Capítulo 32
I've been there.CAPÍTULO 32
Despertó por segunda vez en emergencias, su madre lo acompañaba mientras Minseok hablaba con el enfermero de la vez anterior, parecían discutir; Junmyeon los miró por más tiempo del necesario.
-Junmyeon…- dijo Madre a su lado, tocando suavemente la manta sobre su pierna izquierda. Junmyeon la miró sorprendido, la había visto antes, pero hasta que lo tocó no fue real. - ¿Cómo te sientes?-
Le dolía parpadear y mover la cabeza, tenía mucha sed y estaba agotado. Junmyeon miró alrededor para ponerse a si mismo en horario y momento, el sol seguía tenuemente en el horizonte y sentía en la piel los escalofríos de la noche cercana.
Debía ser el mismo día.- Estoy bien…- dijo como pudo. Tocó sobre su pecho, aún tenía camisa pero le habían quitado el cinturón, los zapatos y las calcetas, tenía frio en los pies.-
-Quédate aquí, Junmyeon. No te muevas.- Madre se levantó y señaló una bolsa con suero, Junmyeon no se había percatado, tenía una jeringa en el dorso de la mano.- dijo el doctor que tuviste un golpe de calor. ¡¿Cómo se te ocurrió subir a pie a la casa?!...-
Sabía que le gritaba porque estaba preocupada, Madre era de ese tipo de personas. No pudo sonreírle, aunque quiso, tampoco reír, se escapó una especie de gruñido y Madre frunció el ceño. Era exagerado pedirle alguna reacción congruente cuando aún intentaba acomodar sus pensamientos y tener los parpados abiertos a la misma altura.
-Te llevaré a casa. ¡Quédate aquí!.-
Tomó su bolso y fue con Minseok para atacar ambos al pobre de Luhan, el no sabía de qué otra manera decirles, ¡tenían que esperar al doctor para que firmara la salida!.
Junmyeon miró a su hermano y enfermero largamente….
Esto no es lo que había pedido.
Se miró la palma de las manos y más que nunca odió su realidad. Solo bastaba echar un vistazo a como Minseok trataba a Luhan, el enfermero.
-Minseok…- dijo en voz alta, cuando no pudo aguantar otra mirada despectiva del omega. Minseok volteó y se acercó a el.-
-¿Qué pasa?...-
-Déjalo en paz, solo está haciendo su trabajo….- antes de que respondiera lo tomó de la muñeca y apretó.- quiero ir al baño así que llévame.-
Sin el apoyo de su hijo la alfa detuvo sus preguntas y quejas, Luhan tomó aire y salió de la habitación, no sin antes prometer hacer lo posible para que el doctor de turno firmara a la inmediatez. Junmyeon respiró con alivio.
Sabiendo lo que sabía era extraño, por no decir arduo, no ver a Luhan aferrado al costado de Minseok, cansado y fastidiado de verlo y no con….con tanto, tanto amor…
Minseok miraba al frente, enfocado en llegar al baño con Junmyeon apoyado en su hombro y el soporte para el suero en la mano libre, cuando se dio cuenta de como lo miraba su hermano menor.
-¿Algún problema?.-
Junmyeon asintió, pero no dijo nada. Tragó la poca saliva que tenía, lastimándose la garganta.
Este no era ese Minseok sincero, era su hermano del que sabía poco y estaba entregado 100% al trabajo. Pero valla… aún lo amaba, seguía siendo su Minseok…
Besó su sien y su hermano mayor se detuvo, el aroma que salió de Minseok fue de confusión y un poco de fastidio- ¡¿Qué estás haciendo?!...- Junmyeon lo miraba extraño y olía a…cariño, como si viera a un cachorro o un perrito o…. ¡lo que fuera!... era incómodo. Minseok tomó su cara y la giró a un lado.- ¡Deja de verme así!... Tienes que ir al baño, ¿Recuerdas?...-
Junmyeon sonrió aunque los dedos de Minseok encajados en sus mejillas dolían.- Recuerdo….-
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Salió del hospital 40 minutos después en una silla de ruedas empujada por Luhan porque era obligación del hospital (privado y muy caro) asegurarse que sus pacientes estuvieran bien hasta el momento que salieran del edificio. Junmyeon se sentía ridículo porque seguro había gente que de verdad necesitaba esa silla y el la estaba acaparando. No fue hasta que llegó al estacionamiento que Luhan lo dejó levantarse.
