Los Diez Pasos del Buen Conquistador: Paso 9 y 10

El Bello y La Bestia

A/N: *Deja capítuo agarra sus maletas y huye a la frontera con su pasaporte falso*... El Sigte. cap ya está en camino!!!

 

 

 

El rostro fijo y la mirada concentrada en la pantalla de su computador, sus dedos moviéndose con rapidez, digitando algunas palabras todavía imposibles de descifrar a juzgar por la distancia de enfoque visual de la persona sentada en el sofá a pocos metros. El rostro serio, completamente inmerso entre el computador y los documentos reposando sobre la mesa del escritorio a su derecha. Un giro de la silla y ahora tomaba el teléfono para una vez más ordenar algo a la secretaria o hablar con algún otro jefe de área. La voz siempre serena y enérgica a la vez, como todo un jefe y cabeza de uno de los emporios más prósperos del país.

El brillo en sus enormes ojos cafés le daba una apariencia distinta al hombre que solía ver todos los días en casa. De rato en rato sus labios se fruncían mientras leía alguna información en su computador; los labios gruesos que habían caído un par de veces sobre los suyos pero extrañamente esta era la primera vez que su mirada se fijaba de manera distinta en ellos. Un sentimiento que aún era irreconocible.

Cuando fue que Eric Mun se transformó de ese hombre cruel y despiadado  con apariencia fiera en una especie de Príncipe encantador?.

-quieres algo de beber?

La voz grave de Eric sorprendió a HyeSung, que se encontraba sentado en el sofá en medio de la inmensa oficina, con el rostro ligeramente volteado en dirección a su esposo. Inmediatamente HyeSung regresó a su posición original en el sofá, tomando una de las revistas en la mesita de al lado.

-n-no gracias… estoy bien – respondió HyeSung, tratando de calmar el bombeo acelerado de su corazón. Unos minutos más y su esposo lo hubiera atrapado observándolo por casi una hora ya desde que arribaron a las oficinas de Systematic Company.

Ni el mismo HyeSung se había dado cuenta cuando es que su esposo captó su atención, atrapando su mirada por extensos minutos.

Era un hermoso día jueves y extrañamente las clases de HyeSung en la universidad fueron canceladas, por lo que Eric decidió pasar el resto del día con su joven esposo. Faltaba tan sólo una semana para el cumpleaños número 21 de HyeSung, lo que significaba el vencimiento del plazo acordado por Eric y Junjin y una semana de diferencia para el término del plazo de las cláusulas del testamento de sus abuelos; el momento más difícil en toda la existencia de Eric Mun.

Eric tendría que dejar ir a su joven esposo dependiendo si lograba conseguir que éste dijera finalmente las palabras que tanto deseaba oír.

Eric dirigió una sonrisa al muchacho en el sofá, lamentando no pasar el día en cualquier otro lugar en vez de tener que encerrarlo en su oficina hasta que logre terminar con todo el trabajo que tenía pendiente.

-Srta. Jang venga un momento – llamó Eric por el anexo a su secretaria.

HyeSung fingió perder interés en lo que sea que esté haciendo su esposo, empezando a ojear a revista que tenía en manos.

-Sr. Mun – ingresó la muchacha con una sonrisa siempre amable

Algo en Hyesung hacia que el tono de voz de la muchacha le fuera molesto.

-entregue estos documentos al área de Producción y programe una reunión para mañana a primera hora, organice las entrevistas con los nuevos inversionistas para la siguiente semana obviando el viernes y traiga algo de beber para HyeSung – ordenó Eric con tono firme y sereno.

-sí Sr. Mun – respondió la muchacha, nuevamente regalando una sonrisa a su apuesto jefe.

HyeSung desde el sofá sentía que se le escarapelaba la piel tan sólo de oír a la muchacha e imaginarse esa sonrisa en su rostro.

 

 

-buenos días – Andy Lee sonrió amablemente a la muchacha en el mostrador, mientras alcanzaba la pila de libros que llevaba en brazos.

-buen día Sr. Lee, es agradable siempre verlo por acá – sonrió la muchacha mostrando su impecable dentadura

La Biblioteca por esas horas se encontraba casi desolada, dando a Andy el perfecto ambiente para pasar un rato agradable sumergiéndose en libros que lo ayudaban a escapar de su realidad actual llena de soledad.

