Eric sentía que su cuerpo pesaba, su garganta aún no podía emitir ningún sonido desde las últimas palabras que pronunció la noche anterior. Todo en él se sentía como si lo hubiera arrollado un auto. Con mucho esfuerzo logró ponerse de pie y vestirse para ir a trabajar.

Al abrir la puerta de su habitación quedó mirando por unos segundos la habitación de HyeSung. El llanto del muchacho la noche anterior aún seguía haciendo eco en su cabeza.

Eric prefirió hacer a un lado los sucesos de la pasada noche. Sin decir una palabra se retiró del departamento.

Quizás lo mejor era ignorar lo que sucedió y simplemente actuar como si nada hubiera ocurrido. Quizás era lo mejor para él. Quizás así aún tendría la oportunidad de levantar sus muros y encerrarse nuevamente en esa fortaleza que él mismo se creó.

Después de largas horas de estar llorando, HyeSung finalmente cayó dormido en la misma posición que Eric lo había dejado. Al despertar y notar las enormes marcas en sus brazos, volvió a romper en llanto recordando cada instante de lo sucedido.

Su alma estaba desgarrada. Todo en lo que creía o confiaba ahora no valían nada.

Casi arrastrando su cuerpo se dirigió al baño para darse la ducha más larga de toda su vida. Todo lo que quería era borrar esa nauseabunda sensación que Eric había dejado en su cuerpo. Aunque su esposo no logró terminar su trabajo aún así HyeSung se sentía sucio. Nunca en su vida pensó tener que pasar por algo así. Extrañó su casa, su abuelo, sus amigos, su vida pasada con tantas ganas que no le importó volver a derramar lágrimas mientras el agua caliente seguía cayendo sobre su piel.

Eric llegó a su oficina y  a diferencia de otros días solo pasó de largo sin detenerse a observar a sus empleados como siempre hacía. Estaba demasiado inmerso en sus propios pensamientos como para importarle la gente alrededor.

-Buenos días Sr. Mun su agenda de…….- la secretaria de Eric se quedó de pie hablando con el aire después que Eric pasara de largo y cerrara de un portazo la puerta de su oficina

Nada estaba bien ahora y Eric lo sabía. Tenía tantas ganas de gritar, tantas ganas de seguir luchando con lo que estaba creciendo dentro de él pero simplemente no podía. O no quería.

Eric trató de enfocarse en su trabajo y hacer a un lado esos pensamientos que lo estaban martirizando desde muy temprano.

HyeSung salió de su habitación vestido con algo ligero y el cabello aún húmedo. Su estómago se sentía extraño. Todo su cuerpo no se sentía bien. Los recuerdos de la noche anterior hacían que su estómago se revolviera aún más y sin pensarlo regresó corriendo al baño vomitando todo lo que podía. Su cuerpo empezó a temblar repentinamente. Todo lo que pudo hacer en ese instante era sentarse a un lado en el piso del baño y esperar a sentirse mejor.

Esta vez Minwoo no vendría a rescatarlo, esta vez nadie lo consolaría. Estaba solo en ese departamento con un hombre que quién sabe de qué otras cosas más sería capaz. Las lágrimas volvieron a caer de su rostro. Las marcas en sus brazos dolieron como si las estuvieran quemando con hierro.

Minwoo despertó esa mañana con un horrible presentimiento en su pecho. O quizás era que necesitaba un chequeo médico?. El abogado prefirió preocuparse por eso después y se preparó para ir a trabajar.

Una vez en el edificio, el abogado no pudo evitar oír los rumores sobre su amigo que iban de boca en boca por todos los empleados. Muchos decían que su jefe había terminado por enloquecer, que lo habían visto caminar como zombie por los corredores, que estaba encerrado en su oficina y ni siquiera respondía el anexo de su teléfono.

Había algo raro en su comportamiento definitivamente. Minwoo lo atribuyó al estado en el que se encontraba hace unos días, quizás en algo le afectó el encierro de dos días en su propia habitación.

HyeSung esperó casi una hora hasta que finalmente pudo recolectar sus fuerzas y dirigirse casi a rastras a la cocina. Tomó un vaso de agua del refrigerador y caminó pesadamente en dirección al balcón.

HyeSung observaba la calle y la gente que iba y venía por todos lados., los autos que pasaban, algunos niños caminando tomados de la mano de sus madres. HyeSung extrañó más su casa.

