CAPÍTULO 34

Random Music 

Tres días después fue a casa de Madre para ayudar con las últimas cosas de su mudanza. Era de noche y el frio del horario comenzaba a traspasar la tela en los brazos de los lobos.

Cajas pesadas y objetos antiguos fueron cargados en el carro del omega, Junmyeon manejó tres horas (muy lentamente) en compañía de Madre y hermano mayor, cada uno con una caja o bolsa de plástico con más cosas, las que el servicio de mudanza no pudo llevar.

Junmyeon estacionó frente a la nueva casa de Madre, era un departamento enorme con habitaciones para la mayoría de sus ayudantes, incluido el beta que, Junmyeon estaba seguro, estaría con Madre hasta que muriera. No era el departamento más suntuoso, pero estaba lejos de ser accesible a todo mundo y mucho más lejos de compararse a lo que Madre tenía en la vieja mansión Kim.

Probablemente esa casa no volvería a ser ocupada.

-Cuídense en el camino de regreso.- dijo Madre, apoyada en el marco de la ventana en la puerta del auto, sostenía una pequeña cesta con objetos personales como cepillos y viejas cartas.- Y no se olviden de visitarme, sobre todo tu Junmyeon. Aún nos falta mucho de que hablar…-

Junmyeon asintió con una sonrisa obviamente cansada, Madre no iba a detenerse hasta que Junmyeon regresara al puesto en la oficina que según ella le correspondía, Junmyeon la dejaba ser pero eso no cambiaba lo fatigoso que era tocar el tema una y otra vez.

-Buenas noches, Madre …-

La alfa sonrió y se hizo para atrás, ambos omegas la despidieron y el carro de Junmyeon aceleró, entrando a unas calles oscuras con poco tráfico para ir a la casa de su hyung.

El silencio entre ambos se hizo presente, pero ninguno tenía la iniciativa para intentar disipar lo pesado que era. Minseok seguía enojado con el, solo que con el tiempo ya ninguno de los dos sabía exactamente porque, era más fácil seguir enojado que aceptar la absurdidad en la situación.

Junmyeon dio una vuelta en la calle de siempre (un largo boulevard que usaban para ahorrar tiempo y gasolina) y entró de lleno a un embotellamiento, ya los conductores se decían profanidades y la fila era muy larga, muy dentro para darse la vuelta y tomar otra calle y demasiado atrás como para pensar en salir en poco tiempo.

El omega  apagó el motor, encendió la radio y apoyó al cabeza en el respaldo, tomándose su tiempo para relajarse y apagar los sonidos de los otros carros.

-Junmyeon…-

Junmyeon mantuvo los ojos cerrados y asintió para mostrar su atención.

-¿Qué tienen tu y el enfermero?...- preguntó Minseok, más acusante de lo deseado. Pero tenía serias dudas, no sabía si ambos fueron abruptamente amables o si solo fue una impactante muestra de coqueteo de películas; donde todo es suave y perfecto.- ¿Ya se conocían?-

Junmyeon abrió los ojos y se le dibujó una sonrisa en la cara, la luz del poste delineó su perfil de amarillo y la música sin sentido del radio hizo toda la situación altamente surrealista. No podía decir que no esperaba ese encuentro con su hermano.

-Nada y no.- Tomó de su lado una pequeña botella de agua, la abrió y tomó un largo trago. Minseok seguía viéndolo.- ¿Tienes celos o algo asi?-

Minseok tembló una sola vez, no pasó desapercibido para Junmyeon.

