A/N: Nueva actu!!! y por que tan rápido? se preguntarán!... pues en unas 3 semanas me voy de vacaciones por lo que no podré actualizar tan seguido, quizás me tome un mes volver a actualizar, por eso decidí terminar este fic antes de irme de vacaciones!!. Espero disfruten este cap y en el siguiente capítulo habrá una sorpresita que todas han estado esperando!!

La luz encendida en la habitación filtrándose por la ranura inferior de la puerta hacia los corredores, hacía notar al presidente de Systematic Company que su joven esposo estaba aún despierto a esas horas de la madrugada. Probablemente estudiando. HyeSung se había empeñado en ponerse al corriente con sus clases e incluso adelantar unos cursos, para estar a la par de sus compañeros. No es como si lo necesitara, pero los últimos eventos desde que regresó hace dos semanas de las cortas vacaciones con su esposo, lo tenían demasiado inquieto.

HyeSung nunca antes se había enamorado y no estaba seguro si lo que estaba empezando a sentir por su esposo era amor real o una simple adaptación a su situación actual hasta que llegara la fecha límite impuesta en el testamento de sus abuelos.

La mejor manera de protegerse y eliminar esos dolores de cabeza, era enterrando sus pensamientos en los libros.

-HyeSung? – llamó Eric con voz suave, dando pequeños toques a la puerta que estaba celosamente cerrada con seguro.

HyeSung alzó la mirada del libro que tenía apoyado contra su mesa de estudios hacia la voz en la puerta que le indicaba que una vez más había sido descubierto haciendo una actividad ilícita en medio de la noche.

Eric le había prohibido quedarse despierto hasta tarde estudiando, después de encontrarlo dormido una mañana, con la cabeza apoyada en el escritorio y el cuerpo totalmente congelado.

-HyeSung abre la puerta – habló Eric con voz calmada, tratando de no sonar muy estricto.

-son las 3 am deberías estar en la cama… - pronunció Eric, una vez abierta la puerta y el hermoso rostro de su joven esposo observándolo con temor

-a-aún me quedan unas…

-a la cama he dicho… no me obligues a utilizar las píldoras para dormir que me recetó Dongwan – Eric tomó a su esposo por la muñeca, llevándolo hasta la cama.

-mañana tengo un exámen…

-y te has estado preparando muy bien los últimos días – cortó Eric las palabras de su esposo, mientras lo envolvía entre las mantas

HyeSung dejó salir un suspiro derrotado, girando luego en la cama, quedando de espaldas hacia su esposo.

-lo hago por tu bien… no quiero que te enfermes por no descansar correctamente – Eric dio un amoroso beso en el cabello de su joven esposo, abandonando luego la habitación.

HyeSung cerró los ojos, sintiendo los latidos de su corazón acelerarse.

El silencio que reinaba en el pequeño espacio hacía que Andy se sintiera más nervioso e incómodo. El auto en el que se encontraba en plena marcha hasta el aeropuerto, se detuvo justo a tiempo antes que al ama de llaves le dé un ataque por la tensión que se respiraba en el aire.

-llegamos… supongo que es todo no? – habló el hombre sentado al lado del ama de llaves en el asiento trasero del taxi.

Andy bajó la cabeza, entreteniendo su mirada en observar el travieso jugueteo de sus dedos nerviosos.

-quizás regrese en un par de meses… podré verte nuevamente? – Sang Hoon se forzó en dar una mirada directa al menor.

No había pasado más de tres días, desde que Andy volvió a oír la confesión de amor de su amigo de infancia y más aún, una tentadora oferta para volver a su ciudad natal al lado de la persona que podría ayudarlo a rehacer su vida y sanar su herido corazón. Pero aún Andy no se sentía lo suficientemente listo para dar ese paso. No tenía la certeza aún de qué era lo que realmente deseaba. Olvidar y partir o superar y seguir viviendo.

-sé que prometí no presionarte pero…

-no puedo – finalmente Andy tomó la decisión que creía era la más justa para ambas partes.

La mirada de Sang Hoon cayó repentinamente, formándose una pequeña y ácida sonrisa en su rostro. Claro que sabía que sus esperanzas eran imposibles. Dentro de él, Sang Hoon sabía que el corazón de Andy todavía le pertenecía a la única persona capaz de hacerlo sonreír.