Libertad. Sí, eso era lo que más deseaba. Libertad. Aún no entendía cómo ni por qué se convirtió en un esclavo, no entendía el por qué del odio de Eric hacia él.

La vida es tan injusta, pensó. Su vida era solo una sombra de lo que fue. Una vez que regresara a Boston definitivamente ya no sería el mismo niño alegre e inocente que era.  Grandes heridas ahora marcaban su corazón.

Su cabeza empezó a girar y decidió que era hora de regresar a su habitación. Al momento de voltear su cuerpo y empezar su marcha, sus piernas se sintieron débiles, su cabeza daba giros de 180° sin parar, su visión se hizo nublosa hasta que finalmente todo oscureció y cayó al piso pesadamente. El vaso que llevaba en manos se quebró con la caída, cortando ligeramente un extremo de su muñeca derecha.

Hora de almorzar. Eric hubiera preferido quedarse el día entero en su oficina pero su mejor amigo y abogado irrumpió repentinamente dentro, recordándole que tenían un almuerzo de negocios con unos inversionistas. Almuerzo al que por supuesto no podía faltar.

De mala gana Eric acompañó a su abogado hasta el restaurante elegido por los inversionistas pero los pensamientos de Eric continuaban fijos en los últimos sucesos dentro de su departamento.

Minwoo dirigió la reunión en vista que su amigo parecía estar en otra dimensión.

Eric no estaba para nada interesado en lo que fuera que estén diciendo los otros hombres en la mesa. De pronto algo captó su atención. Era la voz de dos mujeres que conversaban en la mesa ubicada al lado de la suya.

-lo leí hoy en los periódicos, es terrible esa pobre muchacha … - mencionaba una de las mujeres haciendo un gesto exageradamente dramático

-deberían de haber penas más severas contra esos tipos – respondía la otra

-esa gente no se da cuenta de todo el daño que hace con sus acciones, la muchacha era muy joven, con toda una vida por delante – continuaba hablando la primera mujer

-hoy en día es tan común que muchas de las víctimas que son atacadas ualmente cometan suicidios, en verdad es muy triste – respondía la otra tomando un sorbo de su taza de té

Al oír estas palabras el corazón de Eric sintió una punzada muy fuerte. No. No sería posible. HyeSung no sería tan estúpido para hacer algo así, después de todo no logró terminar lo que empezó. El llanto y las súplicas desesperadas de HyeSung volvieron a golpear en su cabeza.

Repentinamente y para sorpresa de sus invitados, Eric se puso de pie abandonando la mesa a la velocidad de un rayo.

-Eric! Eric! – llamaba Minwoo sin entender el por qué de la actitud de su amigo.

Eric subió a su auto y salió a toda velocidad de regreso a su departamento.

Eric no podía detener su imaginación de lo que pudiera estar haciendo HyeSung en ese instante. El miedo se apoderó de él por un segundo, acelerando aún más la velocidad de su auto.

En cuestión de minutos finalmente llegó al estacionamiento del edificio. No gastó tiempo y empezó a correr en dirección de los ascensores.

“espero que no hayas cometido una estupidez mocoso” se decía  mentalmente mientras esperaba que el ascensor alcanzara su piso. Cuando las puertas del ascensor se abrieron corrió hacia la puerta de su departamento ingresando el código rápidamente.

Dentro del departamento era todo silencioso. Eric no se molestó en quitarse los zapatos tampoco y se dirigió de frente a la cocina. Nada. HyeSung no estaba ahí. Miró alrededor y nuevamente nada. Entonces decidió dirigirse hacia su habitación. Nada. Eric buscó por todos lados, inclusive debajo de la cama y nada. No había señal de HyeSung por ningún lado.

Eric pensó que era imposible que haya huido. El departamento estaba muy bien resguardado como para que pudiera huir fácilmente. Regresó a la sala y empezó a marcar el número de su amigo cuando notó algo extraño proveniente de la puerta que daba al balcón.  Caminó unos pasos en esa dirección y lo que vio le hizo sentir los escalofríos más intensos de toda su vida.

HyeSung yacía en el piso inconsciente con pedazos de vidrio roto a su alrededor y un hilo de sangre emanando de una de sus muñecas

-mocoso estúpido! Qué rayos hiciste!  - Eric se maldijo así mismo mientras tomaba al muchacho tratando de reanimarlo pero HyeSung no daba ninguna señal de vida.

