Capítulo 12
I've been there.
CAPÍTULO 12
Volvieron a la oficina de Junmyeon donde estaban Sehun y Tao, reconocieron de inmediato a sus cachorros y comenzaron a hablar como si hubieran dejado una plática muy amena truncada. Ese tipo de cosas deberían sorprenderlo más pero estaba acostumbrándose a no saber como reaccionarían las personas o que pasaría mañana.
Junto con Tao, que resultó ser muy buen maestro y conocer de Ciencia Sociales, terminaron la tarea de Chanyeol en poco tiempo, dándoles unas horas para sentarse y ver a Kyungsoo dibujar, con su forma humana, en el escritorio.
Junmyeon vigilaba al más pequeño, revisando que no se estresara o que su nariz empezara a sangrar otra vez. Volteó a ver a su hijo mayor, Chanyeol tenía el celular y se reía en voz baja, tapando el sonido con una mano, las orejas rojas hasta la punta.- ¿Con quién hablas, Chanyeol?...-
Chanyeol no levantó la vista, pero respondió.- con una amiga…-
-Has estado hablando con ella por una hora…-
El omega levantó el rostro y enfocó a su padre con una expresión que Junmyeon no podía entender, y no era necesario, el aire empezó a llenarse del aroma natural de Chanyeol, fresas y arándanos con un pequeño toque de alcohol, más parecido a una sidra o un jugo.
Junmyeon sonrió, enternecido y calmado por el aroma.- ¿cómo se llama tu amiga?...-
Chanyeol no respondió, pero puso su celular en modo hibernación. Junmyeon no sabía si estaba enojado o avergonzado o si la pregunta fue demasiado directa, pero el aroma no se iba, seguía en el aire en toda la oficina. Sehun y Tao voltearon, solo para decirse unas cosas en el oído del otro y luego reír.
-Laila…- dijo el omega más joven casi a regañadientes, mirando a otro lado e intentando detener el rojo trepidante hasta su frente.-
-Es un nombre peculiar…-
-Es….es que no es su verdadero nombre. Tiene poco que llegó de China y no habla muy bien el coreano…-
Junmyeon apoyó el rostro sobre su brazo, casi todos los ojos en la oficina estaban en Chanyeol.- ¿Y…?...- hizo un gesto con la mano para que siguiera hablando.
Al principio Chanyeol no pareció muy seguro de abrir la boca, miró a otro lado para ver si Tao o Sehun lo podían ayudar, pero ellos estaban muy al tanto de la posible respuesta. Ser interrogado así no se sentía correcto, estaba demasiado avergonzado. ¡No quería decírselo a su padre!!! ¡Menos a sus compañeros de trabajo!...
Pero por otro lado, jamás le había guardado un secreto y….y no sabía si hoy iba a ser el día en que empezara a hacerlo.- Y-y nada…me pidieron ayudarla a cambio de créditos extra. Yo le enseño coreano y la ayudo en todo…lo que….necesite… es muy amable…siempre esta sonriendo y…y tiene un hoyuelo en la mejilla…-
-¿Solo un hoyuelo?...- pregunto Sehun detrás de Junmyeon. Chanyeol lo miro con el ceño fruncido, eso no le incumbía a nadie además de su padre y el, pero maldita sea su suerte de tener lobos jóvenes adultos alrededor, a veces no podía soportarlos.-
-Si… uno nada más…-
Junmyeon empujó a Sehun hacia atrás, apartándolo por el pecho. Sehun se rio porque los esfuerzos de Junmyeon eran patéticos, pero se retiró al entender la “indirecta”.
-A Chanyeol le gusta esa niña y dice que irán al cine pero nunca la invita.- dijo Kyungsoo, sin quitarle atención a su dibujo.- En la noche le hace así .- levantó los pequeños puños y se pegó en la frente, diciendo en voz baja “¡tonto!¡tonto!”. El cachorro entonces se detuvo y examinó su creación en papel, sin reparar en la reacción de su hermano mayor, le faltaba azul porque saco la crayola azul y dibujo igual de concentrado que antes.