-¿Qué te pasa?.- preguntó el hermano mayor, el ceño fruncido y sin despegar los ojos de Junmnyeon, la temperatura bajaba en el automóvil y Minseok quiso creer que a eso se debía el escalofrío en su espalda.- Hablas y actúas como un idiota desde….-

-¿El choque?...-

Junmyeon giró a verlo, Minseok no había cambiado su pose ni su gesto. El aire en el auto se viciaba, entendible que oliera a desconfianza, aunque también olía fuertemente a incomodidad. Era extraño, pero Junmyeon no se sentía mal por causarle eso a su hermano. Casi lo contrario…

-Es…- no podía explicarlo.- ¿Te molesta lo de Luhan?...-

-¿Luhan?....Entonces si lo conoces.-

-No… pero si. Es complicado, hyung…- complicado para todos, el sabía lo tonto que era imaginarlo como el mismo Luhan de su sueño. El otro… nunca existió en la realidad de Junmyeon, pero al mismo tiempo si. Este Luhan pasó por cosas diferentes.- Quería darle las gracias y tener algo de que conversar… Solo eso.-

-¿Conversar??... ¿Y por qué con el?...-

-¡¿Entonces contigo?!.- preguntó Junmyeon. Estaba hastiado de su hermano mayor, lo trataba como si hubiera cometido una locura solo por darle las gracias al alfa.- ¿Quieres que hable contigo?? ¡Bien, hablemos! ¿Cómo estás, hyung?? ¿Viste el mv del comeback de Red Velvet?? ¡Adoro a esas chicas!! He intentado ir a uno de sus conciertos por años solo que tengo que notificarte el motivo de que falte y decirte que es para un concierto me haría ver como un idiota frente a tus ojos. Pero suficiente de mi, ¿Cómo está Kris?? ¿Saliendo tarde??? ¿Se lleva bien con el secretario que le envié???... Ambos son alfas, hyung. CUALQUIER cosa puede pasar…- se mordió el labio tan fuerte que probó su sangre, todo para no seguir hablando en esa línea de pensamiento.-

Cuando Junmyeon se atrevió a mirarlo, Minseok tenía un gesto duro y la respiración elaborada. Aquí venía el regaño, la perorata de todos los días… Cerró los ojos, apretó los dientes y el volante y tomó aire.

-Nunca te vería como un idiota…-

El aire salió tan abruptamente de Junmyeon que empezó a toser, manchándose de saliva el dorso de la mano. Sentía las orejas calientes y casi podía escuchar el flujo de sangre llegando a ellas.- ¿Qué dijiste?....-

-Nunca te vería como un idiota….- repitió el otro omega. Ya no veía a Junmyeon, miraba al frente, donde las luces de los postes le daban en la cara. El aroma cambió otra vez, aunque seguía siendo extraño para Junmyeon.-

El silencio se alargó por algunos segundos, ambos omegas metidos en sus pensamientos mirando en direcciones opuestas, a la nada, al camino, a los otros autos, a la luz del poste reflejándose en el capote del auto.

Estaban tan incómodos. - ¿Cómo llegamos a esto, hyung?...-

Minseok levantó los hombros. No lo sabía, pero era consciente de que llevaba mucho tiempo intentando decir algo al respecto. Solo que jamás llegó a esclarecer que quería decir realmente. Había pasado tanto tiempo… demasiado, era como empezar de cero. Cuando eran niños fue tan fácil, se dedicaban a jugar y huir de madre cuando entraban a casa con las patas de lobo llenas de tierra.

En esos instantes cuando corrían y saltaban lejos de ahí, mojados por agua de lluvia y tierra en la mitad del pelaje, era natural creer que Junmyeon correría a su lado el resto de su vida, el momento era eterno e irremplazable. Nadie lo entendía mejor que su hermano, nadie le daría apoyo como el, nadie se atrevería a mentir para que Minseok no recibiera un regaño…. Y el no habría hecho lo mismo por nadie más.

-¿Recuerdas cuando Madre encontró el panque en tu cajón?...- dijo Junmyeon, aparentemente de la nada. Minseok asintió en silencio luego de unos instantes.-

-Quería que bajara de peso y no la culpo.-

El pequeño y embarnecido Minseok que no podía correr era un niño feliz, pero se le dificultaba un poco alcanzar el paso de los demás niños. Madre había hecho todo lo posible para ayudarlo y cuando Minseok alcanzó la universidad no quedaba nada de aquel niño con ropa más ancha y nudillos escondidos.

