Acosadoras de Monstruos

Monster Academy [Trad]

—¡Despierta y brilla, JooRi ah! ¡Los pajaritos cantan, despierta!

—Mm… —gruñiste, al lentamente abrir los ojos para ver a SeHun sonreír a una corta distancia de tu rostro.

—Llegamos —te dijo.

Frotaste un ojo con tu puño en un esfuerzo por quitar la pereza. Viste que los otros estudiantes ya se habían levantado y estaban alineándose hacia la puerta del bus.

Me quedé dormida, pensaste, bostezando. Te quedaste unos momentos como para que esa parte de tu conciencia volviera del mundo de los sueños. Te diste cuenta que más temprano habías perdido a Totoro, y ahora descansaba cuidadosamente bajo tu brazo, y que estabas recostada cómodamente sobre el hombro de alguien. Te enderezaste para ver a ChanYeol quien también descansaba sobre BaekHyun con los ojos cerrados y la boca abierta. Estaba haciendo ese bajo, extraño ruido, que más tarde te diste cuenta que era una mezclan entre ronquido y habla dormida.

—Ya, despierta. Ya. —BaekHyun estaba tocando con un dedo su mejilla, pero no despertaba y seguía murmurando cosas incoherentes para sí mismo—. ¡Aish! ¡YA! —vociferó BaekHyun, dándole un golpe sobre la frente.

—¡NO COMAN MI POLLO! —bramó ChanYeol antes volver a la conciencia. Estaba frotando su frente con confusión en sus ojos dirigida a BaekHyun y se dio cuenta la causa de su dolor—. ¡YA! ¡¿POR QUÉ CARAJOS FUE ESO, ENANO?!

—¡Estuve intentando despertarte por años! —le dijo BaekHyun.

—¡No tenías que pegarme! ¡Intento de Hobbit!

—Te lo merecías, ¡estúpido troll! Además, ese inútil cerebro tuyo podría hacer un gran salto —argumentó BaekHyun.

—Tú, pequeño… —ChanYeol apretó los dientes, al intentar alcanzar el cuello de BaekHyun, pero se inclinó hacia atrás intentando esquivarlo, aplastando a Chen contra la ventana.

—¡YA! —gritó Chen a ambos.

XiuMin suspiró. —Chicos, paren. Tenemos que salir del autobús.

ChanYeol y BaekHyun se levantaron con el resto de ustedes, pero ellos continuaban disputando con sus manos, hasta que la gran mano de ChanYeol golpeó la nariz de D.O.

—¡USTEDES, IDIOTAS, PARARÁN O ROMPERÉ SUS DEDOS Y ALIMENTARÉ CON ELLOS A LOS TIBURONES DE SUHO! —rugió D.O.

—¡Ya! ¿Cómo te atreves a hablarles de esa manera a tus hyungs? —le vociferó ChanYeol, pero él y BaekHyun pararon.

—¡¿Tienes tiburones?! —le preguntaste a SuHo.

SuHo rió entre dientes incómodo y se encogió de hombros.

Tu mandíbula se abrió de golpe. —¿Por qué deberías tener tiburones?

—Los tengo como mascotas. Son muy tiernos. Me recuerdan mucho a D.O. —SuHo sonrió mientras despeinaba el cabello de D.O.

—¿Me veo como un tiburón? —ladró D.O. mientras quitaba la mano de SuHo.

—¡Eso no es lo que quise decir, D.O. ah! —SuHo corrió tras él.

—Mascotas… increíble —murmuraste, sacudiendo la cabeza.

—¡AAHHHHH! —ChanYeol de repente gritó detrás de ti. Te giraste para ver que estaba mal.

—¿Qué? —le preguntó BaekHyun.

—¿JOORI, QUÉ ES LO QUE HICISTE? —se lamentó ChanYeol.

—¿Qué? —preguntaste, confundida.

—¡Esta es mi camiseta preferida! —dijo llorando un poco más.

No entendiste que era lo que intentaba decir hasta que tus ojos llegaron a una mancha amarillenta en su manga.

—¡Te dije que no babearas sobre mí! —gruñó.

—Lo siento… hehehe —murmuraste culpable mirando la mancha que era innegablemente tu saliva.

—Pon un poco de blanqueador o cloro y esa mancha se irá —le dijo XiuMin. ChanYeol resopló resignado.

—La limpiaré por ti, ¿sí? Me aseguraré de que parezca nueva —ofreciste.

Resopló una vez más antes de aceptar. —Bien. Y también harás el resto de mi limpieza… ¡OW!

—Eso es tomar ventaja, tonto —dijo BaekHyun, quien le había golpeado en la nuca, usando una expresión de disgusto.

