EN LO QUE SE HA CONVERTIDO

Smalltalk

t

relaciones (parciales) lobo/humano

algo de sangre

-Pensé.. “hey, Junmyeon está cool con eso, tal vez al fin pueda decirle luego de un año que me gusta. Y así… así estaríamos juntos oficialmente y ya no tendría que preocuparme por esos estúpidos que quieren tu dinero y el dinero de tu mamá…. Y-y cuando fueras el presidente del mundo yo podría ser tu esposo trofeo y vivir en piscinas de dinero y un carro forrado de diamantes…”-

Tonto…. Tan tonto Jongdae… Lo que decía, lo que hacía, hasta como lloraba era….tonto.

Junmyeon no pudo contenerse, lo tomó de los hombros y fijo sus ojos en los de él. Medían casi lo mismo, por apenas unos milímetros, un centímetro a lo mucho. Pero se las arregló para levantar el mentón de Jongdae y hacer que lo mirara, que detuviera un instante las lágrimas.

-Eres tan sensible…- quiere reírse de Jongdae, de su cara roja y nariz llena de mocos, de los pequeños quejiditos que salen de su garganta como de cachorro. Talvez así lloraba cuando era un lobezno y el solo pensarlo le calienta el pecho con más de una sensación confusa.- Jongdae… lo que sugieres no es natural…-

Quiere sonar compuesto, pero nota los diferentes tonos en su voz, entre agudos y graves porque no puede tragar saliva.

-¿Eso es un no?...- pregunta Jongdae, bajando un poco la mirada para dejarla en algún punto sobre el tórax de Junmyeon.

Junmyeon entonces lo suelta pero no se aleja de él, su cuerpo no quiere sabiendo que Jongdae no está bien. No quiere moverse porque también sabe que es su culpa que esté así. Comienza a doler en el cuando Jongdae está herido.- N-no… Fue… fue más bien un error. Eres mi mejor amigo ¿Lo recuerdas?...-

Siente la lengua como si hubiera tragado el contenido de un frasco de perfume y no sabe porque, no está mintiendo, cada palabra es verdad.- Pasamos mucho tiempo juntos y a veces, en algunos casos la gente se imprime sin querer.-

-No, no.. no es cierto, tu sabes que no…-

-Si lo es, leí que puede pasar cuando ambos lobos están solos y comienzan a…-

-¡No! ¡No es cierto!...

Jongdae tomó las muñecas de Junmyeon y las levantó a la altura de sus hombros. No quería herir a Junmyeon, ni asustarlo, pero si quería que se callara. Solo unos instantes de silencio…. Junmyeon lo miró a la cara.

-No es…cierto…-

Fue soltando las muñecas de Junmyeon, dedo por dedo se separan de la piel de su mejor amigo hasta que el omega estuvo libre. Jongdae no deja de llorar ni limpia sus lágrimas, las deja correr hasta resbalar por su mentón hacia el piso y su camisa.

-Sabes que no es cierto.- de la tristeza pasa al enfado, y aunque su cara está mojada, frunce el ceño y tensa los brazos. Quiere…no, necesita saber más.- ¿Tienes miedo, Junmyeon?... ¿O en verdad piensas que los betas somos…diferentes?...- que merecemos cosas diferentes, oportunidades diferentes, carreras diferentes, vidas diferentes… separadas.-

Los químicos no le dejan saber que siente Junmyeon. Solo le queda preguntar, aunque es tan vergonzoso, un lobo digno no pregunta, un lobo entiende por instinto. Pero a Jongdae no le importa más.

Conoció a este hombre, complejo y absurdo, vergonzoso e inteligente, este hombre que puede pasar un examen de cien preguntas y sacar todas bien, dar un discurso que tenga a todo un auditorio en silencio e interesado, y que el mismo día tararee por una hora el tema principal de piratas del caribe o se ponga un vaso en la cara para anunciarle a Jongdae con voz de darth Vader que su sopa instantánea ya está lista y que para el postre tienen “helado oscuro”.

-Tengo miedo…-

Junmyeon siente los dedos de Jongdae enterrarse en su cabello y ser dirigido al espacio entre la quijada y la clavícula, no puede ver nada y el otro brazo rodea su cintura. Separa los labios solo un poco y entonces respira.

Respira a Jongdae, se convierte en su aire. No es como leyó que sería, no es como su madre le dijo que era… o como Minseok le explicó. No hay expectativas ni planes a futuro, tampoco puede escuchar tan claramente sus pensamientos…. Hay mil cosas y ninguna es importante. Solo importan ellos dos.

-Está bien. Yo también tengo miedo…- susurra Jongdae en su oído. El tono de su voz recorre el arco de su oreja y puede sentir el timbre hasta su nuca, irguiendo cada mínimo vello en su espalda.- pero todo estará bien…-

Junmyeon le cree, cree que estará bien porque Jongdae lo dice. Es entonces cuando pasa sus manos alrededor de la cintura del beta y finalmente se amolda a él.

-¿Qué hacemos ahora?...-

-Quedarnos así otro rato…-

Junmyeon no voltea a verlo pero asiente. Su cama está a solo un par de pasos, le basta con doblar las rodillas para que ambos se sienten en ella. Toman su nueva pose para separarse un poco y respirar “aire fresco”.

