El monstruo en el agua

Monster Academy [Trad]

 

—¿Qué es esto? —preguntaste irritada. Mirabas desde arriba a LuHan con los brazos cruzados. Él te miró y se quitó los auriculares.

—Siéntate —dijo, señalando con la cabeza el asiento frente a él. Estaba ocupando una de las mesas vacías del Salón Estudiantil y estaba jugando con su cubo rubix otra vez.

—No quiero. Sea lo que sea que quieras decirme hazlo. Estoy oupada —contestaste y permaneciste de pie.

—¿Con qué? ¿Fantaseando con eso?

Seguiste su línea de visión y viste que el lápiz de Lay seguía en tu mano. Avergonzada lo pusiste en uno de tus bolsillos. —¡No estaba haciendo eso!

—Lo siento, no soy buena en matemáticas —dijo en un tono agudo, imitándote más temprano en la biblioteca—. Si sigues siendo tan obvia, se dará cuenta en poco tiempo.

—¿Qué?

—Le gustan las chicas lindas —agregó, dándote una mirada de “y definitivamente tú no eres de ese tipo”.

—¿Me llamaste solo para molestar? Si terminaste me iré.

—Sí, y no terminé —dijo, poniendo una pila de cuadernos en el centro de la mesa—. Copia las notas de SeHun en los míos.

—¿Y por qué soy yo la que tiene que hacer esto?

—Porque mis manos están adoloridas —dijo.

—¡Entonces deja de jugar con ese estúpido cubo!

—No quiero —dijo, moviendo las piezas del cubo aún más rápido, molestándote todavía más—. Además, eres mi esclava.

—Esclava —dijiste incrédula—. Dijiste que sería tu asistente.

—¿No es la misma cosa? —preguntó fríamente. Lo miraste, como si pudieses llevarlo a la muerte de esa forma—. ¿Qué? Aceptaste serlo —dijo.

—Eso es porque me forzaste a hacerlo.

—Corrección, no te forcé. Tenías el libre albedrío de aceptar el trato o no.

—¡Eso es chantaje! —espetaste. LuHan solo se encogió de hombros sin importancia. No te diste cuenta que tu voz había salido un poco alto y los estudiantes de alrededor te estaban mirando.

Tomaste un respiro largo antes de sentarte frente a él. Te diste cuenta de que eras la única que se estaba avergonzando frente al resto de los estudiantes con todos los gritos que no llevarían a ningún sitio. Lo miraste, imaginándote cortándolo en millones de pedacitos.

¿Cómo este zoquete descubrió lo de Lay?

Te acercaste los cuadernos y comenzaste a trabajar con disgusto con el primero.

—Pensé que no querías sentarte —te provocó. Apuñalaste el cuaderno en el que estabas escribiendo con la lapicera, lanzándole una mirada agria—. Cuidado. Si dañas mi cuaderno tendrás que comprarme uno nuevo y reescribir todo de nuevo —dijo calmadamente y volvió a su cubo—. Asegúrate de escribir todo claramente —agregó y se colocó los auriculares de nuevo.

—¡Muere! —Apretaste los dientes.

Tu mano dolía después de aproximadamente una hora de no dejar de escribir. Por otro lado, LuHan jugaba con su teléfono después de aburrirse de su cubo rubix. Estabas intentando realmente mucho contener la urgencia de lanzarle todos los cuadernos y luego apuñalarlo con la lapicera.

—Sí, SeHunie —contestó al sonar su teléfono—. Entiendo. Estaré ahí en un minuto.

—¿Dónde vas? —preguntaste al ver que se levantaba.

—Cena —contestó.

Diste un suspiro de relajo, al cerrar los cuadernos y apilarlos pulcramente. —Terminaré el resto la próxima —le dijiste, sacudiendo tu adolorida mano.

—Los necesito para mañana —contestó con simpleza.

—¿Qué?

—Todos.

—¿¡No los necesitarás para otro día!?

—Me iré.

