Cute girls also make graves

Ficciones

Este one-shot es el lado B de Pretty girls make graves http://www.asianfanfics.com/story/view/907349/9/ficciones-taeny-spanish-oneshots


 

Stephanie podía imaginarlo. Una cita con esa chica tan linda. Si se lo pidiera, ¿le daría su número? La había mirado atentamente cuando subió al bus y le sonrió cuando Stephanie pidió sentarse a su lado, junto a la ventana. La última hora había pensado en las palabras exactas que le diría para pedírselo. Iba a preguntarle su nombre y luego, graciosamente, sugerir que salieran a comer alguna vez, que fueran al cine, o a cenar. El bus se movía, su motor silencioso. El cuerpo metálico cortaba el aire en la autopista y a través de la ventana el paisaje parecía moverse progresivamente, como los cuadros de una animación. Cerró los ojos y dejó que la fantasía se desarrollara en su cabeza. Se durmió sin darse cuenta, arrullada por la suavidad del movimiento rítmico del bus y el paisaje hipnótico siempre cambiante en la ventana. Lo siguiente que supo fue que alguien la había despertado. Podía sentir la impresión húmeda de lo que imaginaba, era la mano de su acompañante de asiento. Se sintió tan avergonzada como molesta por la falta de cortesía. Tampoco fue consciente cuando farfulló su queja. Entonces se encontró discutiendo con la chica a quien pretendía invitar a salir.

Se lo decían a menudo, que no pensaba antes de hablar. Stephanie era la clase de persona que hacía y decía lo que sentía, incluso si aquello conllevaba no considerar lo que podría pasar después. Ahora caminaba bajo el quemante sol, con sendas maletas a cuestas. Mientras miraba la espalda de la chica, se preguntaba si debería disculparse primero. La manera en que la chica la empujo antes, hizo que su cabeza rebotara contra el respaldo de su asiento. No consideraba una ofensa tan grande haberse quedado dormida y que su cabeza se inclinara naturalmente hacía el hombro de la chica. ¿Quién se atrevía a poner su mano sudorosa en la frente de alguien a quien no conocía? Un toque en el hombro hubiera bastado y luego podrían reírse del incidente, entonces Stephanie podría haberla invitado a salir. La perfecta manera de conocerse. Luego esa chica tenía que ser tan maleducada y arruinarlo todo. No, no tenía por qué disculparse. Con una última mirada dirigida hacía ella, con la que esperaba mostrar su indignación, se propuso olvidarse del asunto. Entonces pisó uno de sus audífonos.

 

 

—Era tan guapa…—dijo a Hyoyeon, su compañera de cuarto, horas más tarde, luego de entrar a su nuevo dormitorio. A ella le parecía poco menos que hilarante que Stephanie se las hubiese arreglado para que las echaran del bus.

—Al menos te hiciste con un recuerdo memorable en su vida—le dijo bromeando e intentando consolarla al mismo tiempo.

—Arruiné su primer día en el campus—Stephanie se lamentó.

—No es para tanto, puede conseguir audífonos nuevos, no fue tu culpa sino la suya por perderlos de vista—dijo Hyoyeon palmeándole la espalda consoladoramente y volviendo a señalar lo divertido de la anécdota.

 

***

 

No encontró oportunidades de enmendar sus acciones. Como no tenían las mismas materias, la única chance de verla podría ser en los pasillos o en las áreas comunes, y aun así era difícil encontrarse porque había una buena distancia entre sus edificios. Además no sabía la facultad en la que estudiaba, así que se obligó a olvidarle. Eso, hasta que vio a la chica que tanto se empeñaba en olvidar en un aula de la Facultad de Derecho. Así que estudiaba Derecho, a su madre le agradaría tener una abogada en la familia, pensó. La chica dormía y el profesor tenía cara de que no lo apreciaría si la descubría. Tenía la boca entreabierta y su cabeza estaba casi completamente reclinada hacía atrás. Actuó, como era su costumbre, sin pensar. Tomando aliento, se impulsó hacia adelante y atravesó la puerta con una entrada que había calculado mucho menos abrupta. Todos los ojos estuvieron sobre ella enseguida. La iracunda expresión en la cara del calvo profesor le hizo arrepentirse profundamente de su osadía. Las echó. En su cabeza, las cosas no pasaban así. Tampoco se había imaginado la reacción de la chica, a quien le cerró la puerta en las narices luego de que, histérica, le reclamara sus acciones. Sabía que en el fondo, tenía razón.

