A/N: Finalmente el Ultimo capítulo!!. Quiero agradecerles a todas las personas que han seguido este fic desde el inicio  en especial a todas aquellas que dejaron sus comentarios, dándome más fuerzas para continuar escribiendo. Gracias de corazón por su compañía!! Espero que este final no las decepcione, hice lo mejor que pude para que quedara decente!!

La noche caía fría, desolada y melancólica.

Exactamente como él se sentía.

La oscuridad de la noche no era suficiente para cubrir la tristeza que irradiaba de su ser.

Toda había acabado.

Eric Mun se sentía el hombre más miserable del planeta. A partir de ahora tendría que afrontar una soledad para la que no estaba listo.

Una soledad y una batalla quizás aún más difícil.

Es que acaso sus esfuerzos por demostrarle a su joven esposo que lo amaba, no fueron suficientes?. Acaso HyeSung nunca llegaría a amarlo como tanto lo deseaba?. Estaría Eric condenado a la soledad eterna, anhelando incondicionalmente por un amor que nunca sería para él?.

Sus pensamientos dolían y golpeaban dentro de su ser.

-por qué lo hizo? – Eric giró sorprendido, al oír la angelical voz

HyeSung estaba de pie frente a él, sosteniendo en manos la carpeta azul. Su mirada era seria pero tranquila, casi imposible de leer.

-H-HyeSung… - titubeó Eric el nombre del muchacho frente a él

-por qué lo firmó… - repitió HyeSung la pregunta sin dejar la expresión serena

Eric sintió que la poca fuerza ganada en los minutos que llevaba meditando en el frío jardín, se iban desvaneciendo, debilitándolo una vez más.

-fue un acuerdo… soy un hombre de palabra – logró responder Eric con voz quebrada. Por su mente pasaba la idea que quizás esos sean los últimos minutos que vería a HyeSung.

-faltaba poco para que venza el plazo del testamento, no le preocupa haber perdido todo? – preguntó HyeSung con voz serena

-sé que perdí mi empresa; la empresa por la que tanto luché los últimos años, pero no me importa… -a qué se refiere? -puede que ahora no me quede nada… excepto tú… si decides volver a Boston… iré por ti… no me rendiré HyeSung – estableció Eric con tono firme

-y entonces por qué lo firmó?... dijo que no me dejaría ir, sin embargo firmó los papeles del divorcio

-por que quiero que empecemos de cero, quiero que empecemos de manera correcta sin otros intereses de por medio… quiero demostrarte a ti y a todos que mis sentimientos son sinceros y esto dejó de tratarse de una absurda herencia el día que te conocí… - los ojos de Eric repentinamente se encendieron, la resolución en su mirada hablaba perfectamente por él

HyeSung apretó con fuerza el documento en sus manos, dirigiéndolo luego a manos de Eric Mun.

Eric bajó la mirada al documento ofrecido, con temor. De pronto el valor y la determinación flaquearon al saber que ese documento significaba su separación absoluta del muchacho frente a él.

-no quiero verlo… acaso te estás burlando de mi? – espetó Eric con una risita sarcástica

-no es lo que quería?... empezar desde cero?... – habló HyeSung con tono firme.

Eric tomó el documento de manos del muchacho sintiendo como su corazón se estrujaba de dolor.

-ves algo? – susurró Dongwan a oídos de su novio, quien tenía el rostro pegado a la amplia ventana que ofrecía una vista periférica a los jardines de la mansión Mun.

-está oscuro, solo veo a HyeSung y Eric… parece que están hablando – respondió Minwoo, tratando de abrir los ojos lo más que podía y obtener algún detalle adicional de lo que sea que estuviera ocurriendo en los jardines.

La pequeña pareja en la ventana, parecía muy ansiosa por saber lo que ocurría fuera de la casa, sin embargo estaban prohibidos de salir a menos que HyeSung se los indicara.

Andy y Junjin permanecían aún sentados en el sofá de la sala, las miradas bajas y los labios sellados desde que HyeSung decidió ir en busca de Eric, luego de firmar los papeles del divorcio.

