A/N: Lamento el retraso, a última hora le hice un cambio al final de este capítulo, espero que les guste. Gracias por seguir leyendo este fic y gracias por sus lindos comentarios!

La modesta y exquisita mesa servida, el delicioso aroma de los variados platillos llenando el comedor, las servilletas delicadamente dobladas en forma de cisnes sobre los platos, dos copas de champagne y unas velas que estaban empezando ya a derretirse. Todo preparado para una noche especial.

-quieres dejar eso ya… llevas casi media hora dando vueltas! – se quejó Dongwan desde un extremo de la mesa, observando a su novio paseando por su departamento con impaciencia

-no debí dejarlos ir solos! Y si Eric le hace algo a mi niño?... no me perdonaré si Eric vuelve a lastimarlo – se defendió Minwoo, desviando la mirada de su novio

Dongwan giró los ojos en molestia, tomando su segunda copa de champagne.

-Hyesung ya está grandecito y no creo que Eric sea tan idiota…. Fuiste tú quien le dió ese manual! Qué esperabas! – reclamó Dongwan en voz alta. El comportamiento de su novio estaba rebasando sus límites de comprensión.

-debiste dejar que los acompañáramos! – respondió Minwoo a la defensiva, enfrentando a su novio con la mirada

-eres un caso perdido! – Dongwan se puso de pie, dirigiéndose a su habitación.

Minwoo observó a su novio desaparecer, con la boca abierta. Dongwan estaba profundamente enfadado y el joven abogado sabía que todo era obra suya. Hace tan sólo unas horas acababan de regresar del aeropuerto después de despedir a sus dos amigos que viajaban a unas paradisíacas vacaciones.

Desde que recibió la noticia de labios de Eric, Minwoo no pudo dejar de preocuparse por HyeSung y esto llegó a los límites de su novio que no veía nada de malo con que el presidente de Systematic Company quisiera llevarse unos días fuera a su joven esposo. Sin embargo la preocupación de Minwoo era otra. Y si Eric no podía controlarse una vez los dos solos?. Hyesung aún no estaba preparado para algo así, Minwoo lo sabía muy bien. Minwoo recordaba como HyeSung lloró sobre su regazo la primera vez que Eric intentó tocarlo sin su permiso y los días que pasó el muchacho en su casa, teniendo incontrolables pesadillas por el segundo accidente ocurrido en el antiguo departamento de Eric Mun.

Minwoo temía que si Eric volviera a intentar algo, Hyesung podría reaccionar no muy bien. Después de todo, sus anteriores experiencias fueron del tipo traumático.

-no crees que la vista es hermosa? – preguntó Eric al muchacho que observaba asombrado, apoyado en el balcón, la hermosa vista de la Isla de noche.

Finalmente después de unas horas de viaje, Eric se encontraba a solas con su joven esposo, disfrutando de la quietud de la noche en la hermosa suite de uno de los hoteles más exclusivos de la Isla Jeju.

-es preciosa… - susurró Hyesung, aún maravillado con la belleza nocturna de la Isla

-espera a que amanezca y entonces podrás apreciar mejor la Isla – se acercó Eric por detrás de su esposo, rodeando su cintura con ambos brazos. HyeSung dio una breve mirada interrogativa a los brazos de su esposo en su cintura, pero luego simplemente lo dejó ser, convencido que este era otro paso más para empezar a confiar en Eric  Mun.

-quieres que ordene algo de comer? – preguntó Eric, apoyando su barbilla en el hombro de su esposo.

-n-no… no tengo hambre… quiero dormir… - respondió Hyesung controlando sus nervios, la cercanía de su esposo de pronto se le hacía peligrosa.

-yo tampoco tengo hambre, podemos quedarnos aquí un momento más – Eric trajo más cerca el cuerpo de su esposo contra su pecho, despertando aún más los nervios del muchacho.

-q-quiero ir a la cama ya – Hyesung se soltó de los brazos de Eric, enfrentándolo a los ojos

Eric observó el rostro de su esposo que se veía notablemente nervioso e incómodo.

-está bien… vamos a la cama entonces – Eric tomó la mano de su joven esposo, entrando a la habitación

Y los sentidos de HyeSung se activaron nuevamente.