 

— ¡Ah, estás haciéndote inolvidable!, entiendo tu estrategia—Hyoyeon encontraba aquello gracioso y emocionante—. Deberías seguir creando desastres alrededor de ella, ya sabes, entonces quizá algún día pensará que, como con los enemigos, es mejor tenerte cerca.

— No creo que la dejen entrar de nuevo a esa clase—la voz de Stephanie estaba amortiguada por el colchón sobre el que yacía bocabajo, con la cara hundida en la colcha.

—En eso tienes razón, Kang bola de billar no la dejará volver.

— ¿Tú crees?

—Es un hecho. Lo más probable es que esa pobre chica no pueda entrar a ninguna de sus asignaturas.

— ¡Oh no! ¿Qué hice?

 

 

La evitaba. Esa chica hacía todo lo posible por no cruzar caminos, Stephanie lo sabía. Esa gente que ahora la seguía era tan entrometida e insistente. Era así gracias a lo que pasó con el calvo profesor. Su corro de admiradores era algo más grande que el de la chica, que ahora sabía, se llamaba Taeyeon Kim. Su nombre y el de Stephanie eran un dato bien conocido porque el incidente con el profesor Kang se había convertido en una especie de leyenda, como si de una batalla épica se tratara. Así que cuando Taeyeon no estaba rodeada de su grupo de amigos, que rotaba según la hora, Stephanie era acosada por propio club de fans. La ponían de los nervios, así que los evadía lo más que podía, en la biblioteca y pasando mucho tiempo encerrada en su habitación. La emoción debía durar poco, pensaba. En las ocasiones en que ninguno de aquellos amigos oportunistas se encontraba cerca para darle la lata, Stephanie se dedicaba a su otra actividad preferida, que era cazar a Taeyeon. Se había metido a algunas materias extra con tal de tener una excusa para rondar la Facultad de Derecho, pero Taeyeon siempre se las arreglaba para desaparecerse antes de que Stephanie pudiera abordarla. Finalmente, la ocasión se presentó en una fiesta que uno de los compañeros de Taeyeon daría. Cuando Stephanie fue invitada por un tal Minho, preguntó casualmente si Taeyeon estaría allí. Esta sería la oportunidad perfecta de arreglar cuentas y aliviar su consciencia.

 

La noche llegó y Stephanie no veía a Taeyeon por ningún lado. Hyoyeon la convenció de olvidarse del asunto, a lo cual accedió, con cierta reticencia. Las cervezas aflojaron tanto su cuerpo como su mente. Hyoyeon tenía una manera de bailar muy enérgica que enseguida la contagió, y pronto estaban en el centro de un grupo de jóvenes ebrios que las animaban. Tanto movimiento le daba sed, y las cervezas que bebía para calmarla, la hacían sentir más y más inestable. Hasta que no pudo bailar sin tambalearse y Hyoyeon, que no estaba tan borracha, la ayudó a sentarse en una mesa vacía. Desde ahí tenía una vista más o menos ventajosa del lugar, en especial del rincón en donde Taeyeon se encontraba rascando la etiqueta de la cerveza en su mano. El temblor en sus rodillas no detuvo la niebla en su cabeza, era el momento perfecto. Se levantó trabajosamente y caminó, con toda la estabilidad qde la que era capaz, hacia su objetivo. Una de sus amigas, algo menos borracha, intentó detenerla a medio camino. Stephanie protestó. Taeyeon debió notarla porque enseguida la vio huyendo de nuevo. Esta vez no habría de escapársele. Se zafó de los brazos que la detenían y se apresuró a ir tras Taeyeon. Ese chico Minho, llegó antes y la abrazó por los hombros. Le hablaba muy cerca, evidentemente ebrio y ella se veía incómoda. Stephanie la miró intentar sacarse a Minho de encima, sin éxito.

—Ese idiota…—dijo por lo bajo y empujó con fuerza al muchacho. Vio con satisfacción como caía, aturdido.

— ¡Tú otra vez! —Taeyeon no sonaba agradecida.

— ¡Acabo de salvarte de este ertido! —Stephanie se pegó a Taeyeon para mantener el balance. Hablar también le costaba más concentración de la normal.

— ¡Está borracho, igual que tú! —dijo Taeyeon y ayudó al idiota a levantarse.

—Eso no justifica lo que hacía— el tipo estaba de pie otra vez. Ver a Taeyeon ayudarlo y defenderlo, le hizo sentir algo desagradable en la boca del estómago.