-no lo enviarás a Boston en serio o si? – habló Andy repentinamente para romper el frío ambiente

-lo que sea mejor para él – respondió Junjin, tomando el último sorbo de la bebida que sostenía en manos

-no puedo creer que HyeSung lo haya firmado… me dijo que estaba empezando a sentir algo por el Sr. Mun… no puedo creer que se haya rendido – habló Andy, recostando su cabeza en el hombro de su novio.

-solo te puedo decir… que ahora sé que HyeSung está haciendo lo correcto – susurró Junjin, besando la frente de su acongojado novio.

-espera, qué está pasando?.... oh Dios Mio!!! – exclamó Minwoo, atrayendo la atención de los demás hombres.

Eric no podía creer lo que estaba sintiendo, había pensado que sería más sencillo afrontarlo pero simplemente ahora, no lo podía creer. El documento en sus manos que contenía los papeles del divorcio y su separación de Hyesung, pesaban terriblemente, como si estuviera cargando una tonelada de hierro sólido.

-usted está listo para dejarme ir, eso es lo que acaba de decir no? – habló HyeSung, regresando al mayor a sus sentidos.

Eric solo alzó la mirada y asintió con los labios mudos.

-Junjin dijo que ahora soy libre…

-dejaste de ser un prisionero desde hace mucho tiempo… - logró hablar Eric con voz baja

-eso quería oír… por que si todo este tiempo he sido libre… entonces puedo decidir qué hacer con mi vida, sin que usted y Junjjin hagan tratos a mis espaldas sobre mi futuro – espetó HyeSung aún con serenidad.

Eric se sintió como el más vil de los seres humanos, por haber llegado a ese absurdo trato con Junjin

-si quieres regresar a Boston, puedes hacerlo… - balbuceó Eric casi desfalleciente.

-y si no quiero hacerlo?... – habló HyeSung con decisión.

Eric aún no terminaba de procesar lo que estaba sucediendo.

HyeSung bajó la mirada, buscando luego algo en el bolsillo de su pantalón.

-su trato con Junjin es hasta que el reloj marque las doce cierto?... – pronunció HyeSung mirando directamente a los ojos de Eric.

Eric asintió, sintiendo como sus piernas iban perdiendo fuerza.

HyeSung sonrió su más dulce sonrisa, estirando el brazo lo suficiente para colocar su teléfono celular que marcaba la hora 11:59PM, contra el rostro de Eric Mun.

Por instinto Eric abrió el documento que tenía en manos, encontrándose con algo que no había esperado.

-te amo Eric Mun… - oyó Eric la voz angelical que hizo que su corazón se detuviera.

El teléfono celular en manos de HyeSung, marcó las 12AM.

-c-c-cómo… p-por qué… - fue todo lo que logró articular Eric mientras su visión se iba haciendo nublosa gracias a las lágrimas que se aglomeraban en sus ojos, impidiendo que volviera a ver por tercera vez, las palabras escritas al lado de su firma en el documento que sostenía en manos.

“estoy en casa”

Fueron las palabras que HyeSung escribió en el documento en el lugar donde debía colocar su firma.

-te lo tengo que repetir?... te amo Eric… Te Amo… - pronunció HyeSung con voz suave y angelical.

Eric no pudo contener más sus emociones y cayó sobre el césped de rodillas, las lágrimas cayendo libre y descomunalmente de sus ojos.

Finalmente las palabras que había deseado oír, finalmente el momento que había anhelado por tanto tiempo. Finalmente HyeSung era suyo.

El suave toque sobre su rostro, hizo que Eric se encontrara con la dulce mirada de su joven esposo.

-te amo Eric – repitió HyeSung una vez más, posando sus labios sobre los de su esposo.

Tres de los cuatro hombres en la ventana, observaban atónitos lo que ocurría en el jardín de la mansión Mun. Eric y HyeSung estaban besándose. O mejor dicho, HyeSung acababa de besar por primera vez a su esposo, Eric Mun.