-lo siento… no sería justo para…

-entiendo, espero que algún día logres superar las heridas del pasado… hasta entonces… estaré aquí – Sang Hoon dio una sonrisa cálida, antes de salir del auto, tomar sus maletas y desaparecer entre las puertas del aeropuerto.

Andy se dejó caer pesadamente de espaldas contra su asiento. Lo  mejor era no forzar su corazón a olvidar.

Temprano por la mañana, marcando el inicio del fin de semana, un auto deportivo color rojo cruzaba la entrada principal de la mansión de la familia Mun. El auto se estacionó frente a la puerta de la mansión, siendo bienvenido por el apuesto dueño y cabeza de la familia.

-te mataré si me hiciste despertar tan temprano por nada! – advirtió Minwoo, al salir del auto

-buen día a ti también… Dr. Kim – saludó Eric educadamente a la pareja

-cuál es la emergencia?... HyeSung está enfermo? – interrogó Dongwan, buscando su maletín en el maletera del auto

La pareja se detuvo abruptamente cuando Eric Mun mostró frente a sus ojos, lo que parecía ser unos boletos de entrada a algún lugar.

-qué es eso? – preguntó Minwoo con curiosidad

-Bogeun los consiguió exclusivamente para hoy... reservé el parque de diversiones – sonrió Eric alegremente con amplia sonrisa, mientras que los rostros de la pequeña pareja aún no se recuperaban del impacto de la noticia.

-que hiciste qué?! – reaccionó Minwoo atónito

-según tu manual tengo que llevar a HyeSung al parque de diversiones, pero no quiero gastar mi tiempo en filas inútiles y rodeado de gente que de seguro no dejará de mirar a mi esposito… así que decidí reservar todo el sitio para hoy – respondió Eric tranquilamente.

-TODO EL PARQUE DE DIVERSIONES!!!... te volviste loco!!! – el modesto Dr. Kim parecía no recuperarse del todo de la noticia

-yah! no lo digas tan alto que HyeSung aún no lo sabe! – advirtió Eric, dando una mirada al interior de la casa, en busca de alguna señal de su joven esposo tratando de espiar u oír casualmente la conversación.

-para qué nos llamaste entonces? Para convencer a HyeSung de ir contigo? – habló ahora Minwoo más tranquilo ya.

-no, le dije a HyeSung que iremos todos… se lo prometí hace unos días si dormía a sus horas – respondió Eric, asegurándose una vez más de la no presencia de su joven esposo.

-todos?... quieres decir que nos llamaste para que los acompañemos? – confirmó Minwoo las palabras de su amigo

Eric asintió con la cabeza brevemente.

-te vas dos días con él de viaje y no pueden ir solos a un parque de diversiones dentro de la ciudad? – observó Dongwan con tono molesto

-HyeSung ha estado evitando estar a solas conmigo desde hace unos días… ha estado así desde que regresamos… - confesó Eric con una expresión desoladora.

Junjin despertó muy temprano esa mañana, decidido a ir una vez más en búsqueda de su ex novio y esta vez no rendirse fácilmente. Esta vez esperaría el tiempo que fuera necesario en las puertas de la casa Mun, hasta que su ex novio decida salir a recibirlo. Junjin estaba dispuesto a ofrecer su mejor lucha por recuperar a su ex novio.

-lo siento señor, tenemos órdenes de no dejarlo pasar – indicó el guardia en la entrada principal a la mansión

-bien, dígale a Andy que no me importa el tiempo, lo esperaré aquí todo el día hasta que quiera recibirme! – Junjin dio pequeños pasos hasta el jardín que adornaba la entrada principal de la mansión, sentándose en el césped.

Los guardias no tuvieron más opción que dejar al indeseable invitado reposar y esperar en ese rincón, al fin y al cabo en alguna parte del día se tendría que cansar por el frío y la necesidad de alimentos y regresar a casa.

-Jinnie? – la voz suave y angelical se dejó oír desde la ventana del auto que se vio forzado a estacionarse a pedido del joven muchacho.

Junjin alzó la mirada, reconociendo el rostro que tanto había extrañado en los últimos meses.