—¡Espera! ¡Ya! —gritaste, pero él ya se dirigía a las escaleras—. Aish —murmuraste con irritación, peinándote el flequillo. Te sentaste de nuevo y tomaste los cuadernos en los que trabajabas antes. Comenzaste a escribir de nuevo, pero tu estómago comenzó a gruñir en protesta.

—Oh, cierto. Se supone que debía cenar con JiMin —murmuraste para ti misma.

La llamaste y dijo que te vería en la cafetería en cinco minutos. Apilaste los cuadernos de nuevo y te levantaste.

—Espera. —Dejaste de caminar y miraste los cuadernos—. ¿Qué se supone que haga con estos?

Ani. ¿Por qué soy la única que se preocupa por estas cosas? Si algo les pasa, es su problema —dijiste después de un rato y comenzaste a caminar hacia las escaleras. Pero frenaste y volviste a girar la cabeza.

“Cuidado. Si dañas mi cuaderno tendrás que comprarme uno nuevo y reescribir todo de nuevo” Recordaste lo que había dicho.

Si algo le pasa a estas cosas, no hay duda de que ese idiota me culpe por eso, juzgándolo por su asquerosa actitud. ¡AIIIIISSSH!

Volviste a la mesa y cargaste todas las cosas. —¡Maldito seas, tú estúpido, estúpido, demonio!

Ocupaste una mesa vacía y lanzaste una mirada de resentimiento hacia la mesa del equipo. LuHan reía cómodo con los otros, claramente sin preocuparse por sus cosas. Debía tener mucha confianza en ti para que cuidaras de ella.

—Maldito seas —susurraste a él por milésima vez.

—JooRi ah —te llamó JiMin al sentarse frente a ti—. ¿Qué es eso? —preguntó, refiriéndose a la pila de cuadernos mientras espiaba el primero.

—Basura —contestaste con autosuficiencia.

—Espera, esto es de LuHan —dijo leyendo el nombre en él—. Y de SeHun —agregó examinando el del siguiente.

Tu solo te hacías cada vez más pequeña en tu asiento.

—Empieza a contar a que viene todo esto. Era LuHan, ¿verdad? El que te llamó hoy —preguntó.

—Sí —contestaste.

—¿Entonces? —preguntó —Oh, espera. Vamos por comida primero.

Las dos compraron comida rápidamente.

—Cuéntame —dijo entusiasmada.

Lo pensaste bien antes de decirle todo.

—¿Qu… jajajajajajajaja! —JiMin comenzó a reír con fuerza—. Realmente no sé si eres suertuda o desafortunada. De todos los lugares, en verdad terminaste en sus vestuarios.

—No es muy gracioso —observaste.

—¿No viste nada? —preguntó escandalosa.

—¿Huh?

—Dijiste que se estaban cambiando, ¿no?

—¡JiMin~! —gemiste.

—¿¡Qué!? Ya que estuviste allí deberías haber agasajado tus ojos con su desnudez.

—Estoy comenzando a pensar que eres una ertida —le dijiste, pero solo rió.

—Pero las cosas no son tan malas como piensas.

—¿Cómo no pueden ser malas? LuHan claramente está abusando de mí.

—¡Aish! Es LuHan de quien estamos hablando. Si hubiese alguien así de apuesto, le dejaría que abusase de mí —chilló.

—Espera, ¿por qué tengo la sensación de que esta conversación suena mal?

—Ya sabes, solo disfrútalo. Mira el lado positivo. Muchas chicas darían lo que fuera por ser las esclavas amantes[1] de LuHan.

—¡No soy su esclava amante! ¿Y por qué haces sonar todo indecente?

Ahogo una risa y descansó su mandíbula sobre el dorso de sus manos. —Ahh. Desearía que D.O. también me hiciese su esclava. Le daría toda la sangre de mi cuello que quiera.

—¡Ya! Eso suena enfermo —gritaste.

—Oh, bueno. A los vampiros no les gusta la sangre de monstruo —suspiró.

—No le digas a nadie, ¿sí? O ese idiota hará mi vida más miserable. Se supone que era un trato secreto —dijiste.