-Todavía huele a pino y montañas nevadas…- comenta Jongdae moviendo la nariz tiernamente. Junmyeon sonríe antes de levantarse para encender un ventilador, cosa ridícula porque están a inicios del invierno, lo último que necesitan es una habitación más fresca.

Mira a Jongdae a la cara mientras lo empuja suavemente con una mano para que se recueste en cama junto a él y entonces cubrirlos a ambos con un edredón.

Bajo la tela solo escuchan sus respiraciones y el sonido de las aspas del ventilador haciendo su trabajo.

Jongdae abre la boca para decir algo, pero Junmyeon sella sus labios con un dedo. Jongdae parece sorprendido, pero asiente.

Junmyeon no es como Jongdae, necesita más tiempo.

Necesita pensar mil veces las cosas, tener un plan, un plan de respaldo y una salida de emergencia. Eso explica porque es el único estudiante en los dormitorios que tiene un botiquín de primeros auxilios.

Junmyeon debe poner su mente en orden. Es la primera vez que sus planes involucran a una segunda persona, una persona que poco a poco va quedándose dormida a su lado hasta que ronca mientras Junmyeon lo contempla en silencio.

Jongdae puede dormir, está tranquilo y le dijo que todo estaría bien. Junmyeon le cree.

Cuando Jongdae despierta unas tres horas después lo hace porque los brazos le duelen del frio; Junmyeon se llevó todo el edredón.

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El olor del desodorante tardó en quitarse por completo varios días. Fue casi el tiempo en que Jongdae y Junmyeon no hablaron del tema. Siguieron con sus actividades, clases, amigos, tareas y clubes por separado como las carreras les exigían.

Junmyeon estaba en su octavo semestre, ya hablaban de tesis y exámenes para titulación. Podía quedarse hasta muy tarde con sus tutores y directores de tesis debatiendo que tema escogería y porque, a veces cambiaba de opinión y prefería el examen, entonces se quedaba hablando de que temas podrían venir y cuanto tiempo tenía para presentarlo tan pronto como le fuera posible al terminar su siguiente semestre.

Volvió a los dormitorios un viernes en la noche, con la sorpresa de que no quedaba rastro del desodorante. Ni en la ropa o en sus cobijas. Ya solo olía a desodorante sus axilas, como debía ser.

Echó su maletín en una silla, la que tenía junto al escritorio donde estudiaba, y se dejó caer sobre su cama, quitándose los zapatos jalándolos con sus propios pies.

Estaba tan cansado…. El cuerpo le dolía por estar caminando. Además, pasaba mucho tiempo comiendo. A Junmyeon no le sorprendía, iba a tener su celo pronto. Necesitaba esas calorías extra porque en esos días lo último que le iba a preocupar era comer

Ya lo había tenido durante casi 8 años pero aún lograba ponerlo tenso e incómodo. Aunque era algo normal en su familia con su papá siendo omega y también su hyung, nunca llegaba a acostumbrarse a la idea de que por casi una semana tendría la mente muy nublada y el cuerpo muy predispuesto para hacer cosas, lo que fuera necesario para tener cachorros.

La sola idea hizo que le temblara la piel.

Aunque no todo era tan malo cuando la época llegaba, sus sentidos se agudizaban y había uno que se salía de la escala. Ahora, por ejemplo, se dio cuenta de cuando Jongdae entró a las habitaciones porque podía olerlo a 2 pisos de altura. Estando impresos, el lobo alterado, Junmyeon aún renuente a las cosas nuevas…. Bueno, no podía decir que lo sorprendía.

Se levantó de cama, su espalda tronó dos veces dejándole una sensación de alivio. Caminó a la puerta y la abrió a tiempo para ver a Jongdae balancear una bolsa del mini super más cercano, sus llaves y cartera, todo al mismo tiempo para intentar abrir su puerta.

Junmyeon se le acercó por detrás y tomó las llaves de entre sus manos.- Deberías deshacerte de un par de llaveros.- tenía más llaveros que llaves y algunas de las llaves ya no eran útiles. Finalmente Junmyeon encontró la adecuada y pudo abrir la puerta.-

Jongdae le sonrió sin verlo.- ¿Cuándo se me van a perder así?? Con dos llaves apenas podría verlas…- Jongdae se señala la cara, apuntando a los lentes de contacto que usa siempre que va a clases o sale de casa, apenas entra a su hogar aprovecha para quitárselos.-

Junmyeon entra tras él sin preguntar si puede pasar. El lobo dice que esta bien pasar porque el lobo beta ha dado su consentimiento no verbal.

Dentro huele a calcetines húmedos y hay mucha ropa tirada en el piso sobre las sillas y un pequeño estante que Jongdae tiene para sus libros. Casi todo está desordenado, no sucio pero si fuera de lugar. Con excepción de una pequeña mesa donde hay un micrófono que luce costoso y una MAC de escritorio.