-Si…pero recuerdo que te estuvo gritando por casi una hora…- Junmyeon amaba a su madre, pero algunas memorias eran muy vívidas y causaban estragos en su estómago, lo estrujaban, ver a su hermano mayor ser regañado una y otra y otra vez por comer algo que le dibujaba una sonrisa era algo que deseaba olvidar, pero no podía.- tomé el panque…-

-Y te lo comiste.- dijo Minseok, con una gran sonrisa, aunque aún temerosa. Junmyeon sabía que podía ser más grande y sincera.- y luego fuiste a la cocina y agarraste puñados del pastel que padre trajo del trabajo…-

-Después…- ya comenzaba a reírse, Junmyeon no era bueno para terminar historias.- tu ya no viste esta parte, Madre entró a la cocina detrás de mi, agarré todas las galletas de la alacena y también me las comí.- Minseok abrió la boca y la dejo así, aturdido por la nueva información.- casi me ahogo pero madre me tomó y me dio un golpe en la espalda hasta que vomité todo el pastel…-

-Desde ahí ya no te gusta el merengue…- adivinó Minseok…-

Junmyeon asintió varias veces, una mano en la boca para intentar detener las risas pero no podía calmarse.- Ella estaba tan… tan enojada y me decía “¿¡Qué hiciste??!! ¡¿Por qué te comiste todo el pastel??!!” y yo solo estaba ahí parado con un horrible dolor de cabeza, todo mareado y con nauseas. No podía responderle nada….-

Después Minseok había entrado a la cocina, ignorando la mancha de comida en el piso para abrazar a Junmyeon por la espalda. Fue ahí que Madre se calmó y llamó al beta para que le trajera una pastilla y un vaso con agua.

Ahí había terminado el castigo para ambos. En esa época, porque había logrado su cometido, Junmyeon lo consideró una victoria, pero ahora que era adulto solo recordaba el dolor de estómago de los 3 días siguientes y la ida al doctor.

-Nunca te di las gracias por ayudarme…-

Junmyeon negó, miraba las llaves del auto entre sus manos, estas apoyadas en sus piernas, pero sonreía cálidamente ante el recuerdo.- era…mi deber. Eres mi hermano...- y escocía cuando Madre gritaba y Minseok temblaba.- todavía comería un pastel entero por ti….-

Minseok le propinó un pequeño golpe en el hombro y los ánimos se redujeron casi al instante, años de tensión disipándose como sacarle el aire a un globo demasiado inflado.

Los autos tras ellos comenzaron a pitar, la fila se había movido sin que Junmyeon lo notara, metió torpemente las llaves al auto y aceleró rápidamente, antes de que algún conductor decidiera salir de su auto para amedrentarlos, o peor, meterse en la fila frente a ellos.

No avanzaron mucho, pero avanzaron antes de volver a quedarse estáticos. Junmyeon no sacó las llaves esta vez, solo apagó el motor.

-Hyung…- sentía la boca seca de repente.- ¿Puedo decirte algo…?? – miró a Minseok, el lo miraba de regreso. Con esa luz lucía….tan viejo, los casi cuarenta años se veían muy obvios y muy cansinos en su hermano mayor.- pero por favor no digas nada hasta que termine de hablar.-

Minseok lucía comprensiblemente dudoso cuando asintió, Junmyeon estaba nervioso y aunque dijera algo preocupante, debía pensar en su hermano y lo que necesitara.- dime.-

-No voy a regresar a la empresa.- dijo, y el aire de aquel globo salió un poco más rápido, al contrario de Minseok, que lo miró frunciendo más el ceño y con los labios unidos en una fina pero tensa línea.- Ya no puedo estar ahí. Amo a Madre, y a ti…- Minseok sintió escalofríos bajar por su espalda. Dios…estaba tan poco acostumbrado a escuchar esa frase que su mente respondía inmediatamente como si Junmyeon estuviera burlándose en su cara.- pero ya no puedo estar más tiempo ahí. ¿Sabes?...-