Junmyeon intentó detener la risa pero no pudo, se tapó la boca, el sonido escapó por la comisura de sus labios y tras el Sehun y Tao también rieron, no de Chanyeol, sino de Kyungsoo que no vacilaba.
Miró a su hijo mayor a la cara, tenía los ojos rojos y húmedos, no manejaba bien la vergüenza al parecer. Se acercó a el y puso una mano en su cabeza.-
-¿Por qué no le preguntas?.- quería sonar más paternal pero terminó siendo más alegre de lo necesario.
-Me da miedo…Es una alfa…-
-¿Y?... – sonaba muy irracional, A los alfas les gustan los omegas, ¿¿porque iba una alfa a rechazar a su hijo?? – Tu abuela es una alfa, tu abuelo es un omega…-
Chanyeol se hizo pequeño en su lugar, sentado contra la pared tras el escritorio de Junmyeon, a un paso de distancia de su padre. ¿Cómo explicar que nunca había sentido nada por un alfa?? Hasta esta niña todas las que le gustaron fueron betas u omegas como el, la niña alfa lo miraba de manera diferente, como si no le cayera bien o no le gustara su tamaño…o tal vez como olía.
Ella olía a azúcar quemada y a flores en la primavera, era diferente y emblemático para Chanyeol.
-Nunca he conocido a una alfa….- dijo, enterrando la cabeza entre sus piernas, Junmyeon casi podía verle las orejas de lobo caídas.-
-No hay muchas alfas, lo entiendo. Pero eso no cambia nada, no debes de tener miedo…. ¿Qué es lo peor que puede pasar si la invitas?...-
Era obvio que tras los ojos de Chanyeol se gestaba una guerra emocional encarnecida, Chanyeol sufriendo más allá de lo entendible, hambruna, devastación y desconsuelo. Junmyeon le jaló la oreja, sacándolo de su mundo post apocalíptico.- Nada de eso va a pasar…-
-¡Pero!..-
Con un dedo detuvo a su hijo de seguir renegando.- solo pregúntale….-
En ese momento todos lo miraban, hasta Kyungsoo, con el crayón azul en la mano y su mirada seria y penetrante. Hubo un pequeño silencio en que no dijo nada, al final tomó aire.
-¡Tonto!¡Tonto!!....-
-Kyungsoo, deja de pegarte en la cabeza, te va a doler…-
-¡Tonto!....-
-¡Esta bien!!! ¡Voy a preguntarle!!!...- Chanyeol se tapó las orejas, en un intento de ocultar su cara roja y caliente.
Junmyeon sonrió alegremente, con Kyungsoo en su regazo, sostenía sus manos porque seguía intentando pegarse en la cabeza. Se inclinó y despeinó a su hijo con una caricia, ganándose un pequeño quejido de Chanyeol.
-Creo que es hora de que vuelvan con su Appa.- miró el reloj en la pared, pasaban de las diez, tenían apenas unos minutos para tomar el último tren y llegar a las once en punto.
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Jongdae lo recibió con una sonrisa, llegaron tarde porque Junmyeon volvió a equivocarse, pero todos estaban a salvo y alegres, menos Kyungsoo, el estaba cabeceando, parecía que Junmyeon tenia un cachorro desmayado en las manos porque tenía la lengua de fuera y movía sus pequeñas patas y cola como péndulo.
-Perdón por la tardanza, tuvimos problemas con la línea del metro…-
-¿En serio? ¿Qué paso?.-
-¡Papá Myeon se equivocó de tren dos veces! Tuvimos que recorrer toda la estación para encontrar un mapa!!!-
-¡Chanyeol!...- pequeño bribón, había jurado guardar el secreto.
Chanyeol corrió a su habitación, Jongdae lo observó irse con una sonrisa en el rostro y un porte relajado.- ¿Se perdieron en el metro? Pensé que ya lo tenías bien memorizado…-
Puso a Kyungsoo en las manos de Jongdae- Envejezco más rápido que tu, no te burles de mi mala memoria…-
A Jongdae se le escapó la risotada, un sonido que enchinó la piel de Junmyeon, un toque de lija contra seda. Tragó un nudo en su garganta y destensó las manos cuando Jongdae terminó de reír, con esa voz tan clara y atractiva que Junmyeon podía haber escuchado por otros cinco minuto sin quejarse.