-¿Por esto no me dejas venir a tu habitación?...- pregunta Junmyeon mientras mueve con el pie un par de pantalones para poder sentarse en el escritorio de Chen, el que se supone es para estudiar.-

-Nope, es porque el olor de omega es más fuerte y tarda muuucho en quitarse….- Jongdae responde, dedicándole al omega una enorme sonrisa de burla. Junmyeon no dice nada, pero siente las mejillas considerablemente más calientes.

Junmyeon mira a Jongdae abrir su frigorífico y meter la leche que acaba de comprar. Dentro hay mucha comida chatarra y cenas congeladas o arroz pre cocido que se ha puesto duro.

Cuando fija la vista en la espalda de Jongdae se siente extraño. Algo abrumado, un poco desorientado…-

-El próximo celo va a ser mi semana…-¿Qué dijo?... – di-digo…que mi semana será en el celo… mi… mi celo… -

Gruñe muy fuerte de la frustración, asustando a Jongdae. El se voltea a verlo con un cartón de leche echado a perder en las manos.- ¿Cómo? ¿Qué dijiste?...-

Junmyeon recupera el suficiente autocontrol para normalizar su respiración. Eso de ver a Jongdae en short no es bueno para su pronunciación. ¿Por qué salió así de desnudo haciendo tanto frío?!.- No quería ser tan directo, perdona… Pero ya que lo dije…- ya que lo dijo mejor lo vuelve a decir y poner en claro porque ya no hay vuelta atrás.- Mi celo… la próxima semana….-

Jongdae  tenía una idea de a dónde iba todo.- ¿Y…?

-Me obligarás a decirlo ¿Verdad?...- suspira Junmyeon, bajando el rostro hasta que solo puede enfocar sus rodillas y zapatos.-

Jongdae le guiña el ojo y le hace el signo de paz con los dedos.- Es lo más correcto…-

-Kim ssi…- comienza Junmyeon en un tono profundo, tan terso como la seda.- ¿Podrías….te gustaría…?- Que bueno que nadie (además de Jongdae) lo está escuchando, su voz tiembla mucho.- ¿Quisieras…. Ayudarme en mi celo?...-

Jongdae estaba listo para responderle con algo como “¿YO? ¿De verdad, me eliges a mí?!!!” pero cuando Junmyeon se quedó en silencio algo le robó las palabras, volvió su quijada muy pesada. Tal vez el lobo evitando que dijera una tontería que espantara al lobo omega que obviamente estaba en un estado asustadizo y nervioso.

En cambio, se acercó a Junmyeon hasta estar frente a él, Junmyeon volteó a verlo con ojos grandes que esperaban algo, sus labios un poco abiertos, rojos, suaves y húmedos- ¿Estás seguro, Junmyeon?...-

Junmyeon niega con la cabeza, pero no lo deja de ver.- No… Pero..- con dedos dudativos toma la mano de Jongdae y aprieta suavemente. El solo tocarlo despierta una serie de sensaciones que lo recorren hasta la punta de la nariz. Su lobo está feliz, perceptible al toque del beta que ha escogido. – quiero estar contigo durante el celo…- sus manos se posan entonces en la cadera de Jongdae, sintiéndola firme y estrecha, coloca los dedos en los huesos de su pelvis. Todo se siente muy…íntimo….- y después.-

-¿Por qué?...-

-Tampoco se…. Estuve pensando en estos días y… lo único que puedo decirte es que… Tu me conoces…-

Jongdae gira el rostro, ya no está usando sus lentes de contacto, Junmyeon es una figura humana ligeramente difusa, pero no necesita verlo para saber que piensa, sus hormonas libres en el aire, combinadas con las de Jongdae, le dicen mucho.

-¿Te acuerdas de mi último cumpleaños?... – Jongdae asiente.- recibí regalos de muchas personas, me dieron ropa y dinero y un par de juguetes de parte de Hyung pero…. Lo único que necesitaba era plumas nuevas, posticks y separadores para mis libros de consulta. Llegaste esa noche con un montón de fruta y una bolsa del convini llena de plumas, posticks y separadores…- Junmyeon sonríe, todo su rostro brilla por el recuerdo, Jongdae también lo recuerda con la misma claridad.- Dijiste que era una broma y que no tenías dinero para nada mas pero Yo sabía que Tu sabías que era lo que necesitaba… Ahora cuando uso esas plumas y pego los posticks no puedo evitar pensar en ti…-

Suavemente, con un pequeño tumulto en su piel, Junmyeon aprovecha para apoyar la frente en el hombro del beta. El aroma de Jongdae es fuerte, no se ha bañado en un par de días, pero para Junmyeon no es desagradable, es parte de Jongdae y la impresión no ha hecho más que volverlos parte uno del otro, saberlo planta en Junmyeon una confianza ciega y placentera de que Jongdae de alguna forma le pertenece…

-Cuando estamos juntos puedo bajar la guardia y cantar como pirata tan alto como quiera…-

Siente la mano de Jongdae sobre su mejilla para levantar su mentón y verlo directo a los ojos.

Jongdae se acerca hasta estar a la misma altura que Junmyeon. Incluso eso se siente tan correcto, sus alturas son parecidas, no se necesita mucho para alcanzar los labios de Junmyeon.