Junmyeon se enderezo, sin ver nada en particular, pero obviamente no comprendía algo. – Estoy cansado, y odio mi trabajo y mi vida….- su vida estaba estancada. No sabía que más hacer con ella.- Descubrí que tenía una pareja en la Universidad, pero la dejé ir porque era…soy…. Un estúpido inconsciente que no sabe lo que es bueno para su lobo…Y ahora quiero empezar de nuevo pero Hyung….-

La verdad escurrió de sus mejillas, Minseok lo miraba con falsa calma, no podía ocultar su preocupación viéndolo así. Era catártico, ni siquiera Junmyeon entendía la fuerza de lo que estaba diciendo, pero pesaba como una ola chocando contra sus piernas mientras trata de meterse al mar, es complicado, pero gratificante.- tengo tanto miedo. No sé que estoy haciendo…. – era más fácil cuando solo era “obligado” y se dedicaba a llenar un lugar. Y ahora tomaba las decisiones más difíciles de su vida basado en algo que podría catalogarse como un sueño o fantasía.- Cumpliré 37 en unos meses y voy a buscar a mi ex novio por un loco… sueño que tuve…- ¿Cómo más presentárselo a su hyung? A veces la desesperación le hacía creer que esa era la verdad.- Voy a decirle luego de 15 años que aún lo amo….-

En todos los años que Minseok conoció a Junmyeon, jamás le había hablado de sentimientos, ni buenos ni malos, existían frustraciones y proyectos truncados, pero nunca sentimentalismos, así como no se decían “lo siento”, era como un trato fuera del papel. Así que Minseok hizo lo primero que se le vino a la cabeza.

Apretó tras el cuello de su hermano menor y lo atrajo a él, intentando tapar el aroma amargo de Junmyeon con el suyo.- ¿ya terminaste?...- preguntó suavemente para asegurarse. Junmyeon asintió, pegado al hombro de Minseok y mojando su camisa polo.- Junmyeon…. Está bien…-

Junmyeon apretó los costados de Minseok, enfocado en no gemir de dolor ni que su mentón temblara más de la cuenta.

Estaba con Minseok, no podía ser débil frente a él….

-Siempre fuiste soñador, Junmyeon…. No me sorprende y….- ¿Qué otra cosa podía decirle?.- yo…ya sabía que no ibas a regresar a la empresa. Nunca tomaste vacaciones en estos quince años y ¿ahora sales temprano o no te presentas en semanas?- apoyó la mejilla en la cabeza de su hermano  y miro el techo, buscando secar las lágrimas agolpándose en sus ojos.- Haz lo que quieras hacer, Junmyeon….-

-No lo dices en serio…-

-Lo digo muy en serio.- separó a su hermanito para mirarlo a la cara y apretar sus mejillas suavemente con ambas manos, tomándose su tiempo en ver esos ojos maduros y cansados.- No estoy ciego, Jun. Has sido infeliz por mucho tiempo…. Madre y yo nunca supimos ayudarte. Ella es… ella y yo no sabía como hablar contigo. Si eso te hace feliz o es lo que necesitas entonces hazlo, Junmyeon, hazlo…-

Junmyeon siguió llorando, ahora dolía mucho más. El tiempo no pasa en vano y en lugar de la acalorada discusión que esperaba, se encontró con un Minseok cansado que quería ver a su hermano encontrar lo que había perdido si con eso era feliz. Ya era muy tarde para todo, muy tarde para estar decepcionado y romperle el corazón a Madre con amantes que no estaban a la altura, muy tarde para jugar a ser el omega que no sigue las reglas de la casa, muy tarde para que su hermano le aconsejara como vivir su vida, era tarde para todo, Junmyeon llegó a la obra cuando estaban cerrando el telón. Había trabajado por 15 años y esos años nunca iban a regresar, Junmyeon tendría que vivir con la amargura de este momento, cuando se dio cuenta de lo tarde que era.

Perdió la fuerza poco a poco y su aroma se volvió añejo y pesado, una fruta cítrica bien fermentada, pero también dulce y fresca. Junmyeon se sentía fatigado y cuando volvió en si, nuevamente estaban los automóviles pitando para que se moviera.