-Ejem….- ¿Cuánto tiempo se quedo parado sin hacer nada?? Junmyeon parpadeó, que incómodo era todo cuando ya no estaban los niños en escena- Creo que ….tengo que irme…-
-Espera, déjame llevar a Soo a la cama…-
Junmyeon se quedó afuera, abrazándose a si mismo para soportar el frio. Cuando Jongdae salió nuevamente tenía las llaves en la mano, cerró la puerta tras el y miró a Junmyeon a la cara.
Ambos lo hicieron.
-Junmyeon…-
-Jongdae…-
Fue muy tonto, dejaron de verse para reprimirse por interrumpir al otro.
-Tu primero….- dijo Jongdae, intentando ser amable…-
-N-no, tu primero…-
-¡Está bien!...-
Junmyeon fue sacado de la jugada, esperaba que el juego de “no, después de ti” durara un poco más… Era una cortesía ¿no?... pero Jongdae lucía tan feliz y complacido consigo mismo que Junmyeon sonrió sin querer.
-¿Tienes tiempo la próxima semana….? – toda esa alegría se transformó en pena, el aire olía a vergüenza, el lobo de Junmyeon se sintió enternecido… el también, pero solo un poco.
-¿Por qué? ¿Hay alguna junta en la escuela?...-
-No. Es…algo personal…-
Junmyeon parpadeó tiernamente. Era incomprensible como podía verse dulce a sus casi cuarenta años. Jongdae necesitaba saber su secreto de ternura, quería tocarlo, tomar su mano aunque ahora fuera prohibida.
Ya no recordaba la última vez que sintió el rechazo de Junmyeon con tanta fuerza. Había dicho algo que dolía y no podía olvidarlo, ya no, pero otra parte de el quería ser comprensivo y entender más, quería saber porque…
-Quiero tener una….cita….contigo…-
-¿Por qué la pausa??...-
-Cita suena a cosa que hacen los jóvenes lo domingos…. ¡pero no hay otra palabra!!!...- era culpa de los adolescentes, ellos hicieron de esa palabra algo risible gracias a sus pequeños enamoramientos de películas, Jongdae estaba cien por ciento seguro.-
-¿Qué tal “reunión”…?-
-Eso suena a que iremos a con otros 30 sujetos y luego nos pondremos ebrios…-
-Muy romántico…-
-El punto es…- Jongdae no quería darle pautas a Junmyeon para decir alguno de sus chistes raros carentes de gracia (aunque lo extrañaba tanto que hasta eso parecía atractivo).- que quiero salir contigo… ¿Tu…quisieras?...-
Junmyeon pudo ver en la cara de Jongdae toda la sinceridad que también había en sus palabras.
Tal vez regresaría a su mundo
Tal vez no lo haría nunca
Tal vez tenía que acostumbrarse a esta vida con Chanyeol y con Kyungsoo donde faltaba todo y tenía un trabajo lamentable, donde no hablaba con su madre y su hermano estaba enojado con el….
Pero ya no era tan horrible como antes. Había visto a los cachorros, Jongdae le pedía que salieran juntos… Las cosas tenían solución… y era extraño que ahora lo viera, tal vez los cambios y las primeras veces no eran tan horribles.
Además, ya había decidido que no haría nada para hacerle la vida más dura al otro Junmyeon cuando regresara. Se lo debía, ya tenía una vida muy dura sin contar a Junmyeon que metía la pata hasta el fondo.
-Yo quisiera, Jongdae. Quisiera de verdad…-
Jongdae sonrió, pero también le pegó en el hombro por estarse burlando.- ¡Estoy nervioso!!!
-¿Cuándo estas nerviosos te da por conjugar las palabras más formalmente???...-
Otros dos golpes en el hombro, pero Junmyeon estaba muy ocupado riéndose para notar el dolor.