—¡Eso duele, enano! —bramó ChanYeol, y dos de ellos volvieron a intentar que no se estrangularan de nuevo.

Saliste del bus y sentiste la familiar esencia de Seúl. Se sentía como un largo tiempo desde la última vez que habías estado ahí, aunque en realidad no fuera tanto.

Algunos chillidos te distrajeron de tu ensueño y te encontraste con algunas chicas y chicos por el área, quienes estaban ahogando risitas, parecía que tomaban fotografías y videos. Había incluso algunos que llevaban obsequios y cosas a los estudiantes de MA.

—¿Qué es esto? —murmuraste atónita.

—Es loco, ¿verdad? Pero somos famosos hasta fuera de la escuela. —ChanYeol sonrió orgulloso, poniendo un brazo alrededor de tus hombros.

—¿Huh?

—Bueno, ya sabes. Somos muy guapos. No, tacha eso. Ellos son guapos. Yo soy malditamente perfecto. Como sea, no es frecuente ver bellezas como nosotros por aquí.

—¿Qué? —reíste.

—Además, la gente de fuera piensa que soy alguna clase de genio en diferentes áreas o algo. En cierto sentido, lo somos, si usamos nuestras habilidades. Somos famosos. Incluso tú lo serás, si les dices que estudias en MA —dijo mientras palmeaba su hombro antes de dirigirse a un grupo de chicas—. Ayo, ¿qué hay, chicas? Hace tiempo que no las veo.

—¡ChanYeol oppa! —chillaron.

—Ahí va ese idiota —murmuró BaekHyun. Pero también fue tras ChanYeol mientras lanzaba una ostentosa sonrisa a las chicas—. ¡Yo!

—Idiotas. —Escuchaste a D.O. murmurar.

—Um, disculpa.

Te giraste para ver a un par de chicas mirándote esperanzadas.

—¿Sí?

—¿Eres una estudiante de la Academia M? Ya que estás usando el uniforme —preguntó una chica, dudosa, como si por alguna razón tú te vieras como alguien que no pertenecía a MA.

—Um, sí —contestaste incómoda, recordando que seguías con el uniforme, ya que no habías tenido tiempo de cambiarte antes, mientras el resto estaba con sus ropas normales.

—¿Podrías decirnos el nombre de esos dos? Especialmente el más alto con el cabello rubio.

—Oh, ¿Tao y Kris? —dijiste, siguiendo su dedo.

—¡Oh! ¿Cuál es cuál? El más alto es Kris, ¿no?

—Uh, sí. Ese es Kris.

—Eso supuse. Su nombre suena tan genial como él parece. ¿Son extranjeros? ¿Sabes sus nombres completos?

—¿Y-y cuántos años tienen? ¿Son alumnos de la secundaria? No los hemos visto antes —preguntó otra.

—¿En qué cosas son buenos? ¿Tienen buenas calificaciones?

—¿Son buenos en los deportes? Apuesto a que Tao oppa es bueno en deportes.

—¿Tienen novias?

—Uh —murmuraste titubeante, las chicas te comenzaron a atacar como si fuesen hienas hambrientas.

—¿Eres amiga de ellos también? ¿Puedes darles esto, por favor? Quiero dárselos personalmente, pero parecen tan geniales y fríos. Tengo miedo de que puedan ignorarme y avergonzarme —dijo una chica mientras te alcanzaba una bolsa de papel.

—¡Yo también! ¿Puedes darles esto también, por favor? ¿Puedes pedirles también si pueden darnos sus números de teléfono? O si podemos agregarlos a Facebook o Line.

—¡Yo también, yo también!

—Uh, esperen —murmuraste, al verte rodeada de chicas que te lanzaban bolsas de papel, cajas y flores sobre el rostro.

Alguien tomó tu muñeca y sentiste como eras alejada del caos.

—Ella no los conoce. Déjenla sola y lleven sus regalos ustedes mismas —dijo LuHan mientras firmemente te mantenía junto a ti.

—¡LuHan oppa! —exclamaron las chicas entusiasmadas.

—LuHan oppa, esto es para ti —dijo una chica, dándole una bolsa.

—¡Esto también, oppa! Por favor, tómalo —dijo otra chica.

—Yo no recibo regalos —dijo antes de que las otras pudiesen también darle sus presentes—. Vamos —te dijo.

—¡LuHan oppa! ¡¿Ella es tu novia?! —preguntó una de las chicas.

—¿¡Qué?! —murmuró.

—¡¿Ella es tu novia?!

Las otras se calmaron esperando su respuesta mientras los miraban de arriba abajo. LuHan miró hacia atrás por la repentina pregunta. Se giró hacia el otro lado para mirarte mientras hacías lo mismo, preguntándote porque le tomaba tanto tiempo responder.