Se pasó las manos por la cara para limpiar sus lágrimas secas y respiro una vez antes de tomar el volante y encender el motor. Esta vez avanzaron hasta el final de la calle y pasaron junto a un pequeño accidente, un camión de agua embotellada había perdido el control al dar una vuelta muy angosta, el camión se giró y cayó de costado, había cientos de botellas de agua en el piso y tanto el conductor como el oficial de tránsito esperaban una grúa, algo que iba a tardar solo por el embotellamiento que habían causado.

Junmyeon, que iba a vuelta de rueda, se quedó viendo al conductor del camión. Recordaba esa cara joven y fresca, morena y de ojeras eternas bajo los ojos.

-Tao….- dijo, sin ocultar la alegría en su voz. Verlo hizo que una pequeña luz se prendiera en su pecho. Pero lo que realmente dibujó una sonrisa en su cara fue el policía de tránsito que hablaba con Tao. Un igualmente joven y estoico Sehun.-

-Coquetearle al tipo que está tapando la vía no luce muy profesional.- Minseok también los miraba pero para el los movimientos y esa forma de hablarle y tomar notas era más que obvia. Se le salió una risita y volvió a su asiento para ponerse el cinturón de seguridad .-

Junmyeon los miró otro instante y suspiró, volviendo a enfocar toda su atención al frente.- yo creo que lucen muy tiernos.-

Minseok rio un poco más alto. Aún no sabía que sacar de toda la plática, pero ahora sentía menos tensión cuando estaba con Junmyeon, a opinión de Minseok, era una victoria.

Pocos minutos después llegaron a casa del mayor de los Kim, Minseok se bajó del auto mientras Junmyeon le daba una revisada a la antigua y bien conservada edificación, siempre le había gustado esa casa y tenía más recuerdos de los que debería en ella. Miró el auto de Kris y luego a su hermano.

Minseok se paró junto a su puerta y sonrió.- Gracias por traerme. Vete con cuidado y…- metió las manos en los bolsillos de su pantalón.- no te preocupes por Madre o por la empresa, ya veré yo como tranquilizarla.- aunque estaba seguro que la loba diría poco, a menos que supiera la parte del beta que Junmyeon buscaba, eso se lo iba a guardar.-

-Minseok…-

El omega se detuvo, había dado unos pocos pasos de regreso a casa cuando Junmyeon lo llamó.- ¿Tu… eres feliz con Kris?.-

-Soy feliz con el.- Minseok no tenía que pensar en su respuesta. ERA feliz con Kris, no tenía ninguna queja.-

-Y…- paseo los dedos por el volante. Normalmente podía acomodar muy bien sus ideas pero ahí parado con su hermano a un lado, a punto de entrar a una casa donde le mentían en su cara, toda su dicción era puesta en jaque.- ¿Lo amas?...-

Hace mucho que no olía nerviosismo en Minseok, pero ahí estaba y no era discreto. Junmyeon tuvo que tallarse la nariz.- ¿Por qué preguntas…?-

-Solo respóndeme, hyung…- de eso dependía su dilema moral.-

Minseok miró a todas partes menos a su hermano, buscando en las piedras, en la matrícula de Kris y hasta en las luces fundidas de la calle la respuesta correcta; porque tenía que existir una respuesta correcta, la que calmara a Junmyeon y le hicieran no querer preguntar otra vez.

Finalmente, sin otra cosa que mirar, vio a Junmyeon a los ojos y abrió la boca.- si.- su tórax se redujo cinco centímetros  por la cantidad de aire que salió de el .- lo amo.-

-¿lo amas amas?...-

-Esta plática se está volviendo ridícula.- y haría crisparse hasta al adolescentes más obtuso-

-Solo dime la verdad, hyung.- para liberarlo de seguir cargando el peso de Kris y Baekhyun con la lengua en la boca del otro.-

Minseok lo miró a la cara, pasando la vista de sus ojos a sus labios, estudió sus facciones y buscó en ellas algún rastro de burla o mentira.- no lo se.- y con los meses y años ya no tuvo sentido preguntárselo, iban a estar juntos hasta que murieran y era todo lo que debía tener claro.-

Junmyeon tomó la mano de su hermano antes de que se alejara más. “Deberías dejarlo”, tenía esa palabra atorada en la cabeza y llevaba ahí años, nunca fue capaz de decirla, tampoco en ese momento, Junmyeon se mordió los labios y le dio las gracias a su hermano por ser sincero con él.