Ambos rieron por largos treinta segundos, metido cada uno en su mundo pero contentos por el aroma en el aire, ya no era empalagoso por la vergüenza, solo estaban sus aromas, volviendo a encontrarse y fundirse como se supone que debían. El brazo de Jongdae en el hombro de Junmyeon se sentía normal, agradable, encajaba y estaba bien, el lobo estaba bien con todo eso, más calmado que nunca.
Cuando se detuvieron para respirar Junmyeon pudo observar claramente el rostro de su supuesta pareja. Cambió tanto desde su último recuerdo. Desde ese muchacho con mucha estamina, tiempo y ganas de sonreír como idiota, con la capacidad de hacerlo reír sin importar la situación. Jongdae siempre tenía una frase tonta o una cara graciosa para volver sus días más fáciles.
Puso la mano en el hombro de Jongdae, ansiaba el contacto, sentir el calor de piel ajena bajo su mano. Jongdae hizo lo mismo, pero puso la mano en la cadera de Junmyeon, acariciando el hueso de la pelvis que apenas sobresalía, rozando sin darse cuenta la cicatriz que Junmyeon tenía en el vientre.
Se acercaron un poco, sin romper contacto visual. Ambos conscientes de como sus rostros se fueron uniendo hasta que no hubo espacio entre sus bocas. El aire desapareció entre ellos, en una caricia casta pero significativa.
Junmyeon no quiso pensar en eso, no había caso…. Y por primera vez, tampoco había consecuencias, hacía lo que le deleitaba, porque eso quería, quería besar a Jongdae. Poco a poco pidió permiso a los labios del beta para que se abrieran.
Jongdae no perdió el tiempo, abrió la boca permitiendo el paso a la lengua de Junmyeon, larga y caliente resbalaba deliciosamente contra la de Jongdae, masajeándola y domándola, pero también permitiendo que deshiciera a Junmyeon a su antojo.
El más joven se quedó sin aire unos instantes, la lengua de su pareja era impositiva, arrebata el aliento y esa sensación abandonada de excitación y deseo ardió otra vez en el. Junmyeon sabía cuáles eran sus puntos débiles, cuanto amaba su lengua entrando profundamente hasta empujar la de Jongdae contra su úvula. Los ojos se le llenaron de lágrimas, pero no dejó de besarlo, en un trance donde sus bocas bailaban y la temperatura subía sin detenerse y sin pausas.
Todo siguió un ritmo sin quejas hasta que las manos de Jongdae descendieron por la espalda de Junmyeon y llegaron a sus nalgas, apretó hambriento y Junmyeon tuvo que deshacer el beso para morderse los labios y retener el gemido.
Se separó de Jongdae, con la cara dirigida al suelo y tomándolo de los hombros.- ahora si tengo que irme…. Te…mandaré mensaje después para arreglar….arreglar otros horarios…-
Tener la mente apagada y luego ser forzado a ordenarlo todo no era fácil, Junmyeon apenas pudo bajar las escaleras hasta la calle y estuvo sentado como un zombie en la estación del metro, repitiendo en su mente la escena que acababa de ocurrir.
Jongdae sabía besarlo…. Eso no se negaba….
Lo que no podía descifrar era que procedía ahora. Todo se sentía correcto, pero Junmyeon no estaba muy seguro… el no era el Junmyeon de Jongdae… ¿Estaría bien que se besara con la pareja de otro? …pero tenían el mismo cuerpo… eso no contaba.. ¿o si?...-
Con un gruñido se pasó las manos por la cabeza y se recostó en la banca, abriendo las piernas para estirarse.
Todo era un caos, cuando estaba lejos de Jongdae y los cachorros y también cuando estaba cerca.
En general su vida era un caos…
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Pasaron cuatro días con la misma rutina, Junmyeon trabajaba y en las tardes iba con Chanyeol y Kyungsoo, a veces se quedaba unos minutos en la casa de Jongdae y tomaba algo, no era mucho tiempo porque no sabía acomodar y decir lo que estaba pensando.