Se detuvo, puso un pequeño freno y se paró frente a la silla para brindarle apoyo a Junmyeon. El omega se sentía perfecto hasta que quiso levantarse y sus piernas fallaron, temblaron por la debilidad y casi cae si no fuera por Luhan y su agarre preciso. Él lo sostuvo de las axilas con una fuerza impresionante y lo puso de nuevo en la silla.
-Gracias…- dijo, falto de aire por la sorpresa. Palmeó a Luhan en la espalda con una sonrisa.- ¿Aún trabajas solo los fines de semana?...-
Minseok carraspeó y tomó el control de la silla, ante la atenta y confusa mirada del alfa frente a ellos que pasaba de la sorpresa a la vergüenza.
-S-si…Ese es mi turno ahora, gracias al cielo….- sonreía, pero no podía borrarse el asombro, Junmyeon era el primer Kim amable con el.- Disculpa ¿Cómo supiste mi horario…?-
-Lo escuché de una enfermera.- mintió Junmyeon, intentando sonar casual, Minseok lo llevaba de regreso al auto y Luhan caminaba junto a él. Junmyeon no sabía si era debido a que tenía que cuidarlo o porque quería alargar la plática.-
Minseok abrió la puerta del asiento trasero, Madre ya se había acomodado en el asiento del copiloto mientras hacía una llamada. Junmyeon entró al coche lentamente con ayuda de Luhan, el omega no podía sino fascinarse por la fuerza de esas pequeñas manos y pálidos brazos, Luhan obviamente había trabajado mucho y se notaba su práctica en cada acción.
-Gracias….- miró los ojos de Luhan un instante, olía a alfa; sal de mar y madera, como una tarde cerca del océano y también… a calma.- Muchas gracias….- y lo siento, jamás tuve el tacto para disculparme…-
Luhan sintió las mejillas calientes y una oleada de bochorno escapó de él, el omega de mayor edad los miró fijamente.- No fue nada, es mi trabajo. Espero no nos veamos pronto…- No podía sentir más vergüenza, no sabía de dónde venía tanto agradecimiento. Tocó la mano del omega y aprovechó para enderezarse. -
Junmyeon le devolvió la sonrisa antes de cerrar la puerta del carro, en cuanto Minseok escuchó el portazo aceleró sin mirar atrás, Madre tampoco le prestó atención mientras entraban a la fila de autos para salir del estacionamiento. Junmyeon, sin embargo, no dejó de mirar atrás, a la figura de Luhan parado cerca del elevador con la mano un poco arriba para despedirse de Junmyeon.
Se alejaba más y más hasta que se dio la vuelta y entró al elevador, el carro en que Junmyeon iba subió la rampa hacia la salida…
No podía aceptar lo decaído pero resignado que estaba, aún sabiendo que Lay había mentido, Lay no cumplió su palabra…. Y ahora estaba lleno de preguntas ¿Alguna vez existió Lay? ¿Qué fue todo eso que vió? ¿Y Chanyeol y Kyungsoo….?
No podía aceptarlo tan fácil…. que Lay nunca existió, que solo tuvo un largo, horrible y hermoso sueño, que Jongdae jamás volvería a su vida….que Luhan era un desconocido ahora.
Miró la nuca de su hermano, pensando si aún se sentiría como Junmyeon lo hacía.
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Estaban a punto de salir cuando Junmyeon reconoció a Lay.
Estaba sentado en el puesto de vigilancia del hospital, leía una revista distraídamente, con una taza de café y un pequeño televisor portátil blanco y negro en una mesita frente a él donde tenía los pies apoyados.
Apenas lo vio Junmyeon salió del auto y cayó de rodillas al suelo, ni siquiera notó que se había abierto la piel y sangraba, se apoyó en la puerta para levantarse y caminar como pudo hasta el puesto de vigilancia.
Eran unos 4 pasos, pero se le hicieron eternos al omega y cuando llegó a golpear el vidrio de la ventana de Lay ya no tenía energías ni aliento para seguir.