Mientras manejaba de regreso a su casa lo abordaron imágenes de Luhan y Minseok y su vida en esa casa, eran escenas muy claras con Minhyuk haciendo esfuerzos para llegar al árbol que Minseok tanto quería, aunque no tenía nada de especial y Junmyeon nunca comprendió su atracción a él. Este jardín estaba cubierto de pasto, sin plantas, una mesa y un par de sillas, Junmyeon nunca había visto a ninguno de los dos usarlas.

----

Junmyeon estaba en casa y acababa de despertar cuando Baekhyun finalmente le mandó el mensaje. Tenía una taza con café en sus manos y sorbía mirando las noticias desde su desayunador, con un plato de fruta ya limpio a su lado. El boxer cubría una pequeña parte de sus piernas y llevaba una camisa de algodón simple pero cómoda en el tórax.

No se molestó en arreglarse, lavarse la cara o cepillarse los dientes, solo disfrutaba del sol entrando por la ventana y el calor extra de la bebida, le tomó unos segundos reunir el interés para revisar la notificación en su celular. Saber que era de Baekhyun no le trajo mayores emociones, estuvo mandándole mensajes para tenerlo vigilado por esos cinco días. Era extraño para Junmyeon manejarse de esta manera, en situaciones normales tendría a Baekhyun vigilado por uno de sus guardias, porque era Kim Junmyeon y no daría ni siquiera un paso al frente si no sabía que lo iba a beneficiar, con Baekhyun sin embargo, Junmyeon tenía esa ciega, casi ridícula seguridad que no mentiría ni se escondería….

Aún con el aparente desprecio que tenía el Alfa, Junmyeon sentía que aún podía confiar en él…

B. Baekhyun

Jefe, voy a darle la información que tengo.

Jamás le diga que yo le di estos datos.

Tel. 3345 XXX XXXX

Calle XXXXXXXX

Junmyeon frunció el ceño sin darse cuenta hasta que el dolor de la piel tensa se lo dijo. Escribió una respuesta rápidamente.

Jefe nim!! =^^=

Me guardaré esa información para mi,

Solo pido que sea Kris quien se lo diga a Minseok.

Mandó el mensaje y tomó aire por varios segundos, sopesando sus opciones e imaginando universos alternos…

Al final tomó otra vez su celular y escribió otra respuesta.

Jefe nim!! =^^=

Si estas ahí Minseok no se va a controlar,

Lo tomará como ofensa.

Se mantiene igual

Aún tenían otros tres días.         

Tres días más y su hyung se enteraba, Junmyeon no sería el que llevara esa noticia, no era su lugar ni responsabilidad. Quería confiar en Kris, pero… no sabía que sucedería.

Fue a su habitación a cambiarse, se puso ropa casual (término totalmente subjetivo), todo era de marca, hasta la ropa deportiva que usaba. Así que eso usó, sudadera simple con unos viejos jeans deslavados pero muy cómodos (esa vertiente de la mezclilla que nunca regresa a su tamaño original luego de la primera lavada) y tenis.

Pensó que lucía muy fuera de lugar (a su edad) cuando se miró en el espejo, pero tendría que hacer a su conjunto funcionar por hoy. Si iba a terminar hecho un desastre emocional entonces esa ropa era la que debía llevar.

Salió de su casa a las 3 de la tarde, en su estómago nada más el plato de fruta y la taza de café, no sentía que podría sostener otra cosa. Su cuerpo entero estaba tenso y el estómago le daba vueltas muy violentas.