—No tenías que empu-jarlo, tenía todo bajo control— le decía Taeyeon, su aliento caliente y apestoso a alcohol le abrasaba la cara. Stephanie seguía soportando su cuerpo con el de ella.

— ¿Por qué nunca aprecias lo que hago por ti? —la sacudió.

— ¿Por qué siempre te metes en donde no te llaman? —Ouch. Esa chica era maleducada e insensible. Probablemente el idiota fuera su novio o algo así. Eso aumentó la repulsión que sentía por él.

—Acabo de salvarte y así me lo agradeces

—No te he pedido que me ayudes

—No tenías que pedirlo, podía verlo

—Chicas—escuchó decir a alguien.

—Ya sé, te gusta ¿no? —Stephanie quería saber la respuesta—. Es eso, te gusta este ertido.

— ¡No es un ertido! —Taeyeon intentaba quitarse las manos de Stephanie que se apoyaban en sus hombros.

— ¡Admite que te gusta el ertido! —gritó Stephanie esperando que Taeyeon lo negara.

— ¿Qué te importa a ti? —gritó también Taeyeon. Maldición, seguro que si le gustaba el idiota ese.

— ¡Me importa porque…!—comenzó a decir.

— ¡Taeyeon! —la amiga de Taeyeon la puso fuera de su alcance. Hyoyeon misma ya estaba intentando retirarla del centro de atención.

—Suéltame, voy a darle a esa loca su merecido—a Taeyeon ya se la llevaban arrastrando con facilidad.

— ¡Olvidas a tu ertido! —Stephanie jaló consigo a Minho y lo zarandeó para llamar la atención de Taeyeon.

— ¡Esa maldita…!—Stephanie oyó decir a Taeyeon antes de que su amiga cubriera su boca y se la llevara a rastras.

 

 

—Espero que hayas podido arreglar tus asuntos  pendientes con esa pobre chica—dijo Hyoyeon el día siguiente. Disolvía algunos antiácidos para su resaca.

—No puedo creer que  le guste ese Minho—dijo Stephanie—. Todo larguirucho y sin chiste… ¿no crees que es un tipo sin chiste?

—Sería mejor si le gustarás tú, ¿no? —el tono malicioso que Hyoyeon usó no le gustó nada.

— Naturalmente —Stephanie no tenía reparos en admitirlo.

—Estás de suerte, a ella no le gusta el tipo, él mismo me lo ha dicho—Hyoyeon dijo, autosuficiente.

— ¿De verdad? —Stephanie estaba emocionada.

—Mejor aún, sale con chicas y está soltera. Ve por ella— Hyoyeon la animó. Pero su emoción no duró y la sonrisa que se había dibujado en su cara se convirtió en una mueca.

—Hice que la echaran del bus, destruí sus audífonos, la echaron de una clase por mi culpa e hice una escena en público… seguro me odia.

—No creo que te odie. Míralo por el lado bueno, nadie va a estorbarte.

— ¿Por qué lo dices? Creí que era muy popular…

—Y lo es, igual que tú, por eso es que nadie va a meterse en tu camino…y en el de tu novia—Hyoyeon le mostró su celular. En aquella foto parecía que se besaban.

—Oh ¿crees que lucimos bien juntas?

 

 

Decir que Taeyeon le tenía animosidad era poco. No la había visto desde la fiesta. Sus redoblados esfuerzos por evitarla habían sido efectivos. Stephanie no había podido disculparse, si bien su discusión con Taeyeon se vio opacada por una pelea de gatas, su propio club de admiradores dejó de invitarla a salir para felicitarla por su buen gusto. Secretamente, encontraba por demás satisfactorio que se creyera que era novia de Taeyeon. Le gustaba esa chica, por motivos que le eran ajenos pero poco le importaban las razones. Quizá era que Taeyeon no se amilanaba ante su carácter extrovertido. Que no cediera ante ella, definitivamente era parte de su atractivo. También estaba el hecho de que Taeyeon era muy guapa, e inteligente. Podría ser eso.

—Este es el plan de acción—le dijo Hyoyeon una tarde en que encontró a Stephanie mirando por la ventana, cabizbaja. Sacó un cuaderno y Stephanie esperó a ver algo que pudiera ayudarle. En lugar de eso, Hyoyeon se puso a garabatear—. Plántate frente a su dormitorio a esperar que aparezca y declara tu amor incondicional.

            Stephanie se aseguró de darle una sonora palmada en la frente.