-aquí tiene… oh! Y esto es para usted por ser buen cliente – la muchacha alcanzó los libros y luego una pequeña cajita de finísimos chocolates

Andy sonrió incómodo, notando el tinte rosado en las mejillas de la joven.

-Gracias – respondió Andy, tomando los libros y la caja de chocolates.

Para el ama de llaves aún era difícil abrir esa puerta. La puerta del amor.

-no crees que deberías decirle a esa joven que no estás interesado? – oyó el ama de llaves la voz lamentablemente conocida.

Andy continuó caminando, ignorando los pasos de su ex novio que lo seguían muy de cerca por el camino de regreso a la mansión Mun. Junjin no había dejado pasar un solo día sin seguir a su ex novio a dónde quiera que éste fuera.

-acaso no tienes una empresa que dirigir? -  habló Andy con voz seria, sin molestarse en girar y dar una mirada al hombre que continuaba siguiéndolo

-tengo buenos asistentes – respondió Junjin, alistándose para tomar el brazo de su novio y obligarlo a mirarlo a los ojos.

-lo que haga con mi vida no te importa – habló Andy, siguiendo su marcha hasta entrar a un pequeño café y cerrar la puerta en las narices de su ex novio.

 

 

El ruido de la puerta cerrando estrepitosamente llamó la atención de Eric, obligándolo a casi saltar de su asiento del susto causado por el impacto.

-por qué no me dijiste que mi niño está aquí?, eres un egoísta Eric Mun! – se quejó Minwoo, caminando apresuradamente hasta atrapar al joven muchacho en el sofá entre sus brazos.

-no te dije que revisaras los contratos de…

-eso puede desperar… mi niño no - respondió Minwoo, bañando a besos las mejillas del inocente muchacho, como si no lo hubiera visto en años.

-ya basta Minwoo, me haces cosquillas – rió HyeSung en brazos del abogado.

-las clases de HyeSung se cancelaron y me pareció buena idea traerlo a conocer un poco más de la compañía – habló Eric desde su asiento, para nada complacido con que su amigo haya descubierto la presencia de su joven esposo en el edificio.

-ya veo… HyeSungie este tipo te está aburriendo cierto?... este anciano no es para nada divertido… que te parece si vamos a mi oficina y te doy algunos juegos para que te entretengas? – propuso Minwoo, sin soltar al muchacho

-YAH! cuál anciano?... y Hyesung no es un niño para que lo trates así – reclamó Eric, listo para iniciar la lucha con su mejor amigo por la atención de su joven esposo

-de hecho estoy bien aquí… nos iremos cuando Eric ssi termine sus pendientes – respondió HyeSung, sonriendo ligeramente en dirección de su esposo.

Eric notó las mejillas sonrosadas de su esposo y la mirada nerviosa queriendo huir de sus hechizantes ojos.

-entonces que tal si te llevo a dar un tour por el edificio?... dejemos que este tipo aburrido termine su trabajo y vamos a dar unas vueltas – cambió Minwoo su propuesta, dominando los pensamientos de HyeSung con su infalible sonrisa de ojos

-puedo? – se dirigió HyeSung con mirada suplicante a su esposo

-aish! No tienes que pedir permiso, ésta también es tu compañía – Minwoo tomó la mano de HyeSung, llevándolo fuera de la oficina, ignorando las protestas de Eric a sus espaldas.

 

 

Andy abrió la puerta de su habitación, lanzándose sobre la cama, recopilando los sucesos de su no tan sorpresivo encuentro con su ex novio. El ama de llaves quería ignorar ese sentimiento punzante en su corazón cada vez que sus ojos se encontraban con la mirada dominante de Junjin.

Si tan sólo por un día Andy pudiera deshacerse de ese sentimiento que aún lo unía a su ex novio.

-estúpido Junjin… hasta cuándo vas a seguir haciéndome esto! – exclamó el ama de llaves desde su cama, cubriendo sus ojos con el antebrazo para luego dejar salir una carcajada sarcástica, como burlándose de su propio dolor.

-soy un idiota! Cómo puedo seguir amando a alguien tan estúpido! – reía Andy mientras pequeñas lágrimas caían por su rostro hasta humedecer ligeramente las mantas en la cama.