Mientras manejaba el estrés hizo que se le resbalara el volante, tenía las palmas sudadas y se vio forzado a usar gafas de sol porque le dolía la cabeza y despertó absurdamente temprano. Los carros iban muy rápido, los semáforos muy aprisa, todo se movía a velocidad inusual y Junmyeon quería gritar para que se detuvieran.

Su auto se detuvo a pocas calles de la dirección que le dio Baekhyun, mucho antes de que Junmyeon reuniera el coraje suficiente para hacer lo que debía.

Junmyeon bajó de su coche y se quedó parado en la banqueta junto al auto por casi 10 minutos. Viéndose a si mismo en el reflejo de la ventana.

Después de todo lo que había pasado y visto… ¿Tenía el valor para verlo otra vez?.. ¿Iba a pararse frente a Jongdae para…?? ¿Para que?... ¿Qué tenía pensado hacer? No es que no viniera con un plan es que resultaba ridículo ahora. ¿Por qué pensó que esto funcionaría?? ¿Qué iba a decirle y cómo?... ¿Por qué?.

¿Por qué Junmyeon creía tener derecho a abrir una vieja herida o de recordar cosas hace mucho enterradas?? Solo estaba haciendo un berrinche….

Se apoyó en el capote y tomó aire, estaba quemándose con el calor de su auto pero lo ayudaba a mantener la calma. Aún estaba a tiempo de regresar a su casa, nadie lo había visto, no había visto a nadie y en teoría podía darse la vuelta y desaparecer sin causar molestias.

Pero tenía tantas ganas de verlo, era el instinto que lo mantenía ahí contra todo pronóstico, asustado y tembloroso y sin darse la vuelta. El lobo se sentía flotar, no provocaba en el omega estrés o deseos de tirar todo y volver al bosque. Estaba donde tenía que estar, o al menos muy cerca de la calma y paz que tanto ansiaba, podría imaginar que era parte de ello.

Junmyeon tomó aire, procurando exhalar lentamente y en pausas para no toser o lastimarse la garganta. Dejaría que el instinto lo guiara…. Y esperaba no salir demasiado lastimado.

Se acomodó la ropa y cerró los ojos, buscando tras los párpados aquella conexión simple e intensa que los unía a la naturaleza y a la más básica de las formas animales. Necesitaba relajarse y aferrarse a ese lugar entre el cambio completo y la consciencia humana…. Era una línea muy delgada y tomarla no era sencillo, pero Junmyeon tenía confianza.

Suavizó su cuerpo y dejó ir todo el aire en sus pulmones….

Resolvió que no tenía caso seguir ahí parado, se giró lentamente y enfrentó el camino que debía tomar. Solo eran dos calles y eran bastante largas, pero al igual que con el camino de ida el tiempo fue más rápido de lo esperado.

Entró por unas enormes puertas de vidrio al lobby de un pequeño edificio de departamentos, aunque pequeño era subjetivo, lucía exclusivo y por ende limitado, apenas unos seis o siete departamentos que abarcaban todo un piso. No había lista con nombres, ni siquiera en los buzones del correo, así que Junmyeon se vio cegado por la duda por largos minutos.

Caminó de un lado al otro, bajo la mirada del portero, se preguntaba si lo sacaría a patadas si se atrevía a subir por las escaleras o tomar el ascensor. De repente ya no lucía como una buena idea ir a ver a Jongdae luciendo tan casual…

Había visto a personas bajarse del elevador, a veces en pequeños grupos, si lograba subirse a uno cuando otros bajaban podría engañar al portero y revisar departamento por departamento. Se sentó en unas sillas de espera cerca de los elevadores y fingió que miraba su celular, en espera de alguien.

Estuvo viendo la misma notificación de Twitter, (dándole y quitándole like) cuando el elevador sonó y salieron un grupo de 4 chicas omega, Junmyeon se metió entre ellas y espero en silencio a que las puertas se cerraran.

Ya dentro se dio una palmada en la espalda, ya estaba en el elevador, solo tenia 6 pisos que revisar, si los departamentos eran tan grandes como sospechaba no tardaría nada. Pico el botón del primer piso y se paró a mitad del elevador.

