Capitulo XXXII

Instinto
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En lugar de decirme hola, JiYong arrancó el coche de repente haciendo rechinar los neumáticos sobre el asfalto, y sin separar en ningún instante los ojos de la calzada. Tenía la mandíbula tensa y sujetaba el volante con fuerza.

El coche estaba inundado de su seductor aroma y, sin poder evitarlo, empecé a salivar. Nunca habíamos estado tan cerca el uno del otro,  me parecía muy mala idea.

Y pese a la proximidad, mi corazón presionaba para que me acercara aún más a él, para que extendiera el brazo y acariciara su piel impoluta, de modo que decidí juntar las manos.

—Acabo de regresar —dijo por fin JiYong.

El silencio abrumador nos envolvía podía incluso cortarse y no se me ocurría nada para llenarlo. La cabeza me daba vueltas. Percibía su hambre, ardiente y frenética, como una oleada de adrenalina, sólo que mucho más embriagadora. Para cuando llegáramos a su casa, me habría vuelto loca.

—Tenemos que hablar —murmuró con voz ronca, posando en mí por un segundo su mirada acechante.

—Lo sé.

Me había imaginado aquella conversación una y otra vez. Aunque desde mi beso con Chaerin me visualizaba siempre rechazándolo, en lugar de tratando de convencerlo de que estuviese conmigo.

Pero a su lado, inmersa en la vorágine de su deseo, no me imaginaba de otro modo que no fuera con JiYong. Por mucho que mi corazón me indicara lo contrario cuando no estaba con él, mi cuerpo me decía a gritos que estaba hecha para JiYong.

Y a pesar de haber anunciado que teníamos que hablar, no dijo nada más durante el resto del trayecto. Me resultaba imposible despegar los ojos de él y apenas percibí la poca atención que me prestaba. Aquellos días sin verlo me habían hecho olvidar lo tremendamente impresionante que era.

Cuando llegamos a su casa, la diminuta parte de mí que no estaba locamente enamorada de JiYong empezó a sentir inquietud ante la expectativa de encontrarse con Chaerin. No tenía ni idea de cómo reaccionaría ella pero, por suerte, no estaba allí. Me imaginé que debía de estar en algún lugar de la casa, pero estaba tan eclipsada por JiYong que no logré percibir si estaba escondida y esperaba ansiosa mi llegada.

Leslie y Teddy estaban en el salón y apenas me fijé en lo vacilante de su mirada cuando nos vieron subir la escalera en dirección a la habitación de JiYong. Sin que me  dijera nada, seguí sus pasos como una marioneta guiada por su titiritero.

—No sé qué te habrán estado contando durante mi ausencia —me dijo por fin. Me había sentado en un extremo de su cama y él se había quedado de pie en el lado opuesto de la habitación, cruzado de brazos, negándose  a mirarme—. Pero esto no funcionará.

—¿El qué?

Intente hacerme la ingenua, pero la desesperación empezaba a hacer mella en mí. Y me parecía ridículo después de haber sobrevivido todo aquel tiempo sin él. Había sentido constantemente, eso sí, un dolor amortiguado, pero nada que fuera insufrible.

Sin embargo, cuando estaba a su lado, la idea de no tenerlo se me hacía insoportable.

—No es lo mismo que antes —me explicó sin levantar mucho la voz—. Lo que siento por ti no es correcto. Mi cuerpo insiste en qué eres tú, pero el resto de mi persona… —Negó con la cabeza—. No creo que pueda seguir viéndote.

—¿Estás prohibiéndome la entrada a tu casa? —Acababa de encontrar la solución a mis problemas y ahora él pretendía echarlo por tierra.

—Creo que es una situación imposible. —Se quedó mirándome, sus ojos traicionaban el dolor y deseo que sentía por mí—. Yo no puedo estar contigo, y Chaerin tampoco. Ha intentado ocultarme sus sentimientos hacia ti, pero sé que siente algo. Ninguno de los dos puede estar contigo y, en consecuencia, tenerte en esta casa supondría una tortura para todos.

—¡Eso no es justo! —Me levante de un brinco, las lágrimas resbalaban ya por mis mejillas. El carácter definitivo de su tono de voz me estaba destrozando—. ¿Están todos los demás de acuerdo contigo? ¡No es posible! Teddy…

—Apoya mi decisión —dijo JiYong, interrumpiéndome con contundencia—. Todos te tienen mucho cariño, pero no funcionaría. Y teniendo en cuenta que eres “mía”, lo que hagamos contigo depende de mí.

—¿Lo que hagan conmigo? —Cuestioné entre sollozos—. ¡Se trata de mi vida! ¿Por qué tienes tú que decidir qué se hace conmigo?

—Porque tu vida es mi vida. Así es como funcionan las cosas.

—¿Y tu vida no es mía, entonces? —Apreté los die

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Comments

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mariajoo #1
Chapter 45: Algún día actualizarán ?
natovida #2
Chapter 45: Complejo, complejo....
Skyth06
#3
Chapter 45: Animo ntp *+*
ChaeraM21 #4
Chapter 43: Y si casi matas a Dara para que CL la muerda y tldla felices?? No? Esto se pone cada vez mas sad ;-; y menos Chaera
Skyth06
#5
Chapter 43: Wtf boom con chae uyyyy
natovida #6
Chapter 42: Golpeen a Dara... Con urgencia....
Skyth06
#7
Chapter 42: Omg coontiiii
rabanne #8
Chapter 41: Estuvo muy bueno ^^ ya hubo Chaera *u* que Dara deje de estar tan ilusionada con Jiyong, que haga algo Chaerin para que le den celos a Dara xD
Esperare el próximo cap
ChaeraM21 #9
Chapter 41: Por fin un poco de Chaera ;-;