A/N: *deja el capítulo y huye!*

Habían pasado ya dos días desde el accidente y Eric aún permanecía encerrado en su habitación. Los últimos días habían sido de paz para HyeSung sin Eric gritando o rondando por el departamento, pero a la vez estaba preocupado por el estado de salud de la persona con la que vivía. Cuánto tiempo más estaría Eric encerrado?.

Dentro de la habitación, Eric observaba por décima vez la fotografía que un día antes le envió por correo su joven asistente, era una fotografía de su auto después del accidente. La parte delantera del auto había quedado totalmente destrozada. Eric se preguntaba una y otra vez como hizo HyeSung para sacarlo de ese lugar, el muchacho se veía muy débil y frágil. Cuánto trabajo le habrá costado sacarlo de ahí y luego llevarlo todo el camino hasta la carretera.

Y Eric no entendía por qué. Por que arriesgarse de esa manera, por que no simplemente dejarlo ahí muriendo. Que no hubiera sido más fácil para HyeSung quedar viudo?. Sin embargo el muchacho eligió cargar con él todo el camino y salvar su vida.

Su vida.

Eric no recordaba cuándo fue la última vez que considero a eso que tenía vida.

Hacía muchos años que no sentía todos estos sentimientos extraños que quería ignorar. Si tan solo pudiera retroceder el tiempo y no cometer los mismos errores. Pero no había nada que podía hacer, las cosas que se dieron quedaron en el pasado dejándole terribles marcas. Marcas que aprendió a curar cerrando su corazón y nunca más confiando en nadie.

Eric Mun tenía un motivo para odiar la vida y todo lo que lo rodeaba pero aún no estaba listo para dejarlo ir. Por que esto significaría dejarlo vulnerable nuevamente al amor.

Y Eric Mun no quería ser una vez más vulnerable.

Porque era mejor ser duro y lastimar a que te lastimen.

Si tan solo lo hubiesen dejado morir en ese auto.

Eric recordó las palabras de HyeSung. Ese sería su castigo por todo el mal que causaba. Vivir.

Vivir sería su castigo, vivir rodeado de gente que te odia pero que no se atreve a decírtelo de frente. Vivir entre hipocresías. Vivir sabiendo que nunca nadie podrá amarte. Vivir sin poder amar o rehusarse a amar. Vivir lastimando a los seres que amas, alejando a todas esas personas que te estiman. Vivir en la soledad.

Ese era su castigo. Vivir para sufrir. Y su verdugo no era otro que su inocente esposo.

-sigue encerrado? – preguntó Minwoo mientras tomada un bocado de su plato de fideos

-sí, ya lleva días así, no sé que hacer – respondió HyeSung lanzando una mirada preocupante en dirección de los corredores

-no te preocupes, ya se le pasará el berrinche – consoló Minwoo 

-si tú lo dices…..pero al menos debería comer mejor

-quieres que hable con él?

-no quiere recibir a nadie

-yo no soy nadie, te aseguro que a mí si me va abrir la puerta

-pero ….y si se enoja?

-así como ha estado estos días dudo que tenga energías para enojarse

Minwoo se puso de pie, en dirección a la habitación de Eric.

Casi diez minutos tocando y nada. Eric no daba señales de querer abrir la puerta. Pero Minwoo tampoco era una persona que se rindiera tan fácilmente.

-Eric si no abres la puerta la echaré a patadas – advirtió Minwoo

Nuevamente nada. Ni una señal de vida.

-Eric hablo en serio, echaré la puerta abajo y no me importa que te enojes conmigo!

La puerta seguía impecablemente sellada

-Eric Mun deja de comportarte como un niño inmaduro! Abre esa puerta! – Minwoo empezó a perder la paciencia.

Dos minutos más y finalmente Eric decidió mostrarse bajo el marco de la puerta de su habitación.

-lárgate, no quiero hablar con nadie – dijo Eric entre dientes mientras se disponía a cerrar nuevamente la puerta

-hey! Soy tu mejor y único amigo! Puedes hablar conmigo! – insistió Minwoo colocando su pie delante de la puerta para evitar que esta fuera cerrada

-no estoy de humor para tus tonterías Minwoo

-estás asustando a HyeSung con tu actitud….

-eso es lo único que te importa?, el mocoso llorón?, debí haberlo imaginado!

-no es solo HyeSung, tú también me preocupas, llevas días encerrado luego del accidente, en la oficina te necesitamos, no puedes aislarte del mundo

Esa noche Eric la pasó en vela incapaz de conciliar el sueño, muchos pensamientos rondando en su cabeza. Muchos recuerdos que volvían a su mente. Recuerdos que había dejado atrás pero que ahora regresaban para atormentarlo una vez más.