Del otro lado de la puerta y sin que el ama de llaves lo advirtiera, Junjin oía el monólogo de su ex novio, dejando caer sus propias lágrimas al darse cuenta de todo el año que había causado a la persona que tanto decía amar.

 

 

-este es el área de producción, ten cuidado no te vayas a lastimar, acá trabajamos con material peligroso para un niño como tú – explicaba Minwoo, mientras recorría las diferentes áreas del edificio al lado de Hyesung

-no soy un niño! Ya soy mayor de edad! – reaccionó HyeSung, frunciendo los labios en molestia

Minwoo sonrió, alborotando ligeramente el cabello del menor

-yah! mi cabello no! – se quejó Hyesung, regalando otro adorable gesto de molestia

-abogado Lee, los Sres. Kang en la línea 1 – se acercó una pequeña muchacha a los dos hombres, sujetando un teléfono celular en manos, alcanzándoselo a Minwoo

-quédate aquí Sungie, debo tomar una llamada, Srta. Ji Young, cuide de él mientras regreso – instruyó el abogado, antes de desaparecer entre las maquinarias con el teléfono en manos.

La pequeña secretaria asintió a las órdenes de su jefe, quedándose de pie al lado del muchacho que parecía incómodo con su presencia.

HyeSung decidió dar una vista periférica por todo el recinto, encontrando curioso una máquina que parecía cortar una especie de objeto de metal. Aprovechando un descuido de la pequeña secretaria, Hyesung se dirigió hacia donde se encontraba la curiosa maquinaria, llegando sólo a dar unas cuántos pasos más antes que tropezara con unos cables, cayendo cerca a la maquinaria que logró evadir gracias a la intervención del par de brazos que lo tomaron justo antes que su rostro golpeara contra la pesada máquina.

El silencio reinó de pronto en todo el recinto, las maquinarias dejaron de trabajar y sólo el ruido de personas reuniéndose alrededor del joven muchacho pudo ser oído.

-traigan un médico! Rápido! – oía HyeSung los gritos desesperados de los trabajadores

-oh Dios Mío! Llamen a emergencias! – la pequeña secretaria parecía en medio de un ataque de pánico.

-qué pasó! HyeSung! HyeSung estás bien? – Minwoo se hizo paso entre la multitud, llegando hasta el muchacho que parecía estar recuperándose del shock

-YAH!! te dije que no lo sacaras de mi oficina!! – se oyó la voz severa de Eric, sujetando a su esposo aún entre sus brazos.

-e-estoy bien – habló Hyesung con voz temblorosa, alzando la vista finalmente, encontrándose con las miradas preocupadas de los trabajadores

-oh por Dios el niño está sangrando! – exclamó una de las trabajadoras, llamando nuevamente el pánico de la gente alrededor.

Todos los trabajadores sabían muy bien quién era HyeSung, y que su esposo no estaría nada contento si veía un solo rasguño en alguna parte de su cuerpo.

Eric y Minwoo abrieron los ojos en pánico, empezando a examinar al muchacho, encontrando el rastro de sangre que corría de su brazo izquierdo.

-estoy bien, solo es un pequeño corte, por favor no se preocupen – trató de calmar HyeSung a la multitud.

Minwoo tomó el teléfono que traía en manos, marcando el número de su novio. Eric levantó a su joven esposo en brazos, luego que una de las trabajadoras hiciera una especie de vendaje improvisado sobre el área herida.

-gracias… - habló Eric con voz amable a la veterana trabajadora, sorprendiendo a los demás trabajadores que quedaron congelados, observando como el Sr. Mun se llevaba en brazos al angelical muchacho.

-es la primera vez en 10 años que lo oigo decir gracias – oyó Hyesung a los trabajadores susurrar, mientras abandonaba el recinto.

 

 

-listo! Ya está, la herida no es muy profunda, sanara en unos días – sonrió Dongwan, colocando sus materiales de trabajo dentro de su maletín médico.

-gracias Wannie… - se acercó Minwoo a su novio, abrazándolo por la espalda

-que acaso no tienes enfermería en este edificio? No había necesidad de hacerme venir por un simple corte – rió Dongwan, divertido con las exageradas reacciones de sus dos amigos.

Eric por otro lado, continuaba sujetando a su joven esposo que se encontraba recostado en el sofá dentro de su oficina.