 

 

Hyoyeon interrumpió su sesión de estudio debido al ruido de su hambriento estómago. Stephanie sentía el cerebro embotado, y supuso buena idea salir a comprar el almuerzo. Además era una buena excusa para rondar el dormitorio de Taeyeon y con suerte podría topársela. Dejó que la casualidad le diera la oportunidad de disculparse. Como suponía, no se encontró con ella cuando pasó frente al edificio. Resignada, se apresuró al centro de la ciudad para conseguir el sándwich de Hyoyeon. Ordenó el emparedado de carne de su amiga y pidió uno vegetariano para ella. Una chica pasó a su lado como una exhalación.

— ¡Taeyeon! —Stephanie gritó en cuando descubrió la identidad de la joven e intentó ir tras ella pero sus emparedados no estaban listos, así que tuvo que esperar. En cuanto los tuvo, salió rápidamente de la tienda en la dirección en la que Taeyeon había huido. Gracias a su apresurado andar, Stephanie pronto la tuvo a la vista, pero en cuanto ella se dio cuenta, echó a correr, tirando su emparedado. Irritada por el comportamiento de Taeyeon, decidió llevárselo. Lo puso violentamente en sus manos en cuanto le abrió la puerta y regreso a su propia habitación.

— ¿Qué te tomó tanto tiempo? —preguntó Hyoyeon cuando entró. Le extendió su comida sin decirle nada y por su expresión, Hyoyeon supo que era mejor dejarla estar.

            Stephanie desenvolvió su propio emparedado y estuvo a punto de darle una mordida cuando Hyoyeon la interrumpió.

— ¡Ah! ¡Este sándwich es de pollo! —dijo ella, mostrándoselo. Stephanie se fijó en el que tenía en las manos, el de carne. Le había a dado a Taeyeon el sándwich equivocado.

— ¡No puede ser! —Stephanie exclamó, frustrada y volvió a salir después de arrebatarle el sándwich a Hyoyeon. Se encontró con un grupo de curiosos frente al dormitorio de Taeyeon y tuvo que abrirse paso entre ellos. Se congeló cuando vio a una versión increíblemente hinchada de quien creía, era Taeyeon, en una camilla que dos paramédicos estaban subiendo a una ambulancia.

— ¿Qué le pasa? —preguntó a una chica de entre el grupo de entrometidos.

—Ahh, creo que tiene una reacción alérgica, a mi novio le pasó lo mismo cuando comió almendras por accidente.

          

***

 

— ¿Eso es para Taeyeon? —Hyoyeon preguntó al ver la colección de bocadillos en la canastilla de Stephanie.

—Sí—Stephanie miraba atenta en el estante, en busca de algo más.

—Quizá deberías llevarle algo más saludable, como frutas y cosas así.

—Pregunté a Sooyoung, estas cosas le gustan.

—En serio estás empeñada en compensarla ¿no? —Hyoyeon le había sugerido antes que quizá estaba yendo demasiado lejos—. No fue tu culpa, nada de eso.

—Le tiré un soporte metálico en la cabeza, le conseguí tres puntos y un shock anafiláctico en menos de una hora—Stephanie interrumpió—. Eso sin considerar todo lo demás.

—Bueno, esas cosas pasan, creo—Hyoyeon estaba haciendo un esfuerzo para no reírse al recordar la historia—. Ella ya te perdonó, quizá deberías dejarla estar.

—No puedo, lo intenté, pero sigo sintiéndome tan culpable que no puedo dejar de pensar en eso.

—Y comprarle chatarra te hará sentir mejor…

 

Stephanie cruzó la explanada. El concreto se sentía caliente bajo sus pies y el aire estaba húmedo. Se dirigía a la habitación de Taeyeon para dejarle su dotación de comida. Llevaba más o menos un mes haciendo aquello. Todas las semanas le llevaba comida y bebidas, que Sooyoung guardaba diligentemente en el pequeño refrigerador que tenían apretujado en la habitación. Taeyeon le había dicho que la perdonaba, en el hospital, luego de que Stephanie volviera a disculparse por haberle tirado un tubo en la cabeza. El médico que le cerraba la herida, se reía por lo bajo al escuchar la perorata de Stephanie. Taeyeon dijo que si realmente quería hacer algo por ella, debería mantenerse lo más lejos posible. Por supuesto, Stephanie se había negado y desde entonces, hacía toda clase de cosas por Taeyeon, desde comprarle comida hasta conseguir que uno de sus fans arreglara el grifo que goteaba en su cuarto de baño. Este era uno de esos días en que pasaba por su habitación.