-maldición! Por qué hiciste eso! – Eric comenzó a llorar sosteniendo el cuerpo desfalleciente de su joven esposo en sus brazos

Todo el sentimiento de culpa de apoderó de él. Fue él quién llevó a HyeSung a hacer lo que hizo, Eric no dejaba de repetirse estas palabras mentalmente.

-despierta mocoso! Despierta maldición, despierta!!!  - Eric comenzó a sacudir desesperadamente el cuerpo inconsciente de HyeSung

En ese instante se dio cuenta que HyeSung estaba congelado. Cuánto tiempo había estado inconsciente en ese balcón?.

Eric levantó el cuerpo de su esposo llevándolo a su habitación, lo recostó sobre su cama con cuidado y seguidamente empezó a buscar entre las cosas que llevaba en su billetera hasta que finalmente encontró lo que necesitaba. Luego tomó su teléfono celular y empezó a marcar el número de la tarjeta.

-aló Dr. Kim, necesito que venga urgente a mi departamento, es una emergencia – habló Eric tratando de mantener la calma.

Luego de dar la dirección al doctor, Eric se dirigió al baño por el botiquín de primeros auxilios sacando un par de vendas, tratando de detener el chorro de sangre que seguía cayendo del brazo herido de su esposo.

-estúpido! Estúpido! Soy un estúpido! – se maldecía así mismo mientras limpiaba la herida.

Minutos después Eric oyó el timbre del departamento sonar, en un movimiento abandonó a su esposo para dejar entrar al Dr. Kim.

-Sr. Mun, nunca pensé que me llamaría – saludó el doctor alegremente

-no tengo tiempo para esto doctor, su paciente está por acá – Eric cortó bruscamente al Dr. Kim guiándolo rápidamente hasta donde se encontraba su esposo

-Oh Dios HyeSung!! … que le pasó? – preguntó el doctor al ver al muchacho recostado en su cama inconsciente

-no lo sé, lo encontré inconsciente en el balcón – respondió Eric vagamente

-necesito que se retire – pidió el Dr. Kim y Eric obedeció sin poner resistencia.

Los siguientes minutos fueron de angustia eterna para Eric Mun. Su esposo estaba dentro de su habitación siendo atendido por el doctor luego que intentara suicidarse o al menos es lo que Eric pensaba a juzgar por el estado en el que lo encontró.

Eric se sentía el ser más miserable del planeta. Pasó mucho tiempo haciendo sentir mal a muchas personas y ahora sabía lo que éstas sentían. Tenía tanto miedo de perder a HyeSung. Si el doctor Kim no salía de esa habitación con buenas noticias definitivamente alguien iba a pagar por eso.

-es mi culpa, es mi culpa – se decía así mismo Eric entre susurros

-fui un estúpido, un estúpido! No debí, nunca debí…. – ahora Eric empezaba a derramar lágrimas nuevamente mientras tiraba de su cabello con fuerza

-Sr. Mun … - oyó la voz del Dr. Kim que llamaba desde la habitación de su esposo

-c-cómo está – preguntó Eric con voz temblorosa

HyeSung dormía ahora pacíficamente sobre su cama acomodado debajo de las sábanas, en su muñeca derecha llevaba un vendaje cubriendo la herida que ya había dejado de sangrar.

-aparentemente solo fue un desvanecimiento por falta de alimentación, ha estado comiendo bien últimamente? – interrogó el dr. Kim

Eric no sabía que responder. HyeSung siempre permanecía en la cocina a la hora de la cena.

-n-no lo sé – respondió Eric con voz baja

-pues parece que no lo ha estado haciendo correctamente, su cuerpo muestra signos de desnutrición y deshidratación – continuó el dr. Kim

-y-y el corte …. – mencionó Eric con cautela

-él piensa que debió cortarse en la caída, no recuerda mucho de lo que pasó

-no le dijo nada más? – interrogó ahora Eric

-no, pero si quiere un consejo hable con él, su semblante no es bueno, pareciera que el chico está profundamente deprimido por algo. Le dí un calmante para que lo ayudara a dormir por ahora

-gracias …. – las palabras escaparon de labios de Eric repentinamente. Ni él mismo recordaba cuando fue la última vez que pronunció esas palabras tan sinceramente

-me llevaré una muestra de sangre para analizarla, creo que debe estar padeciendo una anemia muy severa y hay que tratarla a tiempo

-está bien doctor, dígame cuando tenga los resultados

-seguro, por ahora déle estos medicamentos – el Dr. Kim alcanzó la receta  a Eric – y asegúrese que guarde reposo total por dos días hasta que haya recuperado las fuerzas totalmente

-así lo haré doctor

-bien tengo que irme, vendré mañana con los resultados – el Dr. Kim se dirigió a la puerta con su maletín en manos

-adiós – Eric cerró la puerta y cayó al suelo aliviado que su esposo esté aún con vida.