—Por supuesto que no —contestó a la defensiva después, en un familiar y molesto tono.

—¿Entonces quién es ella? ¿Qué es tuya? —preguntó mientras miraba la mano de LuHan que seguía sosteniendo firmemente tu muñeca.

—No es tu asunto —gruñó, tirando de ti.

—¡Whew! Gracias. Realmente me salvaste allá atrás —suspiraste mientras caminaban hacia donde los otros estaban.

Paró de caminar y se giró para verte, molesto. —¡Deja de ser tan tonta!

—¿Qué?

—Al menos intenta parecer inteligente aunque no lo seas.

—¡¿QUÉ?! —gritaste, asombrada y enojada a la vez.

Él no contestó y solo miró su mano. Pestañeó un par de veces sorprendido al encontrarse sosteniendo tu muñeca. Lo miraste con confusión e irritación.

Dejó ir tu muñeca toscamente y puso su mano en el bolsillo. —Si sigues viéndote como una presa fácil, seguramente serás comida por alguien —dijo antes de finalmente llegar con los otros.

—¿Qué? —te mofaste—. ¿Qué cosas dice este demonio sobre gente que come a otra? —murmuraste, siguiéndolo.

—¿Quién quiere ir conmigo a tomar café? —Escuchaste decir a SuHo, al llegar junto a los otros.

—Yo voy —dijo LuHan.

—¿SeHun, Lay? —preguntó SuHo a los otros, ya que LuHan y Lay se quedaban en la casa de SeHun, y los tres debían tomar el autobús juntos.

—Iremos —asintió Lay—. ¿Maknae?

—Estaba anhelando el Bubble Tea —farfulló SeHun.

—Conozco un café con una tienda de Bubble Tea junto —dijo SuHo.

—Nuestro bus se irá en quince minutos —susurró BaekHyun, mirando su reloj—. Deberíamos irnos —le dijo a ChanYeol.

—Chen, vamos —ChanYeol llamó a Chen, quien se tomaba el mismo que ellos.

—No iré. Me quedaré en la casa de SuHo hyung —le dijo Chen.

—¿No irás a casa? —le preguntaste a Chen con sorpresa.

—Nope —contestó casualmente.

—¿No te extrañará tu familia?

—JooRi, hemos estado juntos por los últimos cientos de años, hemos tenido suficiente de ver nuestras caras —rió Chen.

—A tu mamá le gusta más cuando no estás en casa —se burló BaekHyun.

—Eso es verdad —aceptó Chen.

—Iré por el café. Tú pagas —Le dijo D.O. a SuHo.

—¿Qué? —exclamó SuHo.

—Adjunta algunas donas. Estoy famélico —le dijo Kai.

—En realidad, ¿por qué no simplemente tenemos una cena? Ya es hora de toda maneras —sugirió Lay.

—Buena idea. Hyung, quiero samgyupsal… ¡y dokbaki picante! —pidió SeHun a SuHo.

—No voy a pagarles sus cenas —les dijo SuHo.

—Vamos, SuHo ah. Eres rico de todas maneras —dijo LuHan, palmeando su hombro.

—No seas tacaño —le provocó ChanYeol.

—Bien —suspiró SuHo en entrega—. ¡Pero solo esta vez!

—¡Oh, sí! —gritó Chen.

—¡¿Qué?! Ya, BaekHyun, tomemos el siguiente viaje —dijo ChanYeol.

—Por supuesto. No dejaré que tengan una cena gratis sin nosotros —contestó BaekHyun sin pensarlo un segundo.

SuHo suspiró. Reíste en secreto para ti misma. Tenías el presentimiento de que SuHo pagando por los otros no sería “solo esta vez”.

—¿Qué hay de ti, JooRi? —preguntó Lay.

—Me iré a casa —contestaste.

—¿Ya? Ven a comer con nosotros primero —dijo XiuMin.

—Gracias, pero mi mamá está cocinando —les dijiste.

—Bueno, supongo que no se puede evitar —murmuró SuHo.

—Tengan una buena cena, chicos —les dijiste, mientras te alejabas. Te hubiese gustado ir con ellos, pero tu madre te había dicho la noche anterior que te estaba preparando una cena especial para tu llegada a casa. Sonaba tan entusiasmada en el teléfono por ello que estabas segura de que podría esfuerzo extra esa noche.

—¿Cómo irás? —preguntó SuHo.

—Bueno, la parada de mi bus está por ahí, a dos calles —les dijiste.

—Ya, ¿no es peligrosa esa calle? —preguntó SeHun.

—No lo creo —le dijiste.

—¿Sabes qué? Te acompañaremos hasta la parada —dijo SuHo.