Jongdae es como un vino hecho de varias frutas, quema y entumece los labios de Junmyeon mientras se mueven, lo llevan a un estado donde deja de pensar, solo siente y se mueve al ritmo que pone Jongdae. Deja que la confianza lo lleve a donde Jongdae desee, es su beta, nunca lo va a lastimar ni dejar caer…

Una de las manos de Junmyeon va al cuello de Jongdae y jala con un poco de fuerza los vellos en su nuca, Jongdae gime y se queja en un solo sonido, sus labios se abren y dejan pasar la lengua de Junmyeon que choca contra sus dientes.

Es muy larga, domina perfectamente la de Jongdae, lo hace sentir ahogado, pero lejos de incomodarlo puede sentir la adrenalina, el calor y la sangre en su cuerpo viajando más rápido, quiere más de Junmyeon, más del sabor de su saliva y la sensación cítrica de su boca. Deja que Junmyeon juegue con su lengua y la muerda hasta que arranca de Jongdae un pequeño grito, pero es Jongdae quien lo empuja sobre el colchón para quedar en posición horizontal. Tiene más control de la respiración de Junmyeon de esta manera.

Se separa entonces para morder su mentón y quijada, marcándolo con pequeñas manchas rojas de donde pasan sus dientes, los colmillos creciendo milímetro a milímetro mientras más se acerca al cuello de Junmyeon, solo puede imaginar el sabor de su sangre y la euforia que le traerá poder romper su piel y dejarle una marca que nunca podrá borrarse.

A donde valla Junmyeon olerá a él, todos lo sabrán, no habrá nadie que no pueda verlo…

Por instinto Junmyeon gira el rostro y expone el cuello, blanco como el papel, y se aferra a los costados de Jongdae para tener algo de donde apoyarse, el lobo le dice que se prepare porque será fuerte y agresivo, una ola muy por encima de su cabeza que amenaza con romper justo encima de el, pero Junmyeon lo quiere, está listo para eso y mientras más lo piensa más desesperado se siente.

-Jongdae… por favor…-

Jongdae parpadea un par de veces, retrayendo el color rojo en sus pupilas de una semi transformación. El lobo está ahí, asomándose, a unos segundos de ser uno con Jongdae y tomar posesión de lo que ha esperado por más de un año pero…- no… no podemos…-

Su mente se aclara poco a poco, disipando el deseo de marcar, la quijada le duele y los colmillos no se retraen, cuando Jongdae cierra la boca se lastima sus propias encías. El dolor no evita que sonría y bese a Junmyeon en la mejilla, acariciando su rostro con el cachete como hacen los lobos.

-Aún no… Primero tengo que hablar con tu madre… Después del celo ¿Podríamos ir a verla…?-

Junmyeon tiene poca consciencia para registrar que está pasando pero cada palabra de Jongdae lo regresa más y más al momento y lugar. Jongdae quiere… hablar con su madre?... - ¿Qué…? ¿Para que….?-

-Tiene que aprobarme….-

-¿Eres, Jongdae, verdad??...-

-¿Qué estás diciendo?...-

-Tu, Jongdae.. Tu, ¡Jongdae!, el que hizo un escándalo hace una semana porque no podía decidirme está aquí, ahora, diciendo que primero tiene que conocer a mi Madre?..!!!..-

-Estoy chapado a la antigua…- es toda la respuesta que puede extraer de Jongdae. Junmyeon pudo haber refutado con ganas pero el sonrojo en la cara del beta lo detiene.-

-¿estás hablando en serio?

Jongdae solo asiente.

-No podemos… -

Junmyeon se levanta dejando a Jongdae en la cama.

-No podemos….-

-¿Por qué no?.- es la clase de pregunta que sabe no debe hacer pero si la pregunta que tiene que hacer.-

-No…- Junmyeon se queda en silencio en cuanto mira a Jongdae, sintiendo esa mirada asustadiza y temerosa en los ojos de su casi pareja. No puede decirle…- no es buen momento… Ahora… Hyung acaba de ser emparejado con Kris ge y…. no se como le caigan dos, tu sabes… sucesos así de importantes…-

Jongdae evita mirarlo más de la cuenta. Es extraño el asunto de estar impreso en otra persona, porque sabe cuando Junmyeon le oculta algo o le miente, fuera de que sea malo para mentir, el aire agrio le dice que no debe confiar.

-¿Entonces….?-

-Entonces nada…- Junmyeon sonríe, abre los brazos y se acerca un poco a Jongdae.- me encargaré del celo yo solo y después hablaremos de esto…-

-¿Esto es porque no quise morderte?...-

-¡No! No tiene nada que ver con eso…-

-¿Entonces…? ¿Es por tu madre?... No soy tan mal partido, Junmyeon. Digo, no voy a heredar una empresa gigante con 10,000 empleados pero…- Jongdae comienza a respirar elaboradamente, no sabe que más decir. Nunca había estado en una situación donde se tuviera que defender a si mismo, a lo que es, su futuro…- Se que no le caen bien los betas pero… pero eres su hijo, me aceptará con el tiempo, no?...-

Junmyeon baja los brazos, deja de mirarlo y el silencio se alarga por varios segundos.

