Rewind

Ficciones

 

El comprimido blanco interrumpía las líneas en la palma de su mano. Fueron apenas unos instantes, mucho menos que un segundo, pero ella sintió que había estado mirando esa pastilla en su mano por demasiado tiempo. Esperó que el vértigo llegara, que el arrepentimiento la hiciera retroceder. El momento decisivo no le hizo sentir más que la determinación de terminar con todo, la tragó en seco, sintió la pastilla pasar por su garganta y pensó que podía sentirla deslizándose por su esófago hasta su estómago. Se reclinó en el sofá y cerró los ojos. Taeyeon esperó que las fotografías en esa caja junto a la puerta se convirtieran en fotos de rostros desconocidos. Había querido tomar medidas para terminar con la misera en la que se hallaba sumida y el que todas sus fotografías estuvieran en aquella caja junto a la puerta, listas para ser desechadas, pero sin llegar a serlo, había sido la última batalla perdida hacia el olvido.

La casa estaba llena de memorias, cosas con significados que la taladraban. Las cosas de Stephanie seguían ahí, las sábanas olían a ella, su cepillo de dientes lleno de polvo, seguía en aquel vaso transparente en donde lo había dejado después de usarlo la última mañana en que la había visto. Se habían despedido con un besoy un abrazo apresurados. Ahora el recuerdo de Stephanie era como una enfermedad que afectaba la casa, y todo lo que había en ella, incluyéndo a Taeyeon. Se alegró de nunca haber adoptado el perro que ella quería, porque de haber sido así, se habría desecho de él, incapaz de soportar una mirada inquisidora que buscara a su ama ausente. Así que se hundió un poco más en el sillón que habían comprado juntas, mientras miraba el librero viejo con la pintura deslavada que ella había traído de la casa de sus padres. Aún podía distinguir su olor en los cojines, sus revistas estaban en la mesita de centro, una que habían comprado juntas. Taeyeon esperó un poco más para digerir la droga y que se diluyera en su sistema, que hiciera efecto mientras se acordaba cuánto había pasado hasta que pudieron encontrar una casa que les gustara, cómo ella misma había tenido que vender el auto de su padre para poder comprarla; lo emocionada que Stephanie había estado cuando la sorprendió, en ese mismo sofá en el que ahora intentaba ahogarse, en medio de la sala de aquel apartamento. Sentía sus brazos alrededor, el perfume que le picaba la nariz, el cabello que se metía en sus ojos y su risa en tonos bajos que resonaban en su pecho cuando Stephanie presionaba su cuerpo contra el suyo.

El día en que descubrió que el vestido que claramente recordaba azul había sido amarillo, se sintió perdida. Se aferraba a las memorias como último recurso de salvación, porque creía que esas no iba a perderlas, la seguirían hasta su muerte, como una maldición, una enfermedad mortal. Pero el vestido era amarillo y no tenía lunares como lo evocaba en sus fantasías, y las reconstrucciones de su cuerpo hechas en su memoria, detrás de sus ojos cada que intentaba dormir, no eran suficientes. Las recomposiciones de Stephanie en su mente, dejaron de ser fieles a la Stephanie real, como descubrió con horror al mirar la sucesión de fotos en su computadora. Esas imágenes comprobaban el olvido que se había apoderado de sus preciadas memorias. Le hicieron sentir lo último que quedaba de Stephanie deslizarse entre los huecos de sus recuerdos. Se decidió a desaparecerlos por completo antes de que la Stephanie que recordaba y la Stephanie de verdad fueran personas completamente diferentes; no podría soportar que su memoria también la traicionara.


Esperó que los efectos fueran rápidos, mientras se recostaba en ese sillón viejo, con los pies sobre esa mesa desconocida; contemplando una caja que parecía llena de fotos cuyo rostro le era extraño. En esa habitación llena de cosas sin dueña.

 

NOTA:

Alguna vez leí en un artículo en Popular Science, que el modo en que funciona nuestro cerebro para almacenar memorias, permitiría, teóricamente, borrar cosas específicas. Otra cosa interesante acerca de los recuerdos, es que no recordamos las cosas tales como fueron. Guardamos un registro que cada vez que es consultado, o en este caso, evocado por nuestra memoria, se reconstruye cada vez. Cada que recordamos algo, añadimos o quitamos detalles. Teniendo esto en cuenta:

-Stephanie murió, a Taeyeon solo le quedan memorias. Al descubrir que tampoco puede retener a la Stephanie de sus memorias, decide borrarla por completo.

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Comments

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sonelf1509
#1
Chapter 20: Oye, escribes muy bien! Acabado de leerme todos los oneshots y de verdad, todos todos me encantaron!!! Ya quiero leer otro!! no has considerado escribir un fanfic? me encantaría leer algo más largo tuyo!!! :D
saramarmota #2
Chapter 19: jajajajaja que lindo
-taesandara-
#3
Chapter 19: Jaja hermoso! :')
LlamaAmerica #4
Chapter 19: Jajajaja juela esto esta interesante!
LlamaAmerica #5
Chapter 18: Hay Mi TaeNy :c
TaeNy0204 #6
Chapter 17: El link que pusiste en este capitulo no se puede abrir :'(, GENIAL ESTE CAP
yoonyulfan2 #7
Chapter 16: The National ! Muy buena canción, y con taeny mucho mejor, me encanta siempre leer tus ficcs , saludos
scoott #8
Chapter 16: Subidas y bajadas.. Me encanta que al final de todo sus caminos vuelen a unirse.. Saludos ^^
anikpoper #9
Chapter 15: eso fue EXPECTACULAR, GENIAL Y PERFECTO
escritora-nim mi total respeto
-taesandara-
#10
Chapter 15: Wow eso fue interesante y al final Tae si vio a Fany :3