Por siempre

Ficciones

"Through the storm and the light

Baby, you stood by my side

And life is wine"

Interpol - No I in

 

—¿Tae? —Stephanie dejó caer las llaves y los comestibles sobre la barra de la cocina. Se quitó el saco y regreso al recibidor para colgarlo sobre una de las perchas colocadas en la pared. Era viernes, sentía todo el cuerpo pesado gracias a una larga semana en el despacho de abogados en donde trabajaba desde hacía dos años. Aún era la menor de los abogados y continuamente terminaba ocupándose de los casos  más complicados. Aunque lo hacía porque en realidad no tenía otra opción, esperaba que aquello le ayudara a ganarse el respeto de sus compañeros de trabajo. Aquella semana, había estado llevando un caso especialmente difícil, sólo para que al final, ambas partes llegaran a un acuerdo en lugar de ir a juicio. Disfrazó su enojo e irritación con una sonrisa falsa y se fue a casa temprano. Necesitaba el dinero para su regalo de aniversario. No esperaba encontrar a Taeyeon, su novia, que trabajaba hasta las cinco, puesto que apenas eran las dos con trece. La música estaba puesta al máximo volumen. Enseguida supo que algo estaba mal. Su novia sólo subía el volumen tan alto cuando estaba molesta con Stephanie, pues sabía de sobra que le molestaba. Su cabeza punzó con el inicio de una jaqueca y su enojo le provocó un ardor en el cuerpo que intentó controlar con una inhalación profunda mientras apagaba el sistema de sonido— ¿Tae? ¿Pasa algo?

Taeyeon estaba dentro de la bañera, tallando furiosamente los azulejos blancos con las manos enguantadas en rojo y el cabello amarrado descuidadamente en una coleta. Gotitas de sudor pegaban algunos cabellos a su frente y sus mejillas rojas delataban el esfuerzo que ponía en su tarea, su nariz y boca cubiertas por una mascarilla.  Llevaba unos pantalones deportivos que le llegaban a los tobillos, cuyas rodillas estaban mojadas. El fuerte olor a blanqueador hizo que Stephanie se detuviera en seco en el umbral. Por eso la mascarilla. Estaba definitivamente molesta, puesto que también conocía el hecho de que el blanqueador le causara arcadas y dolor de cabeza. Tapándose la cara con la manga de su camisa, volvió a preguntar. 

— ¿Taeyeon? —su voz resonó en el cuarto de baño. Taeyeon hizo ademán de parar, pero siguió con su tarea sin siquiera mirarla. Stephanie ahogó toda palabra hiriente que se cruzaba por su cabeza y giró sobre sus talones para volver a la cocina y hacer la comida. Mientras freía arroz, escuchó a Taeyeon hacer mucho ruido con la aspiradora. Cuando estaba cortando zanahorias la escuchó  maldecir porque Stephanie había olvidado limpiar el patio trasero y la casa del perro, y cuando estaba cocinando caldo, escuchó un estropicio en la habitación. Taeyeon se había tirado encima todas las cajas y cachivaches en la repisa superior del armario, junto con las capas de polvo que se habían acumulado durante los cinco años que llevaban viviendo ahí. Cuando por fin entró, con las mejillas rojas y la boca apretada, Stephanie no se atrevió a decir nada y se limitó a verla comer con la misma animosidad con la que había volteado la casa de cabeza. El perro, que había sido dejado libre por la casa, se hallaba acostado sobre su cojín, mirando con miedo la espalda de Taeyeon. Parecía como si, igual que Stephanie, esperara la explosión.

Flexionó el cuello y escuchó unos crujidos que le provocaron dolor. Buscó otra posición en el sillón y cambió de canal. Leía los labios pues había quitado todo el volumen para no molestar a Taeyeon, que se había ido a dormir hacía rato. Luego de preguntarle otras cuatro veces qué pasaba sin obtener respuesta, Stephanie desistió de intentarlo y se adueñó del sillón de la sala y del televisor. Taeyeon terminó de comer, dejó sus trastes en el lavabo de la cocina y se fue a la habitación, aún sin decir una palabra. Por experiencia, Stephanie sabía que era mejor esperar que Taeyeon sintiera las ganas suficientes de gritarle la razón de su enojo, pero sospechaba que la causa del berrinche era su horario de llegada de la última semana. Algunas otras veces, Taeyeon no se encontraba de humor y salía con sus amigos, era su modo de desahogarse. En esas ocasiones, avisaba a Stephanie en dónde estaría y si llegaría tarde. Deseó haberse hecho con una manta cuando sintió los pelillos de sus brazos levantarse como reacción al frío. Estaba aburrida y a punto de apagar la televisión cuando escuchó, por fin, la voz de Taeyeon.

— ¿Vas a venir a dormir ya?