-p-p-pe-pero… firmó el divorcio! – exclamó Dongwan aún en shock.

Andy y Minwoo compartieron la misma mirada confusa.

-aish! Trío de tontos! Mientras ustedes hacían drama cuando HyeSung firmaba el documento, yo fui el único que lo observó cuando escribió eso en lugar de poner su firma! – habló Junjin con molestia

-t-tú viste que no firmó el documento!!... y por qué no me dijiste nada!! Dejaste que pensara que lo había firmado y que se iría al día siguiente!! – reclamó Andy contra su novio

-yah!! serás idiota!! Nos has tenido con la angustia todo este tiempo por nada!! – se unió Dongwan al reclamo del menor

-no lo firmó… no lo firmó… pero entonces que escribió?! – Minwoo dio pasos largos, hasta colocarse frente a Junjin con la mirada firme

-estoy en casa, eso fue lo que escribió, nunca firmó el documento – aclaró Junjin a los tres hombres quienes quedaron mudos repentinamente.

-entonces no se irá… HyeSung no se irá!! – exclamó el Dr. Kim, corriendo a abrazar a su novio.

-te dije que sabía que estaba haciendo lo correcto – se dirigió Junjin a Andy, regalando una amplia sonrisa

-idiota! – exclamó Andy, golpeando juguetonamente el hombro de su novio, para luego ser alzado en brazos y dar vueltas sin parar por toda la habitación.

Por un momento Eric creyó que estaba teniendo otro de esos sueños en los que HyeSung se acercaba a él y voluntariamente compartían un apasionado beso.

-no me dejarás hacerlo todo solo o si?... te vas a vengar de mi ahora? – oyó Eric la voz adorable, que le confirmaba que esto no se trataba de un sueño más.

Era real.

HyeSung estaba ahí frente a él, declarándole su amor, sosteniendo su rostro suavemente, juntando sus labios con los suyos.

HyeSung era real, sus sentimientos eran reales y sinceros.

-por qué? – interrogó Eric sin darse cuenta, las lágrimas aún inundando sus enormes ojos

-por qué dices que me amas? – Eric no sabía el por qué de su interrogatorio, solo sabía que debía asegurarse que HyeSung no esté haciendo esto por la presión de tener que regresar a Boston.

Hyesung dejó ir el rostro de su aún esposo, retrocediendo unos centímetros con la mirada baja y las manos sujetas en sus piernas.

-por que a pesar que luché para evitarlo, a pesar que me dije a mí mismo que nunca podría amarlo; en el fondo siempre supe que eso no era más que una gran mentira. Por que me enamoré de ti el día que me rescataste en la pista de patinaje pero no quise aceptarlo y preferí reprimir mis sentimientos

La confesión de HyeSung hizo que Eric quedara sin habla.

-fue difícil para mí aceptar que me estaba enamorando, nunca antes lo he estado y tenía miedo; tenía miedo de salir lastimado y que todo fuera un simple truco para que conservaras la herencia… tenía miedo de enamorarme más y luego quedarme solo apenas pasaran los dos años… creía que lo mejor era no dejar que esto siguiera creciendo y poner una pared entre los dos… quería alejarte, pero siempre me lo hacías muy difícil…. – HyeSung alzó la mirada con ojos cristalizados, enfrentando el rostro conmovido y atónito de su esposo.

El ambiente que los rodeó se tornó sereno y romántico.

-cómo no quererte si siempre estabas pendiente de mí y dejaste de ser esa bestia a la que todos temían para convertirte en el Príncipe encantado que estaba siempre dispuesto a ayudar a los demás… cuando vi al verdadero Eric… supe que mis esfuerzos eran en vano… - pequeñas lágrimas caían por el bello rostro de HyeSung, mientras Eric empezaba a esbozar una sonrisa tonta en sus labios.