-u-usted d-dormirá aquí? – preguntó Hyesung casi atónito al notar por primera vez la enorme cama en medio de la habitación

-dónde pensabas que iba a dormir?... somos esposos y no te haré nada que no quieras, tranquilo – aseguró Eric dando pequeños pasos hacia su esposo, dejando un beso en su frente.

Los nervios e inseguridades de HyeSung eran muy evidentes a través de su hermoso rostro, Eric sabía que debía ir con calma sino quería asustar al muchacho. Si todo salía bien, HyeSung regresaría a la ciudad más seguro de poner su confianza en Eric Mun.

Cuando Eric menos lo notó, HyeSung ya había desaparecido tras la puerta del baño, tomando unas pijamas frescas consigo. El sonido de la ducha hizo saber a Eric que su esposo no quería ser visto aún cambiándose de ropa frente a él. Veinte minutos después, Hyesung salió del baño completamente listo para ir a la cama. Eric tomó su turno y entró al baño también con sus pijamas en mano. Al salir del baño, Eric encontró a su joven esposo completamente dormido, acurrucado entre las mantas en posición fetal. Por la posición de las mantas, Eric podía jurar que HyeSung estaba cubriéndose de no tener ningún tipo de contacto físico con él durante la noche.  Resignado y dispuesto a ganar la confianza del muchacho en la cama, Eric se recostó dando espalda a su joven esposo.

-este lugar es muy cómodo no crees? – el hombre sentado en la mesa, sonrió amablemente a un nervioso y muy silencioso Andy

-sí… está bien… - respondió tímidamente el ama de llaves a su amigo con el que acordó salir ésa noche para recordar viejos tiempos.

Sang Hoon y Andy se conocieron en la escuela cuando ambos cursaban el tercer año de estudios. Los caminos del destino los llevaron a separarse una vez graduados y así Andy viajó a Seúl en búsqueda de sus sueños, mientras que Sang Hoon se quedó en el pequeño pueblo donde vivían, haciendo su propio camino.

No habían pasado un par de semanas desde que Andy colisionó accidentalmente con su viejo amigo mientras hacía las compras para la despensa de la casa Mun y ambos acordaron salir a beber algo para recordar viejos tiempos. Lo que ponía nervioso al ama de llaves era la confesión amorosa que le hizo su amigo minutos antes que tomara el bus camino a la ciudad de Seúl hace varios años atrás.

-y cómo te ha ido?... supongo que bien a juzgar por la cantidad de cosas que estabas comprando ese día – reanudó la conversación Sang Hoon

-la verdad no tan bien… trabajo como ama de llaves para un importante empresario – respondió Andy vagamente

-entiendo… entonces renunciaste a tu sueño de estudiar medicina?

-no… la vida aquí en la ciudad no es tan fácil como me lo imaginaba… pero tampoco me ha ido mal – Andy dedicó su más notable sonrisa a su amigo, recordando los primeros días que pasó en la ciudad en compañía de su ex novio.

Junjin. La sonrisa de Andy se evaporó a la mención mental de ese nombre. Andy se encontraba ahora con Sang Hoon y tenía que hacer su mejor esfuerzo para eliminar los pensamientos de la persona que lo hizo sufrir tanto los últimos meses.

-ya veo… bueno… estaré en la ciudad un par de meses… por cosas del trabajo… si todo sale bien lo más probable es que me trasladen permanentemente – Sang Hoon no se veía menos nervioso que Andy, y más aún teniendo en cuenta que el menor no hacía fácil la fluidez en la conversación

-ya veo… que bien… - Andy tomó un sorbo de su bebida, deseando que los sentimientos incómodos que lo invadían desvanezcan con el efecto del alcohol.

-escucha… si quieres ir a casa está bien…

-no!... es decir… lo siento… - Andy soltó un suspiro en frustración, el ama de llaves no quería que su amigo sintiera su incomodidad.

-está bien… creo que fue muy pronto para invitarte a salir… - Sang Hoon dejó salir una sonrisa ácida, disponiéndose a llamar al mozo por la cuenta

-Andy?... – ambos amigos giraron los rostros al dueño de la voz que interrumpió su breve e incómoda conversación

El sentimiento de culpa no dejó en paz al joven abogado Lee Minwoo, sin pensarlo mucho, se dirigió a su habitación donde encontró a su novio cambiado de ropas, casi listo para salir.