-¡ESTO NO ES LO QUE QUERÍA!!!!...-
De la sorpresa, Lay tiró su taza, salió cuando Minseok sostenía a Junmyeon de la cadera para regresarlo al auto, había una fila de carros tras ellos pitando y gritando. Todo pasaba demasiado rápido para Junmyeon. ¡Siempre le arrebataban su tiempo!!!!!.
-¡Dijiste que tenía opciones!!!...¡DIJISTE QUE PODÍA ELEGIR!!!...-Minseok lo agarraba y llevaba de regreso al carro fácilmente, Lay solo miraba como si no supiera de que hablaba y eso logró enfurecer más a Junmnyeon- ¡¡DIJISTE QUE PODÍA ELEGIR!!! .- manoteó para zafarse y conseguir cualquier reacción de Lay, en cambio hizo que Minseok perdiera el equilibrio, por suerte no cayeron al suelo, pero Minseok casi lo lanza contra el asiento trasero.
-¡Junmyeon, basta!!- le faltaba el aire y su hermano menor lo tenía en el límite de su paciencia.- ¡Quédate en tu maldito lugar!!!..-amenazó apuntando con un dedo la cara de Junmyeon, el omega se lo quitó de enfrente y miró detrás de Minseok.
Lay sonreía con su brillante hoyuelo, vestido de uniforme gris con pantalones negros.- “Bye”- dijo gesticulando en silencio, y fue todo lo que Junmyeon necesitó para palidecer.-
Minseok cerró la puerta del auto con un golpe y puso el seguro para niños. Junmyeon no pudo hacer más que pegarse al vidrio y mirar a Lay hasta que el auto entró al tráfico, Lay le dijo adiós a la distancia, más y más lejos… hasta que el hospital se volvió uno más de los edificios, pero Junmyeon no le quitó la vista.
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Sabía que Minseok estaba molesto, pero Junmyeon no se esperaba esto.
Estaba en su casa, sin nadie. Minseok lo dejó en la entrada y se despidió apenas con la mano, hasta Madre había sido más efusiva, diciéndole que llamara para cualquier cosa, ella vendría inmediatamente para ayudarlo.
Junmyeon se sentó en uno de sus amplios sillones y miró el techo en silencio, la sala tenía varios focos pequeños que Junmyeon podía encender de acuerdo a lo que necesitara, y en ese momento quería estar casi en la oscuridad.
No se atrevía a mirar su propia sala por miedo de encontrarla vacía….
Tenía una mano en el cuello y acariciaba sin pensarlo. Era cierto lo que decían sobre los miembros amputados y las partes que faltaban, Junmyeon sentía la marca de un beta llamándolo porque llevaba mucho tiempo lejos de su manada….
Pero cuando tocaba no había marca ni llamado, solo Junmyeon que aún tenía la mesa llena de fotos de hombres y mujeres.
Miró su muñeca, donde tenía el inconfundible moretón de un catéter.
¿Qué iba hacer ahora?..
No lo sabía, era un manojo de incertidumbre y empeoraba con los minutos, con el silencio y la soledad calando más profundo hasta los huesos.
Lo escuchaba en su cabeza, llamándolo en lenguaje antiguo de lobo, el que no se puede traducir a ningún idioma, solo a instinto. Y el suyo era tan fuerte que producía comezón, la piel lo jalaba, quería irse y reencontrarse.
Tomó su chaqueta del suelo y se la puso encima para recostarse mientras sentía sus párpados inflamarse, conteniendo el llanto hasta que copiosas lágrimas bajaron por un costado de su rostro.
No dejó escapar ningún sonido porque Junmyeon sabía que era un estúpido, por haber creído en Lay, por haber olvidado a Jongdae y a los cachorros, por seguir lo que todos dijeron que hiciera de su vida, por haber lastimado a Jongdae hace tantos años….
Desahogarse era para quienes merecían perdón…. Junmyeon tendría que tragarse su dolor…
Tenía mucho en que pensar.
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El lunes llegó más rápido de lo que Junmyeon esperaba, el tenía la sincera idea de seguir en cama comiendo rammyeon hasta que el estómago le doliera otra vez, pero su reloj brilló y la alarma sonó y no tuvo otra opción más que regresar a la realidad.
Donde todo dolía por muchas razones. Tardó mucho en tallarse la somnolencia de los ojos y aún más en bañarse, tomó demasiado tiempo quitarse la gasa y la cinta del hospital de la muñeca, algo que comprobó, era mucho más doloroso que ser inyectado.