-el verdadero Eric fue el que terminó conquistándome; el Eric tierno, dulce, amable, bondadoso; el Eric que no se da por vencido fácilmente, el Eric que repetía todos los días sin parar que me amaba… el Eric que estaba dispuesto a sacrificar toda la fortuna por la que tanto luchó, solo por seguirme… me enamoré de ese Eric… y no lo digo solo por cumplir con los términos de tu trato con Junjin… te amo Eric Mun… te amo con todo lo que late aquí dentro… - habló HyeSung llevando una mano a su pecho, a la altura de su corazón.

Eric podía oír fuegos artificiales, iluminando la oscuridad de la mágica noche.

Sí, HyeSung acababa de decirle que lo amaba. A él. A Eric Mun.

HyeSung amaba a Eric.

-que más tengo qué decir para que te convenzas? – dejó salir HyeSung una risita divertida, observando la sonrisa tonta de su esposo.

Eric recobró sus sentidos, inclinándose lo suficiente para acercar su rostro al de su joven esposo.

-paso 3 – susurró HyeSung, antes que sus labios se unieran con los del hombre que amaba.

El momento más real y celestial en toda la existencia de Eric Mun, los labios de HyeSung nunca fueron tan dulces en todo el tiempo que llevaba robando besos esporádicamente del menor. Eric quería atesorar cada segundo de ese momento, HyeSung finalmente correspondía sus besos en movimientos pequeños y tímidos al principio para luego tornarse más constantes y pasionales, conforme la lengua de Eric se hizo camino en el pequeño acceso entre sus labios.

Y oh sí, Eric pudo confirmar que su joven e inocente esposo acababa de perder la timidez, cuando sus lenguas se enlazaron en una muy reñida batalla por dominar.

-YAH!!! DEJA A MI NIÑO AHJUSSI ERTIDO!!! – oyó Eric la estruendosa voz, mezclada luego con un certero golpe en su cabeza.

Los esposos se vieron forzados a separarse, debido al dolor repentino en la cabeza de Eric, y los brazos que llevaron a Hyesung a colocarse de pie, detrás del pequeño abogado.

-yah! ten cuidado con su pierna! – reclamó Eric a su mejor amigo, cuando vió a su joven esposo perder el balance por el rápido movimiento que lo obligó a colocarse de pie.

-tú lo hiciste que se arrodillara! Sabes lo difícil que es eso cuando se tiene una bota de yeso en la pierna?! – espetó Minwoo inmediatamente, rodeando al inocente muchacho con sus brazos

-Minwoo creo que nos estamos saliendo del punto, no vinimos acá a reclamarle a Eric… vinimos a saber qué está ocurriendo!! – intervino el apuesto Dr. Kim, enfrentando a Eric directamente a los ojos.

Las miradas de los cuatro hombres que acababan de llegar al jardín, pasearon por el rostro de Eric hasta el rostro sonrojado del tímido HyeSung.

Y la sonrisa tonta y amplia de Eric Mun, respondió por ambos esposos.

-HyeSungie me ama!.... HyeSungie me ama!! – exclamó Eric como una adolescente corriendo a robar al muchacho de brazos de su mejor amigo, empezando a dar vueltas por todo el jardín con éste en brazos.

-estúpido Eric Mun! – expresó Minwoo con una sonrisa de alivio.

Finalmente los días grises tenían color en la vida de Eric Mun.

La noche permaneció silenciosa y los dos hombres en la cama permanecían estáticos, observando las estrellas que adornaban el oscuro cielo. Esta noche en particular traía a todos, recuerdos agradables. El fin de los días de incertidumbre, el fin de todas las preocupaciones y el inicio de una nueva vida, liberada al fin de la sombra del pasado y una promesa que al fin se había cumplido.

-sabías que no firmaría los papeles?... – interrogó Andy a su novio.

-HyeSung es fácil de leer… un poco impredecible a veces, pero sabía que no firmaría los papeles – respondió Junjin, sujetando con más fuerza la cintura del menor

-y qué hubiera pasado si HyeSung en verdad los firmaba… te lo hubieras llevado?

-no… Eric lo hubiera impedido aún antes que podamos pisar el aeropuerto

-estás tan seguro de todo?