—No, es innecesario. Puedo ir sola…

—Vamos —te cortó Kai, colocando un brazo sobre tus hombros, comenzando a caminar.

—En serio, chicos —protestaste.

—Solo hasta ahí. No escuchan de todas formas —te sonrió Kai, arrastrándote por el camino.

—Sí, ninguno lo hace. —Hiciste un mohín.

—Supongo que aprendimos de ti —dijo.

—¿Qué? —cuestionaste, pero él solo rió y despeinó tu flequillo.

—¡Ya! Deja de despeinar mi flequillo todo el tiempo —te quejaste.

—¿No te gusta que te toque el pelo?

—¡No! —gruñiste, peinándote.

—¿En serio? ¿Entonces dónde te gustaría que te toque? —sonrió de lado.

—¡Ya! —le gritaste, empujándolo. Él solo se rió de ti como solía hacerlo.

Aish, en serio, este ertido. No sé tenerlo de regreso a la normalidad sea algo bueno, pensaste frunciendo el ceño. Pero recordando cómo se veía cuando te contó sobre su pasado, sabias que preferirías tener a este ertido y verlo reír como lo hacía en ese momento.

Mientras caminaban hasta la parada del bus no pudiste evitar sentirte incomoda. Casi todos miraban al grupo y alguna de las chicas de antes los estaban siguiendo desde no muy lejos. Además, la gente se movía a un lado para dejarle espacio a tu grupo. Era increíble como ridículo.

Finalmente llegaron a tu parada, seguían con las miradas de la gente alrededor. No podías esperar meterte en el bus y dejar de tener esa incómoda atención sobre ti.

—¿A qué hora debería venir tú bus? —preguntó BaekHyun.

—Debería estar aquí en quince minutos —contestaste, mirando el reloj.

—¿Hacia dónde? —Preguntó XiuMin.

—Itaewon.

—¡¿Itaewon?! —exclamó SeHun.

—Si —contestaste.

—¿El sitio con yonkis? —exclamó también Chen.

—Ya. ¿No es peligroso ahí? —preguntó BaekHyun.

—No. No es verdad —replicaste.

—¿Qué quieres decir con “no”? Mi madre me mataría si alguna vez escucha que fui ahí —dijo Chen—. Aunque por supuesto he estado sin que lo supiese —agregó riendo.

—¿Por qué? ¿Qué hay en Itaewon? —Preguntó Lay curioso.

—El lugar está plagado de bares nocturnos, yonkis, mafiosos y alcohólicos, entre otras cosas —le informó Chen.

—¿Yonkis? —preguntó inocentemente.

—Aish. Drogadictos —aclaró Chen.

—Entonces no es muy bueno.

—Ei, chicos, todas esas cosas son solo exageraciones. La gente es paranoica de ir allí por los rumores y algunas cosas que escuchan en las noticias, pero no es tan peligroso como ustedes dicen —les informaste.

—Aun así, Itaewon sigue siendo un distrito rojo y está en el top 10 de los distritos con cantidad de crímenes este año —dijo SuHo.

—¿En serio? ¿Cómo sabes eso, SuHo? —preguntó XiuMin.

—Mi tío es el jefe de departamento de policía en Seúl.

—Ah, en realidad estás en otro nivel, SuHo hyung —remarcó SeHun.

—Como fuera —continuó SuHo, ignorando a SeHun—, estoy de acuerdo con BaekHyun. Ese lugar es peligroso, especialmente para chicas jóvenes como tú.

—¿Deberíamos acompañarla a casa? —preguntó SeHun.

—¡¿Qué?! No —reíste—. Chicos, ese lugar no es peligroso, créanme. He vivido ahí desde que recuerdo y sigo respirando.

—Aquí está tu autobús —dijo Kai, al verle llegar.

—Bueno, los veo el lunes. Gracias por esperarme. Tengan un buen viaje a casa —les dijiste.

—Sí, tú también —fue su respuesta mientras subías.

Los asientos estaban repletos, así que te dirigiste a un lugar para agarrarte atrás, parada. Miraste directamente al frente viendo dos chicos que parecían busca pleitos, sentados cómodamente.

Los hombres de esta generación son realmente un caso. Me pregunto dónde habrán quedado los caballeros. Inconscientemente frunciste el ceño.

—¿Qué? —preguntó uno de los chicos, que al parecer te había visto.

—Nada —contestaste, y dirigiste tu mirada a cualquier otro lado. Les escuchaste reír disimuladamente, pero decidiste solo ignorarlos. Viste a un grupo de chicas sofocar risitas al mirar en tu dirección. Miraste alrededor con confusión y casi saltaste de donde estabas.

—Hola —Kai, quien estaba parado junto a ti, te sonrió.