—Sí —contestó.

Las dos terminaron de cenar. Diste otro suspiro de irritación, necesitabas volver con las notas de LuHan.

—Te veo más tarde —dijo JiMin, volviéndose para salir.

—¿Dónde vas? —preguntaste al darte cuenta que llevaba un bolso de tela gruesa.

—A nadar —contestó.

—Oh, bien. Te veo más tarde.

Volviste al Salon Estudiantil para terminar tus “tareas”. Aunque tus manos estaban doliendo, escribías sin parar hasta que hayas terminado todo. Después de casi dos horas, estabas por terminar con todo. Tronaste tus dedos y diste un suspiro cansado. En ese momento, LuHan volvió, viéndose tan irritadamente relajado.

—¿Terminaste? —preguntó.

Golpeaste su cuaderno de golpe, colocándolo en la pila con los otros y los empujaste hacia él con fuerza. Le diste una mirada de odio antes de caminar lejos. Paraste a mitad de camino, dándote cuenta de que aún tenías su lapicera. Caminaste de vuelta y lanzaste la lapicera sobre los cuadernos, antes de volver a alejarte.

—Gracias —re gritó. Volviste la mirada, para verle usando una sonrisa tierna y angelical.

—¡Muere! —le gritaste. Le oíste reír, pero estabas demasiado cansada para continuar con sus niñerías.

Diste otro suspiro de irritación, saliendo de la cafetería. Pretendías volver a tu cuarto, pero decidiste pasar por la piscina en el regreso a los dormitorios para fijarte si JiMin seguía allí. No había mucha gente allí, ya que la mayoría seguramente estaría durmiendo. Estiraste el cuello para buscar a JiMin entre las personas que estaban dentro del área de las piscinas.

—Puedes entrar —dijo una de las trabajadoras.

—Oh, solo estoy buscando a alguien —explicaste.

—¿No sería más fácil buscar dentro? —preguntó.

—Bueno, no traigo dinero conmigo. —Sacudiste la cabeza.

—No es necesario pagar si no vas a usar las piletas —sonrió.

—Oh, gracias —le sonreíste de vuelta y entraste. Era la primera vez que estabas en el área de las piletas. Miraste alrededor, había asientos para tomar sol y sombrillas cubriendo las mesas—. Wow, este lugar realmente tiene clase. Me siento como en un resort.

Caminaste junto al borde de la pileta y te quitaste los zapatos para asegurarte de no resbalar. El agua se veía tentadora y no olía a cloro como la mayoría de las piscinas a las que habías asistido. Estaba dividida en dos, como JiMin te había dicho antes. En el centro había un alto muro que se veía como una construcción natural de rocas. Había agua que salía desde el centro del muro, creando la sensación de cascada. Caminaste hacia el otro lado para mirarlo. El aroma del agua te hacía recordar al mar. Esa era la parte de agua de océano de la que JiMin te había hablado. Miraste alrededor, pero no había nadie en esa área.

—Quizá ya se fue —murmuraste. Caminaste por el borde de la piscina y te agachaste para jugar con tus dedos en el agua. Extrañabas el mar. Amabas ir a la playa pero hacía demasiado que habían dejado de ir. Desde que tu padre había muerto, tu madre había estado demasiado ocupada vendiendo pescado, por lo que nunca volvieron a ir al mar.

Tarareaste una melodía incoherente, recordando tu pasado en el mar, cuando de repente sentiste algo sosteniendo tu muñeca y que te atrajo hacia el agua. Jadeaste, pero cuando miraste tu mano, no había nada más que agua alrededor. Intentaste sacar tu mano del agua pero no podías. Había una fuerza invisible sosteniéndote. Estabas por entrar en pánico cuando algo emergió lentamente. Su cara estaba cubierta de unas pequeñas escamas verde azulado. Tenía una muy larga aleta dorada sobre su cabeza y sus ojos estaban brillando literalmente al verte. Su cuerpo comenzaba a ser invisible en el agua, como en escenas de las películas donde el poder de invisibilidad comenzaba a aparecer. Tus ojos se ampliaron con horror al darte cuenta que esa criatura estaba sosteniendo tu mano. La criatura sonrió, mostrando una larga hilera de dientes de tiburón.

—¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHH! —gritaste, intentado tirar tu mano fuera, con pánico. La criatura lentamente se acercó a ti. Gritaste aún más fuerte y te esforzaste por librarte del agarre de la criatura, sacudiendo con fuerza tu mano. Debido al pánico, perdiste el balance y caíste dentro del agua. No estabas preparada para eso. El agua salada ingresó por tu boca y fosas nasales. Sentiste como la criatura dejaba tu mano. Luego sentiste dos fuertes manos sosteniendo tu cintura, y subiéndote.

—¡HHAAAAAAHH! —Respiraste y comenzaste a toser al mismo tiempo que abrazabas con fuerza a quien fuera que te estaba salvando. Perdiste tus lentes al caer, por lo que no podías ver quien era. Tus ojos se abrieron con horror al darte cuenta que la persona a la que te sostenías tenía la piel fría y escamosa.

—¡¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHH!! —gritaste en el medio de tu toz, retorciéndote incontrolablemente mientras repetidamente golpeabas el pecho de la criatura.

—Espera, sigue sosteniéndote —dijo la criatura con una voz antinatural y apagada.

—WWAAA —Toz— AAAAAAAAAA —Toz, toz. Gritabas y tocias con pánico hasta que lograste soltarte del agarre de la criatura. Sin embargo, no te diste cuenta no sabías nadar y no llegabas al fondo de la piscina. Estabas salpicando como loca, intentando mantenerte a flote y salir al mismo tiempo. Pero incluso en esas condiciones, estabas dispuesta a alejarte lo más que pudieses de la criatura.

Sentiste que te debilitabas y tus pulmones ardían por tanta agua de mar consumida. Otra vez, sentiste un par de manos sosteniendo tu cintura. Te retorciste con fuerza para ver quien, o que, estaba acercándose a su cuerpo.

—¡Cálmate!

—¡Dé *toz* jame *toz* —intentaste gritar en medio de tu frenético chapoteo.

—¡YA! ¡Solo soy yo, Kai! —dijo, tomando tus hombro. Intentaste mirarlo, pero tus ojos estaban mal por toda el agua de mar, que no podías abrirlos.

—*Toz* *toz* ¿K-Kai? —murmuraste. Luego te diste cuenta que el cuerpo al que estabas sostenida era cálido y liso, y no frío y escamoso como el monstruo de hacía unos minutos.

—Sí, soy yo —contestó Kai.

—¡Kai! —Te arrojaste a sus brazos, abrazando su cuello con alivio.

————————————

—Sí, está bien. Estoy aquí —te tranquilizó Kai, golpeando tu espalda gentilmente, mientras envolvía tu cintura con el otro brazo.

—Hay un *toz* m-monstruo. Vayámonos *toz* de aquí —te dijo.

—Bien, bien. Cálmate primero o ahogaremos. Y me estás asfixiando —dijo. Sintió como te relajabas un poco, soltando de a poco el agarre en su cuello. Nadó hacia la orilla de la pileta y te ayudó a subir. Se dio cuenta de que tus piernas estaban temblando. Tu solo te sentaste en el suelo y deslizaste lejos de la piscina.

—¿Qué sucede ahí? —preguntó una de los trabajadoras.

—Ella calló, pero ahora está bien —le dijo.

—Ustedes niños deben ser más cuidadosos. ¿Necesitan ayuda?

—No estamos bien —contestó.

—Bien. Llámenme si me necesitan —dijo la mujer y volvió a su puesto.

—Ven aquí —dijo Kai, envolviéndote en una toalla. Él te ayudó a levantarte y te sentó en una de las sillas. Estabas temblando incontrolablemente, aunque él no podía decir si era por frío, miedo o ambas.