Después de un par de horas Eric regresó a la habitación de HyeSung mientras éste aún se encontraba durmiendo bajo los efectos de los calmantes.

-tu rostro se ve nuevamente con vida – susurró Eric mientras su mano tocaba con ligereza las mejillas de su esposo.

Era la primera vez que Eric tocaba a HyeSung de esa manera desde que se conocieron. Eric pudo sentir la suavidad del rostro del muchacho atesorando profundamente ese momento.

HyeSung abrió los ojos al sentir el toque extraño sobre su rostro. Al ver a Eric frente suyo tocándolo trató de salir de la cama completamente asustado

-no te voy a hacer nada – Eric sujetó al débil muchacho por ambos brazos impidiendo que abandonara la cama

-v-váyase, por favor váyase – logró decir HyeSung controlando su miedo

-Ya te dije que no te voy hacer nada, el Dr. Indicó que guardaras reposo a dónde pensabas ir! – Eric no pudo evitar regresar a su ser normal después de sentir el rechazo de HyeSung

-n-no me toque, no me toque – pidió HyeSung con voz temblorosa

Eric soltó  su esposo dejando que regresara a su posición sobre la cama.

-qué estabas pensando hace rato, por qué estabas en el balcón con tanto frío, no sabes que pudo ser peor! Si no hubiera llegado a tiempo hubieras muerto congelado ahí! – empezó a regañar Eric

-mejor eso a estar aquí… - susurró HyeSung en respuesta con la mirada baja

-qué estás diciendo! No seas idiota! Fuiste tú el que me dijo que todos tenemos derecho a una segunda oportunidad

-pero yo no quiero vivir para seguir viviendo en esta casa con usted – HyeSung volvió a romper en llanto

Eric sintió que algo se quebraba dentro de él al oír las palabras de su esposo.

-eres idiota? En un año serás libre, cuándo se venza el plazo regresarás a tu casa

-no puedo soportarlo un día más – seguía llorando el muchacho

-y deja de tratarme de usted, no soy ningún extraño, soy tu esposo

-no, nunca será nada para mí, usted solo es ese hombre que me arrastró hasta este lugar para hacer mi vida miserable – HyeSung lloró más fuerte

-escúchame… - Eric tomó la mano de HyeSung a la fuerza

-que es esto?, porque tus manos están ásperas? No eran así cuándo te conocí en Boston

HyeSung permaneció silencioso. Eric se estaba comportando un poco extraño. Era la conversación más larga que había tenido con él desde que se conocieron.

-no me vas a responder! – vociferó Eric haciendo temblar al muchacho

-debe ser por la cocina y el detergente – respondió HyeSung quedamente

-a partir de ahora no vas a hacer nada en esta casa, tienes prohibido mover un solo dedo dentro de este departamento, entendiste?

HyeSung asintió tímidamente aunque no sabía exactamente de qué estaba hablando su esposo

-pediré comida, deja de llorar, sécate esas lágrimas – Eric se puso de pie en dirección a la puerta -y por cierto….los sucesos que ocurrieron la pasada noche…..no estaba en el correcto uso de mis sentidos y te aseguro que tal cosa no volverá a suceder – dijo de espaldas mientras abría la puerta para retirarse

HyeSung dejó de llorar por la confusión que le causó las palabras de su esposo. Estaba Eric disculpándose?

Eric llamó un servicio delivery para que trajera comida para él y su joven esposo. Al principio HyeSung se rehusó a comer pero después de ser forzado por Eric finalmente pudo terminar toda la comida.

-Bogeun, necesito que llames a la agencia de empleos y consigas un ama de llaves para mañana a primera hora – hablaba Eric son su asistente

-pero Hyung ya es de noche, la agencia está cerrada y….

-no me importa cómo pero quiero a alguien mañana a primera hora parada frente a la puerta del departamento! – Eric colgó el teléfono sin darle tiempo a su joven asistente de replicar su absurda petición.

Antes de ir a dormir Eric se aseguró que HyeSung estuviera en su cama durmiendo tranquilamente.