—¡Kai! ¿Qué estás…? —No terminaste de hablar cuando finalmente viste a los otros detrás de él, sonriéndote maliciosamente—. ¿Por qué están todos aquí?

—¿Pensaste que te dejaríamos ir a casa sola? —dijo BaekHyun.

—Pero… ¡dije que estaba bien!

—Sí, te escuchamos —dijo BaekHyun, encogiéndose de hombros.

Escuchaste la puerta del bus cerrarse y el vehículo comenzó a moverse.

—¡Espere, espere! ¡Ajushi! ¡Ellos deben salir!

—¿Qué? —dijo el conductor con irritación, pisando el freno.

—¡No es cierto! —le gritó ChanYeol.

—¡¿Qué es esto?! ¡Más les vale, niños, no estar jugando conmigo porque todos bajarán! —gritó el conductor. Luego gruñó y arrancó el bus.

Los miraste incrédula pero ellos solo te daban traviesas sonrisas, excepto por LuHan quien estaba en un esquina, jugando con su iPod. Sacudiste la cabeza en desaprobación.

—Calma —dijo Kai, palmeando tu espalda ligeramente.

—¿Ustedes, no dejarán sentar a una dama? —dijo D.O. a los chicos que parecían busca pleitos frente a ti.

—¿Qué acabas de decir, niño? —se burló uno de ellos.

—Dije, que dejen sentar a la dama —volvió a decir D.O. firmemente. Los dos chicos rieron entretenidos.

—¿Escuchaste lo que dijo? —exclamó el más grande a su acompañante mientras reían, luego volvieron su atención a D.O—. ¿O qué, niño?

—Solo les diré que no les gustará —contestó, con peligro en su voz.

Los chicos rieron más, como si eso fuese lo más gracioso que hubiesen escuchado en su vida. —¿En serio? ¿Estás realmente intentando asustarnos? ¿Con ese pequeño cuerpecito? Debes tener algunos tornillos sueltos.

—D.O., no importa. Estoy bien parada —dijiste, sosteniendo el hombro de D.O. Te sentías realmente nerviosa, no por D.O., sino por los otros dos chicos que no tenían idea de lo que el “pequeño cuerpecito” podía hacer. Miraste a los otros por apoyo, pero estos solo reían.

—¿Qué ahora, niño? ¿Estás asustado? Espero que no te hayas orinado en los pantalones. —El buscapleitos más grande se levantó y se inclinó hacia D.O. hasta que tuvieron las narices casi pegadas. Los otros pasajeros que estaban cerca, viendo lo que ocurría, jadearon.

—¿Kai? —dijiste nerviosamente.

—Déjalo ser. Será divertido —susurró Kai, sonriendo de lado, alejándote un poco de esos dos.

Ninguno se movió, y todos los observaban, esperando.

—¡Hey! ¿Qué ocurre ahí? —gritó el conductor, intentando mirar la escena desde su espejo.

—Tu aliento apesta —regañó D.O.

El rostro del chico se torció en enojo. Levantó su gran puño para golpear a D.O. en la cara. Este lo paró incluso antes de que pudiese acercarse a su rostro. Los otros pasajeros jadearon y aquellos que estaban cerca se alejaron. D.O. continuó mirando al tipo alto sin crisparse. El chico apretó los dientes comenzando a estremecerse. Luego, su cara se contorneó por el dolor. Tu rostro se precipitó al de D.O. el cual no cambió ni un céntimo, y hacia su mano la cual, notaste luego, lentamente apretaba cada vez más la del otro hombre. Escuchaste el sonido que parecía al de huesos romperse antes de que el chico gritara del dolor. D.O. dejó sentarse al tipo, agarrándose la mano.

—¡Ya! ¡¿Qué rayos está ocurriendo?! —El conductor del bus rompió la tensión.

—¡Tú, hijo de puta! —dijo el compañero del chico levantándose, listo para golpear al D.O.

—Creo que es una mala idea —le dijo Kai, sonriendo de lado—. Te sugiero que lleves a tu amigo a un hospital para que le revisen el puño antes de que mi amigo rompa también el tuyo.

—Tú, maldito…

—¡Ya, Ya! Vamos —dijo su amigo, lloriqueando, seguía sosteniendo su mano posiblemente rota. El chico se vio dubitativo entre su amigo herido, Kai, y D.O. Finalmente, tomó a su amigo, asistiendo para que se levantara. Paró justo en frente a Kai y D.O., mirándolos. El conductor del bus había hecho su camino hacia ustedes.

—¿Qué sucedió? —demandó.

—Abre la puerta —dijo el chico, sin dejar los ojos de D.O.

—¿Estás loco? No es la parada del bus. Ahora, díganme que está sucediendo o llamaré a la policía…

—¡Abre la puta puerta! —gritó.