El dolor, la humillación, la traición. Tantos sentimientos que Eric Mun se juró no volver a experimentar. Pero por qué estaba recordando todo esto nuevamente?. Las palabras de HyeSung lo hirieron indirectamente. Su castigo era vivir. Vivir para seguir sufriendo. Sufrir por querer ser una persona que no se dejaría humillar nuevamente.

La soledad llenó su habitación. Cuánto quería Eric sentir la calidez del cuerpo de otra persona a su lado. Cuántas veces deseo tener alguien que lo esperara en casa y le dijera lo mucho que lo amaba. Pero el amor era algo negado para él.  Nadie podría amar nunca a la persona en la que se había convertido. Nadie nunca lo iba a amar. Este pensamiento llenaba a Eric de una profunda tristeza.

Levantarse de la cama a la mañana siguiente le costó mucho trabajo y finalmente luego de una hora salió a trabajar.

-Sr. Mun tiene una visita – anunció la secretaria de Eric por medio del anexo

-quién es?

-el Sr. Park Junjin de industrias Park

Eric recordaba muy bien ese nombre. El ex novio de HyeSung, ya tendría tiempo más tarde para pedir las explicaciones pertinentes a su joven esposo.

-no voy a recibir a nadie hoy, dígale al Sr. Park que vuelva otro día – Eric colgó el anexo de un fuerte golpe, de alguna manera oír ese nombre lo hacía enojar.

Minutos después Eric oyó una discusión fuera de su oficina para luego ver su puerta abrirse de par en par mostrando al Sr. Park con un rostro no tan amigable.

-Sr. Mun tenemos que hablar de algo muy importante – se dirigió fríamente el Sr. Park a Eric

-lo siento Sr. Mun, el sr. Park insistió – se disculpó la secretaria

-retírese Srta. Jang – ordenó Eric a la muchacha

-quiero ver a HyeSung – el Sr. Park fue directo al punto de su visita

-no cree que está siendo muy impertinente, tomando en cuenta que está hablando de MI esposo – respondió Eric lanzando una mirada desafiante al hombre frente a él

-sé muy bien que HyeSung no se casaría con usted por libre voluntad, quiero saber que fue lo que hizo para obligarlo a cometer semejante locura

-locura?, que le hace pensar que él fue obligado?

-conozco muy bien a HyeSung y usted no tiene fama de ser una persona noble, es imposible que él haya hecho eso de buena voluntad

-no cree que las personas cambian? Que tal si él decidió cambiar sus gustos y aceptar nuestro matrimonio

-por la forma como lo vi tratarlo el día de la fiesta lo dudo, era claro que HyeSung le tiene miedo y que usted está haciendo algo para obligarlo a continuar ese matrimonio

-y que piensa hacer?, no sabe que tengo su tutoría legal? Todos los papeles fueron firmados legalmente

-siempre hay una manera, para eso existen los abogados

-acaso aún está enamorado de él?

-lo mío con HyeSung fue hace años, pero siento que le debo eso, protegerlo ahora y asegurarme de su bienestar ya que no lo pude hacer en aquel entonces

-su historia de amor no me interesa, lárguese de aquí antes que llame a seguridad! – Eric perdió la paciencia, ya tenía suficiente con cargar con sus propios pensamientos como para preocuparse por las amenazas del Sr. Park.

Eric llegó a casa luego de un agitado día en el trabajo. Sin embargo su rutina no se vio afectada ya que apenas puso un pie en el departamento fue a su habitación a darse una ducha y cambiarse de ropa.

HyeSung como siempre estaba silencioso y mientras su esposo se tomaba su tiempo en su habitación, colocaba la mesa para la cena.

Eric como siempre, comió solo en el comedor mientras HyeSung terminaba su cena en la cocina. Raras veces la pareja compartía la misma mesa durante la comida.

“tanto miedo me tiene que ni siquiera puede compartir la misma mesa conmigo”

Eric reía ácidamente de sus propios pensamientos.

Terminada la cena HyeSung recogió todos los platos regresando luego a la cocina.

Eric se dirigió al sofá con una botella de cerveza en las manos. Parecía que de pronto todo en su vida se había tornado más deprimente.

“vivir es su castigo” esas palabras seguían martilleando la cabeza de Eric desde el primer día que las oyó.

“Nadie me conoce, nadie si quiera tiene la intención de conocerme. A todos solo les importa lo que pueden obtener de mí, me adulan porque les conviene pero nadie quiere estar cerca de mí”

Eric continuaba perdiéndose en sus pensamientos mientras abría su segunda botella de cerveza.

“usted morirá solo! El día más feliz de todos será el día en que bailemos sobre su tumba!” recordaba Eric las palabras de un ex empleado al que despidió hace un año atrás en un arranque de cólera.