Además, no pudo calmar al lobo, por más que tomó aire y se detuvo, el lobo seguía raspando sus límites y más de una vez tuvo que frenar al lado de la calle porque sus manos tenían garras y sus dientes crecían sin su control. Iba a salir corriendo de su auto si no se contenía, había escuchado historias de como algunos enloquecían e iban al bosque a vivir con lobos salvajes, abandonaban todo porque su lado humano no podía lidiar con el estrés de la doble naturaleza.
En lugar de calmarse condujo más rápido y se encerró en el piso de su oficina, solo estaba Baekhyun (encendiendo la cafetera) y una sala de espera a su oficina con mucho espacio. Llegó dando un portazo tras de él, Baekhyun lo miró muy asustado, su jefe le puso llave a la entrada (y salida) y lucía hecho un desastre.
No se levantó de su cubículo para saludarlo y/o molestarlo como normalmente hacía, permaneció sentado hasta que el ruido de papeles y muebles siendo tumbados se detuvo y pasaron al menos 15 minutos extra, para estar seguro de no encontrarse con algo que no podría olvidar.
Entró sin hacer ruido, si su jefe no lo quisiera ahí le habría gritado desde el otro lado de la puerta porque el aroma de Baekhyun lo delataba, apestaba a alfa nervioso, asomó la cabeza y ahí estaba, en medio de la oficina y en posición fetal.
Junmyeon no podía explicar los sucesos que lo llevaron a ese estado, tal vez era el peso de los recuerdos, o solamente la imagen de su oficina que le recordaba su acuciante vida, todos esos años que no iban a regresar, tal vez era no poder olvidar, o no querer olvidar, o no saber como vivir de ahora en adelante. La ira que sentía por el demonio que prometió o consigo mismo por creer que alguien como Lay habría de ayudarlo… O solo, tal vez, el hecho de no saber si estaba enloqueciendo, aunque creía en todo lo que vio en ese año, minuto a minuto la posibilidad de haber tenido un lapso de locura no hacía sino aumentar.
Baekhyun lo tomó de los hombros y lo ayudó a levantarse hasta que se sentó en el suelo, fue entonces que lo miró a la cara y algo dentro de él se detuvo.- Jefe…- suspiró con preocupación. Sacó su celular y comenzó a marcar. Debía llamar al otro jefe, para que viniera por su hermano, no estaba en condición de trabajar, apenas podía mantenerse en pie, pero Junmyeon le quitó el teléfono con un manotazo.
-Estoy bien…- dijo, sin mirarlo a la cara, se tomó de un sillón (volteado) e hizo intentos de levantarse hasta lograrlo.- tengo que encontrarlo… Baekhyun, tengo que encontrarlo… -
Apenas se daba cuenta del desorden en su oficina, medio acomodó un jarrón que tenía en una mesa, no pudo levantar los sillones y a todo lo demás les dio el visto bueno ignorándolos completamente.- tengo que encontrarlo. Baekhyun, toma mis juntas y mándalas al demonio, si llama Minseok dile que no me marque al celular, pon eso en orden y tienes el resto del día libre. Mañana te presentas a trabajar con Kris en la oficina oeste.
Baekhyun abrió mucho los ojos, seguía a Junmyeon con las manos alrededor como si el omega fuera a caerse en cualquier instante. Junmyeon se lo quitó de encima con un movimiento de la mano.- ¡Jefe, espere…!!!-
-Haz lo que te digo.-
Parecía un loco con una idea a llevar a cabo aunque eso lo mate. Era un omega desesperado con el dolor y la ansiedad de un lobo que perdió a su manada. Tenía que hacer algo porque ya no soportaba vivir así, con los recuerdos atormentándolo, quería buscar esa felicidad, no iba a quedarse tirado en el piso un instante más. Iba a encontrar a Jongdae.
No importaba Lay…. No importaba lo que pudo hacer diferente…. Importaba lo que Junmyeon debía hacer ahora.
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LAmento mucho el retraso de un mes para esta actualizacion, estuve en medio de un proyecto y no tenia tiempo para editar los capitulos. ;_; PEro ya seguire con actualizaciones más constantes.
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