Andy desde el asiento trasero del auto podía ver la enorme sonrisa que se dibujó en el rostro de su ex novio mientras se aproximaba al joven casado.

-qué estabas haciendo ahí? – interrogó HyeSung con expresión preocupada

-estaba esperando por alguien – respondió Junjin, dando una mirada en dirección a su ex novio, sentado en la parte de atrás del auto.

-oh… - fue todo lo que dijo Hyesung, entendiendo quien era al alguien al que se refería Junjin.

-bien, puedes seguir esperando, nosotros nos vamos – se oyó la voz de Eric del lado del chófer.

-no!... espera Eric ssi… - inconscientemente Hyesung colocó su mano sobre la de su esposo, en un acto de detener la marcha del auto.

Eric observó sorprendido la mano de su esposo sujetando la suya. Desde que regresaron de la isla Jeju, Hyesung había evitado casi todo tipo de contacto con Eric. De hecho, esta era la primera vez que HyeSung tocaba a su esposo desde su regreso a la ciudad.

-vamos al parque de diversiones… por qué no vienes con nosotros? – interrumpió Dongwan el breve momento entre la pareja sentada adelante.

Dos personas automáticamente hicieron notar su descontento con la propuesta del apuesto Dr. Kim

-claro que…

-sí! Será divertido!... ven con nosotros Jinnie, Eric ssi me prometió que podíamos llevar a todos mis amigos – sonrió HyeSung repentinamente a su esposo.

Y ahora Eric lamentaba la inapropiada elección de sus palabras aquel día. Definitivamente esto era algo de lo que no podía salir librado fácilmente.

-claro… será muy divertido – se rindió Eric con obvio sarcasmo en su tono de voz.

Seis rostros observaban admirados la solitaria vista de un parque de diversiones que, considerando la hora, debería estar rebosando de gente por doquier.

-cómo es que está tan…

-…abandonado… estás seguro que no te equivocaste de dirección? – interrogó Junjin al nervioso Eric.

-de hecho… reservé todo el parque para nosotros – sonrió Eric nerviosamente

-en serio?... todo el parque! – reaccionó HyeSung con sorpresa y cierto entusiasmo en su tono de voz.

El grupo dirigió una mirada interrogativa al menor que contra toda sorpresa no lucía para nada alterado con la noticia.

Eric asintió con la cabeza, mostrando su más sincera sonrisa.

Y en menos de lo que todos se imaginaban, HyeSung desapareció dentro del baldío parque, llevando a Andy consigo de la mano. Los cuatro mayores que quedaron atrás iniciaron una carrera por alcanzar a los menores que corrían entusiasmados de un lado a otro, mas no pudieron hacer nada más que mirar cuando notaron al dúo sentado en uno de los vagones de la montaña rusa, apunto de iniciar el recorrido.

-se supone que debía ir con él todo el camino! – se quejó Eric, golpeando infantilmente el piso con su pie

-y se supone que debería estar reconciliándome con Andy! – se quejó también Junjin, viendo como su ex novio desaparecía en medio del recorrido del juego.

-quieres algo de comer? – se dirigió Minwoo a su novio quien asintió con la cabeza rápidamente.

La pequeña pareja abandonó luego a los dos hombres que seguían observando con la boca abierta como sus razones de vivir se divertían sin su compañía. 

Dos horas después

-aún no hemos probado ese! – HyeSung volvió a tomar la mano de Andy dirigiéndolo a gran velocidad hacia otro juego.

-alto ahí!! – Eric se colocó con firmeza delante de los dos menores extendiendo los brazos ampliamente de par en par, evitando su huida

HyeSung y Andy dirigieron miradas confusas al mayor

-ya es hora de comer – se excusó Eric, tratando de mantener la expresión firme sin asustar a su bello joven esposo.

Las últimas dos horas, HyeSung se la había pasado llevando a Andy de un lado a otro, probando cada juego que encontraban en su camino y repitiendo un par de rato en rato. Los menores ciertamente estaban teniendo una enorme diversión, mientras que los cuatro mayores sólo se resignaban a observar a los muchachos correr de un lado a otro, como si fueran un par de niños abandonados en una tienda de dulces. Eric se arrepentía de haber rentado el parque sólo para ellos y más aún de haber prometido a HyeSung, invitar a sus amigos para acompañarlos.