Ese día se bajó del camión recolector de un pequeño brinco. Las botas de trabajo golpearon contra el piso de tierra, levantando una pequeña nube de polvo. Se quitó el pañuelo de la cabeza y el casco mientras iba a la oficina para lavarse las manos y quitarse los cubrebocas.
Apenas entró su celular vibró, se quitó un guante y metió la mano en el bolsillo de su overol. Al ver el remitente sus ojos se abrieron más de la cuenta, era un mensaje de su hermano mayor y tenía la leyenda “archivo adjunto” en la notificación.
Era una foto de Mark, pequeño y dormido en una cobija sobre un sillón.
“Lo trajimos hoy. ¿Por qué no vienes con Chanyeol y Soo?”
Un mensaje cordial, al punto; de su hyung.
Aún tenía mucha vergüenza por lo ocurrido en su casa, había imaginado que su hermano no le volvería a hablar en mucho tiempo o hasta que se disculpara, pero el le demostró que estaba equivocado, y eso no cambió nada, aún tenía que disculparse.
Tal vez era muy egoísta, se sentía así en el pecho, entendía su renuencia a verlo, no quería que le arrancaran un “perdón”, el debía tener la posibilidad de decirlo cuando lo deseara, no ser obligado por nadie, ni siquiera su hermano.
¿¿Pero realmente lo estaban obligando?? ¿o era su consciencia recordándole que nada de eso estaría pasando si hubiera tenido más tacto??! Tenía que hacerlo, tenía que ir, porque ese no fue un error por cosas que no sabía, fue su culpa de inicio a fin y debía arreglarlo.
Además, Chanyeol y Soo querrían conocer a su primo.
Disculparse no podía ser tan difícil… era común, natural en los humanos y en los lobos…
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Mark es, sin lugar a duda, uno de los cachorros más pequeños con los que Junmyeon ha socializado en su vida, nunca tuvo hermanos menores ni primos pequeños, el fue el último porque su padre fue el último de una camada de tres, en tiempos cuando los lobos podían tener más de un cachorro por parto.
Ya no olía a plantas mojadas, tierra y madera enmohecida, ahora olía a Minseok y Luhan. Estaba enterrado bajo una cobija y sus pequeñas patas rosadas sobresalían, moviéndose involuntariamente de tanto en tanto porque soñaba que corría.
Chanyeol levantó la cobija un poco para verle la pequeña cara, tenía un ojo medio abierto y podía verse su parpado interior cubriéndolo.- Mira, Papá, igual que yo de cachorro…-
Junmyeon sonrió y desacomodo el cabello de Chanyeol.- es tan pequeño…-
Kyungsoo acercó el hocico, levantando las patas delanteras para apoyarse en el sillón, olisqueó al cachorro, Mark reconoció el aroma como parte de su nueva familia, pero no despertó, movió la nariz en dirección a Kyungsoo y le dio un pequeño lengüetazo en las encías. Kyungsoo se talló los dientes con la tela del sillón para quitarse el sabor de lobezno bebe.
A comparación el ya no era tan pequeño, era casi tres veces el tamaño de Mark, y le parecía interesante sentirse mayor cuando siempre había sido cuidado y mimado. Lamio el pelaje entre las orejas de su pequeño primo y acarició su cabeza con el hocico. Luego miró a Junmyeon, con la cola moviéndose de lado a lado.
-¿Es muy pequeño, verdad??.-
Kyungsoo asintió y volvió a lamer al cachorro, Mark se despertó, miró a las personas a su alrededor y bostezó dejando salir un agudo y pequeño quejido.
-Todavía esta cansado por el baño.- Dijo Minseok, sentándose al lado del cachorro para tomarlo y ponerlo en sus piernas.
-Y porque no come otra cosa que no sea pescado. Eso apesta…- comento Luhan, detrás de Junmyeon, parado a unos pasos de ellos, vigilando a Minseok y a su cachorro. Tenía un nuevo aroma, era más fuerte, la madera y la sal parecían añejados.