El conductor, finalmente asustado por tal actitud, volvió a su asiento para abrir la puerta.

—Se arrepentirán por esto —siseó el chico a Kai y D.O., les envió una mirada asesina, y se alejó.

—Parece que los asientos están libres ahora —te dijo Chen cuando el bus comenzó a moverse de nuevo. Te quedaste parada dudando hasta que ellos te animaron a que te sentaras. Finalmente te sentaste, seguida de Chen, quien recibió una mirada fea de D.O.

—¿Qué? —preguntó Chen. D.O. continuó mirándolo hasta que se levantó—. Bien.

—Señorita, use el asiento libre de ahí —dijo SuHo a la chica que estaba junto a él.

—Gracias —dijo la chica, ruborizada y sentándose junto a ti.

—Ustedes —le dijo D.O. a los dos chicos sentados frente a ti.

—S-sí. —Ambos se revolvieron en sus pasos y dieron sus asientos a las otras dos chicas que estaban paradas.

—Eso fue… genial —reíste.

—¿Ventajas de ser un monstruo? —Se encogió de hombros Kai. Nerviosamente miraste alrededor, sorprendida de que Kai haya dicho la palabra con “m” en voz alta. Pero los otros pasajeros solo los miraban con intimidación o admiración, no extrañados. Ellos pensaban que había usado la palabra metafóricamente.

—Uhm, ¿ustedes son de la Academia M? Quiero decir, su amiga está usando el uniforme de la escuela —dijo una de las chicas que estaban sentadas frente.

—Síp —les sonrió Chen.

—Gracias por dejarnos usar los asientos. Los hombres de hoy en día son… —dijo ella, enviándoles a los chicos que originalmente usaban esos asientos una mirada menospreciada—. Como sea, gracias.

—No hay de qué —les dijo ChanYeol, empujando a Chen detrás suyo—. Es un placer. Siempre creímos que el hombre real debe cuidar de las damas. —Les sonrió ampliamente.

—Seguimos pensando en ser caballeros, incluso cuando los de la actualidad no lo son —intervino BaekHyun, sonriéndoles de forma dulce, con la que creíste muchas chicas habían caído.

—Ustedes no hicieron nada —murmuró SeHun, seguido por un fuerte “ow”

—Eres tan lindo, maknae —remendó BaekHyun, mientras él y ChanYeol le picaban las mejillas un poco demasiado fuerte, su pobre piel lechosa se tornó rosada por los apretones de sus hyungs.

Las chicas chillaron para sí mismas. —Te dije que los chicos de MA son los mejores —susurró una de ellas.

—Entonces, ¿de qué escuela son ustedes, chicas? —preguntó Chen. Y él y los otros dos traviesos comenzaron a coquetear con las chicas.

Rodaste los ojos. Lay te vio y soltó una carcajada. Las otras chicas, viendo que no eran snob después de todo, también comenzaron a hablarles, aunque eran Chen, ChanYeol y BaekHyun quienes más contestaban. SuHo por otro lado, contestaba las preguntas de los otros pasajeros. Sacudiste la cabeza con incredulidad. Todo lugar al que iban tenían la atención. Siempre.

Tu viaje inconfortable, repleto de atención, finalmente terminó. Llegaron a la parada de bus y estabas ansiosa por irte. Te dirigiste a la salida, y los chicos te siguieron.

—¿Cuánto tiempo piensan seguirme? —les preguntaste cuando estaban finalmente afuera.

—Hasta que estés a salvo en tu casa —contestó XiuMin.

—¡¿Realmente me seguirán hasta mi casa?!

—¡Sí! —dijo ChanYeol sin rodeos.

—Quiero ver dónde vives, JooRi —te dijo SeHun.

—Bueno, no pueden. Vayan a sus casas, ¿bien?

—Llegamos tan lejos, al menos veremos que llegas al final a salvo —dijo Kai.

—Nadie los forzó a llegar tan lejos.

—Hey, oso canoso. Deberías entender desde ahora que estos chicos no aprenden. Déjalos terminar esto y llévalos. Tengo hambre —te dijo LuHan.

—¿Por qué debería ser mi culpa que estés hambriento? Estúpido pequeño demonio —refunfuñaste.

—Tiene razón, aprende. No escuchamos, así que empieza a caminar. ¿Ahora, qué dirección? —dijo Kai, poniendo un brazo alrededor de tu hombro, arrastrándote al comenzar a caminar.

¡Dios! Estos chicos son molestos.

Realmente no querías que ellos fueran contigo. Estabas avergonzada de mostrar tu casa a cualquiera porque apenas podías llamarle casa. Estabas agradecida de tener un lugar al cual llamar hogar, pero no era una casa digna de mostrar a otras personas. La única que habías invitado había sido HyeBin, pero solo porque seguían siendo niñas cuando por primera vez fue y en ese tiempo no tenías idea sobre cómo se veía una verdadera casa.