— ¡Hola! —dijo Stephanie en cuanto Sooyoung la dejó entrar.

—Hey—dijo Sooyoung. Taeyeon se limitó a levantar la mano en forma de saludo.

—No tienes que comprarme comida ni nada. Estamos a mano—Taeyeon intentaba poner atención a su juego de rol.

—Dejaré de hacerlo en cuando sienta que pagué mi deuda contigo.

—No tienes ninguna deuda conmigo.

—Hazle caso, Fany, no se lo merece—bromeó Sooyoung.

—Tal vez tengas razón—Stephanie dijo desde la puerta. Eso hizo que Taeyeon la mirara por primera vez y con un guiño, se había ido.

 

La suya era una relación extraña. No hacían referencia a ninguna clase de amistad. Stephanie hacía cosas por Taeyeon, cosas que ella le pedía dejar de hacer. Stephanie se negaba a parar y Taeyeon, resignada, no insistía (hasta la siguiente ocasión en que Stephanie le compraba comida o hacía quien sabe qué). A veces se encontraban en la biblioteca y en esos silenciosos momentos, casi se sentían cómodas; sin embargo, Taeyeon siempre lucía a la defensiva, como si esperara que pasara algo malo.

— ¿Te gustaría ir al cine? —Stephanie preguntó de la nada alguna vez. Taeyeon se quedó mirándola. Como Stephanie no levantó la cabeza de su libro, volvió a lo suyo sin decir nada—. ¿Eso fue un no?

— ¿Es una cita? —Taeyeon bromeó. Escribió algunas líneas en su cuaderno.

—Si tú quieres, quiero decir, como amigas, eso es, una cita de amigas—Stephanie tropezó con sus palabras. Miraba expectante a Taeyeon, que había dejado de escribir y miraba fijamente el libro frente a ella.

—Olvídalo, si no quieres…

— ¿Prometes no entrometerte en conversaciones ajenas, no hablar durante la película y especialmente, no iniciar ninguna pelea?

— ¿Qué insinúas? —Stephanie estaba algo irritada. Como si Taeyeon estuviera haciéndole un favor.

—Nada, sólo-

—Crees que eres perfecta ¿no? Crees que me harás un favor aceptando ¡Pues olvídalo! ¡Siempre eres tan ruda conmigo! ¿Sabes qué? El que seas bonita no te da derecho a ser idiota. Te dejaré en paz, eso es lo que querías después de todo—lo dijo recogiendo sus cosas a la velocidad de la luz y sin hacer una pausa entre las palabras que salían de su boca. El encargado de la biblioteca, un chico bajito y con lentes, las miró con ojos asesinos. Taeyeon se quedó ahí sin decir nada, mirando a la muy enojada Stephanie alejarse.

 

Empezaba a creer que su reacción había sido un poco excesiva. Después de todo, aún tenía esos boletos que había comprado, esperando ir con Taeyeon. Si tal solo no fuera tan creída, podrían haber pasado un buen rato y quizá cruzarían esa extraña barrera hacia una amistad declarada. Odiaba reconocer que disfrutaba de la compañía de Taeyeon, incluso si no hablaban demasiado. Ya que lo pensaba mejor, Taeyeon se comportaba de un modo completamente diferente con ella. Cuando la veía con sus amigos siempre estaba riendo o conversando animadamente, pero cuando estaba con Stephanie, usaba monosílabos y en general, evitaba hacer alguna otra cosa que requiriera salir de su habitación o de la biblioteca. Al final, decidió que Taeyeon no merecía que la invitara a nada y terminó yendo con Hyoyeon.

—Esa fue una película aburrida—acababan de salir de la sala.

—Desperdicié mi dinero—Stephanie picaba el bote de palomitas. Era lo único que había prevenido que se durmieran en mitad de la película.

— ¿Por qué querías ver una comedia romántica de todos modos? Creí que las odiabas, yo las odio.

—Por un momento creí que podría valer la pena, la protagonista es atractiva.

— Eso es cierto… ¡Hey, Taeyeon! —en efecto, Taeyeon caminaba hacia ellas. De su brazo, colgaba el desagradable brazo de una chica.

—Hola—saludaron ambas. Stephanie miraba a Taeyeon con una expresión que esperaba reflejara todo el desprecio que sentía por ella en ese momento.

— ¿Vinieron a ver esa basura? —Hyoyeon señaló el cartel de la película que acababan de ver—. Pueden ahorrársela, no vale la pena.