Junmyeon sonrió, ese nuevo Luhan debía estar lleno de orgullo, estaba desempeñando su papel de alfa. Miraba a su hyung con tanto amor que Junmyeon podía sentirlo quemándole la espalda cuando se acercaba al cachorro.
-¿Van a seguir llamándolo Mark? – preguntó Jongdae, sentado en el respaldo para manos del sillón, cerca de Chanyeol y Kyungsoo.-
-No. Va a llamarse Minhyung- respondió Luhan de inmediato. -
Junmyeon miró a Minseok para confirmarlo ¿De verdad iba a llamarse así?? Sonaba penosamente como el nombre de su hermano. Minseok sonrió y asintió.- Fue el único nombre que estuvimos de acuerdo,…-
-¡Se va a llamar como su umma!!...-
Minseok suspiró con mucha fuerza, casi se levanta, pero el cachorro en sus piernas lo detuvo. Luhan debía aprender a cerrar la boca.- No me llames así..-
-Es que te queda demasiado bien, no puede decirnos Papá a ambos, estaremos confundidos todo el tiempo, Minnie…-
-Tampoco puedes llamarme Minnie, es Minseok, Luhan, ¡Minseok!...-
Luhan se acercó a Minseok para sentarse en el respaldo para manos al lado de su pareja y verlos a ambos en un mismo espacio, un mismo lugar protegido bajo los brazos de Luhan.
Es extraño y único, parece irreal.
Mañana despertará y volverá a ver un médico que diga que su conteo de esperma es el más bajo existente, que nunca, jamás en su vida, podría dejar un omega en cinta así pasara todo el día copulando, y no se lo dirían así, claro que no, pero así lo imagina Luhan cuando habla con un especialista y esa versión torcida de la realidad se afianza en su cabeza.
Tiene que hacerse a la idea que luego de 5 años intentándolo pudieron encontrarse con Minhyung. No es como dijo su padre, que un cachorro sin su sangre nunca sería realmente suyo, porque Minseok está ahí y Minhyung huele a ambos. ¿Cómo podría ser esto diferente? Si podría matar a quien se atreviera a tocar a alguno de los dos. Es exhilarante la energía nueva y abrazadora que lo consume, pasa el brazo por los hombros de Minseok y descansa los dedos justo en la marca que hizo hace 12 años.
-我爱你…-
Minseok lo escucha, aunque apenas sobresale al sonido del viento, y el asiente, diciendo sin voz lo mismo.
El momento es cortado cuando Junmyeon le pide a Kyungsoo que suelte a su primo, lo tiene agarrado del cuello, con todas las intenciones de cargarlo como los gatos a sus crías. Minseok sonríe y lentamente se lo quita cundo Minhyung empieza a patalear y llorar en voz baja.
-Es extraño verlo tan tranquilo…-
-Cuando coma carne de nuevo volverá a ser indomable. - asegura Luhan, apoyando el mentón contra la cabeza de Minseok y prestándole su dedo a Minhyung para que se entretenga. El cachorro lanza un mordida y le arranca a Luhan un alarido de dolor.- ¡Auch!... Minhyung no, suelta a Appa…-
-Suéltalo, Minhyun..-
-Hazle caso a tu umma, Minhyun..-
-¡¡Muérdelo más fuerte!! así, Minhyung, Ñam Ñam…-
-¡¡¡Heeey!!!!...-
Minhyung copia exactamente el gesto de Minseok, mordiendo, casi masticando, el dedo de Luhan con sendos sonidos de ñamñam.
-¿Éramos así de cachorros, Appa?...- preguntó Chanyeol volteando a ver a Jongdae.-
Junmyeon también lo miro, quería saber que respondía.
-¡Peor!! Mordían todo, los muebles, los juguetes, plato y vasos, a ti mismo. Una vez nos llamaron del preescolar para avisar que te mordiste la cola y te llevaron al hospital, por eso te falta un pedacito en la punta…-
-Ahhh….- Chanyeol no lucía sorprendido por esa información.- de cachorro era genial…-
Junmyeon no estaba seguro de entender esa plática.