—Bien, pero no tienen permitido entrar —les dijiste.

—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó ChanYeol.

—Tan solo no pueden.

—Está bien, JooRi. Solo queremos verte llegar a salvo —dijo Lay.

—Entendido —dijiste, y finalmente comenzaste a caminar.

—En verdad hay muchos clubes —dijo SeHun, observando los alrededores, como si fuera algo de lo cual estar asustado.

—Por supuesto. Es por eso que es un distrito rojo —le dijo LuHan.

—¿Qué es esa expresión? ¿Qué eres? ¿Un niño de trece años? —tentó Chen a SeHun.

—Nunca estuve aquí antes. Solo lo vi en la televisión —retrucó SeHun.

Caminaron por un rato hasta que paraste frente a una linda y rosada casa.

—¿Esta es tu casa? —preguntó Chen.

—Sí —contestaste.

—Tienes una linda casa —dijo XiuMin.

—Gracias. Entonces, los veo el lunes. Gracias por acompañarme a casa —les dijiste.

—Está bien. No es nada —contestó SuHo.

—Entonces… ¿por qué siguen aquí? —preguntaste cuando ninguno se movió.

—Nos iremos cuando estés dentro, asegurándonos que te regresamos a tu mamá en una pieza —contestó.

Te golpeaste la frente con frustración, sacudiendo la cabeza. —¿Quiénes son, mis guardaespaldas o algo de eso? Me siento como en un arresto domiciliario.

—Vamos, ve dentro —dijo ChanYeol, tocando el timbre.

—¡¿Qué estás haciendo?! —exclamaste en pánico.

—Llamar a tu mamá. Decirle que estás aquí. Está dentro, puedo escuchar movimiento —dijo sin rodeos, presionando el botón un par de veces más—. ¡Hola! ¡Omoni!

—¡Espera! —le dijiste, golpeándole la mano.

—¡¿Qué es lo que quieren ustedes?! —Una mujer anciana bramó desde la puerta.

—Buenas tardes, omoni. Solo venimos a traerle a JooRi. Nosotros, uh, solo queríamos que ella estuviese a salvo —contestó SuHo, sorprendido ante la violenta bienvenida.

—¡¿Qué?! ¡¿De qué están hablando?! —escupió.

—¿Song JooRi? ¿Su hija? —preguntó ChanYeol, señalándote. La mujer te miró con confusión.

—Oh, esperen aquí —dijo, y desapareció dentro.

—Hey, vamos —les dijiste.

—¿Qué? ¿Por qué? —dijo BaekHyun.

La mujer volvió a salir, llevando un balde lleno de agua. Antes de que pudiesen digerir lo que estaba ocurriendo, ella les lanzó toda el agua. Sentiste alguien agarrar tu mano y esconderte detrás.

—¿Qué rayos…? —exclamó ChanYeol. Ellos rápidamente esquivaron el agua antes que los tocara, excepto Lay, quien se había puesto delante tuyo.

—¡Sé quiénes son ustedes! ¡Los bastardos que tocan mi timbre todos los días, distrayéndome de mi trabajo! —chilló.

—¿Qué? —dijo SeHun.

—Hay que correr —les dijiste.

—Ya, ya, ya, JooRi, ¿qué sucede? ¿Tu madre está loca? —dijo BaekHyun.

—¡Esperen a que ponga mis manos en sus pequeños cuellos —dijo, abriendo la reja.

—¡Ella no es mi mamá! ¡Corran! —gritaste. Todos corrieron desordenadamente mientras la vieja mujer los perseguía.

—¡Vuelvan aquí, malditas escorias! —chillaba mientras movía el balde en el aire. Se lo lanzó a LuHan, quien se las arregló para bloquear el golpe derecho hacia su cabeza con la mano. Comenzó a tirarles piedras y precedió a hacerlo con los ruleros en su cabeza, cuando ya no tuvo más piedras. Los otros pararon mientras Chen, ChanYeol y BaekHyun caían al suelo, riendo.

—En realidad esa no era mi casa. Lo lamento —resoplaste, buscando aire.

—JooRi, ¡estás loca! ¡Omo! —murmuró ChanYeol entre risas.

—No se los dije para bromear —razonaste. Te veías culpable al ver cómo Lay se secaba con un pañuelo—. Realmente lo siento.

—Está bien —replicó, y comenzó a reír. Los otros rieron también, y tú terminaste por seguirlos. Los once siguieron así por un rato: en el medio de la calle, riendo con los pulmones afuera, como un grupo de delincuentes que había bebido demasiado.