-¿no?...-

-Ella… quiere lo mejor para nosotros…-

-¡¿Y lo mejor no me incluye?...!-

-¡No!...-

Junmyeon está en sus rodillas mucho antes de pensarlo. El lobo y él mirando a Jongdae desde abajo, su perfecto rostro cuadrado de mejillas prominentes y puntiagudas. Un triste dinosaurio que sufre porque Junmyeon no puede darse a entender ni tiene el valor de decirle las cosas de frente.

Valla… algunas de esas cosas no se las puede ni decir a si mismo.

-Jongdae…- el voltea a verlo, con algo de renuencia. El lobo y el se retraen suavemente.- No es lo que tu crees… No se como explicarlo…Es…es mu…-

-Inténtalo…-

-Es complicado…-

-No importa….Quiero saber…- Jongdae se guarda la parte de creer que se merece una explicación. ¿De verdad se la merece?... No es la pareja oficial de Junmyeon…todavía. Pero eso no hace las cosas más fáciles, le hace sentir frustración animal, básica… Un lobo cuya manada no está completa.-

Junmyeon traga saliva. Siente la tensión subiendo y viajando en sus venas, los dedos le tiemblan un poco y el lobo esta ansioso.- mi hermano no está emparejado con su pareja… ¿Me entiendes?...- mira a Jongdae con esperanza en los ojos de que deje el tema así, pero Jongdae niega.- Kris ge no es la pareja de Minseok. Su relación es financiera y para evitar que ambos sufran de depresión….- entonces Junmyeon cierra los puños, porque dirá algo que no está cien por ciento seguro sea cierto.- esa es la versión oficial, pero a Minseok lo obligaron…-

Todo el aire que le queda sale del pecho de Junmyeon, lastimándole la garganta, y dejando un hueco. Es enorme y por extraño que sea es como si….ese hueco hubiera estado antes ocupado por algo importante….- yo creo que a mi hyung lo obligaron porque Kris es un alfa y Minseok su único amigo…. Cuando era joven todo lo que escuchaba era a madre decir todo lo increíble que eran los alfas. Pero a hyung no le importaban esas cosas, el estaba invertido en su trabajo y en buscar terrenos en Jeju o Japón para poder mudarse…. Creo que Madre se asustó cuando supo de esto y antes de preguntarle, la familia Wu ya había llegado a nuestra casa y estaban dándose las manos por el matrimonio de ambos….-

No es como si su hermano no hubiera estado interesado en alguien antes, lo estuvo y muchas veces pero mientras no fueran Alfas…. No existían realmente. Madre tenía miedo de que Minseok encontrara alguien que no fuera un alfa inteligente, competente y físicamente imponente.

Junmyeon fija su mirada en Jongdae, buscando en el algún gesto de rechazo. Ya no es común escuchar ese tipo de conversaciones, la gente puede creer que los alfas son mejores que betas, incluso que omegas, pero no lo dice en voz alta.

-Es complicado, Jongdae… -

Jongdae asiente y en el aire no hay rastro de mentira o enojo, este se vuelve claro y más respirable.

-Después de graduarme veremos que hacer ¿Está bien? Por ahora mantengámoslo así…- no es fácil decirlo. Hay muchas cosas dentro de Junmyeon que quieren salir para expresar todas sus preguntas sobre este emparejamiento. ¿Estará cometiendo un error? ¿Qué tal si Jongdae no es lo que esperaba? ¿Y si en el futuro llega un alfa? ¿Qué tal si descubre que los betas y los omegas realmente no son compatibles?.... ¿Y si algún día Jongdae encuentra a su beta?... ¿Con qué rostro podría volver a casa o ver a su madre a la cara? ¿Si al final todo lo que ella dice es verdad y es Junmyeon quien no puede entenderlo?

Antes de que siga pensando en miles de futuros, Jongdae lo aprieta contra el, abrazándolo por los hombros para levantarlo unos cuantos centímetros del suelo, sosteniendo todo el ser de Junmyeon contra el.

-Piensas muy fuerte y estás loco. Pero ya no tengo de otra más que aguantar todo lo loco que estás…- proclama Jongdae, en voz alta y clara. Junmyeon parpadea un par de veces sintiéndose confundido.- Entiendo ahora… Así que deja de pensar, porque estaremos bien y todo saldrá bien… -

Acarició la espalda de Junmyeon con una mano, de arriba abajo mientras lo sentía respirar contra su cuello.- hablemos de cosas mas importantes.. ¿Te gusta rápido o lento? –

-¿cómo?

-Tu celo. ¿Cómo debo proceder? ¿Qué te parece un poco de juego de roles? Yo puedo ser el y vecino de enfrente que está enamorado de ti desde hace más de un año y tu puedes ser el chico omega virgen con ligeros delirios de grandeza que nunca ha probado un beta de verdad pero en secreto se muere por hacerlo porque sus amigos le han contado maravillas de los betas. Hasta me pondré una chaqueta de cuero y unos jeans deslavados, puedo dibujarme patillas con un plumón y fumar uno de esos cigarros falsos para que entres fácilmente en personaje….-

-¿Has tenido mucho tiempo para pensar eso, verdad?-

-Tu celo huele por todo el edificio, perdóname por fantasear un poco…-

Junmyeon comienza a reir en voz baja primero y eventualmente escala hasta que su risa puede escucharse hasta el pasillo.- tomo supresores, claro que no puedes olerlo…-

-¿Realmente tienes una idea de cuanto tiempo hemos estado impresos, Junmyeon? Eres denso como el concreto, Kim ssi…-

Junmyeon se pone rojo hasta las orejas, pero en vez de refutar como tantas veces ha hecho, muerde a Jongdae en el cuello hasta marcarle todos los dientes. Jongdae no grita particularmente, pero sisea e intenta quitárselo con unos pequeños “auch auch auch” de por medio.

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Ocurrió un viernes por la noche, muy a tiempo, casi cronometrado. Junmyeon tenia el refrigerador lleno de agua y la alacena hasta el tope de sopa instantánea. Había avisado a la escuela de su celo, tenía una semana libre y un documento.

Todo estaba ciertamente bien planeado, porque a Junmyeon no le gustaba que el celo llegara y el no estuviera prevenido.

A las 3 de la tarde comenzó el cosquilleo en su cuerpo, pero en vez de tomarse una pastilla como normalmente haría, dejo que la sensación recorriera bastamente cada parte de su piel. Era nuevo, las pastillas calmaban mucho del hormigueo y hacían que sus celos fuera más cortos y menos intensos.

Pero ya había hablado con Jongdae y ambos estaban curiosos sobre como reaccionaría a un celo común.

Por precaución cerró las puertas hasta la hora en que Jongdae saliera de clases.

Todo estaba previsto, lo único que no pudo ver fue la intensidad con que su cuerpo comenzó a calentarse, la temperatura subió hasta que gotas de sudor se formaron en su frente y cabeza, resbalando por sus sienes copiosamente, el aroma era tan fuerte que podía olerse a sí mismo, cosa que casi nunca sucedía.

Desprendía un olor a limón y piña muy fuerte, como si hubiera llenado el piso con néctar. Luego comenzó a caminar por el dormitorio, dando vueltas sin sentido alrededor de la sala y tomando largos tragos de agua de vez en vez, pero el calor no se reducía.

Se sentó para ver si eso tenía un mejor resultado, y fue cuando sintió la humedad en su ropa interior, lubricante frío contra su piel, dejó una pequeña marca que después tendría que limpiar pero por el momento solo lo ignoró.

No podía sentarse entonces, despreocupadamente se quitó los pantalones y los lanzó encima de su cama, y siguió caminando ahora con las piernas desnudas, siendo más consciente aún del aroma propio llenando su habitación y seguro llegando al pasillo.

A las 6:30 ya no lo pudo soportar más y le mandó un mensaje a Jongdae. Solo decía Ayuda, pero esperaba que Jongdae captara el mensaje.

Jongdae aún estaba en clase cuando recibió el mensaje. Se levantó, tomó sus cosas haciendo el menor ruido posible y salió haciéndole una seña a Baekhyun para que le pasara los apuntes después, aunque Baekhyun no supo de que hablaba, solo dijo que si.

Salió corriendo al baño donde se quitó la ropa y la metió hecha bola en su mochila.

Entonces se convirtió en lobo, largo y con un par de perforaciones en las orejas, con el hocico tomo su mochila y salió del baño hacia los dormitorios. Sentía la sangre caliente y el pelaje pesado aunque podía correr ligero como una pluma, el hocico en alto y la mochila bamboleándose a sus lados cuando Jongdae corría aún más rápido, captando el aroma, ahora envolviendo los dormitorios más allá de la entrada.

Algunos betas miraban los alrededores, curiosos, pero sin hacer mayor escándalo. Entre ellos estaba Taemin que solo levantó una ceja antes de hacerse a un lado para que Jongdae pudiera subir corriendo las escaleras.

Cuando llego a la puerta de Junmyeon comenzó a rasgarla con las patas, aullando para que Junmyeon lo dejara pasar de una vez. No solo el pelaje se sentía pesado, también el hocico, su lengua que se humedecía dejando grandes gotas en el suelo; sediento y hambriento.

-¿J-Jongdae…?- preguntó la débil voz de Junmyeon dentro de la habitación. Jongdae ladró en respuesta, de inmediato los seguros se abrieron y Junmyeon abrió un espacio pequeño por el que Jongdae podía pasar.

Literalmente lanzó su mochila a una esquina, seguro rompiendo la pantalla de su celular pero no le dedicó ni medio pensamiento.

Estaba frente a Junmyeon, sin pantalones, con humedad escurriendo de sus muslos pálidos y temblorosos, su cuerpo era firme y blanco, las rodillas huesudas y rojizas, los pies con calcetines negros hasta medio gemelos, la cara roja y reluciente mirándolo con sorpresa y deseo.

Junmyeon no esperaba ver a Jongdae en esa forma, hacía todo menos personal y al mismo tiempo más excitante, Jongdae era un lobo café oscuro, con la excepción de sus patas traseras que eran blancas, daba la impresión de tener puestas un par de pantuflas.

Jongdae lo rodeó lentamente, disfrutando de la incertidumbre en el rostro de Junmyeon.

-N-no…esperaba verte asi..- aclaró Junmyeon usando parte del poco léxico que le quedaba. No era normal, la televisión, sus padres, la escuela…su hermano dijeron que no debía tener o con un lobo porque…era sucio…-

Los ojos de Junmyeon comenzaron a cerrarse sin que pudiera evitarlo, unas pocas gotas de presemen mancharon su ropa interior, sus manos se fueron a su pecho, acariciando sus pezones erguidos y adoloridos por el roce contra la tela de su camisa.

-Jongdae…Jongdae… Ahora… por favor…-

Jongdae no hizo nada, aunque vio a Junmyeon caer de rodillas frente a él, cuando estas perdieron la fuerza. Sus brazos exploraban su cuerpo como si no lo conocieran y sus dedos acariciaban su miembro con cierta violencia, a Jongdae no le gustó lo que veía.

Comenzó a gruñir, irguiendo el pelo en su lomo hasta que la sangre se detuvo en el cuerpo de Junmyeon avisándole del beta que estaba reclamando sumisión de su parte. Aún tenía el cuerpo caliente pero sus manos se detuvieron.

Miró al lobo que era Jongdae, con los ojos cristalinos producto de la desesperación, pero no dijo nada.

Jongdae se movió hasta estar tras Junmyeon, acariciando con el hocico y la nariz húmeda de lobo su espalda y el surco de sus menudas caderas. Junmyeon gimió cuando la nariz de Jongdae se enterró entre sus nalgas, apretándose contra su entrada, casi introduciendo un poco de la tela en Junmyeon.

Junmyeon suspiro, haciéndose hacia delante hasta que su tórax tocó el piso. Se entregaba a Jongdae haciendo una invitación muy clara para el lobo. Jongdae enterró los dientes en la lela de sus boxers y jaló hasta desgarrarlos, dejando solo los elásticos aún firmes en su lugar en los muslos de Junmyeon.

-Jongdae… Jongdae…. Beta, por favor…-

No sabía porque rogaba o porque con ambas manos abrió sus glúteos hasta que su entrada apretada y rebosante de líquido fue perfectamente visible para Jongdae. El olfateo de nuevo el líquido, disfrutando del aroma cítrico y un poco salado de Junmyeon, sacó la lengua y la colocó tentativamente en los testículos de Junmyeon.

Junmyeon hizo “ah!”, y apretó el rostro contra el suelo. Jongdae comenzó a lamer primero lentamente, tomando todo el líquido con la lengua para pasarlo entre sus colmillos, cuidando de no lastimar a Junmyeon.

En unos pocos segundo Junmyeon estaba extendido sobre el piso, suave y rojo. Sin pensar en otra cosa que la maravillosa lengua de lobo que mandaba deliciosos choques eléctricos a todo rincón de su cuerpo, estaba cerca de venirse finalmente, pero al mismo tiempo no, podía disfrutar de cada lengüetada larga y agónica toda la noche de ser necesario.

Los lobos eran lo mejor, los lobos olían exquisito y eran salvajes. Una parte Jongdae y la otra instinto…. Hacían de su corazón una máquina sin ritmo y predispuesta a cualquier aceleración innecesaria, el lobo olía a tierra, una parte a bosque, a Jongdae, la combinación de frutas fermentadas y alcohol por separado, aplacándolo, tomando más de él sin cansarse y Junmyeon sin ser vaciado.

Jongdae dejo de lamer, dejando la piel tierna y rosa, humedecida y temblorosa, tomó aire y lo dejó salir justo encima de la entrada de Junmyeon, el esfínter se retrajo violentamente y más lubricante escapó de Junmyeon hasta gotear sobre el piso.

El lobo lamió los glúteos de Junmyeon y con mucho cuidado de no pisar al omega, comenzó a montarlo. Sin hacer nada más que estar encima de él, viendo el rostro de Junmyeon a un costado con los ojos medio cerrados y la cara roja, el cuerpo rosado por el cambio en su temperatura.

-Jongdae… Házmelo… por favor, móntame… haz lo que quieras no importa…ahora…- tomó las patas de Jongdae, firmes y cubiertas de pelo, las uñas eran más gruesas y filosas que las del lobo de Junmyeon, todo del lobo encima de él era perfecto, hasta la forma en que esos profundos e impredecibles ojos de animal lo miraban, no podía evitar… no podía evitar sentirse aterrorizado, ahogado en todo lo que era Jongdae.

Jongdae lamió su mejilla, Junmyeon acarició el pelaje de su cabeza y respondió a las caricias, besando sobre las encías del lobo y sus colmillos.

Sintió el cambio sobre su piel, el pelaje desapareció lentamente y fue reemplazado por un calor más conocido, menos abrasivo, pero de intensidad comparable, el hocico desapareció y en su lugar la nariz de Jongdae acarició suavemente la mejilla de Junmyeon. Junmyeon levantó sus caderas para poder sentir la pelvis de Jongdae contra sus glúteos, invitando y pidiendo por milésima vez que finalmente lo hiciera.

-Jongdae, voy a enloquecer, solo hazlo!...- enterró las uñas en el piso de la desesperación, Jongdae aprovechó para morderlo sin perforar su piel sino como una prensa para mantenerlo en su lugar.

En lugar del miembro de Jongdae un par de dedos se abrieron paso por el esfínter de Junmyeon, sacándole un grito agudo por el dolor y el consecuente chispazo de placer que sintió en los testículos como un pequeño latigazo. Jongdae espero un par de segundos a que el dolor pasara y entonces sacó los dedos hasta que solo sus uñas estuvieron dentro, volvió a meterlos, golpeando con los nudillos las nalgas de Junmyeon.

A cada salida, a cada golpe Junmyeon iba encontrando mayor placer, era nuevo y diferente pero también incongruente, no podía pensar más allá de Jongdae y lo mucho que lo necesitaba a él y a su miembro de beta, grande y rojo dentro de él haciendo un desorden, abusando su entrada y su cuerpo porque le pertenecía y quería que todos lo supieran, que el aroma a o se quedara en Junmyeon días, semanas, meses luego de marcarlo y correrse dentro de él.

Hubo tantas imágenes en su cabeza que con otro grito Junmyeon manchó el piso de blanco, copioso se regó entre su vientre y el suelo, caliente y resbaladizo.

Jongdae finalmente lo soltó para poder contemplar a Junmyeon mientras acercaba su glande rojo y punzante a la entrada del omega, aprovechando la adrenalina del o que seguía en su punto máximo. Un omega corriéndose era de las vistas más excitante que Jongdae pudiera imaginar, pero un omega en pleno o mientras Jongdae se introducía en el sin darle tiempo de acostumbrarse podría haberlo hecho correrse a él también sino fuera por su lobo.

Junmyeon parecía estar siendo agredido físicamente, no dejaba de gritar y llorar pero el aire solo olía a lujuria de parte de ambos, algo casi invisible para los betas y cualquier otro lobo que estuviera en las cercanías, el aroma de Junmyeon afectaba en su mayoría solo al lobo con que estuviera impreso.

Jongdae salió, dejando que el esfínter de Junmyeon abrazara su glande unos segundos y entonces volvió a entrar de un solo golpe, sacándole un poco de aire a Junmyeon.

Jongdae no recordaba ser así de violento, ni con su primer omega al que también ayudó en un par de celos, pero ahí estaba él, sintiéndose eufórico por ser quien hiciera de Junmyeon un muñeco de tela que podía empujar por el piso con violentas estocadas y haciéndolo gritar y gemir.

-Jongdae… Jongdae….- pidió Junmyeon, suplicando porque lo mordiera, estirando el cuello hasta que la mandíbula le dolió, Jongdae no lo mordió aún así. En cambio embistió aún más fuerte cuando el segundo o de Junmyeon contrajo sus músculos, dificultándole a Jongdae volver a entrar.

Pero siguió sin detenerse, no dejo de moverse, por encima de la hipersensibilidad de Junmyeon o cuando le pedía que lo mordiera, el no se detuvo ni hizo caso. El calor en sus entrañas se estaba acumulando y el cosquilleó que tensaba sus pies y cuello se multiplicaba.

Estaba cerca y ellos podían.- tu puedes, Junmyeon…. puedes correrte una tercera vez sin tocarte, anda…-

Junmyeon también lo creía si el dolor y placer en su cuerpo que seguían en aumento significaban algo. Apretó los párpados para quitarse las últimas lágrimas acumuladas  y giró el rostro para ver a Jongdae, aunque solo podía ver una parte de él, era suficiente para Junmyeon.

-Jongdae, múerdeme…-

Lo veía en la cara del beta, como sus colmillos crecieron y sus ojos se llenaron de sangre volviéndose rojos.

-¡Muérdeme!...-

No gritó esta vez, la euforia del o golpeó sus riñones y muslos con una estocada fuerte y precisa en su próstata, ya no había esperma en su , eyaculó un líquido transparente que se acumuló en la creciente mancha en el suelo junto a su lubricante. El sonido se perdió en un grito sordo porque Jongdae tenía el rostro enterrado en su cuello, la mordida perforando piel, grasa y carne hasta toparse con hueso.

Los espasmos fueron naturales porque Jongdae bebía su sangre. Todo el cuerpo de Junmyeon se contrajo en olas de placer y dolor, ambos no entendibles, no razonables, no eran cosas que Junmyeon podría describir tiempo después. Recupero el control sobre su garganta, pero no gastó sus energías en gritar, se mordió los labios e intentó respirar mejor.

Pero se estaba ahogando, faltaba aire, faltaba sangre y el placer se extendió hasta quitarle todas sus defensas y energías.

El mundo se volvió borroso, le alcanzaron unas pocas fuerzas para gemir roncamente cuando Jongdae sacó su virilidad de Junmyeon con un vulgar sonido de succión y todo el y lubricante salieron de él.

Era… era……

No lo supo bien, porque de borroso, todo comenzó a oscurecerse y en su sublimidad, Junmyeon perdió la conciencia.

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La verdad es que editar este capítulo fue muy vergonzoso jajaja 

Espero que les haya gustado ^^ <3 

Nos vemos el 19