-espero que esto no sea problema para mi exámen de mañana – habló HyeSung, observando el vendaje en su brazo izquierdo

-tranquilo Sungie, estoy seguro que lo harás bien aún con los ojos vendados – aseguró Minwoo, palmeando ligeramente la cabeza del muchacho

HyeSung sonrió en respuesta a su mejor amigo, recuperando la confianza para dar su examen de manejo para obtener su licencia de conducir, el siguiente día.

-abogado Lee, me mandó llamar – la pequeña secretaria de Minwoo interrumpió el breve momento del grupo, atrayendo de pronto la atención de los cuatro hombres en la oficina.

-Srta. Ji Young no le dije que lo vigilara mientras atendía mi llamada? – se dirigió Minwoo con voz severa a la pequeña muchacha.

-yo… solo me distraje por un segundo… no me di cuenta…

-pudo pasarle algo peor! – el pequeño abogado empezó a regañar a la muchacha, como si ésta hubiera cometido algún crimen

-si Eric no hubiera llegado en ese instante tiene idea de lo que pudo pasarle a HyeSung?!... como pudo ser tan irresponsable…

-Minwoo ya basta… HyeSung está bien… - interrumpió Eric a su mejor amigo, sorprendiendo a todos.

-Srta. Ji Young solo sea más cuidadosa la próxima vez, HyeSung está conociendo recién este edificio y todo le parece curioso… tenga más cuidado la próxima vez – habló Eric con voz calmada a la muchacha, que observaba atónita al Presidente de la Compañía.

Los empleados estaban acostumbrados a ver a un Eric Mun, siempre gritando y dando órdenes severamente, todos sabían que los errores no estaban permitidos en Systematic Company.  Sin embargo el último año, todos los empleados habían presenciado con ojos atónitos los evidentes cambios en el carácter de su intimidante jefe.

-puede regresar a sus labores – volvió a hablar Eric a la muchacha, sorprendiendo a todos una vez más.

-qué? – interrogó Eric al grupo, una vez la pequeña secretaria fuera de la oficina. Hyesung a su lado, no podía quitar los ojos de su rostro. Había algo en Eric que últimamente estaba captando su atención más de lo debido.

 

 

Al día siguiente, Eric Mun no dejaba de dar vueltas en todo lo ancho de la pequeña salita donde se encontraba en compañía de sus dos mejores amigos, en espera del regreso de su joven esposo una vez terminada su evaluación para la obtención de su licencia de conducir.

-lo está haciendo bien, eres buen maestro Minwoo – sonrió Dongwan orgulloso a su novio, mientras continuaba observando desde una de las ventanas de la salita, el recorrido del pequeño circuito que HyeSung estaba a punto ya de terminar.

Eric estaba más nervioso que nunca, no podía imaginarse tener que enfrentar el rostro decepcionado de su joven esposo, si no lograba pasar exitosamente la evaluación.

-ya terminó! Sin duda le darán la licencia! Lo hizo increíble! – exclamó Dongwan con el rostro aún pegado a la ventana

Minwoo y Eric corrieron al lado del apuesto Dr. Kim, observando como HyeSung caminaba al lado del instructor, deteniéndose luego a unos metros de distancia del grupo. El rostro de HyeSung se veía sereno aunque ligeramente nervioso por momentos. Luego de un breve intercambio de palabras, Hyesung se despidió del instructor con un fuerte apretón de manos, dirigiéndose al encuentro con sus amigos en la pequeña salita.

-y?!! – exclamaron Minwoo y Dongwan al unísono, apenas Hyesung se dejó ver bajo el marco de la puerta.

-PASE!! VOY A TENER MI LICENCIA DE CONDUCIR!! – exclamó HyeSung, corriendo a los brazos de la pequeña pareja.

Eric a un lado dejó salir una sonrisa de felicidad y alivio

-Eric ssi no me va a felicitar? – oyó Eric la voz angelical e inocente de su joven esposo, no demorando un segundo más para atraparlo entre sus brazos.

 

 

Esa noche, como manera de celebrar el éxito de HyeSung al obtener su licencia de conducir, Eric prometió al muchacho una exquisita cena en uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad. Al principio Hyesung tuvo dudas de la cena, al recordar la primera vez que comió fuera con su esposo. Aquel día en el que Hyesung estaba completamente seguro de no querer nada más que regresar a su casa en Boston, ignorando los ruegos de su esposo que pedían una oportunidad por su amor.