Morir solo. Solo.

Su único amigo era Minwoo pero sabía que algún día el abogado conseguiría alguien a quien ame de verdad y entonces ese sería el fin de su amistad.

Solo.

Eric Mun pasaría el resto de su vida solo.

Las palabras de Minwoo invadieron sus pensamientos repentinamente

“Tienes un hermoso y joven esposo en casa” Eric se rió de sus propios pensamientos sorbiendo el último trago de su botella de cerveza.

Sin embargo giró su cabeza observando detenidamente al joven muchacho que se encontraba en la cocina lavando los platos.

Eric recordó la primera vez que vio a HyeSung en el campus de la universidad en Boston.

Sin saber cuándo, sus pies estaban moviéndose en dirección a la cocina.

HyeSung estaba de espaldas lavando los platos con sumo cuidado, la última vez que rompió un plato recibió una fuerte reprimenda de su esposo y desde entonces era muy cuidadoso.

Silenciosamente Eric se colocó detrás de HyeSung observándolo detenidamente de pies a cabeza.

El inocente muchacho que no advertía de la presencia de su esposo continuaba en su labor demasiado concentrado en el cuidado de su tarea.

-hasta ahora no entiendo que te ven todos – susurró Eric cerca al oído de HyeSung

HyeSung dio un pequeño salto del susto, totalmente sorprendido por su esposo.

-es cierto que viéndote detenidamente pareces una chica, pero no lo eres, eres solo un niño bonito – continuaba susurrando Eric cada vez más cerca

HyeSung comenzó a respirar pesadamente. La cercanía repentina de su esposo lo estaba asustando al límite.

-no dices nada? Te acabo de decir que eres un niño bonito, es un halago – insistió Eric ahora oliendo con cuidado el cabello del muchacho

-g-gracias – HyeSung se encogió de hombros tratando de alejar su rostro de su esposo

-me tienes miedo? – Eric colocó un brazo sobre la repisa del lavabo, casi atrapando a HyeSung en ese lugar

-n-n-no – balbuceó el muchacho asustándose más con cada movimiento de su esposo

-hahahaha, eres un gatito asustadizo – susurró Eric con los labios pegados al oído del inocente muchacho

-por favor déjeme ir … - logró decir HyeSung recuperando la compostura

-sabes que a nuestro matrimonio le falta algo para consumar la unión? – preguntó Eric con la voz rasposa colocando su otra mano en la cintura de su esposo

HyeSung comenzó a temblar, instintivamente cerró la llave del lavabo ganando más espacio donde huir de Eric

-no sé de que está hablando, por favor déjeme ir a mi habitación – rogó HyeSung con voz temblorosa

-me debes algo niño, me debes algo muy importante – continuó Eric colocando sus labios ligeramente sobre el cuello del menor

HyeSung sintió escalofríos por todo su cuerpo. Esto no estaba pasándole en serio. Eric lo prometió, se lo prometió a Minwoo o de lo contrario iría a prisión. Pero Eric estaba ebrio, sus sentidos y su razonamiento estaban completamente gobernados por el alcohol.

-no le debo nada, por favor suélteme – HyeSung estaba a punto de derramar lágrimas

-porque te dejaría ir….si aún no hemos tenido nuestra luna de miel! – Eric tomó a HyeSung fuertemente por la cintura aprisionándolo entre sus brazos, disponiéndose a atacar su cuello.

HyeSung actuó por reflejo y antes que Eric se diera cuenta, golpeó con su codo en la boca de su estómago. Eric cayó al suelo liberando a su presa. HyeSung corrió asustado a su habitación.

-arrggh! maldito mocoso! Vuelve aquí! – Eric se puso de pie yendo detrás de su esposo

HyeSung entró a su habitación con el rostro más pálido de toda su vida. Colocó el seguro en la puerta para evitar la intromisión de su esposo pero olvidó que el departamento era de Eric y por lo tanto él tenía las llaves de todas las habitaciones.

HyeSung no sabía qué hacer cuándo sintió la perilla de la puerta girar. Con lágrimas en los ojos se arrinconó en una esquina esperando quizás que un milagro ocurriera. Su cuerpo cayó sobre el frío piso temblando del miedo, abrazó sus rodillas deseando tanto que Minwoo apareciera y lo salvara de ese terrible momento.

Sus esperanzas se desvanecieron cuando la puerta se abrió bruscamente revelando la enorme e intimidante figura de su esposo.