La idea de Eric de pasar una mañana al lado de su joven esposo, llevándolo de la mano por todo el parque observando su rostro maravillado con cada juego; había sido todo un fracaso.

Otra persona que se encontraba al borde de la desesperación era Junjin, quién al menos esperaba tener un momento a solas con su ex novio y tratar de recuperar su relación.

-no tengo hambre… quiero seguir jugando – respondió HyeSung a su esposo, haciendo el intento de girar en otra dirección

-Sungie, nosotros sí tenemos hambre… sé buen niño y vamos a comer algo, después seguirás jugando con Andy – intervino Dongwan, sentado en una banca no muy lejos de la pareja

Eric y Junjin vieron una lucecita de esperanza ante las palabras de Dongwan. Tal vez HyeSung sí haría caso a las recomendaciones del siempre amable Dr. Kim.

-está bien… - se rindió Hyesung, jalando a Andy en dirección de Minwoo y Dongwan

-pero… tú vas conmigo – detuvo Eric nuevamente a los menores, obligándolos a soltarse de las manos, aprisionando inmediatamente la mano de su joven esposo con la suya

Hyesung se mostró sorprendido con el acto de Eric, sin embargo lo dejó ser luego de notar la sonrisa esperanzadora de Junjin al ver a su ex novio libre al fin.

-Andy, podemos hablar un momento… sólo unos minutos – pidió Junjin a su ex novio, una vez solos en la mesa del restaurante elegido para que el grupo almorzara.

Eric y los demás se habían retirado de la mesa estratégicamente para dejar que la pareja tuviera al fin su momento a solas.

-digas lo que digas, nada cambiará mi idea de ti… aún no estás listo para dejar tus obsesiones cierto? – habló Andy a su ex novio con mirada seria y hasta cierto punto herida.

-qué quieres decir con eso? – respondió Junjin, confundido

-no creas que no he notado cómo sigues con la mirada cada paso que da Hyesung y cómo observas al Sr. Mun cuando lo toca… nada ha cambiado… - Andy dejó salir un enorme suspiro, recostándose sobre el respaldar de su silla

-Andy…

-es suficiente… lo mejor es que te vayas… nada de lo que hagas o digas me hará cambiar de parecer – Andy se puso de pie, abandonando la mesa sin dar una mirada más a su ex novio.

-qué pasó? – susurró Minwoo a Dongwan, quién tenía los ojos pegados a una de las ventanas del restaurant

-creo que nada nuevo… ahí viene Andy! – advirtió Dongwan al grupo, retomando todos sus posiciones sobre la banca que reposaba afueras del local.

Apenas vió a Andy salir del restaurant, HyeSung corrió en busca de su amigo, tomando su mano hasta llevarlo a recorrer otros juegos del enorme parque.

-Hyesung… - llamó Eric con voz firme

HyeSung dio la vuelta con cierto temor en los ojos, como si estuviera esperando un nuevo regaño por parte de su esposo.

Y sin que nadie lo viera venir, Eric se acercó al muchacho, tomando su rostro suavemente entre sus enormes manos, haciendo que sus miradas se encontraran hasta que sus labios se unieron en un tierno y extenso beso.

Andy pudo sentir la mano de HyeSung, que aún retenía la suya, apretar nerviosamente su mano mientras su esposo lo besaba. El ama de llaves luego giró su rostro en dirección a su ex novio que observaba la escena sin ningún tipo de expresión en su rostro.

-vamos a casa… - susurró Eric suavemente a pocos centímetros del rostro de su joven esposo, cuyas mejillas ardían en un rojo encendido.

-lo siento, tendrán que regresar en un taxi – informó Eric al grupo que aún no reaccionaba de la escena que acababan de presenciar.

Eric tomó la mano de su esposo, guiándolo hasta la puerta de salida.

El camino a casa fue demasiado silencioso, a HyeSung le costaba estar en el mismo auto que Eric Mun, después del beso de acababan de compartir frente a todos sus amigos. O más como si su esposo nuevamente robara un beso de sus labios, pues hasta el momento, HyeSung no había participado de ninguno de los besos que su apuesto esposo dejaba en sus labios.