—¿JooRi ah? JooRi ah, ¿eres tú?

—¡Umma! —dijiste con sorpresa. Ella estaba caminando por la calle con tres bolsas grandes.

—Sabía que eras tú. No podía verte claramente por la oscura luz. Omo, mi hermosa pequeña. —Caminó hasta donde estaban, dejando las bolsas en el piso para darte un abrazo.

—Umma, ¿qué haces aún afuera? Deberías estar en casa ahora —le preguntaste, después de que te soltara de tu abrazo.

—Terminé demasiado tarde en el mercado. Y tuve que ir a comprar algunas cosas. Te haré un plato especial para cenar, ¿recuerdas? ¿Y quiénes son estos chicos?

—Buenas tardes, omoni. Somos amigos de JooRi de la escuela —saludó SuHo.

—¡Aigoo, que chicos tan guapos! Estoy tan feliz de que JooRi decidiera traer amigos finalmente. ¿Todos son monstruos como mi JooRi, verdad?

—Umma, no podemos hablar de monstruos tan abiertamente. Y no fue exactamente que yo los traje. En realidad ya se están yendo —le dijiste.

—¿Tan pronto? ¿Por qué no vienen a casa así les puedo hacer una deliciosa cena antes que se vayan? —los invitó tu madre.

—Umma —protestaste.

—Oh, no queremos causar problemas, omoni. Solo queríamos que JooRi llegara a salvo a casa —dijo SuHo.

—Aigoo, ¿de qué problemas están hablando? ¡El mayor inconveniente que veo yo es enviarlos a casa con el estómago vacío! Vengan, déjenme agradecerles a unos guapos chicos como ustedes.

—Pero umma, no cabremos. ¿Dónde se van a sentar? —le recordaste.

—Podemos comer en el patio. Tenemos algunos bancos que dejamos de lado, esos que tu padre construyó. Estoy segura que cabremos bien. Y hay buen tiempo para comer bajo las estrellas. Solíamos hacerlo con tu padre, ¿recuerdas?

—Si insiste, omoni. Realmente estamos hambrientos —dijo ChanYeol, más que feliz.

—Entonces vengan, todos. Hagamos algo para alimentarlos —dijo tu madre, levantando las bolsas con comida.

Hiciste un mohín, pero no había nada que hacer. Estabas por ayudar con las bolsas, pero Lay te las quitó.

—Omoni, deje que las llevemos por usted —ofreció, mientras tomaba las bolsas y las distribuía entre los otros.

—Por qué, gracias. ¡Son todos buenos chicos! —dijo tu madre, encantada.

—Ahora sé de dónde sacaste la testarudez —te dijo Kai, caminando detrás.

—Sí, bueno. Es testaruda —frunciste el ceño.

Seguías inquieta de llevarlos a todos. No parecían del tipo que juzgan a otros, pero seguías esperando que no tuviesen lástima o miraran hacia abajo a ti y tu madre una vez vieran tu humilde hogar. Pero al verlos, hablando felizmente con tu mamá, algo dentro de tu corazón te dijo que todo estaría bien. Sabías que habías encontrado buenos amigos.

Finalmente te aflojaste en una sonrisa dirigida a tu madre, que caminaba a casa, con diez peligrosos monstruos, pero grandiosas personas, junto a ustedes.

 

Perdón por tardar tanto en actualizar el fic. Cuando la autora comenzó a subir nuevamente capitulos (los cuales hasta el momento fueron 4) estaba muy ocupada. 

Finalmente tengo tiempo de traducir, así que espero que les haya gustado!!

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Comments

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Byue10
#1
Chapter 24: La shippeo con Luhan díganme que o soy la única :v
Byue10
#2
Chapter 14: Esto me esta gustando mucho, estoy pegada a la pantalla leyendo ?
Exocutebaby #3
Chapter 9: Jajajaj.pobre JoRi
JungSooSoo
#4
Chapter 25: Awww....Que adorable...♡
moon96 #5
Chapter 27: Hooolaaa~~ vine a fastidiarte por aquí también xD en fanfic es, estoy como Yiyi, pero no tengo cuenta, soy anónima ;-; ya te dije que amo este capítulo?
JungSooSoo
#6
Chapter 20: Super Cool el mounstro de Chen.I LOVE IT♥
PLEASE UPDATE SOON.........!!!!!!!!!!
BESOS Y ABRAZOS :3
JungSooSoo
#7
Chapter 18: Please Update sooooooon............!
Dinowife
#8
Chapter 11: Kei es un maldito ertído
JungSooSoo
#9
Chapter 11: I love It...! Is freaking funny!
Dinowife
#10
Chapter 3: Esta increíble sigue así