 

 

Las groserías le hicieron un nudo en la garganta. Escuchó con los dientes apretados la puerta que se azotaba cuando su jefe salió echando humo de su oficina. Había perdido el último caso. El primer caso importante. El hijo de un funcionario local muy importante se había peleado en un club y había lastimado seriamente a su contrincante. Su jefe le había pedido que sacara al tipo del lío por todos los medios. En mitad del juicio, el chico se sintió culpable y confesó. Su jefe y el padre del chico la culpaban. Espera que la despidieran pero, luego de gritarle por una hora, su jefe decidió que después de todo no era toda su culpa. Volvería a los casos complicados y pequeños de seguro. Esposas queriendo divorciarse y pleitos familiares en los que nadie quería ceder. Ya sentía un ardor que subía por su pecho, así que sacó un pomito de antiácidos del cajón de su escritorio y trago dos sin agua. Encima de todo, Taeyeon había estado rara todo ese tiempo y Stephanie no se encontraba cerca de saber por qué. Siempre que preguntaba, Taeyeon se sacudía el asunto y no daba una respuesta satisfactoria. Al fin había comprado el regalo de aniversario, que sería en dos semanas, evitaba pensar que podría haberlo comprado en vano.

 

Sin que Stephanie supiera, Taeyeon también se preguntaba en su cabeza si su relación se estaría deteriorando. Una salida con sus amigos le hizo notarlo. Kibum se quejaba de que su marido había resultado ser la persona más desordenada con la que hubiera convivido. Sus calcetines sucios siempre estaban regados por la casa, los mismos que usaba para sus juegos de futbol de dos a tres veces por semana. Esas quejas hicieron que los demás en la mesa se quejaran de sus respectivas relaciones. Sunny y Hyoyeon no tenían reparo en criticar los defectos de su novio y marido respectivamente. Entonces Kibum desvió el tema, enumerando las cosas positivas de Minho, su marido, que siempre que discutían por las bombas de olor que eran sus calcetines, procuraba acompañarlo a comprarles ropa a ambos e incluso accedía a probársela en la tienda, cosa que odiaba. Luego veía con él las películas de terror que Kibum amaba y él detestaba por provocarle pesadillas. Así siguió la plática, concentrada en las relaciones de todos. Taeyeon escuchaba atentamente mientras un sentimiento de incomodidad crecía en su interior. Sus amigos estaban todos casados o comprometidos, menos Taeyeon.

— ¿Y tú? —Sunny preguntó.

— ¿Yo qué? —Taeyeon se sintió blanco de todas las miradas.

— ¿No tienes nada que decirnos sobre doña perfecta? ¿Tiene mal aliento? ¿Deja el baño hecho un desastre?

—En realidad… doña perfecta realmente lo es—aquello provocó protestas de todos.

—¿Me vas a decir que Stephanie nunca hace nada que te saque de quicio? En siete interminables años de relación ¿nunca han tenido una gran pelea? ¿Qué son exactamente? ¿Amigas con derechos?

—No, claro que peleamos, es sólo que… Jamás hemos estado enojadas con la otra por más de unas horas. Creo que nunca he escuchado a Stephanie azotar una puerta y de hecho eso es… algo exasperante—se mesó distraídamente el cabello mientras intentaba recordar alguna ocasión en la que Stephanie hubiese en verdad discutido con ella.

— ¡Pfff! Te diré cuál es la solución, deberían casarse y entonces verás cómo aumentan las peleas—bromeó Hyoyeon y todos le celebraron el comentario. Taeyeon rio junto con ellos, pero en el fondo, solo podía pensar en lo diferente que parecía su relación de las de los demás. Si peleaban, ella jamás le levantaba la voz y siempre intentaba hablar calmadamente sobre lo que Taeyeon sentía; Stephanie rara vez expresaba enojo, irritación o inconformidad. Taeyeon llegó a su casa ese día pensando que hablaría con Stephanie sobre el tema, pero aquella noche, Stephanie llegó muy tarde y Taeyeon se quedó dormida. A la mañana siguiente, Stephanie quería llegar temprano a la oficina y olvidó despertar a Taeyeon, que encontraba difícil levantarse y llegó tarde, sin siquiera bañarse o cepillarse los dientes. Ese viernes, Taeyeon no pudo concentrarse en su trabajo y regresó temprano a casa. Encontró los trastos sucios del desayuno de Stephanie y el desastre en cuarto de baño. Conforme limpiaba algo, descubría otra cosa que había sido dejada a un lado y se enojaba cada vez más. Para cuando Stephanie llegó, Taeyeon ya había acumulado todos sus agravios e intentaba lavarlos con blanqueador. Decidió que no era ella quien tenía que decir nada y que Stephanie tendría que ser quien propiciara el diálogo. Así que no dijo nada esa vez, ni la siguiente y cada que Stephanie se tragaba lo que sea que estuviera pensando, Taeyeon se sentía más irritada y ansiosa. 