-que tal si vas a darte una ducha mientras preparo algo de comer – habló Eric al muchacho una vez dentro de la enorme mansión

-preparar algo de comer?... usted va a cocinar? – respondió Hyesung con incredulidad

-por supuesto… - sonrió Eric ampliamente luego de haber tenido éxito en sorprender a su joven esposo con la noticia y más aún, hacerlo hablar luego del extenso silencio en el camino a casa

-creí que no cocinaba – habló HyeSung aún sin dejar su asombro

-he estado practicando… te sorprenderás! – volvió a sonreír Eric, empujando ligeramente a su joven esposo hacia las escaleras.

-ve a ducharte y tendré todo listo en un minuto!

Una hora después…

Si hay algo que saber de Eric Mun, es que la cocina y él son enemigos mortales desde tiempos inmemorables.  Ahora mismo, Eric Mun estaba teniendo un difícil problema para entender el libro de cocina que su buen amigo el Dr. Kim le había prestado para tan especial ocasión.

-maldición! Agregue un poco de sal?... pero cuánto es un poco!!... maldito libro por qué no específica bien las cantidades! – renegaba Eric, golpeando por cuarta vez el libro de su amigo contra las repisas de la cocina.

Por órdenes del Sr. Mun, las mucamas y demás sirvientes, habían salido esa tarde para dejar al señor de la casa pasar un momento especial con su joven, bello y adorable esposo.

-hierva las verduras hasta que alcancen el punto de cocción adecuado… cuál punto de cocción?!

-pero qué demonios! Que esta no es una sartén antiadherente? Por que todo sigue pegándose!! – Eric luchaba por tercera vez por despegar la carne de la sartén.

Y finalmente luego de más de dos horas de intensa lucha y luego de echar a la basura más de dos kilos de verduras chamuscadas y carne picada en horrendos trocitos, Eric Mun pudo decir que en la mesa había al menos algo decente que comer.

-wow… se ve… bien… creo… - susurró HyeSung las últimas palabras dando una mirada sorprendida a la comida que se encontraba en la mesa.

-hice algo sencillo por ser mi primera vez… - explicó Eric, jalando una silla para que su joven esposo tomara asiento

HyeSung observó por segunda vez la comida distribuida en la mesa, orando mentalmente por que su estómago sea capaz de soportarlo.

La comida fue silenciosa y hasta cierto punto incómoda para la pareja. 

-no soy muy bueno en la cocina… soy mejor para los negocios – sonrió Eric, observando la mirada atónita de su esposo.

-lo hubiera ayudado – habló HyeSung con voz suave

-no, hice esto para ti… lo hice especialmente para ti – Eric colocó una mano sobre la de su esposo, acariciándola suavemente.

Hyesung instintivamente retiró su mano, bajando la mirada hasta su plato vacío.

-por qué me has estado evitando desde que llegamos de Jeju? – Eric soltó la pregunta sin previo aviso, sorprendiendo a Hyesung y a él mismo

Hyesung alzó la mirada, mirando fijamente los ojos serenos de su esposo

-yo no…

-sé que me descontrolé por un momento, pero créeme que jamás te volvería a hacer daño… te lo he dicho repetidas veces, te amo y antes de lastimarte, me mataría…

-no diga eso!... no vuelva a decir eso! – HyeSung sintió como si algo dentro de él punzara fuerte contra su corazón al momento de oír las últimas palabras de Eric

-hey, hey, tranquilo – Eric trajo a su joven esposo entre sus brazos, aprisionándolo contra su pecho, tratando de calmar el breve ataque de pánico.

-no quiero que nada malo le pase… no vuelva a decir que atentará contra su vida… ni por mí ni por nadie… - susurraba HyeSung contra el pecho de su esposo. Pequeñas lágrimas amenazaban con salir por la esquina de sus ojos.

-HyeSung, desde aquel día en Jeju, en el cementerio… hay algo que he querido preguntarte… - habló Eric al oído del muchacho. Su corazón empezó a acelerarse repentinamente

-HyeSung tú… qué sientes por mí?  Qué es lo que estás sintiendo ahora – Eric reunió todo su valor para hacer esa pregunta directamente, los últimos sucesos habían alimentado enormemente sus esperanzas de ganar el corazón de su joven esposo.