-mocoso infeliz! Vas a pagar por esto! – Eric tomó a HyeSung por ambos brazos lanzándolo sobre la cama

-por favor no! No me haga nada, por favor! – HyeSung empezó a llorar desesperadamente al sentir el cuerpo de Eric sobre el suyo

-cierra la boca mocoso infeliz! – Eric empezó a luchar por controlar las manos de HyeSung que impedían que pudiera acercarse más

-por favor! Se lo pido! Déjeme ir! – seguía suplicando HyeSung entre llantos

-tú iniciaste esto! Tú y tus malditas palabras! No debiste dejarme vivir! No debiste!!! – finalmente Eric tomó las muñecas de HyeSung clavándolas a la altura de su cabeza sobre la cama

-NO! Por favor NO! – suplicaba HyeSung mientras Eric empezaba a besar su cuello vorazmente. Como un animal salvaje degustando la carne de su presa.

Una sensación extraña empezó a apoderarse de Eric, era algo que ya había sentido antes pero más intenso. La piel de HyeSung bajo sus labios se sentía tan suave, tan delicada como hecha de seda.

Eric sentía que sus deseos hervían con más pasión mientras exploraba más afondo la piel de su presa.

HyeSung trataba de luchar por liberarse pero Eric era más fuerte. Su alma estaba quebrándose con cada movimiento que Eric hacía sobre él.

Eric cambió su posición sujetando las dos muñecas de su esposo por encima de su cabeza con un solo brazo mientras que con el otro empezó a acariciar su cuerpo.

-NO! Por favor! Deténgase! – las súplicas de HyeSung ahora sonaban desesperadas

Eric comenzó a perder el control embriagado por sus propios deseos mordiendo con más fuerza sobre la piel del menor. HyeSung gritaba desesperadamente.

Las súplicas y el llanto de HyeSung empezaron a molestar a Eric. En un intento por callarlo colocó sus labios sobre los de su esposo.

Eric sintió repentinamente como corrientazos de electricidad por todo su cuerpo. Los labios de HyeSung eran suaves como pétalos de rosa. Eric se dejó llevar por sus propios deseos besando al menor con fuerza, como si esa fuera la última vez que lo tocaría. HyeSung entró en estado de pánico. Sus labios dolían por la rudeza con la que Eric se estaba moviendo. Eric comenzó a empujar su lengua contra los labios de su esposo, buscando una entrada pero HyeSung apretó los labios con fuerza resistiéndose a él. Eric clavo sus uñas fuertemente sobre la piel de su esposo logrando que éste soltara un quejido de dolor, aprovechando exitosamente el momento introdujo su lengua dentro de la boca de su esposo explorando salvajemente toda la cavidad.

HyeSung lloraba, se desesperaba, suplicaba internamente porque Eric se detuviera. 

Y fue cuando los muros de Eric Mun se hicieron abajo. Eric fue sintiendo como esa extraña sensación de minutos antes se apoderaba de todo su cuerpo calmando sus deseos. El llanto ahogado de su joven esposo se hizo doloroso en sus oídos.

HyeSung había perdido ya todas sus esperanzas cuando de pronto Eric se detuvo. Sus manos quedaron liberadas y la presión sobre su cuerpo se aligeró.

Eric observó confundido el rostro lleno de lágrimas de su esposo. HyeSung lloraba desconsoladamente. Eric sintió ligeras punzadas dentro de su pecho al ver la escena debajo de él. Un nudo se hizo en su garganta. De pronto sintió asco de sí mismo. El pánico se hizo de él y sin decir una palabra se puso de pie abandonando la habitación de su esposo.

HyeSung quedó tendido sobre la cama llorando con todas sus fuerzas. Todo dentro de él dolía. Abrazó sus rodillas a la altura de su pecho fuertemente tratando de calmar su dolor. Nunca en su vida pensó que se sentiría tan despreciable.

Eric corrió hasta su propia habitación encerrándose con un fuerte portazo a sus espaldas. De pronto el alcohol en su sangre se evaporó y sus sentidos regresaron. La sensación que recorría su cuerpo ahora lo hacía sentirse como el ser más miserable del planeta. Y se hacía aún peor oyendo el sonoro llanto de su esposo en la habitación frente a la suya.

Eric se miró así mismo con horror en el espejo de su tocador. Sabía perfectamente lo que le estaba pasando y aunque trató de evitarlo por años esta vez lo habían vencido y nada más y nada menos que un inocente muchacho de tan solo 19 años.

De pronto, por el rostro de Eric empezaron a correr gruesas lágrimas. Eric cayó al piso de rodillas observando sus manos que minutos antes sujetaron con fuerza a su esposo. Nunca antes se odio así mismo como en ese instante.

Por más que trataba de evitarlo las lágrimas seguían cayendo de su rostro una tras otra empapando la fina alfombra.

-qué he hecho! … -

Y fue el primero de los muchos arrepentimientos que Eric Mun tendría que hacer de ahora en adelante.

*para su consuelo voy a actualizar mañana otro cap y ya viene Andy!!!