—Así que es cierto ¿no? —dijo repentinamente, mientras miraba a Stephanie cepillar al perro. Estaban en el patio trasero, una tarde de un domingo especialmente caluroso. Acababan de discutir y como siempre, Stephanie había evitado la confrontación directa y se había ido al patio trasero. Taeyeon la encontró cepillando al perro. Al oír sus palabras, una confusa Stephanie la miró. El cepillo suspendido sobre el lomo del animal.

— ¿Qué?

— ¿En serio no sabes? ¿Es que no te importa más?

— Mmmm ¿De qué estamos hablando? — Stephanie dejó lo que estaba haciendo para ir tras Taeyeon. Cuando entró en la habitación, la encontró sentada en la cama, mirando al vacío— ¿Qué pasa, Taeyeon?

— ¿Sabes que durante todo este tiempo no te has quejado conmigo de nada? Nunca peleamos, nunca me dices nada.

 —Espera ¿en serio vamos a discutir por que no discutimos lo suficiente?

 —No entiendes nada

— No estás siendo lógica, Taeyeon ¿De qué serviría discutir por algo que puede arreglarse?

— Claro, no tiene importancia para ti, nada lo tiene, es como si ni siquiera tuviéramos una relación.

— Estás siendo muy egoísta, Taeyeon.

— ¿Egoísta? ¡Nunca sé lo que estás pensando, o lo que quieres! ¡Jamás lo dices! —Stephanie se cayó lo que estaba pensando. Una punzada en su sien anunció que dormiría mal. Al final decidió aguantarse.

—Está bien, tienes razón, yo…

— ¿Acaso siquiera te importa? — Taeyeon la cortó.

— ¿Qué?

—Mañana serán ocho años y no parece que vayamos a ningún lado, no siento que avancemos y yo…—Stephanie estaba entendiendo a qué venía todo eso.  Se levantó de su lugar junto a Taeyeon y salió al patio trasero— ¿Otra vez? ¡Siempre me haces esto¡ ¿Qué haces?

Stephanie estaba metida en la casa del perro. Taeyeon estaba a punto de gritarle cuando la vio incorporarse y pronto tuvo ante su nariz un anillo. Stephanie había escondido ahí el regalo de aniversario.

—Esto era lo que querías ¿no? —Taeyeon se quedó sin palabras. Miraba alternativamente a Stephanie y al anillo— Sé que tu posición sobre el matrimonio no es precisamente a favor, pero creo que es tiempo. Nunca me quejo porque creo que estar con alguien es acerca de eso, ¿sabes? Claro que odio que hagas todo para molestarme cuando te hago enojar, o que siempre quieras tener todo ordenado y limpio, pero no tenemos que pelear sobre eso todo el tiempo. Todos estos años has hecho cosas que me irritaban y además lo haces en los momentos menos inoportunos, pero se supone que sea así. No tienes que ser perfecta, no tenemos que serlo, si quieres que te grite, puedo hacerlo aún si eso no resuelve nada; pero también podríamos seguir como hasta ahora y sentarnos a hablarlo sin necesidad de agravar la salud de mi sistema digestivo ¿qué dices? ¿Podrías quedarte conmigo unas décadas más?

Taeyeon se quedó ahí, con los ojos llorosos y sintiéndose estúpida por siquiera pensar que Stephanie no estaba poniendo todo de sí en su relación. Al final, con la voz quebrada por la emoción, apenas pudo decir antes de soltarse a llorar:

— Por siempre. 

 

 

 

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Comments

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sonelf1509
#1
Chapter 20: Oye, escribes muy bien! Acabado de leerme todos los oneshots y de verdad, todos todos me encantaron!!! Ya quiero leer otro!! no has considerado escribir un fanfic? me encantaría leer algo más largo tuyo!!! :D
saramarmota #2
Chapter 19: jajajajaja que lindo
-taesandara-
#3
Chapter 19: Jaja hermoso! :')
LlamaAmerica #4
Chapter 19: Jajajaja juela esto esta interesante!
LlamaAmerica #5
Chapter 18: Hay Mi TaeNy :c
TaeNy0204 #6
Chapter 17: El link que pusiste en este capitulo no se puede abrir :'(, GENIAL ESTE CAP
yoonyulfan2 #7
Chapter 16: The National ! Muy buena canción, y con taeny mucho mejor, me encanta siempre leer tus ficcs , saludos
scoott #8
Chapter 16: Subidas y bajadas.. Me encanta que al final de todo sus caminos vuelen a unirse.. Saludos ^^
anikpoper #9
Chapter 15: eso fue EXPECTACULAR, GENIAL Y PERFECTO
escritora-nim mi total respeto
-taesandara-
#10
Chapter 15: Wow eso fue interesante y al final Tae si vio a Fany :3