Ahora Hyesung no estaba del todo seguro si es que la escena se volvía a repetir podría rechazar nuevamente a Eric con esa misma determinación.

Algo de esa cena tenía a HyeSung muy nervioso. Como si su corazón tratara de prevenirlo de algo catastrófico.

Los últimos días, el corazón de HyeSung había decidido jugarle malos momentos, obligándolo innumerables veces a fijar su mirada en el rostro de su esposo, sobresaltándolo de manera distinta al oír el tono de su voz, inundando sus pensamientos con la imagen de su esposo por las noches.

HyeSung no quería admitir lo que estaba dentro de él, pero sabía que el día de rendirse estaba llegando. No podía seguir viviendo en negación eternamente. No con Eric adentrándose cada vez más en lo profundo de su corazón.

-HyeSung – llamó Eric por fuera de la habitación

HyeSung tomó su teléfono celular colocándolo en su bolsillo, dándose una última mirada en el espejo del tocador, asegurándose que su traje esté impecablemente puesto.

-es hora de irnos – sonrió Eric una vez que su joven esposo abrió la puerta

HyeSung no pudo evitar dar una mirada escaneadora a su esposo que lucía realmente guapo en el traje color negro que llevaba puesto. 

La pareja se dirigió fuera de la mansión en absoluto silencio.

-y su auto? – preguntó HyeSung, una vez fuera de la casa, al notar que el auto de Eric no estaba donde debía.

-bueno, decidí que hoy usaríamos otro tipo de transporte – sonrió Eric su carismática sonrisa.

Los ojos de HyeSung se abrieron ampliamente al notar el Lamborghini color blanco estacionado a pocos metros de distancia de donde se encontraba de pie.

-para usar esa licencia te hace falta algo no? – volvió a sonreír Eric, mostrando un juego de llaves frente a los ojos de su sorprendido joven esposo.

-en serio? – fue todo lo que pudo decir HyeSung

-es todo tuyo – confirmó Eric con voz serena, colocando el juego de llaves en las frágiles manos de HyeSung. 

HyeSung se lanzó a los brazos de su esposo, sonriendo sin parar. Eric recibió alegremente a su joven esposo sosteniéndolo con firmeza contra su cuerpo.

-ahora si podemos irnos… - reuniendo todo su poder, Eric se forzó a dejar ir a su joven esposo de sus brazos

HyeSung sonrió, corriendo a su nuevo auto en un parpadear.

 

 

La cena fue amena y alegre. HyeSung no había dejado de sonreír desde que la pareja llegó al exclusivo restaurant  y Eric adoraba ver esa hermosa sonrisa en el bello rostro de su joven esposo.

Todo era como un sueño para HyeSung, nunca pensó que podría sonreír tanto en un solo día, ignorando las advertencias dentro de él que trataban de prevenirlo contra los sentimientos que iban naciendo en su corazón.

Eric esperaba que este sea el día final para que su esposo finalmente dejara caer esa barrera de protección a su alrededor. Sin lugar a dudas el manual de su mejor amigo le había dado excelentes resultados. Ahora solo le quedaba una última cosa por hacer,  pero Eric había decidido cambiar ese poema por una confesión sincera que haga que su joven esposo termine por darse cuenta que sus sentimientos eran sinceros y que estaba dispuesto a entregar la vida si fuese posible por verlo feliz.

Los esposos compartieron una mirada silenciosa, adorándose cada uno a su manera bajo las luces tenues del exclusivo restaurant.

-te gustó la cena? – sonrió Eric a su joven esposo, sacándolo de sus pensamientos

-todo estuvo muy bien – respondió HyeSung, controlando el bombeo acelerado de su corazón.

-tengo algo que decirte… - Eric aclaró su garganta, dándose valor para iniciar la conversación que había estado anhelando los últimos días.

-gracias por todo… - interrumpió HyeSung la preparación de su esposo, con voz sincera y dulce

Eric observó el rostro del muchacho, cuyo semblante serio y casi a la defensiva había cambiado por uno más sincero.

HyeSung no podía seguir negándoselo, su debate interno acababa de llegar a su final.