-piensas ir a alguna parte? – se acercó Minwoo a su novio con cautela

-necesito aire fresco – respondió Dongwan secamente, colocando sus llaves y su teléfono celular en el bolsillo de su pantalón

-Wannie lo siento – Minwoo tomó del brazo a su novio antes que éste pudiera dar un paso más en dirección a la puerta de la habitación

-sé que te preocupa HyeSung y a mí también me preocupa pero no crees que debamos darle un voto de confianza a Eric y disfrutar estos días que tenemos para pasar algo tiempo juntos sólo los dos?

Minwoo observó a su novio por unos breves minutos antes de contestar.

-tienes razón… lo siento… no volveré a mencionar ese tema en lo que quede del fin de semana – aseguró el joven abogado al apuesto Dr. Kim

Dongwan sonrió brevemente, acercándose luego a su novio, sellando su acuerdo con un apasionado beso.

-que tal salimos por una bebida? – sonrió Minwoo pícaramente, apartando su rostro ligeramente del de su novio

-por qué crees que me cambié de ropa? – devolvió Dongwan la sonrisa

Treinta minutos después, la pareja se mudó a un club pequeño y discreto donde podían gozar de unas relajantes bebidas y compartir una amena conversación.

-esto es genial… es la primera vez en mucho tiempo que no tengo que ir a socorrer a Eric cuando mete la pata con Hyesung – brindó el joven abogado con su novio

El sonido del teléfono celular del Dr. Kim, interrumpió el mágico momento, obligándolo a buscar un rincón más adecuado para contestar la llamada.

Dongwan terminó su llamada satisfactoriamente, dirigiéndose de inmediato de regreso al lado de su novio, cuando reconoció un rostro demasiado familiar a pocos metros de distancia de donde se encontraba.

-Andy? – llamó el Dr. Kim al ama de llaves que tenía la expresión de cómo si acabara de ver un fantasma

-do-do-do-doctor Kim!! – saludó nerviosamente Andy, poniéndose de pie para hacer una reverencia

-qué haces aquí? – sonrió Dongwan amigablemente, palmeando ligeramente el hombro del menor

-sa-sa-sa-salí con un amigo… de la escuela! – respondió Andy aún con los nervios a flor de piel

Sang Hoon desde su silla observaba el momento de pánico de su amigo

-ya veo… me alegra que lo estés superando – una vez más Dongwan dio unas amables palmadas en los hombros del ama de llaves, para luego retirarse en búsqueda de su novio.

Sin embargo, antes de perderse por completo entre la multitud, el Dr. Kim no resistió la tentación y giró ágilmente sacando su teléfono celular del bolsillo de su pantalón, para luego tomar una foto a escondidas, del ama de llaves y su acompañante.

El brillante y resplandeciente sol de la mañana dio la bienvenida a un nuevo día. Hyesung y Eric se encontraban tomando el desayuno en el balcón de la suite donde se encontraban hospedados. HyeSung no dejaba de observar con admiración la hermosa vista de la ciudad de día. Era un panorama sencillamente encantador.

-este lugar es muy hermoso… - habló el muchacho, sosteniendo en alto el tenedor a la altura de su boca

-si, lo sé… y es mejor que termines de comer para que tengas energías el resto del día – Eric sonrió, guiando la mano de su joven esposo hasta tomar el bocado que sostenía a la altura de sus labios.

HyeSung sonrió avergonzado a su esposo. Era la tercera vez que Eric lo atrapaba observando la vista fuera del hotel, olvidándose de la comida que tenía al frente.

-visitaremos toda la ciudad en un par de minutos, termina de comer rápido y te llevaré a que lo conozcas todo – animó Eric a su esposo.

HyeSung regalo su más cálida sonrisa y terminó su desayuno en un abrir y cerrar de ojos. La pareja salió del hotel con la fresca brisa golpeando sobre sus rostros.

El día le pareció a Eric más que un simple sueño, HyeSung sonreía admirado por cada rincón de la ciudad que visitaban. Para Eric no era la primera vez en la Isla Jeju, sin embargo esta vez, gracias a la presencia de su joven e hiperactivo esposo, Eric se sentía como si fuera su primera vez. La emoción y energías en los ojos de Hyesung, hacían nacer en Eric un sentimiento muy cálido.

-Eric ssi mira!!... esto es muy hermoso!! – señalaba HyeSung el mostrador que contenía una delicada y antigua escultura

-lo es – respondió Eric, admirado aún más de cómo su joven esposo, a cada paso, lograba que se enamorará más de él con simples e inocentes movimientos.

-tengo sed… me compra algo de beber? – HyeSung giró con ojos inocentes y mirada pura hacia su esposo que se encontraba detrás de él observando la fina escultura.

Eric podía jurar que estaba a un paso de tocar el cielo. Nunca antes había visto tan adorable expresión en el rostro de su joven esposo.

-lo que quieras – sonrió Eric finalmente, pinchando suavemente las mejillas del bello HyeSung.

No había nada más que podía pedir Eric, Hyesung sonreía alegremente por cada rincón y hasta ya se había acostumbrado a tomar la mano de su esposo cada vez que se detenían en un nuevo lugar de la ciudad.

-woah! Me siento muy cansado! – HyeSung se lanzó sobre la cama, una vez la pareja entró de regreso a su suite, de noche.

Eric observó entretenido el comportamiento despreocupado de su joven esposo.

-ve a darte un baño, quieres que ordene algo de comer?

-no, estoy lleno después de la última comida – respondió HyeSung, suprimiendo un bostezo mientras enterraba su bello rostro entre las almohadas

-ve a darte un baño antes de dormir – insistió Eric, tirando suavemente del brazo del menor

-no quiero… quiero dormir… - gimió Hyesung como un niño pequeño.

Eric sonrió ante el comportamiento infantil de su esposo.

-primero date una ducha y luego duermes – intentó Eric una vez más

-no quiero… déjeme dormir… - insistió HyeSung envolviéndose entre las sábanas

-ok, tú lo pediste!... – sin pensarlo, Eric comenzó a hacer cosquillas por los lados de su adorable esposo, que inmediatamente empezó a defenderse, rodando de lado a lado en la cama

-no haga eso! tengo cosquillas! – reía Hyesung abiertamente, luchando por liberarse de las manos traviesas de su esposo.

La pareja rodó sobre la cama hasta caer al piso, quedando HyeSung encima de su esposo.

El tiempo se detuvo en ese instante. Hyesung observaba detenidamente el bien parecido rostro de su esposo. Eric era ciertamente un hombre muy guapo. Los ojos de HyeSung pronto se perdieron en la intensa mirada que le dirigía su esposo. Pronto HyeSung sintió la mano que se deslizaba por detrás de su cuello, trayéndolo más cerca al rostro de su esposo que no demoró un segundo más en tomar sus suaves labios.

El beso fue lento y romántico, muy acorde con la situación. Pero Eric pronto perdió el control, deslizando ambas manos por los lados de su joven esposo, levantando ligeramente su camiseta en el proceso.

Y el miedo y los recuerdos del pasado regresaron a los pensamientos de HyeSung.

-no!... suélteme! – HyeSung se liberó rápidamente de los brazos de su esposo, desapareciendo luego dentro del baño.

-Hyesung! – llamó Eric en vano, reincorporándose del suelo.

-estúpido! Tenías que perder el control! – se regañó Eric asimismo, cayendo sentado sobre la cama.

Junjin despertó con un dolor de cabeza que taladraba vorazmente en su cerebro. La noche anterior fue una más de las tantas en las que el joven Park terminó siendo llevado a casa por un servicio de taxis, debido al estado etílico en el que se encontraba. Con pasos pesados, Junjin se dirigió al baño y tomó un par de píldoras para la resaca, yendo luego a la cocina por algo de comer.

El estruendoso sonido de su teléfono celular despertó nuevamente el dolor de cabeza en Junjin.

“tienes idea de lo que estás dejando ir por una estúpida obsesión?”

Leía el mensaje proveniente de un número desconocido, mostrando líneas más abajo la imagen del joven Andy Lee en compañía de un apuesto e interesante muchacho.

El sonido del teléfono celular golpeando sorpresivamente contra el piso, hizo eco en todo el departamento.

Junjin cayó de rodillas en el piso, queriendo creer que el muchacho de la foto era otra persona. Mas su decepción fue grande al reconocer perfectamente las facciones del adorable rostro de su ex novio.

Sosteniendo el teléfono con amargura, Junjin marcó el número de Andy.

-aló? – respondió Andy con voz somnolienta

-quién es el tipo de la foto?!!! – vociferó Junjin ni bien oyó la voz de su ex novio del otro lado de la línea. Los celos tomando posesión de él.

-Jin… Junjin? – ahora la voz de Andy sonaba más despierta y confundida

-quién es ese tipo que estaba contigo?!... DIME QUIEN ES!!! – alzó la voz más alto Junjin, casi dejando sordo a su ex novio

-por qué me llamas a esta hora? Y de qué estás hablando? – respondió Andy calmadamente

-déjate de rodeos y dime quien es el tipo con el que saliste anoche! – finalmente Andy entendió de qué hablaba su ex novio.

Mas no entendía de dónde sacó Junjin esa información. Acaso lo estaba siguiendo?

-eso no te interesa – respondió el ama de llaves secamente

-claro que me interesa!! Si ese ti…

“el desayuno está listo!”

Las palabras de Junjin fueron interrumpidas por la alegre voz de fondo que se oía desde el otro lado de la línea.

-ese tipo está contigo?... que hace ese tipo contigo!!! Por que está en tu casa a estas horas de la mañana!! – Junjin sintió los celos hervir en cada partícula de su cuerpo.

-eso no te interesa! Tú y yo ya no somos nada! Lo que haga con mi vida no es tu asunto! – sin decir más, Andy colgó el teléfono, dejando a un Junjin colapsando en furia

-Andy!... ANDYYYY!!!!! – llamó Junjin un par de veces, para luego estrellar su teléfono celular contra la pared de la sala.

-lamento lo de anoche… - por cuarta vez en el día y décima desde el incidente de la noche anterior, Eric Mun se disculpaba con su joven esposo que había permanecido muy silencioso en el viaje en yate que estaban realizando para pescar.

HyeSung asintió con la cabeza, concentrando su mirada dentro del mar en búsqueda de algunos peces.

Eric sentía que ese muro de protección alrededor de HyeSung había vuelto a alzarse más alto esta vez. Ahora más que nunca se arrepentía de haber perdido el control y dejar a sus impulsos actuar.

-sabes… mi abuelo solía traerme de pequeño a pescar en esta región – quiso Eric iniciar una conversación con su silencioso esposo.

-de hecho él amaba mucho esta isla… lo enterraron aquí… muy cerca de la bahía…

HyeSung permanecía mudo aún, con la mirada enterrada dentro del mar.

-ahora que lo pienso bien, el abuelo no fue tan duro conmigo cuando era niño; me llevaba de viaje por la ciudad y me daba buenos regalos en mi cumpleaños y en navidad… no sé en qué momento todo eso empezó a cambiar… - la voz de Eric empezaba a sonar melancólica y hasta cierto punto triste

-para alguien que odia su abuelo… parece que aún guarda recuerdos muy felices… - la voz melodiosa de HyeSung llenó el espacio dejando a Eric sorprendido. Era la primera vez que HyeSung le dirigía la palabra en todo el día

-perdí mucha comunicación con él en algún punto de mi adolescencia y se hizo peor cuando mi padre murió… 

-aún así guarda alegres recuerdos de su abuelo… no cree que eso es bueno? – HyeSung alzó la mirada por primera vez al rostro de su esposo

-significa que aún hay una oportunidad para que hagan las paces… - sonrió HyeSung cálidamente a un atónito Eric.

-salgamos a beber algo esta noche… - propuso Eric de la nada, sorprendido con la calidez que emanaba de la pura sonrisa de su joven esposo.

Andy no quería creer lo que estaba viendo, ni mucho menos quería estar en ese lugar ahora mismo. Junjin lanzaba dardos asesinos al hombre que se encontraba sentado sobre la cama de su ex novio, dentro de su habitación en la imponente mansión Mun. La no presencia de Eric y HyeSung, hacían que por la cabeza de Junjin pasarán mil y un pensamientos descontrolados sobre las actividades de su ex novio y su desconocido amigo.

