y su cabeza giraba, pero había salido victoriosa.

Necesitaba despertarse antes de las cinco de la mañana para sacar a pasear a todos los animales, alimentarlos y limpiar antes de que Tae se fuera a trabajar.

Se contrajo de dolor pero se las arregló para ducharse rápidamente, y cayó en la cama. Ni siquiera se molestó en ponerse un camisón, sino que se arrastró inmediatamente bajo el edredón y cayó dormida. 

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Promesa cumplida espero que tengan un feliz dia de la amistad y el amor .

besos cuidense .

el domingo mi hermana actualiza .

K&M

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Comments

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yoonalim__ #1
me parece interesante esta historia
Thiabel2128
#2
Chapter 36: falta el epilogo:c
skincrisday #3
Chapter 36: El epilogo, me encanto. Una critica constructiva al adaptar un fanfics cuiden el cambiar tanto el genero en la lectura.
taeny39
#4
Chapter 36: Esto necesito un epilogo.
LectoraLemon #5
Chapter 36: Me encanto .. wuauuu tu si que sabes ehhh xd xd ... grandioso fic .. saludos y gracias <3
Takamina04 #6
Chapter 36: La mejor historia llena de amor y miedo pero lograste que sea la mejor ☺️
HilNyeonBG
#7
Por lejos... El mejor fic TaeNy que le leído.
De verdad, un aplauso.
Me sorprende lo bien que está cuidada la historia, cosa en la que a menudo fallan todos los fanfics que he leído.
shizuma123 #8
Chapter 35: excelente muy buena esta historia
_MAX_KWON_JUNG_
#9
Chapter 36: Bueno termine de leerme su historia realmente me gusto y creo q toca un tema importante y ea el miedo a amar por salir heridos... gracias por compartirla
_MAX_KWON_JUNG_
#10
Chapter 13: Llevo con.este 13 capítulos en.lado.que la verdad he diafrutado la.historia aunq me encantaría hacerte una obsrrvacion no se si a los demás les paso peor hay puntos donde hay q leer dos veces la sitia ion para.entender bn ya que le cambias el o a los personajes o porque no queda muy claro desde.el punto se vista de.quien. esta hablando ojala.pudieras re editar esos pequeños detalles en verdad es.una excelente historia