-siempre supe que Eric hablaba en serio cuando decía que amaba a HyeSung

La expresión de sorpresa de Andy, obligó a Junjin a dejar salir una risita divertida.

-entonces por qué insistías con eso de que todo era un truco? – interrogó Andy nuevamente, con el rostro lleno de miles de preguntas

-por que quería asegurarme que estaba entregando a HyeSung a buenas manos… quería ver que tan sinceras podían ser las intenciones de Eric – respondió Junjin, besando dulcemente la frente del menor

Andy solo asintió con la cabeza, dejando salir luego una sonrisa de alivio.

-y ahora qué haremos?... qué haremos con nuestras vidas?

-ahora… seremos felices cielo… más felices que nunca… - contestó Junjin, alzando la barbilla de su novio hasta que sus labios se conectaron tiernamente.

-te amo Andy… desde el principio, siempre has sido tú - habló Junjin con voz sensual, juntando sus labios con los de su novio, para un beso más apasionado.

La noche permanecía silenciosa, brindando su magistral luz estelar, a los dos cuerpos que se movían armoniosamente con el vaivén del viento golpeando en su ventana.

-HyeSungie me dio un susto!... tan solo pensar que se iría a Boston – rió Minwoo relajadamente, dejándose caer de espaldas contra la cama

-no me digas que tú también lo seguirías! – exclamó Dongwan, cerrando la puerta del baño, con una diminuta toalla rodeando su cintura.

-nah!... eso se lo dejó al obsesivo de Eric! – respondió Minwoo, girando su cuerpo en dirección a su novio, cuando lo sintió sentarse en la cama al lado suyo.

La pequeña toalla que llevaba puesta Dongwan, dejaba evidenciar una zona muy íntima, debido a la posición en la que se encontraba sentado.

Y Minwoo disfrutaba enormemente de la inesperada y bienvenida vista.

-por que ir detrás de HyeSung, cuando en casa tengo un y novio para mi solito – habló juguetonamente el pequeño abogado, rodeando la cintura de su novio con un brazo

Dongwan sonrió, empezando a acariciar dulcemente el cabello de su novio.

-ahora solo seremos tú y yo cierto? – pronunció Dongwan con voz sublime, sin que sus dedos dejaran el viaje por la finísima cabellera del pequeño abogado

-sí, ya no tengo por qué preocuparme por ese idiota – respondió Minwoo, cerrando los ojos para un mayor disfrute de los suaves y reconfortantes masajes, de su novio en su cabello

-solos tú y yo… nuestras vidas serán aburridas – rió Dongwan, posando su mano libre en la mejilla del pequeño abogado

-no creo que sean tan aburridas; desde donde yo lo veo, tenemos un “enorme” tiempo para pasarla muy bien – sonrió el abogado, dirigiendo una pícara mirada a la zona expuesta por la diminuta toalla en la cintura del siempre apuesto Dr. Kim

-al fin podremos tener una cita decente e ir al cine cuando… YAH!! – exclamó el Dr. Kim, cuando notó la mirada nada respetuosa que su pequeño novio le dirigía a la zona expuesta por la toalla en su cintura.

Minwoo sintió el dolor en su hombro, cuando repentinamente rodó por la cama, hasta que su rostro golpeó la alfombra.

-por qué rayos no me dijiste nada! – se sonrojó el Dr. Kim, mientras buscaba la manera de enroscar más firmemente la toalla a su cintura.

-oh vamos Wannie! Ni que fuera la primera vez que lo veo! – habló el abogado, levantándose del piso con lentitud.

-aish! Enano ertido! – acusó Dongwan, tomando cortos pasos de regreso al baño. Sin embargo el abogado fue más rápido, deteniendo al apuesto doctor en el camino, obligándolo a aterrizar sobre la cama, dejando la diminuta toalla abandonada en la alfombra.

-que tal si empezamos a disfrutar de nuestro tiempo? – sonrió el abogado traviesamente, presionando su cuerpo contra el de su novio.