-vete de aquí – habló Andy con voz fría

-quién es este tipo?, por qué estás con él a solas en tu habitación cuando no hay nadie en casa?! – Junjin hacía su mejor trabajo por controlar sus celos, sin embargo su rostro hirviendo en furia lo traicionaba
-mi nombre es Sang Hoon, Andy y yo somos amigos desde niños – se levantó el hombre de la cama, estirando su mano a Junjin por un saludo amigable

Junjin recordaba muy bien la historia que Andy le contó años atrás sobre aquel amigo que le confesó sus sentimientos minutos antes que su bus para Seúl partiera. Y no ayudaba en nada esos recuerdos ahora.

-S-Sang Hoon?... – los ojos de Junjin de pronto denotaron dolor y sorpresa.

-es mejor que te vayas… entre nosotros ya no hay nada y te aconsejo que continúes con tu vida así como yo lo hago con la mía – Andy empujó ligeramente a su novio en dirección a la puerta

-no me pudiste haber olvidado tan pronto – susurró Junjin con expresión dolorosa

-es lo que más quisiera… por ahora sólo voy a recuperar viejos amigos, hasta que deje de pensar cada noche en ti – respondió Andy, también conteniendo su dolor. La presencia de Junjin llenaba su corazón de recuerdos gratos y no gratos a la vez.

-Andy por favor, intentémoslo de nuevo! – sorprendiendo a todos, Junjin se colocó de rodillas frente al ama de llaves, casi suplicando por una nueva oportunidad

Andy observó a su novio fríamente, no sabiendo si responder a sus súplicas o terminar de echarlo para siempre de su vida.

-no hasta que descubras dónde están tus sentimientos… - susurró Andy finalmente, terminando de guiar a su ex novio hacia la puerta de salida.

La cuarta copa de vodka y Eric sentía que su cabeza empezaba a girar, HyeSung a su lado contemplaba las opciones para regresar al hotel teniendo que arrastrar consigo a un Eric completamente ebrio.

-no vas a tomar nada? – observó Eric el vaso en la mesa frente a su joven esposo

-uno de los dos tiene que conservar la lucidez – respondió Hyesung, tomando un sorbo de la botella de agua que traía en manos

Eric sonrió, jugando traviesamente con el cabello del muchacho.

-no haga eso! odio que la gente se meta con mi cabello – se quejó Hyesung, frunciendo los labios en un adorable puchero

-hay muchas cosas que no sé de ti… no sé que es lo que te gusta, que te disgusta, cuál es tu color favorito, tu comida favorita… hay mucho que me falta aún por conocer – habló Eric con voz sincera, sosteniendo por el cuello a su esposo hasta acercarlo unos centímetros de distancia de su rostro

-pues odio el aliento a alcohol… - respondió Hyesung, quitando la mano alrededor de su cuello, acomodando su postura en la silla. El estado actual de su esposo, lo asustaba, divertía y hasta preocupaba. Hasta dónde sería capaz de llegar un Eric ebrio?

-tan buen niño… - Eric pinchó ambas mejillas de su joven esposo, causando que éste soltara un quejido de dolor.

-quiere comportarse! – regañó Hyesung, arrepentido más que nunca de haber accedido a ir a ese club en compañía de su esposo.

-no! Ya estoy harto de comportarme!... ya estoy harto de que me digan qué hacer!... Eric has esto, Eric has lo otro!... Eric estudia esto!, Eric tienes que hacerte cargo de la empresa!... por primera vez en mi vida quiero hacer algo que realmente quiera!... – el balance del Presidente de Systematic Company empezaba a correr peligro al lado de su joven esposo.

-regresemos al hotel… así como está no se levantará bien mañana para tomar el vuelo de regreso – HyeSung sostuvo a su esposo, tratando de colocarlo de pie

-quiero quedarme aquí… quiero quedarme de por vida en esta Isla contigo… quiero encerrarte en esa habitación y que nadie te aleje de mí… quiero que me creas que te amo y que estaría dispuesto a recibir una bala por ti… te amo… - Eric se inclinó peligrosamente hacia su esposo, terminando por perder el balance hasta caer al piso de bruces.