-Al nacer, Kyungsoo tenía entre las encías su cordón umbilical...- declaró Jongdae, con los ojos muy abiertos y un tono serio. Chanyeol lo miró con desconfianza.-
-¿De verdad, Papá??...- y esta vez se dirigían a él, a Junmyeon.
El miró a Jongdae, con esa cara que no sabía si estaba jugando o no, intentó descifrarlo con solo verlo, pero quedó en blanco.
-Puede que si… puede que no… -terminó respondiendo. Chanyeol gruñó de la frustración y Jongdae soltó una risotada que detuvo a Minhyung de morder a Luhan, en cambio se acurruco entre sus mantas e hizo un pequeño fuerte de tela, desde donde podía ver a su alrededor sacando solo un pedacito del hocico.-
-Lo espantaste..- dijo Luhan, gruñendo para amedrentar a Jongdae pero ni por asomo le causó estrés al beta.-
-Tiene los mismos nervios que su padre.- comentó Jongdae, sacando la lengua. ¿Cómo podía mantener esos gestos juveniles cuando iba para los 37?? Junmyeon no tenía idea, era todo un enigma ese lobo.-
Luhan siguió gruñendo hasta que Minseok lo miró con un gesto de “compórtate”, que era de sus marcas personales, Junmyeon lo vio por el rabillo del ojo y compuso una sonrisa, había cosas que eran las mismas sin importar en que lugar estuviera.
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Junmyeon regresó a la oficina con una renovada energía. Había estado todo el día anterior con su hermano, Jongdae y los cachorros, hasta estar cerca de Luhan dejó de ser tan incómodo, aunque aún quería saber cómo había entrado a la vida de Minseok, eso no impedía que se llevara bien con el.
Pero de forma predecible aún estaba en el ambiente una sensación amarga, la que dejan las personas cuando se sienten dañadas o heridas. El aroma seguía pegado a su garganta.
Luhan y su mirada, su hermano y sus cortos saludos.
Nunca lo trataron mal, incluso por unas horas pareció que no había sucedido nada y que Junmyeon era tan bienvenido como el primer día, pero el aire no miente y los lobos no fingen.
Estaba agradecido, pero también apenado, y disculparse seguía siendo difícil para su lengua.
Esa noche se quedó despierto hasta muy tarde, reflexionando sobre los pros y los contras de ver a su hermano y pedirle perdón como un Kim…. Mejor no como un Kim, nunca había escuchado a un Kim pedir perdón, a nadie y por ningún motivo.
Junmyeon maldecía su orgullo, se sentía estúpido más allá de lo conmensurable. Se decía a si mismo que podía hacerlo y al instante siguiente mandaba todo al demonio porque el no tenía la culpa de estar atrapado ahí, su hermano no había hecho el menor esfuerzo en entenderlo, solo lo echó de su casa como si fuera un perro y después tenía el descaro de hablarle como si nada hubiera pasado.
Si alguien debiera disculparse era Minseok por dejarlo a su suerte cuando sabía perfectamente que no tenía lugar a donde ir.
¿Pero podía realmente enojarse con el? Si alguien le explicara la situación que Junmyeon estaba pasando….tal vez su reacción no hubiera sido mejor, nunca le explico a Minseok que sucedía, no se tomó el tiempo. Era comprensible que a sus ojos Junmyeon estuviera jugando con ellos o fuera cruel sin motivo, porque ser cruel espontáneamente tiene más sentido que haber despertado en un mundo donde tienes dos hijos que no son tuyos con un lobo que no habías visto en 15 años…
El enojo de Junmyeon se redujo poco a poco hasta que se quedó sentado sobre la colchoneta que tenía en la oficina. Sintiéndose débil y absorbido por la vida.
Iba a disculparse para salvar la relación que tuviera con su hermano y su familia. Pero después de su “encuentro” (eso sonaba tan casual) con Jongdae.
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Muchas gracias por leer, en el próximo capítulo tendremos un poco de besitos indiscretos wuuu!!! uwu
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