Dongwan sonrió, envolviendo el cuerpo del abogado con sus brazos.

-parece que alguien está despierto… - susurró Minwoo pícaramente, antes que sus labios se juntaran con los del abogado.

Una semana después…

-salud!!! – brindaban los seis hombres, luego que la pareja de casados regresara de las oficinas del abogado Yoon, una vez terminados de firmar todos los documentos que indicaban que las empresas Systematic y Automatic Company, pasarían a manos de Eric y HyeSung respectivamente.

Finamente todo había acabado

-y feliz aniversario! – agregó Dongwan un brindis más de felicitaciones por el segundo año de casados de la pareja.

Eric y HyeSung sonrieron ampliamente, disfrutando la compañía de sus amigos.

-HyeSungie, ven un momento – tomó Eric a su esposo del brazo, alejándolo de los demás hasta llevarlo a los jardines.

El rostro de HyeSung evidenciaba muchas preguntas a la vez, interrogándose el por qué Eric lo había llevado hasta ese sitio.

-HyeSungie, ahora que todo acabó y ya no estamos atados por ese testamento… quiero hacer las cosas correctamente… - pronunció Eric sus palabras con lentitud

-a que te refieres? – interrogó HyeSung más confundido por las palabras de su esposo

Eric tomó aire pesadamente, insertando una mano al bolsillo interno de su abrigo.

-a que quiero darte lo que te mereces – pronunció Eric, hincándose de rodillas frente al menor, sosteniendo una pequeña cajita carmesí.

-Shin HyeSung… quieres volver a casarte conmigo? – las palabras de Eric salieron sincera y dulcemente de sus labios.

HyeSung dio una sonrisa angelical, para luego asentir con la cabeza una y otra vez, mientras su esposo le colocaba el inmaculado anillo de oro.

Cuatro meses después…

La alfombra banca que se tendía delante de él, armonizaba perfectamente con su blanco traje, que lo retrataba perfectamente como la viva imagen de un ángel celestial. Sus pasos eran lentos y armoniosos, acompasados correctamente con la música que acompañaba su marcha. Los rostros familiares y anhelados le daban la bienvenida con alegres sonrisas, conforme su paso se acortaba para llegar al lado del hombre que lo había estado esperando por toda su vida.

Su corazón latía descontroladamente, sus ojos permanecían abiertos de par en par, incapaz de dar un solo pestañeo frente a la celestial imagen que se aproximaba poco a poco hacia él. Los días oscuros dejados atrás, las lágrimas y arrepentimientos enterrados en el olvido. Un nuevo día, un nuevo futuro, nuevas aventuras y nuevos retos por afrontar. Una nueva vida en una ciudad que hundiría en lo más profundo los recuerdos de su primer encuentro para re-escribir sus nuevas memorias llenas de sonrisas, dichas y amor.

El amor que dos personas estaban a punto de prometerse eternamente frente a ese bello altar decorado con flores blancas en todo el arco, que combinaba perfectamente con las blancas sillas, las blancas mesas, la blanca vajilla y los blancos trajes de los invitados.

Sí, una boda en blanco.

Blanco como la pureza de los dos corazones que estaban a punto de unirse. Blanco como una hoja de papel en la que uno puede escribir y dibujar su propio destino. Blanco como la paz que reinaba ahora en la mansión que años atrás oscureció bajo la sombra del abandono involuntario de su joven dueño.

-Eric Mun, te entrego uno de mis tesoros más preciados, prométeme que lo cuidarás y amarás más que a tu propia vida – las palabras suaves y firmes del joven abogado Lee Minwoo, se dejaron oír en el inmenso jardín de la mansión Shin.

-te prometo que lo amaré con cada partícula de mi ser – aseguró Eric, recibiendo la mano de su joven prometido, entregada por el pequeño abogado que no pudo evitar soltar una lágrima al dejar ir a la persona que en tan poco tiempo consideró como un pequeño hermano.

La ceremonia fue pequeña y llena de muchas risas.