-yo… mi estómago da vueltas… oh Dios todo está nublado… - susurró HyeSung con pesadez

Eric fortaleció su abrazo pegando más el cuerpo de su joven esposo contra el suyo.

-por favor… dime qué es lo que estás sintiendo… necesito saberlo HyeSung o me volveré loco – insistió Eric, dejando pequeños y suaves besos en el cabello del muchacho

-mi estómago… oh no!... suélteme!! – abruptamente y sin saber de dónde sacó fuerzas, HyeSung se liberó de los brazos de su esposo, desapareciendo luego en dirección de los baños

-lo siento, de veras lo siento… - seguía repitiendo Eric, presionando con delicadeza el paño de agua fría contra la frente de su joven esposo que yacía recostado en la cama con el rostro pálido y la expresión desfalleciente.

-no fue su culpa… fue su primer intento después de todo, pudo ser peor… - sonrió HyeSung brevemente para luego fruncir el ceño nuevamente ante un nuevo retortijón de dolor en su estómago.

-puedes quedarte solo unos minutos?... iré por el botiquín y algo de medicina para tu estómago – Eric colocó el paño que tenía en manos sobre la mesa de noche, poniéndose de pie luego

-estoy bien… - insistió HyeSung, sonriendo con el rostro aún pálido

-por qué siempre le ves el lado bueno a las cosas?... mi primer intento de preparar algo especial para ti y terminé enfermándote! – se auto regañó Eric, después de recordar como soportó los últimos minutos, viendo a su joven e inocente esposo, vomitar toda la exquisita comida que le había costado preparar por horas.

-en serio estoy… oh no… no otra vez – HyeSung se sentó sobre la cama, colocando una mano sobre su estómago y la otra sobre su boca.

Sin pensarlo dos veces, Eric tomó al muchacho en brazos, llevándolo hasta el baño de la habitación.

Minutos después, Eric regresó a su esposo a la cama, recostándolo con delicadeza, como si se tratara de una escultura de cristal.

-ya regreso… - Eric colocó una mano sobre la frente de su esposo para luego dejar un suave beso en ella y retirarse de la habitación.

HyeSung cerró los ojos unos minutos, despertando luego al sentir nuevamente la mano de su esposo sobre su frente.

-abre la boca – ordenó Eric, colocando un termómetro en la boca del muchacho

-he observado a Dongwan hacer esto un par de veces contigo – sonrió Eric, sacando unas píldoras del bolsillo de su pantalón.

Hyesung observó brevemente hacia la ventana, notando el hermoso brillo de la luna por fuera, cayendo luego sus ojos en el reloj que yacía en la mesita cerca a la ventana.

-tan tarde? Cuántas horas he dormido? – interrogó el muchacho, una vez que su esposo retiró el termómetro de su boca.

-sólo un par de horas, dicen que el descanso es bueno para dejar que el cuerpo se recupere por si mismo – respondió Eric

-no tienes temperatura, eso es bueno… toma éstas – Eric colocó un par de píldoras en la mano de su esposo, alcanzando luego un vaso con agua.

-en la farmacia me dijeron que eran buenas para la indigestión

-farmacia?... usted fue a comprar las pastillas?

-traté de llamar a Dongwan pero su teléfono está apagado

-lamento haberme enfermado – se disculpó HyeSung con voz suave

-no tienes de qué disculparte, fue mi culpa… la próxima vez le diré a las mucamas que preparen algo de comer y fingiré que lo hice yo – sonrió Eric su más amplia sonrisa, pasando una mano amorosamente sobre el cabello de su esposo.

-o podemos preparar algo juntos… soy mejor que usted en la cocina – sonrió HyeSung

Eric quedó admirado con la sonrisa inocente de su joven esposo.

-lo prometes? – Eric estiró su mano instintivamente en dirección del muchacho recostado en la cama

-lo prometo… - sonrió HyeSung más ampliamente, tomando la mano de su esposo con seguridad.

Ambos esposos se sonrieron el uno al otro como si el mundo dejara de girar a su alrededor.

Oh sí Shin HyeSung, lo quieras o no… te estás enamorando.