Dentro de su habitación, el presidente de Systematic Company recordó una vez más las palabras de su esposo. Para él, Eric seguía siendo Ese Hombre, el hombre que lo hacía sufrir. Lágrimas empezaron a caer de su rostro. Eric nunca creyó que le sería tan fácil volver a llorar después de tantos años. El dolor por el rechazo de su esposo de pronto le estaba doliendo como nunca antes algo le había dolido.

A la mañana siguiente Eric despertó por el constante sonido del timbre de su departamento. Estaba casi seguro que se trataba de su asistente y la nueva ama de llaves. Después de todo Bogeun nunca fallaba en cumplirle los caprichitos, aún los más absurdos.

Eric caminó hasta la puerta abriéndola y regresando inmediatamente hasta el interior del departamento.

-Bogeun dime que conseguiste la ama de llaves – mencionó Eric mientras ahogaba un bostezo

-eh…sí Hyung pero hay un inconveniente…  mencionó el asistente

-no me importa necesito que empiece ya mismo – dijo Eric con voz fuerte.

-sí Hyung pero ….

-donde está?,….oiga usted! Deje de esconderse ahí y venga acá! – llamó a la figura que estaba de pie aún bajo el marco de la puerta

-buen día señor, mi nombre es Andy – se presentó el pequeño muchacho delante de Eric

-quién es este? Y el ama de llaves?  - interrogó Eric a su asistente

-verás Hyung, de eso te quería hablar antes, la agencia estaba cerrada anoche y todo lo que tenían disponible para hoy temprano era a Andy – explicó el muchacho

-estás loco?, estaba esperando a una anciana achacosa no un mocoso como este! – Eric se puso de pie fulminando a su asistente con la mirada

-es todo lo que la agencia tenía disponible – se disculpó Bogeun

-disculpe Señor, pero puedo cocinar a la perfección, lavar, planchar, hacer las compras, tengo excelentes referencias – intervino Andy sonriendo adorablemente a su futuro patrón

-ah sí? Referencias?

-sí! Andy tiene muy buenas referencias Hyung, hasta llevó un curso de primeros auxilios

-primeros auxilios?, que sabes de la gente que sufre de desnutrición y anemia aguda? – de pronto Eric se vio interesado en el nuevo muchacho

-hay que tratarlos con cuidado y vigilar su alimentación, llevé un curso pequeño sobre nutrición, mi meta es terminar mi curso de enfermería – respondió alegremente el pequeño muchacho

-cuántos años tienes?  Interrogó Eric ahora convencido de que tal vez le convenía quedarse con el muchacho

-veinticinco Señor

-bien te quedas, prepara el desayuno ahora mismo – dijo Eric sentándose en el sofá

Andy sonrió alegremente corriendo a la cocina luego que Bogeun le indicara el camino.

-tú ve a la compañía y re-ordena mi agenda, quiero la tarde libre – ordenó Eric a su asistente

-escucha, necesito que prepares algo nutritivo para una persona enferma – ordenó Eric ingresando a la cocina

-el Señor está enfermo? – preguntó Andy inocentemente

-no para mí, es para otra persona…..ven aquí – Eric guió a Andy hasta la habitación de HyeSung

-necesito que seas muy cuidadoso con su alimentación y sus medicamentos; tu trabajo es asegurarte que coma apropiadamente y tome sus medicinas – instruía Eric dentro de la habitación de su esposo mientras éste aún dormía

-sí señor, puedo preguntar que tiene su hermano? – Andy sintió curiosidad por el frágil muchacho que yacía en la cama

-está débil por falta de alimentación, tiene anemia aguda – respondió Eric con voz baja recordando que todo eso era su culpa – y no es mi hermano….HyeSung es mi esposo – corrigió Eric al muchacho frente a él que ahora lo miraba completamente en shock

-está en reposo absoluto por dos días así que no quiero verlo rondando por la casa, es tu responsabilidad que permanezca en esa cama descansando – seguía instruyendo Eric ignorando la reacción de su nuevo ama de llaves

-s-sí señor – respondió Andy

-una cosa más, tiene totalmente prohibido mover un dedo en esta casa, y eso incluye que la cocina está vetada para él – volvió a instruir con tono amenazante

-s-sí señor – respondió Andy temblando repentinamente

Andy se quedó observando la figura de HyeSung por un largo tiempo, tenía la seguridad que lo había visto antes pero no recordaba dónde