Capitulo XXXIII
InstintoMuy poco a poco, y casi a regañadientes, noté que ascendía a la superficie. Pestañeé varias veces, dejando que mis ojos se acostumbraran a la penumbra de la estancia. Casi esperaba que al abrir los ojos me encontrara en el purgatorio.
Pero estaba en el cuarto que me habían destinado. Una tenebrosa debilidad me desbordaba, era como si estuviese bajo una pesada manta. Percibía aún los residuos del intenso placer que me había provocado el mordisco de JiYong.
Me sentía también aliviada y recelosa, aunque no entendía por qué. Ellos parecían fuera de lugar después de todo lo sucedido, pero entonces fui despertándome y encontré el origen de las emociones.
—Hola —susurro Chaerin. Estaba sentada en una silla en la esquina, pero en cuanto vio que me despertaba, se acercó y se sentó en la cama al lado—. ¿Cómo te encuentras?
—Muy, pero muy cansada —dije, adormilada, y cuando sonrió, vi que tenía los ojos llenos de lágrimas.
Me apartó el pelo de los ojos y me acarició la cara, recorrió el perfil de mi mandíbula y se detuvo en la marca que había dejado en el cuello la mordedura de JiYong. Sus rasgos se endurecieron de dolor, y al ver aquella expresión, tragué saliva y aparté la vista.
—¿Tendré que irme? —pregunté.
—Puedes quedarte todo el tiempo que quieras. —Retiro la mano de mi cuello y la deslizó por encima del edredón hasta mi vientre.
—JiYong ha dicho que no me dejará volver a verlos —le expliqué con voz poco clara. Sentí un intenso dolor en el pecho al pensarlo, e incluso sin JiYong confundiéndome las ideas, el suicidio no me parecía una alternativa descabellada.
—No, eso no pasara —dijo Chaerin con firmeza—. Accedí a ello como solución temporal, hasta que arregláramos las cosas. JiYong estaba convencido de que no podía estar a tu lado y, por lo que se ve no andaba muy desencaminado. —La voz de Chaerin se llenó de rabia con solo mencionar a JiYong; irradiaba celos y deseo de protegerme—. Después de lo que ha pasado, hemos llegado a la conclusión de que habíamos tomado una decisión completamente equivocada. Y JiYong se ha marchado.
—¿A qué te refieres con eso de que se ha marchado? —La miré con expresión quejumbrosa y Chaerin trató de esconder lo mucho que le dolía que yo le preguntase por JiYong.
—Vivirá por su cuenta durante una temporada. Ya lo ha hecho en otras ocasi
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