Capitulo LIV
#2 TraicionJadyn PDV
Todo estaba calculado.
Habı́a medido cada movimiento con una precisión minuciosa. Tenı́a el control absoluto de la situación y eso me daba una confianza que llevaba dı́as sin sentir. Nada saldrı́a mal, porque yo no lo quería así. Aunque no me sintiera del todo orgullosa de lo que iba a hacer.
Me observé en uno de los espejos que había en el vestidor de mi habitación. Estaba impecable dentro de aquel traje completamente negro, y una parte de mí sonrió satisfecha; incluso mis ojos destellaban la seguridad que me invadía. Me ajusté la corbata, levantando la cabeza con arrogancia, y me acerqué a mis armas. Con una sería suficiente. La cargué y me la escondí en la espalda. Estiré las mangas de la chaqueta y salí de allí con sosiego.
Encontré a Yuri sentada en el sofá cuando entré al salón. Sobre la mesa habı́a una botella de ron casi liquidada. En un principio, pensé que se la habı́a encontrado ası́ y que aquella era la primera copa que se servı́a, pero supe que me habı́a equivocado al ver el precinto de la puñetera botella al lado del cenicero.
—No es buen momento para que te emborraches, Yuri —dije apoyándome en el marco de la puerta y cruzándome de brazos. Afrontar aquello me resultaba tan difícil como a ella.
—¿Qué mierda importa? —Me miró de reojo y agachó aún más la cabeza—. Casi me da miedo esa frialdad tuya.
—¿Casi? —repuse acercándome a ella—. Seamos honestas, ¿quieres?
—De acuerdo. —Frunció los labios. Se estaba tambaleando peligrosamente entre la consciencia y la borrachera—. Yo apenas puedo pensar y tú, sin embargo, estás totalmente inerte.
—Eso es lo que quiero hacerte creer.
—Pues lo estás haciendo de puta madre. —Se levantó y dejó que medio cuerpo se topara bruscamente con el mío.
Le envié una mirada penetrante y cargada de reproche. Habı́a elegido el peor momento para beber y ella lo supo en cuanto escudriñó mis ojos.
Tragó saliva y se aferró a mi pecho. Cuando la abracé casi me pareció estar acunando a una niña.
Me contuve. Contuve las repentinas ansias de mandarlo todo a la mierda, pero hacerlo supondría un peligro del que nadie podría huir.
Tiffany PDV
A veces es mejor vivir ignorante, aunque después se corra el riesgo de recibir un golpe mucho más profundo. Pero es que hay cosas que son preferibles no saber hasta que no queda alternativa.
Como en ese momento.
Ellas no me escucharon entrar y tampoco pudieron verme observándoles desde las sombras del vestíbulo.
Yuri deshizo un extraño abrazo con Jadyn y dio tumbos por el salón hasta que apoyó las manos en el respaldo del sofá y contempló a su prima como si esta se fuera a desintegrar en cualquier momento. Me bastó ver aquello para empezar a sentir una extraña quemazón en la garganta y el fuerte presentimiento de que algo peligroso se avecinaba.
—Tengo que irme —dijo Jadyn guardándose las manos en los bolsillos de su pantalón.
—Bien, buena suerte —repuso Yuri, con gesto ausente. Estaba allí, pero de su mente no se podía decir lo mismo.
De pronto, me sentı́ confusa y culpable. Si hubiera estado en el Edificio, tal vez —solo tal vez—, habría sabido lo que demonios sucedía allí entre ellas dos y no habría estado sacando mis propias conclusiones.
Entonces empecé a analizar. A diferencia de Yuri, Jadyn iba vestida de traje; impresionante y lúgubre al mismo tiempo. Y solo habı́a un motivo para ir vestida ası́ una noche como aquella. La ceremonia de compromiso entre Lee Donghae y Jessica… Jung.
Recé por estar equivocada sabiendo que esa plegarı́a jamás seria escuchada. Porque todas mis incertidumbres y pavores crecieron en cuanto Jadyn habló.
—No es la despedida que esperaba. —De todas las cosas que pudo decir, eligió aquella, y a Yuri no pareció afectarle. Dios mı́o, casi parecı́a que habı́a entrado en estado de shock, no reaccionaba, no hacía absolutamente nada. Solo contemplar a su prima.
Entré de súbito en el salón, soltando el abrigo y el bolso en una silla con más fuerza de la que pretendí.
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