—Nah, veremos “Vacaciones Sangrientas”, las películas de terror son nuestras favoritas—Taeyeon dirigió una mirada de complicidad a la chica a su lado, quien emitió la risita más tonta que Stephanie había oído.

—Oh, quizá debimos ver esa—Hyoyeon parecía genuinamente interesada y falló en notar la creciente irritación de Stephanie.

—Bueno, la función empieza en diez minutos. Nos vemos—dijo Taeyeon y se alejó con su acompañante. Esa chica podía tomar del brazo a Taeyeon y se reían. Taeyeon nunca reía con Stephanie, no había contacto físico entre ellas.

—Debiste declararte cuando tuviste la chance—ahora Hyoyeon veía el mohín de Stephanie—. Deberíamos ir a comer algo, ¿Qué crees que…? ¡Fany! ¿A dónde vas?

 

Era difícil. No decir nada cuando las tenía tan cerca. Esperó a que se apagara la luz en la sala y se escurrió a un asiento detrás de la pareja. Hyoyeon no la había seguido, en cambio, recibió un mensaje que decía que la esperaba en el dormitorio con la cena,  una vez que terminara de espiar. Esa chica parecía muy cercana a Taeyeon. ¿Por qué se inclinaba todo el tiempo hacia Taeyeon para decirle quién sabe qué tontería? Y más importante ¿por qué tenía Taeyeon que hacer lo mismo, permitiendo que sus asquerosos labios rozaran su mejilla o su oreja? Podrían perfectamente escucharse a una distancia razonable, sin sobrepasar el respectivo espacio que ocupaba cada butaca. ¿Era realmente necesario que la chica pusiera su mano en el antebrazo de Taeyeon cada que alguna cosa sangrienta pasaba en la película? La sacaba de sus casillas, Stephanie había hecho tanto por Taeyeon, y ella ni siquiera la consideraba su amiga. Esta chica había sobrepasado esa barrera, y ahora Taeyeon iniciaba el contacto físico. Se acercaron peligrosamente, a centímetros de distancia.

— ¡NO! —exclamó Stephanie desde su asiento. Enseguida, los espectadores en la sala la abuchearon. Ignoró los insultos dirigidos hacia ella. Inclinada hacia delante, con la cabeza entre ambas butacas, increpó a la chica— ¿Qué crees que estás haciendo?

—Steph-

—Cállate, le pregunte a ésta —dijo venenosamente, mirando a la chica.

— ¿Qué…?—comenzó la chica.

—Viniste aquí con ella para poder besarla ¿no? ¡Qué original!

— ¿Qué te importa a ti?—la chica discutió. La aludida intentaba callarlas sin éxito.

— ¿Crees que puedes salirte con la tuya?

—Ni que fueras su novia—un segundo de silencio siguió a aquella afirmación que se clavó en el pecho de Stephanie como una flecha.

— ¿Qué…?

— ¡Ustedes! ¡Lleven su pelea a otra parte! ¡Queremos ver la película! —dijo algún chico en la misma fila antes de que ella pudiera contraatacar.

— ¡Tú cállate!

—Las tres, fuera—dijo la voz del empleado del cine.

 

Stephanie no tenía permitido acercarse a un perímetro al menos un metro de Taeyeon (ni de la chica del cine, quien para su enfado, estaba saliendo con SU Taeyeon). Ni siquiera podía dejarle cosas con Sooyoung, dado que también a ella le habían prohibido hacer buenas migas con el enemigo. De ese modo saldar su deuda, que encima había aumentado, o disculparse, eran misiones imposibles. Stephanie se limitaba entonces a mirar a Taeyeon con ojos de borrego esperando que ésta leyera en ellos la sinceridad de sus intenciones (y que, por un milagro, la tipa que había engatuzado a Taeyeon se borrara de la faz de la tierra). Hyoyeon estaba harta de Taeyeon y todo lo que tuviera que ver con ella, se sentía mal por Stephanie pero aun así entendía la orden restrictiva.

 

El universo escuchó sus plegarias: Taeyeon terminó con la tipa. Incluso parecía más dispuesta a levantar la restricción y una fría tarde de enero, algo más que la distancia desapareció entre ellas.

 

Stephanie atravesaba trabajosamente la explanada. El viento gélido le azotaba la cara enrojecida. El pavimento estaba congelado, sus botas patinaban en la superficie y sus zancadas eran precarias. Cada paso le estaba costando esfuerzo de más para no caerse. Sentía como si sus rodillas delgaduchas fueran de goma flexible y se tambaleaba. De cada brazo cobraban las compras. Habiendo perdido ante Hyoyeon en un volado, le había tocado exponerse al frío matinal para comprar golosinas. Una capa de nieve comenzaba a recubrir el paisaje urbano que ofrecía el campus. Uno de sus pasos hizo que resbalara violetamente y al tener las manos ocupadas no pudo evitar caer sobre su trasero en el pavimento frío y húmedo. Cuando intentaba levantarse, aun sosteniendo las bolsas, escuchó una risita.

— ¿Necesitas ayuda? —Taeyeon se inclinaba sobre ella. Apenas podía ver sus ojos por sobre la bufanda que cubría su rostro y el gorro que le cobijaba la cabeza. Su cabello estaba salpicado de copos de nieve. Stephanie asió la mano de Taeyeon y ésta la impulsó hacia arriba. Se fijó que también Taeyeon llevaba su propia bolsa de chuches.

—Gracias—dijo Stephanie. Enseguida se alejó unos cuantos pasos de Taeyeon.

—Estás perdonada. Otra vez—supuso que Taeyeon sonreía porque sus ojos se entrecerraron ligeramente.

— ¿Segura? ¿No tienes miedo de que te vuelva a meter en líos?

—No, difícilmente podrías provocar cualquier catástrofe aquí, donde apenas puedes caminar normalmente—sus ojos seguían entrecerrados y su cálida voz hacía a Stephanie olvidar que se le congelaban las mejillas— ¿No deberías ponerte otra clase de zapatos? Esas botas son bonitas pero con esos tacones…

—Ya…—Stephanie se ofendió ligeramente.

—Tienes los cachetes como jitomates—señaló Taeyeon, quien quitándose la bufanda, la ofreció a Stephanie.

—No tienes que

—Tómalo, tengo el gorro, se te quemarán si no te cubres—dijo Taeyeon. Agradecida, Stephanie envolvió la bufanda alrededor de su cabeza. Mucho mejor.

— ¿Por qué te portas tan buena conmigo de repente? —Stephanie no pudo evitar preguntar.

—Verás—Taeyeon comenzó a moverse, animándola a que se moviera—. Estas vacaciones regrese a casa y le conté a mi madre sobre esta mujer loca que seguía metiéndome en problemas.

—Oh.

—Sí, y hablar con ella me ayudó a darme cuenta de que estaba siendo muy cretina contigo.

—Taeyeon yo…

—Eres torpe y atraes los problemas como un imán de desgracias, a pesar de eso, me agradas, Stephanie—dijo antes de que Stephanie pudiera decir otra cosa y extendió su mano derecha—. Seamos amigas.

 

— ¿Eso es todo? —Hyoyeon estaba decepcionada—. Creí que dejarían de portarse como adolescentes y lo harían oficial.

—No creo que ella quiera eso—Stephanie estaba algo decepcionada, aunque emocionada, mucho más emocionada. Inhaló la bufanda prestada, que todavía llevaba el perfume de Taeyeon. Creía que podría ser lo más cerca que estaría del aroma de la chica.

—Claro que lo quiere ¿por qué habría de tomar el riesgo de estar cerca de ti si no fuera así?

— ¿Tú crees? —Stephanie ignoró el insulto indirecto.

—Por supuesto. Sólo necesita darse cuenta.

— ¡Haré que lo haga! —una nueva determinación se apoderó de Stephanie.

—No fue eso lo que dije—Hyoyeon intentó rectificar.

— ¡Eso es! Voy a convencerla

—Pobre Taeyeon.

 

 

Hoy era el día. Stephanie iba a pedirle a Taeyeon que salieran. Le había sido difícil contener sus impulsos, pero no se había metido en líos (al menos no en presencia de Taeyeon), ello había resultado en que Taeyeon se hallaba mucho más relajada en su presencia. La vio recostada bajo la sombra de aquel árbol en donde ella y Sooyoung solían pasar el tiempo y creyó que era el lugar idóneo. Una vez la tuvo cerca, apreció las gotitas de transpiración que se formaban en la frente de Taeyeon. Ésta se abanicaba con el flyer promocional de alguna parrilla, con los ojos cerrados y apenas moviendo la muñeca. El aire estaba caliente y húmedo, pero el pasto estaba frío. Stephanie sintió el alivio proporcionado por la temperatura del césped en su espalda.

—Hey, Fany—saludó Taeyeon cuando Stephanie se tiró en el pasto junto a ella.