Eric colocó el anillo dorado en la frágil mano de su joven esposo, HyeSung hizo lo mismo cuando llegó su turno y todos los invitados aplaudieron, soltando lágrimas de felicidad al ver a su joven amo finalmente casado como debió ser desde un principio.

-supongo que es el adiós… - susurró Minwoo sus palabras, conteniendo las lágrimas en sus ojos

-no es el fin del mundo!... siempre podrán venir a visitarnos – trató de consolar Eric, esperando por que su joven esposo saliera de la mansión para dirigirse al aeropuerto.

-más te vale que lo cuides bien Eric Mun! Ya no estaré cerca para vigilar su salud – intervino Dongwan, colocando un brazo en los hombros de su novio.

-terminaron con las despedidas cursis? – se oyó la voz de Junjin a lo lejos, quién se acercaba a paso presuroso, con los dos menores yendo tras de él.

Finalmente HyeSung alcanzó el lado de su esposo, tomando su mano en un movimiento natural.

-nuestro vuelo sale esta noche… prométeme que estarás bien y si esta bestia te hace daño me lo harás saber inmediatamente! – se dirigió Minwoo a HyeSung, atrapándolo en un abrazo asfixiante

-Minwoo! Aire! Pulmones! No respiro! – exclamó HyeSung a oídos del abogado.

De mala gana, Minwoo tuvo que liberar a su víctima.

-yah! deberían preocuparse por mi! Esta ciudad es nueva para mí! Creen que va ser fácil vivir en Boston a partir de ahora? – se quejó Eric con sus amigos, frunciendo los labios en un bello puchero

-oh por Dios eso es desagradable! – exclamó Junjin ante el gesto de su ahora entrañable amigo

Todos rieron al unísono, quedando luego en completo silencio mientras el momento se acercaba.

-bien! Italia nos espera! – sonrió Eric, tomando las maletas de su joven esposo para colocarlas en el auto.

-adiós HyeSungie… vendré de visita en unos meses, si tienes quejas de este tipo, no dudes que lo pondré en su sitio! – sonrió Junjin despidiéndose de su amigo

-cuídate mucho y no olvides tus vitaminas! – aconsejó el Dr. Kim dando un breve y significativo abrazo al menor.

-siempre podremos hablar en línea… nunca podré tener un mejor amigo como tú – se acercó Andy, soltando unas lágrimas mientras los brazos de HyeSung lo sostenían con más fuerza.

HyeSung no resistió más y las lágrimas empezaron a recorrer por sus mejillas.

-hey! Prepararé todo lo más rápido que pueda y las próximas vacaciones me tendrás por acá… esto no es una despedida, sino un hasta luego – Minwoo rodeó el cuerpo del menor con sus brazos, en suave y cálido abrazo.

-tenemos que irnos o perderemos el vuelo – interrumpió Eric el momento, con voz pausada.

Minwoo dejó ir al muchacho en sus brazos, regalando una sonrisa desfalleciente.

-Gracias a todos por lo que hicieron por mí, gracias por sus cuidados y preocupaciones… por favor vengan pronto a visitarnos… Minwoo, gracias por ser el primero en brindarme una mano amiga cuando pisé Seúl por primera vez; un mejor hermano no pude tener – los ojos de HyeSung se ahogaban en lágrimas, mientras su esposo lo guiaba gentilmente hasta el auto.

Los cuatro hombres que permanecían en la puerta principal de la mansión, agitaban sus manos con amplias sonrisas en sus rostros, despidiendo a la pareja que a partir de ahora sería feliz.

Italia sería el escenario perfecto para que la feliz pareja terminara por consumar ese amor que ya no tenía límites.

-te amo Hyesung

-te amo Eric

Un beso sincero, dulce y apasionado, terminó por sellar e iniciar la nueva historia de amor.

FIN

A/N: ustedes que dijeron "y los spoilers?!"... habrá epílogo Señoritas!!!!... mañana a más tardar estaré actualizando el epílogo! y mi debut escribiendo lemon!!!