-estoy dispuesto a hacer lo que sea por verte feliz – rompió Eric el breve silencio con sus palabras

HyeSung sentía un enorme peso sobre su garganta, como si algo por dentro estuviera  apunto de explotar. Y es que HyeSung necesitaba decirlo. Necesitaba decir lo que ya no podía seguir negando.

El regreso a casa se veía ahora muy lejano, si es que no imposible.

Eric observó el rostro de su esposo que se veía como si estuviera teniendo una lucha consigo mismo.

-HyeSung, sabes que te amo y que no escatimaré ni uno solo de mis días por seguir demostrándotelo – Eric deslizó su mano sobre la mesa, cubriendo la delicada mano de su joven esposo

El rostro de HyeSung cayó, cerrando los ojos para reunir el coraje que necesitaba para decir adiós a un hogar al que ya no pertenecía y dar la bienvenida a ese nuevo sentimiento que latía aceleradamente contra su pecho.

 

 

La mano de HyeSung dio un pequeño giro, sosteniendo la de su esposo en un agarre ligero y gentil, lleno de un sentimiento que estaba a tan solo un paso de explotar.

El propio corazón de Eric empezó a acelerarse al notar el cambio de actitud en las acciones de su joven esposo. Al fin Eric obtendría todo lo que tanto deseaba.

-te amo HyeSung… - dejó salir Eric sus palabras con voz profunda, lleno de todo lo que había dentro de su corazón

HyeSung alzó la mirada, encontrando los ojos amorosos de su esposo fijos en él. HyeSung entonces sintió la ligereza dentro de su corazón y el nudo en su garganta empezando a desenredarse.

Dando una ligera caricia a la mano que sostenía la suya, HyeSung sostuvo la mirada de su esposo, regalando una breve sonrisa de alivio y descubrimiento. Descubrimiento y aceptación del sentimiento que llenaba su ser de una hermosa paz.

Los labios de HyeSung se separaron lentamente, listos para decir las palabras que morían por salir de su boca.

-Eric?... Eric Mun… - oyó la pareja la voz femenina desconocida

HyeSung sintió que algo dentro de él se movía al notar el tono de voz anhelante de la desconocida mujer y el cambio de expresión en el rostro de su esposo, que apartó su mano lentamente de la suya.

-Siyeon… - susurró Eric casi inaudiblemente.

Los ojos de HyeSung se abrieron como platos, girando su rostro en dirección de la hermosa mujer de pie frente a su esposo.

El sentimiento preventivo dentro de su corazón volvió a invadirlo, pero ya era demasiado tarde.

 

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!
Shinbella
Después de algunos años de haber escrito este fic, llegué a la realización que esta historia es muy especial para mis lectoras, por lo que quiero que permanezca única.

Comments

You must be logged in to comment
YT___NONAME
#1
Chapter 46: My heart was filled!
Thank you for leaving us with such a beautiful piece of work!
Yessi10q1 #2
Chapter 46: No me canso de leer este fic, es el de mis favoritos, gracias por contar tan bella historia
Emibebe #3
Chapter 46: Disculpa, me gustó esta historia y quería saber si me podrías dar el permiso para adaptar está historia, porfis:3
lovely_nigth #4
hola
me encanto esta historia no se si me podrías dar permiso para adaptarla en otra plataforma claro dándote todos los créditos y autoria de que solo es una adaptación
me podrías dejase adaptarla por favor
HobiSquirrel #5
Hola, me dejaría adaptar su obra por favor?
Angelly8a #6
Chapter 41: Khaaaa!!!! Y ahora que viene esa perra ????
Angelly8a #7
Chapter 17: No pues si con esos trajes si da un aire a líder de la mafia jajajajajajaja, aiñññ disculpa que no te deje comentario en algunos, es que me quedo con saber que más paso que le doy siguiente y siguiente xD
Angelly8a #8
Chapter 12: Ya me preguntaba por Andy xD baia baia vais ya empieza el karma aquí? Deja voy por las palomitas jajaajajaajnajajaa por cierto, yo debería estar durmiendo, te go trabajo mañana jajajajaja
Angelly8a #9
Chapter 10: CHAAAAN CHAAAN CHAAAAAAAAN cielos Eric debe controlar su ira D: