CAPÍTULO 19 

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Eran las 3:30 de la mañana de un 27 de noviembre, Junmyeon no podía dormir y miraba la tele en su pequeña sala mientras acariciaba su abultado estómago, como venía haciendo desde hace varios días. Se levantaba varias veces para caminar, evitar la inflamación de sus pies y calmar las falsas contracciones.

Esa noche se sentía diferente, tuvo tres contracciones en dos horas, usualmente tenía una y se olvidaba del asunto...

Apretó el control remoto entre sus manos con la fuerza para saltar sus  nudillos y dejarlos blancos, una nueva contracción lo abordó, más larga que las anteriores, Junmyeon se vio impotente contra ellas, se limitó a hacerse bolita e intentar recordar entre todo los programas para omegas en cinta que poses de yoga podía hacer para que no doliera tanto, pero el dolor, tontamente, hacía que le fuera imposible pensar.

Cuando la contracción pasó se decidió a deambular por el departamento, resultó que si ayudaba a que las contracciones no dolieran tanto, pero se volvía a cada contracción menos eficiente.

Junmyeon se sentó finalmente, con una mano tras la espalda y la otra en el vientre. Chanyeol estaba inquieto y pateaba todo lo que encontraba, podía sentirlo ocupando mucho espacio, como si se estirara. Un pie aquí, una mano allá.... Se preguntó si era hora de despertar a Jongdae, los martes podía dormir hasta tarde porque tenía clases hasta las 12 del día.... y ese día era martes.

Otra contracción cortó su razonamiento de tajo, sus pulmones se cerraron mientras sus huesos intentaban reacomodarse para abrir su pelvis.

Al diablo todo, se dijo a si mismo Junmyeon, mientras caminaba a la habitación que compartían con una renovada seguridad, le dolía demasiado. Entró a la habitación y miró a Jongdae, le daba la espalda acurrucado en dirección a la pared, se acercó a la cama y zarandeó su hombro un par de veces.

Jongdae abrió los ojos rápidamente, teniendo un omega en cinta el temor de que pasara, lo que por la cara de Junmyeon, parecía que estaba pasando, lo tenía constantemente alerta. SE enderezó, la cobija resbalando de su pecho desnudo y miró a su omega a la cara para asegurarse. Despierto, el aroma a dolor y esencia cítrica de Junmyeon llenaba el departamento.

-Duele demasiado... No pensé que sería así....- el mayor se acurrucó en el pecho de Jongdae, apretando los puños cuando sintió otra contracción, un terrible dolor desde la espalda que se expandía hasta sus pies.- Llévame al hospital, Dae...-

-¡¿Por qué no me dijiste antes??!!.- Jongdae lo apretó con la esperanza de ayudarlo a pasar el momento, Junmyeon gemía en voz baja, ya no apretaba los puños pero pasaba las manos sobre su estómago varias veces.- ¿Puedes caminar?...-

El omega negó.- no... no ahora... ¡Es...es demasiado!!!...- sentía que algo iba a estallar en el, su vientre expandiéndose hasta desgarrarlo. Tenia que hacer algo o iba a morir.- ¡Ayúdame....!!! - a el, a Chanyeol. ¿Y si se estaba ahogando??... ¡¿Qué estaba pasando con su cachorro??? Aquello ya no dolía como una contracción, era algo más...

No entedió a que se refería hasta que las uñas de lobo de su pareja estaban afuera, hiriendo su vientre sin pensarlo.

- ¡Junmyeon!!....- Jongdae lo sostuvo con fuerza, levantó sus brazos por encima de su cabeza, Junmyeon estaba débil y no se defendió pero levantó el rostro y aulló, sonado más a un grito que al eco natural de un lobo.- Algo está mal, Dae, algo está mal....estoy... voy a quedar loco...-

Jongdae lo levantó en brazos.- Sostente de mi, no me sueltes...- ordenó, las muñecas le dolieron casi inmediatamente, pero no soltó al omega durante el tiempo que le tomó llamar un taxi y sacar la maleta lista del closet. Junmyeon respiraba de su cuello y se notaba más tranquilo, seguro en brazos del Beta que se movía con certeza, aunque sus pensamientos iban y venían a tal velocidad que no podía entender ninguno. Pero estaba en modo líder y Junmyeon necesitaba de el, ese pequeño consuelo momentáneo al dolor.

En su vida Jongdae se había sentido así de impotente.

Salieron del departamento, Jongdae se mantuvo de pie con Junmyeon en brazos y bajo la luz de un poste, rodeados por la oscura noche y el silencio de una ciudad dormida. Los grillos y cigarras cantaban en las alcantarillas cercanas, Jongdae sentía el frio calar en sus huesos y piel desnuda, solo llevaba un pants deportivo y pantuflas simples.

Todo palidecía cuando Junmyeon se apretaba a el y gemía de dolor. Jongdae besó su cabeza una y otra vez, queriendo decirle tantas cosas aún sabiendo que ninguna de ellas haría las cosas más fáciles para el omega.

El taxi llegó en ese momento, los miró con desconfianza por la ventana del copiloto pero levantó los seguros de las puertas, Jongdae acomodó a su pareja en los asientos traseros y junto a él.-

-Por favor a esta dirección...- entregó al taxista un papel con la dirección del hospital y redirigió su atención a Junmyeon. El omega estaba estirado lo más que podía, manos a cada lado de su estómago, respirando con dificultad e intentando poner en práctica sus ejercicios cardiopulmonares. Funcionaban poco, pero era mejor a nada.-

-Estaremos en el hospital pronto, no te preocupes, todo estará bien...- puso la mano sobre las de Junmyeon.-

El abrió los ojos, estaban llorosos y cristalinos, por primera vez negó.- n-no, algo no está bien, ¿Por que no me he convertido en lobo, Jongdae?? Tu madre dijo que estuvo horas dando a luz como loba pero yo llevo así demasiado....!..- apretó los ojos, una nueva contracción, esta vez tuvo que apretar los dientes y gruñir, para no gritar.-

Las contracciones no le dejaban pensar ni moverse, pero pasaban y entonces destensaba cada coyuntura de su cuerpo, levantó las manos para agarrar la mano de Jongdae, estaban llenas de sangre....

Jongdae se las pasó por la ropa para limpiarlas, pero no sirvió de nada, solo para agrandar la mancha formándose en sus pantalones y camisa de algodón. Era aterrador comprobar con sus ojos lo rápido que la sangre salía de una persona.

Junmyeon se apretó contra Jongdae nuevamente y atrapó la tela de su pantalón entre las manos. Estaba perdiendo el control más rápido de lo que habría podido imaginar, su lobo estaba ahí, Junmyeon podía sentirlo en la piel y en el tórax siendo uno con el, pero su cuerpo no estaba obedeciendo. Lo estaba mareando y desesperando no saber que hacer, a donde correr o como detener el dolor y sacar a su cachorro.

Parecía tan natural y lo era, lo artificial era Junmyeon...

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Luhan miró el reloj de pared en la sala de descanso, los sillones viejos y filas de lockers lo miraron mientras se acomodaba en uno, con su suéter en las piernas y comida de madrugada. Odiaba el turno nocturno, pero era el más tranquilo en esa parte del hospital.

Comía simple arroz con carne de cerdo y kimchi, nada especial para un desayuno temprano, pero Luhan no tenía tiempo para prepararse algo mejor, pasaba casi tres días enteros en el hospital. Los únicos días que trabajaba se los cobraban con creces llamándolo a todas horas para cualquier cosa, ya no le importaba porque se llevaba ropa y podía bañarse y dormir en el cuarto de descanso, otras enfermeras hacían lo mismo.

Cuando terminó cerro el topper con las sobras de arroz y se estiró para alejar el sueño post comida.

-¿Ya de salida, hyung?.-

Geonil, compañero de turno entraba en ese instante, el uniforme de pediatría color rosa, usaba un cubrebocas y guantes casi todo el tiempo. Miró a Luhan cuando le preguntó.- Si, ya, no hay mucho que hacer en nuestra área y Sungje dice que puede encargarse del resto.-

Solo dos cachorros así que Geonil confiaba en el.- ¿y tu?? ¿Cuánto te falta?.-

Luhan torció una sonrisa.- 24 horas...-

Geonil no ocultó su risa burlona, al menos no lo miraba porque estaba acomodando su mochila con comida y mudas de ropa.- Pues buena suerte, deberías ir por un café...-

El alfa quiso replicar con algo sarcástico o ingenioso, pero estaba muy cansado para pensar en nada-. ja ja ja..- termino diciendo amargamente, cuando necesitaba su cerebro ágil le fallaba así, pero no fueran estúpidos dramas coreanos porque se aprendía los diálogos de capítulos enteros, era una suerte que hubiera terminado la carrera de enfermería con esa memoria selectiva que tenía.-

Geonil terminó de guardar sus cosas, no se cambió de ropa, se puso una chamarra gruesa y oscura, con forro interno, y se despidió de Luhan con un gesto de la mano, dejando en la pequeña mesa en medio del cuarto unos cuantos wons,- toma, cómprate ese café, yo invito. Un regalo de tu Hyung, el más cool...-

Tomó el dinero de la mesa y lo miró, contándolo en voz baja, le alcanzaba para dos tazas de café de la máquina o uno grande de la tienda en la esquina de 24 horas. Terminó guardando el dinero en sus pantalones, aún no tenía el suficiente sueño para recurrir al café.

Salió de la sala de enfermeros y caminó lentamente hacia las recepcionistas, a esa hora solo estaba Amber, organizando papeles como siempre. Luhan se apoyó en la madera del escritorio y se inclinó para estar más cerca de Amber, ella ya sabía que estaba ahí porque sonrió mientras contaba las hojas de un expediente.

-Nuestro zombie número uno, Luhan oppa...- dijo Amber con una sonrisa, guardando los papeles y expediente en su respectivo cajón y mientras escribía unas cosas en la computadora, el registro tenía que ser preciso así que había adquirido la habilidad de hacer varias cosas a la vez, así era si deseaba tener algo de vida social en el hospital.-

Luhan le desacomodó el cabello a la muchacha, su mano pesada cayó sobre la cabeza de Amber. Pero ambos sonrieron, muy cansados para realmente enfadarse.

-Siempre soy el número uno, tu lo sabes...-

-Claro, número uno en su clase, jefe de enfermeros, de los 4 que trabajan solo los fines de semana... Eres casi una leyenda.-

Era cierto que trabajaba solo tres días, pero eran rutinas de 16 horas, lo único que le hacía sentir remordimiento eran las oscuras ojeras bajo los ojos de Amber.- En unos meses te subirán de puesto y podrás volver a dormir, no te preocupes...-

Amber ahora si lo miró, ambas cejas levantadas y ojos incrédulos.- En unos meses estaré muerta, ya no necesitaré dormir...- tomó una engrapadora, puso los últimos papeles que tenía que acomodar y con un pequeño golpe quedaron adheridos por una grapa. El golpe sonó más alto de lo que era gracias al silencio.

Luhan aprovechó para mirar afuera a donde se estacionaban las ambulancias para las emergencias, entre la oscuridad le pareció ver un carro negro... ¿Era un taxi? Caminó hasta el límite del sensor de la puerta. Si era un taxi, de el se bajaron dos personas. Le costó unos instantes entender la situación, mientras más se acercaban a la puerta la luz del estacionamiento los iluminaba, era un lobo en cinta, pero también estaba herido.

Salió corriendo y jalando una silla de ruedas, afuera su nariz captó una nota ácida demasiado concentrada para ser saludable, además, un penetrante olor a sangre, la ropa del omega y los pantalones del beta estaban manchados. Vieron a Luhan pero no hicieron preguntas hasta que Junmyeon estuvo en la silla y Luhan lo empujaba de regreso al hospital.

-¿Cuánto tiempo lleva así?? ¿Ya empezaron sus contracciones??- preguntó Luhan mientras entraba, iba tan rápido como podía. Amber ya tenía el teléfono en la mano y llamaba a los doctores de guardia y a los enfermeros que pudieran ayudar a esa hora.

Luhan sabía que solo serían el y el doctor, era una noche con poco movimiento, básicamente se quedaron sin personal.

-Lleva unas tres horas, las heridas son recientes.- dijo el beta entrecortado, le faltaba el aire. Siguió a Luhan hasta entrar a un consultorio donde Luhan sentó al omega en una camilla y revisó rápidamente sus heridas.

LA mas grande tenía el tamaño de su dedo, un pequeño agujerito que al parecer era autoinfligido. - ¿Tres horas??...- ahora caía en cuenta, miró al Beta y el asintió.- Esto no es normal, debieron llegar antes...-

-N-no pensé.... que era tan extraño...- habló el omega, apretándose el vientre otras vez, más sangre salió de la herida, Luhan puso una gasa encima y le indicó que apretara.-

-Sostenga esto, tengo que hablar con el doctor...- dejó más gasas en las manos del beta y salió corriendo a la recepción, Amber terminaba de hablar con el médico.

-Dice que ahora viene, necesito que llenen estos papeles....-

Le dio a Luhan dos hojas con un formato estándar, el alfa las apretó en su puño y negó.- Necesito que localices al anestesiólogo...-

-Puedo localizarlo pero no va a llegar en menos de una hora, Luhan....- pero Amber ya estaba marcando el número del doctor.- ¿Crees que necesite una cesárea?...- alejó la bocina de su rostro, tapándola con una mano y miró a Luhan a la cara.- Tendría que avisarle también para que traiga a otro doctor que lo ayude...-

Una cesárea en forma humana era complicada, por no decir rara, una cirugía tan especializada tal vez no sería posible de llevar a cabo en sus instalaciones.

-Creo que si, pero no estoy seguro de cuanto pueda aguantar. Llama al médico y dile que venga tan rápido como pueda, veremos con el doctor Changmin que se puede hacer por el omega ahora..-

Se dio la vuelta y regresó al consultorio.

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Jongdae ya no sabía que hacer, tenía las manos llenas de sangre y pequeñas gotas en la piel, Junmyeon lo sostenía, dolía, pero Jongdae prefería verlo lastimándolo a él que haciéndose más heridas en el vientre.

Había muchos aromas: miedo, preocupación, dolor, enojo, consternación. Las hormonas de Junmyeon llenaban el aire, más concentradas que las de un lobo dando a luz. Jongdae podía adjudicarlo a que sufría más que un lobo normal...

Sus heridas no se cerraban por si solas, aunque Jongdae las había lamido mientras el enfermero no estaba, nada funcionaba....Estaba aterrado pero no quería alterar más a su omega, aunque se estuviera desquebrajando por dentro iba a mostrar calma.

La contracción de Junmyeon finalmente pasó, tomó aire y aprovechó para secarse el sudor de la frente y soltar a Jongdae poco a poco, le dolía cuando movía los dedos.

-Tengo....que saber como está el...- su voz sonaba grave y tenía la garganta raspada. Pero estaba convencido y Jongdae lo notaba en la forma como lo miraba.- Puede estarse ahogando y….!!

No tenía forma de saberlo, solo lo sentía, de ahí su desesperación por sacar el líquido amniótico, era el lobo diciéndole que ya no debía estar ahi, Chanyeol necesitaba el espacio, necesitaba bajar para poder nacer. Pero el lobo no veía la complicación con el cuerpo de Junmyeon. -Voy a tener que sacarlo yo... tendré que cortarme...-

-¡Myeon!...- el beta apretó las manos de Junmyeon, para callarlo y que lo viera, sentía que estaba yéndose a un lugar sin cordura y solo instinto.-¡Escucha lo que dices!! ¡Estamos en el hospital! Nos ayudarán a que te transformes en lobo y podrás ver a Chanyeol muy pronto... Así que deja de hablar como un loco..-

Ahí estaba su Junmyeon, cubierto de sudor y sangre, Jongdae comprendía de dónde venía su desesperación, pero no iba a verlo lastimarse más, unió su frente con la de su pareja y aspiró, rogando porque este momento se alargara un poco más, las contracciones hacían que perdiera a su calmo y racional Junmyeon.- Todo estará bien, pero tienes que tranquilizarte....-

Junmyeon aspiró, encontrando algo de paz en el dolor de sus pulmones por el exceso de aire. Jongdae nunca le daba explicaciones de porque todo estaría bien, pero el siempre le creía, sabía que era tonto, en ese momento exasperante. Se tragó las miles de razones porque NO estaría bien, porque al final más le valía creer que todo estaría bien. Era lo que le quedaba... lo único que podía salir bien debía salir bien.

Pensó en su cachorro y como se movía, pateando y golpeando al mismo tiempo, estirado a sus anchas, atinándole a la vejiga, costillas y estómago. Ahora no sentía nada, solo dolor...- Necesito saber que está bien...- repitió, apretando los párpados hasta que le dolió la cabeza.-

-¿Cómo se encuentra?..- una voz ajena los sorprendió a ambos, un hombre entraba a su habitación en compañía del enfermero de antes, tenía el cabello corto y piel morena, no lucía como el estereotipo de doctor, al menos no se parecía al doctor que le dió seguimiento a Junmyeon.-

Se acercó al omega lentamente, el Beta lo miraba y analizaba sus movimientos. Changmin sabía que las parejas eran así , pero no volvía más fácil su trabajo. Aspiró una vez y finalmente tocó el estómago del omega, el beta rugió en su garganta, pero no hizo nada y eso era suficiente para Changmin.

-Me decía el enfermero Han que no se ha podido convertir en lobo...- mientras hablaba colocó un monitor en el estómago del omega, funcionaba para registrar los latidos del cachorro, llevaba su estetoscopio y puso el aparato en el pecho de Junmyeon.-

-No se que pasa... Pensé que era normal... ¿¡Está mi cachorro bien??!!!- Había tanto movimiento que Junmyeon no entendía, todos estaban haciendo algo menos el. Si algo le pasaba a su cachorro sería su culpa. Inconscientemente sus garras se abrieron y cerraron.

Changmin lo notó y susurró algo en el oído de Luhan, el salió corriendo del consultorio, al regresar tenía una bolsa de suero y varios frascos de vidrio, algunas ampolletas y jeringas.

-No se estrese. Le pondré un pequeño calmante para que pueda explicarle la situación...-

Colocó, con ayuda del beta, al omega en la silla de ruedas nuevamente y subieron a un elevador hasta el tercer piso, ahí los llevaron a una habitación pequeña pero acogedora, aunque todo era blanco con excepción de las mantas.

Ahí acostaron a Junmyeon y Luhan procedió a ponerle la intravenosa.

El alivio que sintió Junmyeon no fue capaz de explicarlo, sintió el cuerpo caliente y pesado, aunque el dolor seguía ahí parecía diluirse en su piel.

Changmin se sentó al lado del omega y aprovechó para presentarse.- Mi nombre es Shim Changmin, soy el doctor de guardia. El doctor con quien estaban llevando el proceso de  embarazo está en una conferencia en Japón. Su cachorro se adelantó....- se vio nervioso unos segundos, en ese momento entró Amber con una carpeta celeste que puso en manos del doctor, dijo algo en su oído y se fue, Luhan entro poco después de ella, con fundas para almohada y agua para Jongdae.-

Revisó la carpeta superficialmente, ignorando anotaciones que había hecho el doctor de Junmyeon hasta que llegó a los niveles hormonales, una tabla que indicaba cada mes el nivel.- Por ahora vamos a encargarnos del líquido amniótico. Esa presión que sientes es la reacción de tu cuerpo intentando romper la bolsa del cachorro, para que empiece el proceso de nacimiento, parece que la bolsa ya está rota...- levanto la camisa de Junmyeon, había una mancha oscura bajo el agrandado vientre del omega.- de ahí viene esta desesperación que sientes. Pondremos un catéter para sacar el agua poco a poco, esto con el fin de darle tiempo al anestesiólogo y cirujano de llegar al hospital...-

-¿No podríamos llevarlo en una ambulancia?? ¿No sería más rápido ?- preguntó Jongdae, sin dejar de mirar la mano del doctor, Changmin seguía auscultando el vientre de su omega....molestando a su bebe con su aroma.-

-En su estado no me atrevería a moverlo, es mejor que se quede aquí y reciba al cachorro aquí.-

Una nueva contracción golpeo a Junmyeon con fuerza, la intravenosa se lleno de sangre cuando apretó los puños encima de su vientre, en un intento de proteger a su cachorro por instinto.- ¿Por....porque no... puedo convertirme en...lobo?? ¡Lo he intentando TODO ESTE TIEMPO!!!..-

Jongdae lo sostuvo contra el, logró tranquilizarlo un poco, pero no redujo el dolor de Junmyeon.

-No hay un motivo simple.- explicó Changmin, levantándose para abrir más la válvula de suero e inyectar mas calmante.-…creo que se debe a algún problema glandular...- regresó a un lado del omega y le mostró la misma tabla que había revisado minutos antes.- Tu glándula tiroides ha tenido un funcionamiento irregular durante todo tu embarazo... mi teoría es que no liberas las hormonas necesarias para regular la asimilación de nutrientes al transformarte en lobo...-

Cerró la carpeta y miró a la joven pareja, se veían como niños asustados a mitad de un regaño. Changmin no sabía que sentir con respecto a ellos.- Algunos lobos nacen con este problema en la tiroides, es algo que se presenta hasta la tercera edad cuando la mayoría ya prefieren la forma humana a la de lobo, por supuesto hay excepciones... Algunas veces...- miró a Junmyeon a la cara.- los cachorros nacen con niveles muy bajos de esta hormona, no altera su crecimiento ni desarrollo cerebral, pero es como si hubieran nacido con la nivelación hormonal de un anciano, pueden convertirse en lobos o viceversa pero serán cada vez menos capaces hasta que un día dejen de hacerlo...-

Amber tocó a la puerta, Luhan fue a recibirla y trajo consigo un catéter, la punta era de plástico, delgada y gruesa, casi como una aguja. El enfermero vio el temor en la cara del beta y le sonrió.- No se preocupe, esto no dolerá...-

Tomo aquella aguja de plástico y después de inyectar a Junmyeon con anestesia local, metió el catéter por el mismo agujero que el omega se había hecho, apenas había rozado la zona que le interesaba. El catéter estuvo dentro y Luhan jaló una bandeja de metal, gota a gota el líquido fue saliendo de Junmyeon, tardaría unos cuantos minutos en que viera la diferencia.- En estos casos...en tu caso, Kim ssi, esta hormona dejó de producirse hace unos meses...- ya no eran "niveles irregulares" la tabla mostraba ceros.-

-Pero nunca había tenido problemas para transformarme antes...- hablar y respirar estaban comprometidos en el estado de Junmyeon, las contracciones eran más seguidas y duraderas.-

El Doctor lo miró unos instantes, en su rostro se veía la dificultad para explicar el tema, solo que Jongdae no sabía si era por lo complicado o si se trataba de algo que debía preocuparles en cuanto a Junmyeon-

-Imaginen que es... un engrane, y está frágil pero no roto....- movió un lápiz que tenía en la mano, haciendo figuras circulares en el aire.- el engranaje entero servirá durante un tiempo pero en algún momento ese engrane defectuoso fallará y no podrá ser reparado... Kim ssi, según esta tabla, las posibilidades de que vuelva a transformarse en lobo son casi nulas...-

Jongdae sintió la sangre en su cuerpo pesada, una mezcla coagulada que no llevaba oxígeno a ninguna célula, estaba ahogándose en su propio cuerpo.- Pero...¿¡Por qué el otro doctor no nos dijo nada?!!!...- gritó Jongdae, levantándose sin pensarlo de la silla que había puesto al lado de Junmyeon.

Changmin resintió el grito con un pequeño brinco en la piel, la sorpresa escurrió de su cuerpo en forma de un imaginario cubetazo de agua.- Eso... no lo puedo responder...- no tenía idea porque un doctor ignoraría información tan importante para su paciente.- tal vez no pensó que fuera a suceder esto...-

Admitía que si fuera el y viera esos niveles hormonales también habrá considerado no decir nada, pero la tabla estaba en ceros y el omega ahora estaba en trabajo de parto en forma humana, algo que ningún lobo omega macho debía pasar...- Pero no nos enfocaremos en eso, ahora la prioridad es ayudar al cachorro a salir...-

Sacar al cachorro era la única forma de traerle alivio al omega.

Changmin se levantó de la silla, tomó a Luhan del brazo y lo acercó a el sin lastimarlo.- Fijate que salga la mayor cantidad de líquido, pero que no sea muy rápido, si no podríamos acelerar su trabajo de parto...- y sin el cirujano y anestesiólogo serían demasiados problemas...-

Luhan asintió.

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20 minutos después Junmyeon seguía en cama, acostado de lado y con una mano sobre su estomago abultado, sentía la diferencia en cuanto al líquido, no solo había menos presión, Chanyeol estaba más calmado y su ritmo cardiaco se regularizaba, sin mencionar que sus propias ansias de cortarse la piel habían casi desaparecido.

Jongdae estaba frente a él, mirándolo fijamente, la cabeza apoyada en la almohada y una mano sosteniendo la de Junmyeon y acariciando el dorso. Estaba cansado y adolorido, su pelvis se abría de maneras que nunca deberían en forma humana, sentía como si lo hubieran pateado por horas y finalmente lo dejaran tranquilo.

-Gracias por pasar por todo esto...- dijo Jongdae, sacando al omega de sus divagaciones.- No puedo imaginar cuanto te duele en verdad...-

Junmyeon sonrió suavemente, aspirando con calma todo ese cariño que Jongdae dejaba en el aire solo para el.

-Podrías haber dicho o hecho tantas cosas desde que nos conocimos pero, aquí estamos...- puso la mano libre sobre la de Junmyeon, encima de su estómago, ambos podían sentir a Chanyeol, seguramente confundido por todos los cambios....-

Jongdae se acercó hasta atraparlo en sus brazos, más como cubrirlo con su cuerpo, la nariz en el cuello de Junmyeon, formaban un círculo donde filtraban todo eso que sentían, las hormonas del omega pidiendo por su beta, el líder de su manada, porque estaba sufriendo y lo necesitaba, su aroma, su presencia y esa frase tonta y sin sentido; "todo estará bien"

Todo estaría bien.- los amo, Junmyeon...- porque siempre, en el fondo, ha estado aterrado de que Junmyeon decida que pasar por todo eso no vale la pena, ni el sufrimiento, ni las necesidades, ni Jongdae, el beta que no sabe como cuidar de su familia o de su omega...-

Junmyeon asintió, con los ojos cerrados y el rostro apretado en el antecodo de Jongdae.- piensa en Chanyeol...no pienses en eso...-

Jongdae se sorprendió un corto instante antes de hacer lo que le pedían....

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Chanyeol llegó al mundo como la mayoría de los cachorros, lleno de sangre y líquido amniótico, gimoteando tan fuerte como sus pequeños pulmones le dejan, las largas orejas humanas envueltas como pequeños capullos contra su cabeza, apretadas por el tiempo en el vientre.

El no lo pudo ver porque había una tela separándolos, pero el doctor lo levantó por encima y el cuerpecito rojo y regordete de su cachorro humano lo sorprendió más de lo que pudo haber imaginado. Era pequeño, tan pequeño, pero estaba lleno de vida que Junmyeon tenía el intenso deseo de proteger.

Pusieron al cachorro a su lado, envuelto en una manta y por un instante ambos tuvieron la calma suficiente para mirarse, ambos parpadearon lentamente, muy cansados para hacer nada más que verse y luchar por no dormir.

Jongdae estaba ahí, tomando la mano de Junmyeon y la otra encima del capullo de tela que era su hijo. Sabía que hacer por instinto, pero Chanyeol no era un cachorro y el no estaba en forma de lobo. Miró al doctor y aún sin preguntar, Changmin asintió.

-Es totalmente seguro...-

Jongdae tomó cuidadosamente el rostro de Chanyeol y lo acomodó sobre su mano, era tan pequeño que su cabeza entera cabía en la palma de Jongdae, levantó al cachorro y entonces lamió largamente la sangre de su pequeño cuerpo, Chanyeol no pareció feliz, se retorcía y lloraba tan rojo como un ají, pero Jongdae no se detuvo, aún con lágrimas en la cara y una sonrisa por que su hijo sabía llorar y quejarse como todo un Kim, era el momento más catártico de toda su vida.

Al terminar con su pequeño rostro, tórax y mano, apretó al cachorro contra su cuello y se restregó suavemente contra el, amando su pequeño y delicado aroma a omega. Chanyeol dejó de pelearle poco a poco, en unos cortos minutos ya estaba relajado y casi laxo encima del beta, tiempo que le tomó a los doctores suturar y cerrar finalmente a Junmyeon. El los miraba, el estaba ahí, pero su aroma era muy débil, todo lo que percibía era el nuevo aroma de su hijo y la esencia concentrada de líder de Jongdae.

Estaba tan tranquilo, tan cómodo, pero muy débil, no escuchaba a los doctores transfiriéndole sangre, pero sintió la mano de Jongdae sobre su rostro antes de caer dormido.

Inconsciente.

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Abrió los ojos, fue como un parpadeo, ya no estaba en la sala de cirugía ni tenía la mascarilla de oxígeno. Intento enderezarse, pero los brazos no le respondieron de inmediato, se movieron patéticamente hacia arriba por unos segundos antes de caer.

Giró el rostro, lo único que podía hacer por el momento, y fijo su vista en el enfermero, el hombre de cabello rubio y aroma a Alfa, sal, yodo tal vez, era penetrante, inyectaba algo en el tubo que salía de su bolsa con...¿Suero?...

-¿Cómo se encuentra, Kim ssi?..- Tenía una voz muy agradable al oído para tratarse de un alfa, pensó Junmyeon.

-Bien...- su voz sonaba ronca.- ¿Cuánto...tiempo estuve...dormido?...-

Luhan se acercó a la cama y tomó su muñeca, aplico presión con un dedo y miro la máquina de cardiograma, asegurándose que todo siguiera en orden .- Casi tres días, mientras su cuerpo recuperaba la sangre perdida. Los doctores hicieron un excelente trabajo...-

La velocidad de sanación de los lobos hacía difícil el corte, debía ser profundo y grande, pero no demasiado para dañar letalmente al omega, una línea muy delgada entre curar y desangrar. Todos los lobos lo sabían, el 85% de la medicina no era invasiva.

-¿Dónde está Jongdae?..-

-Su pareja debe estar con su cachorro. No quiso irse de su lado hasta que el doctor le aseguro que solo necesitaba descansar y que la sangre se repondría por si sola con las horas.- Luhan hizo anotaciones en una tabla, luego saco una pequeña lampara de sus pantalones y echó la luz en los ojos de Junmyeon en pequeños lapsos.

Junmyeon miró la luz aunque era molesta, estaba aún confundido y no sabía a donde más mirar.- ¿Y...Chanyeol?...-

Jongdae entró en ese momento, llevaba algo en brazos pero gracias a Luhan y su luz Junmyeon solo veía manchas brillantes y rojas alrededor y encima de su pareja.- ¡Jun!...-

-Shhh...-

-Perdón, Luhan ssi...- Jongdae se agachó un par de veces y rodeo al enfermero mientras Luhan salía de la habitación. En cuanto puso los ojos en su pareja todo su porte cambio, habían bajado años de preocupación de sus hombros, apretó tiernamente lo que llevaba en brazos y en menos de dos pasos llegó hasta la cama de Junmyeon para sentarse junto a él.- Finalmente despertaste...-

Estaba más lúcido a cada segundo y notó esa forma tan rara de Jongdae de susurrar a los gritos.- ¿Y Chanyeol...?

-Aquí... - Jongdae movió la cobija que cubría a su cachorro, seguía con forma humana... - El doctor dijo que era normal... Que no tenemos nada que preocuparnos...-

El beta pasó una mano por su cabeza, respirando largo, tan libre de preocupaciones (al menos momentáneas) en tanto tiempo que el cuerpo lo sentía con un adormecimiento doloroso. No supo cuando empezó a llorar, no veía a Junmyeon, veía a todos lados menos a su pareja porque no sabía que decir, como empezar a describir lo aliviado, feliz... vivo... de saber que Junmyeon y su cachorro estaban a salvo.

Junmyeon acarició su mano.- ¿Puedes acostarlo aqui??....-

Jongdae puso a Chanyeol junto a Junmyeon y miró en silencio a su cachorro batallar para salir de su prisión de mantas y ropa, todo tan ajeno.- Es muy activo... Creo que tiene tu nariz...- para enfatizar, picó la nariz de su primogénito. El cachorro quiso aullar pero solo sus labios se formaron, ningún sonido salió de ellos.-

-No... no sabes si el tendrá lo mismo....si esto es genético o... o si?...-

Antes de que siguiera hablando Jongdae puso una mano en su hombro, encima de la marca y apretó suavemente.- Dice que todo está bien, es un cachorro perfecto, se transformará cuando esté listo. Solo debemos darle tiempo...-

Junmyeon asintió, acercó a Chanyeol a su costado y luego a su pecho. El cachorro lo miraba fijamente, la nariz arriba olisqueando a su padre.

Tenían que decírselo mil veces, que todo estaba bien con Chanyeol, que el si era un lobo como los demás, no como el... Junmyeon ya no era un lobo, si no era un lobo... ya no era un omega, y sin ser omega...

Entonces no era nada...

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Minseok miró el pasillo del silencioso hospital…aunque no llamaría hospital al lugar donde estaban. Era pequeño, bastante rústico... Cualquier cosa podría haberle pasado a su hermano dando a luz en ese lugar.

Movió la cabeza un poco, debía mantenerse enfocado, ya hacía mucho esfuerzo calmando su instinto para no entrar corriendo a la habitación de Junmyeon. No quería hacer una escena, solo vino a verlo y no haría otra cosa.

Levantó el rostro y miró la fila de sillas frente a él, Madre estaba ahí, con la misma determinación en la cara, esa calma humana luchando por detener el impulso salvaje de proteger y averiguar.

La puerta del cuarto más cercano se abrió, ahí se asomó Junmyeon, caminaba con un pequeño coco de mantas, lento pero firme porque Jongdae lo sostenía de la cadera. Sonreían y hablaban, todos en el hospital se enteraban, el beta no era conocido por su voz discreta.

Pero así tan imprevisto como salieron, así se quedaron en silencio antes de ver a las dos figuras paradas a unos cuantos pasos de ellos.

A ojos de Junmyeon era irreal, Jongdae se paró frente a él, soltando la bolsa con las cosas de Chanyeol, biberones y tapas rodaron por el suelo, nadie les prestó atención.

-¿Madre....? ¿Qué está pasando....?-

Jongdae no esperó respuesta, se transformó en lobo, toda su ropa quedó hecha añicos en el suelo, Chanyeol empezó a llorar pero ningún miembro de enfermería se presentó. La madre de Junmyeon dio un paso al frente, igual Jongdae, Minseok no se transformó, pero se paró frente a la matriarca para defenderla.

¿Qué quería?.... ¿Iba a lastimarlos? ¿A llevarse a su cachorro??!!!... Junmyeon estaba en los límites de tener un ataque, ahí era cuando debía transformarse, pero estaba parado con su inútil forma humana, apenas podría proteger a su cachorro como un débil escudo de carne. -N-no... no no no... - Pánico, puro y corrosivo.

Su madre no dijo nada, se acercó otro paso y estiró la mano hacia ellos, Jongdae casi la muerde sino fuera por Minseok empujándolo a tiempo sin lastimarlo.

Un aroma llenó el aire, los lobos se quedaron quietos.

Había sido la madre de Junmyeon, ese aroma a protección, a seguridad, un fuerte aroma a.....confianza.... Fue entonces que Jongdae se hizo a un lado y Junmyeon se mantuvo quieto, incluso Chanyeol dejó de llorar aunque ahora tenía hipo y miraba con resentimiento en su más inocente  expresión a Junmyeon.

La loba tomó un pedazo de la manta y lo hizo a un lado para ver mejor la carita de Chanyeol.

-Es...- era algo... ¿Qué era?....Tomó al cachorro en brazos y lo miró a través de las gafas de sol, que ahora usaba para ocultar su ceguera parcial y cicatriz...-

Besó al cachorro una vez y lo sostuvo contra ella, era lo más puro, lo más salvaje y humano que hubiera visto desde el nacimiento de sus cachorros. Era el instinto susurrando en su oído que ahora esa loba tenía una continuación, que su manada seguiría siendo dueña de la tierra donde fueron entregados al nacer.

Su hijo había procreado un nieto. Su trabajo como matriarca había terminado....

LA realidad golpeó entonces, porque el aroma de Chanyeol no solo era el de su hijo, también el del beta...

Sus manos temblaron. Devolvió al cachorro a su hijo y dio la vuelta, mirando con advertencia al beta. Minseok no vio a Chanyeol, siguió a su madre en silencio, la espalda recta y el mentón en alto.

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Me encanta el drama de novela, que puedo decir?? 

Gracias por leer!!!! <3 <3