— ¿Cómo supiste que era yo? —se hallaba sorprendida de que Taeyeon la hubiera identificado sin mirarla.

—Tu suavizante de telas—respondió ella. Sus ojos cerrados y su mano abanicándose sin parar.

— ¿Cómo?

—El olor—aclaró.

—Ah—Stephanie se emocionó. ¿Acaso no era una señal que Taeyeon reconociera su olor?

— ¿Qué tal estás? —Taeyeon finalmente abrió los ojos y la miró. Stephanie sentía su pecho inflamarse siempre que Taeyeon centraba toda su atención en ella. Sus miradas eran gentiles y su voz era suave, hacían que toda su piel se sintiera hipersensible y su cerebro funcionaba más lentamente.

—B-Bien—se atropellaron las letras al salir de sus labios.

—G-genial—imitó Taeyeon, con una sonrisa fácil— ¿No te mata este calor? No aguanto más.

Se tardó unos minutos en hablar de nuevo, reuniendo valor.

—Me gustas—dijo al fin. El alivio se apoderó de su cuerpo—mucho, y me gustaría que salieras sólo conmigo, como en… citas y todo eso… ¿Taeyeon?

Volvía a tener los ojos cerrados y notó que su mano estaba quieta sobre su estómago. Se había dormido ¿siquiera había escuchado su confesión?

— ¡TAEYEON!

— ¿Qué? —la aludida saltó ante la voz de Stephanie.

— ¡Acabó de confesarme! ¡Pasé días pensando en cómo decírtelo y te dormiste!

—Pshh—Taeyeon se puso el papel que usaba para abanicarse, sobre los ojos, dispuesta a dormir de nuevo— ¿Por eso es que farfullabas tanto? Ya lo sé, tonta.

—Pero…—sin hacer caso a sus quejas, Taeyeon tiró de su brazo y la hizo recostarse. La cabeza de Stephanie quedó apoyada en su hombro. Enseguida sintió el calor subírsele a la cara. Taeyeon la atrajo en un abrazo.

—Despiértame en un rato ¿quieres?

**

 

—Arruinaste completamente el momento—dijo Sooyoung a Taeyeon al verla entrar en la cocina con su hija en brazos.

—Le contaba como ignoraste mi valentía al pedirte que saliéramos—Stephanie respondió a la pregunta antes de que Taeyeon la formulara.

—Nada le gana a la ida al hospital luego de que abusaste de mí en la puerta de nuestra habitación—atacó Taeyeon, quien parsimoniosamente alimentaba a su pequeña.

— ¡No abusé de ti! —Stephanie se puso roja.

—Lo arruinaste completamente… aunque creo que es bastante cool—comentó Sooyoung, encantada con la pareja.

—Lo sé—dijo Taeyeon arrogantemente.

—Espera a que oigas cómo me propuso matrimonio, fue de lo más cursi…—mencionó Stephanie.

—¡Hey!


NOTAS:

-AFF decidió no funcionar y cargarse mi capitulo corregido cuando estaba guardándolo  ¬¬

-Cheesy update.

-Buena música https://www.youtube.com/watch?v=j01T8N7wVK0

-Suscripciones y comentarios son bienvenidos.

 
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Comments

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sonelf1509
#1
Chapter 20: Oye, escribes muy bien! Acabado de leerme todos los oneshots y de verdad, todos todos me encantaron!!! Ya quiero leer otro!! no has considerado escribir un fanfic? me encantaría leer algo más largo tuyo!!! :D
saramarmota #2
Chapter 19: jajajajaja que lindo
-taesandara-
#3
Chapter 19: Jaja hermoso! :')
LlamaAmerica #4
Chapter 19: Jajajaja juela esto esta interesante!
LlamaAmerica #5
Chapter 18: Hay Mi TaeNy :c
TaeNy0204 #6
Chapter 17: El link que pusiste en este capitulo no se puede abrir :'(, GENIAL ESTE CAP
yoonyulfan2 #7
Chapter 16: The National ! Muy buena canción, y con taeny mucho mejor, me encanta siempre leer tus ficcs , saludos
scoott #8
Chapter 16: Subidas y bajadas.. Me encanta que al final de todo sus caminos vuelen a unirse.. Saludos ^^
anikpoper #9
Chapter 15: eso fue EXPECTACULAR, GENIAL Y PERFECTO
escritora-nim mi total respeto
-taesandara-
#10
Chapter 15: Wow eso fue interesante y al final Tae si vio a Fany :3