A la mañana siguiente HyeSung despertó completamente solo en la habitación, aún en su cabeza daban vueltas las palabras incoherentes de su ebrio esposo. Su añoranza por regresar a su hogar en Boston se veía cada vez más nublada. Su debate interno estaba llegando a un final que ni él mismo se esperaba.

-buen día señor – la voz de la camarera del hotel interrumpió sus pensamientos.

-buen día… y Eric ssi?... – interrogó Hyesung a la muchacha que se encontraba acomodando la mesa en el balcón.

-el Sr. Mun salió muy temprano en un transporte del hotel, nos indicó que le sirviéramos el desayuno y que le dijéramos que regresaría para recogerlo camino al aeropuerto – respondió la muchacha

-a dónde fue?

-no lo sé señor… quizás en recepción tengan esa información – la muchacha salió tranquilamente, dejando a un Hyesung confundido.

-no sé cuándo fue la última vez que estuvimos frente a frente sin discutir… no sé ni cómo me di valor para venir a verte después de tanto tiempo… mi cabeza aún está reventando por lo de ayer…

Eric observaba intensamente la pieza de mármol frente a él, sin poder recordar las palabras que lo hicieron ponerse de pie muy temprano en la mañana y salir a ese lugar, donde no había puesto un pie nunca en su vida. La mezcla de sentimientos dentro de él lo hacía dudar si estaba haciendo lo correcto.

-… aún recuerdo la última vez que estuvimos en ésta isla… me llevaste de pesca y me dijiste que estaba bien sino pescaba nada… decías que lo importante era que me esforzara por dar lo mejor de mí… cuándo fue que todo eso cambió?... cuándo fue que empezaste a presionarme para ir más allá de mis límites?... tener las notas más altas de la clase y graduarme como el mejor nunca fue suficiente para ti… por qué nunca pude ver esa mirada de orgullo en ti?

Poco a poco, la voz de Eric Mun se iba entrecortando, era como si el caparazón alrededor de su corazón se estuviera resquebrajando, dejando filtrar los sentimientos retenidos por tantos años.

-… quisiera tanto que me contestaras, que me dijeras por qué nunca me miraste con orgullo… por qué te fuiste sin decirme nada!... eras la única figura paterna que me quedaba y me dejaste sin decirme nada!

La voz de Eric iba cambiando a una llena de ira y frustración.

-viejo tonto! Tenías que irte cuando más te necesitaba?... tenías que dejarme solo?… lo único bueno que me dejaste fue ese testamento… lo único bueno fue que me obligaste a ir a Boston y conocer a HyeSung… y así como siempre me dijiste, voy a dar lo mejor de mí y ganármelo

Eric no supo en qué momento las lágrimas empezaron a recorrer por su bien parecido rostro, sus manos temblaban, sus piernas iban perdiendo fuerza, rindiéndose finalmente hasta caer sobre el césped. Le tomó toda la mañana decidirse a dar este gran paso y visitar a su abuelo, ahora no sabía cómo cerrar la puerta que acababa de abrir. Todos sus sentimientos flotaban libremente alrededor de él. Todos los sentimientos y las palabras que guardó durante tantos años. El dolor que se hacía más intenso con cada lágrima

-… perdóname!... perdóname por haberte ignorado!... perdóname por no haberme despedido!... – Eric enterró su cabeza sobre su regazo, dejando que las lágrimas corrieran con más fuerza.

Eric lloró con el corazón abierto, por primera vez en su vida dejó que su corazón se expresara. Hasta que un toque suave sobre su hombro lo despertó. Los ojos de Eric se abrieron ampliamente al reconocer el hermoso rostro a pocos centímetros de distancia del suyo, con una mano estirándose lentamente, ofreciendo un blanco pañuelo a sus manos.

Y lo que más sorprendió al Presidente de Systematic Company, fue el momento en que el par de brazos blancos como la leche, se estiraron en su dirección, envolviéndolo contra el cálido y frágil cuerpo de su joven esposo.

-H-HyeSung ah… por qué me dejó… por qué me dejó solo! – lloró Eric con fuerza entre los brazos de su esposo.

HyeSung sujetó a Eric con ternura y delicadeza, acariciando su espalda con movimientos suaves.

-no está solo Eric ssi… estoy aquí… - susurró Hyesung a oídos de su esposo, abrazándolo con más fuerza.