Tardo unos pocos segundos, las puertas automáticas se abrieron y un adolescente corrió en frente de él, un pequeño golpe de aroma conocido, un efímero recuerdo que se repite como una película, Junmyeon no corre con la suficiente velocidad, pero alcanza a ver el perfil de un lobezno.

Un niño, apenas adolescente que gira para tomar las escaleras, tiene una pesada mochila ondeándose tras él por el impacto de tantos libros. Junmyeon lo sabe, el también fue a la secundaria. Pero lo que más impresiona a Junmyeon son sus mejillas rosadas y el suave aroma que reconocería en cualquier lugar.

Se le queda viendo y espera con el corazón latiéndole como el golpeteo de un martillo contra el suelo, llega hasta sus oídos la intensidad de su sangre viajando en todo su cuerpo y bañándolo con emociones confusas. Lo rodea el silencio de su propia emoción y alegría.

Chanyeol está vivo….

Y tan diferente. Pero es el mismo cachorro que huele a vapor de arroz recién cocinado y kimchi que se lleva en los dedos por semanas luego de prepararlo.

Chanyeol desaparece en un instante, Junmyeon no parpadea y se queda ahí, fuera del elevador con el borde las mangas de su chaqueta entre los puños y una sonrisa intimidante en el rostro. Para cualquiera que lo viera pasar sería un extraño que ríe para si mismo. Y es verdad, Junmyeon ríe para si mismo de alegría y alivio.

Tal vez fue la confusión, Junmyeon no lo sabe (y nunca lo supo), pero un hombre pasó corriendo a su lado, sin hacer ruido y sin aroma que lo identificara, llevaba algo en la mano y se detuvo a pocos pasos de Junmyeon, muy cansado de correr con zapatos formales. Un elegante traje lo envolvía, de estilo clásico y bien llevado en su cuerpo, facciones cuadradas, tal vez demasiado, chamorro carnoso y una pequeña parte de los tobillos visibles.

Su cabello negro brincó suavemente cuando se detuvo por completo, revelando la falta de gel y ningún otro producto, parecía que tenía poco de haberse bañado.

-Otra vez…- suspiró el hombre, inclinándose para recuperar el aire. Junmyeon lo escuchaba respirar por la boca.-

Entonces se enderezó muy lentamente, casi con miedo, y miró tras de su espalda.

Jongdae miró a Junmyeon y aunque ambos se reconocieron al instante, ningún pensamiento congruente nació en ambos.

Junmyeon fue el primero en hablar.

-….hola….-

Jongdae parpadeó varias veces, incapacitado de entender lo que pasaba.- ¿Kim Junmyeon?....-

Junmyeon asintió una vez, sin apartar la mirada de los ojos de Jongdae. Era…tan parecido a como lo recordaba, excepto por el cabello más largo por un par de centímetros, algunas pequeñas canas brillando por el reflejo del elevador, cuya puerta aún no se cerraba, y,  bajo sus párpados más tristeza y cansancio. Aún brillaban las venas en sus manos y las largas pestañas que le daban tanta inocencia al beta.

-¿Qué haces aquí?...-

El omega tragó saliva.

----

uuhhh 

:)

perdon nuevamente por la tardanza, pero desde hace una semana no tengo internet en mi casa.!!!! ;n; 

Este es uno de mis capítulos favoritos, me gusto mucho editarlo y en general escribirlo, porque hay muchas emociones y cosas que había planeado desde el momento que pensé la historia, hace ya dos años, cuando Suho y Chen sacaron su canción de Beautiful Accident. Todo ha sido un  camino de prueba y error y de anotar y ponerle cosas que adore desde un principio pero luego llego el xiuhan y uff.... 

El proximo capitulo es técnicamente el último.... pero estoy escribiendo un epílogo y pues...espero esté listo para diciembre  :> Tengo un problema con escribir demasiado.... 

Gracias a todos por sus comentario y sus palabras de ánimo. ^^