Capitulo XXVIII
#2 TraicionJessica PDV
—Tengo que irme, amor —dijo Taeyeon, dándole el último sorbo a su copa de vino.
Era más de media noche y los demás hacía rato que se habían retirado. Nos habíamos quedado a solas en la terraza de la cocina y aproveché para preguntar y saber lo que había ocurrido en mi ausencia, pero Taeyeon no me contó nada. Se limitó a guardar silencio o cambiar de tema. Lo que significaba que habían sucedido cosas que era mejor que yo no supiera. Para protegerme, para que no me preocupara, logrando así el efecto contrario.
—¿No vas a dormir en la mansión? —pregunté, repentinamente asustada.
Aquel ya no era mi hogar, no me fiaba de mi familia. Taeyeon era la única en quien podía confiar y me produjo pavor que fuera a marcharse.
—Tengo que informar a los… —Se detuvo insegura y mirando alrededor.
Solía hacer ese gesto constantemente. Lo curioso de todo aquello era que yo no me había dado cuenta de su auténtico contexto hasta que me enteré de todo. No era desconfianza, sino prevención.
—Entiendo. —Asentí—. Taeyeon, ¿qué me ocultas? —Su rostro se tensó en cuanto pregunté—. No contestas a mis preguntas, no me cuentas nada y has discutido con Sunny cuando habéis hablado por teléfono.
—Eso no es extraño.
—Tu voz —señalé—. Hablabas diferente…
Taeyeon se quedó pensativa. Yo ya sabía que era introvertid, pero jamás le había costado hablar conmigo.
—Estamos… atravesando una crisis —terminó por admitir.
—Lleváis en crisis desde que os conocisteis —protesté—. Dime la verdad.
—¿Qué quieres que te diga, Jessica? Sabes la verdad perfectamente. Sabes lo mucho que me cuesta estar con tu hermana. ¿Por qué quieres que te lo recuerde?
Fruncí el ceño. Verle tan contenida, me produjo inquietud. Sus problemas no solo se reducían a Sunny, y ambas lo sabíamos. Había mucho más.
—Algo ha cambiado en ti —susurré cabizbaja.
Ella se acercó a mí, me cogió de los hombros y me obligó a mirarle.
—Jessica, has estado en paradero desconocido durante diez días, es lógico que haya cambiado —explicó.
Por supuesto. Todos lo habíamos hecho, pero lo que más me impresionó fue descubrir que ella no había sabido donde estaba. Aquello confirmaba que mis esperanzas porque Taeyeon apareciera en Yeosu eran vanas.
—Lo siento —musité, acomodándome en su pecho, y ella me besó tiernamente.
—Mi amor, prometo que estaré aquí en cuanto amanezca.
Asentí notando como los latidos de su corazón iban ascendiendo y como sus brazos se tensaba en torno a mi cuerpo. Estaba nerviosa, pero ¿por qué?
—Se llama Tiffany —murmuró—. Acabo de conocerla.
Abrí los ojos, desconce
Comments