—JooRi, ¿estás bien? —Chen llegó corriendo hacia ustedes.

—¿Ch-chen? —preguntaste.

—Lo siento, JooRi. El monstruo que viste era yo. Solo planeaba asustarte un poquito —dijo Chen con remordimiento. No contestaste. Seguías en shock por lo que había sucedido. Kai no podía entenderlo, pero de alguna forma sintió la necesidad de golpear a Chen.

—Vamos por algunas ropas —dijo. Él comenzó a desabotonar tu saco del uniforme. Esperaba que hicieras algo, pero no te moviste. Si ese hubiese sido un día normal, estaba seguro de que le hubieses golpeado. Pero en ese momento, estabas demasiado enervada como para hacer nada. Te ayudó a quitar el saco y comenzó a secar tu cabello con la toalla. La liga que solías usar se salió de su lugar, haciendo que tu largo cabello callera por los lados de tu cara. De pronto se pausó de lo que hacía y te miró. Sus ojos viajaron por tu cabello enredado, a tus ojos ligeramente hinchados, a tu nariz colorada y luego a tus temblorosos labios. De alguna forma, te veías… diferente.

—Te llevaré a tu cuarto —dijo finalmente después de un rato—. Hyung, dame una toalla limpia.

—Toma —dijo Chen y le alcanzó una toalla. Tiró la toalla mojada en tu cabeza y te tapó con la seca como si fuese un vestido, solo que con la camisa blanca que aún cubría tu cuerpo.

—Vamos —dijo, ayudándote a levantar con su brazo.

—M-mis anteojos —dijiste.

—Chen hyung los recuperará. Nosotros la llevaremos luego a tu cuarto. Por ahora, necesitas secarte y cambiar la ropa antes de que te enfríes —dijo.

—¡Mi teléfono! —jadeaste.

—Aquí —escuchaste decir a Chen mientras dejaba algo en tu mano—. No te preocupes. Cayó del bolsillo antes de que cayeras al agua, así que está seco.

Diste un suspiro de alivio.

—Lo siento, JooRi —dijo Chen. Le diste un asentimiento.

—Vamos —dijo Kai.

————————————

Kai presionó el botón del elevador.

—¿Estás bien? —preguntó. Diste un asentimiento. Seguias temblando, aunque no tanto como antes. De repente te colocó más cerca de él, y estabas agradecida por la calidez que su cuerpo te dio.

—¿Qué le pasó a ellos? —escuchaste susurrar a alguien. Estabas segura de que esa gente estaba mirándolos con curiosidad. No pudiste culparlos ya que deberías ser todo un espectáculo. Estabas con el uniforme goteando. Kai por otro lado, te diste cuenta, estaba sin camiseta. Cualquiera se sorprendería de ver a un hombre medio desnudo caminando por los dormitorios de chicas, sin mencionar una empapada.

¡Ding!

Kai te guió gentilmente dentro del elevador. Tropezaste en el camino, ya que no podías ver nada con claridad sin tus anteojos. Pero Kai estaba ahí para ayudarte.

—¿Cuál es tu piso? —preguntó.

—C-cuatro —contestaste. Él presionó el botón y el elevador se cerró.

—Siento lo de Chen hyung —dijo.

—Está b-bien —tartamudeaste por el frío.

—Aish —suspiró—. A veces ese chico es demasiado.

—E-estoy enojada por que me haya a-asustado, c-creo que no quería hacerme d-daño. Y-y fue mi culpa c-caer —le dijiste—. G-gracias por a-ayudarme. Fue s-suerte que estuvieses a-ahí.

—Estaba nadando en la otra piscina cuando oí gritar a alguien. Luego te vi en el agua empujando a Chen hyung —dijo.

—N-no sabía que era é-él —contestaste.

¡Ding!

Él salió primero y lo seguiste, sosteniendo su mano.

—¿Qué cuarto? —preguntó.

—C-cincuenta. ¿N-no tienes fr-frío? —preguntaste al darte cuenta que eras la única temblando.

—No. Soy demasiado ardiente para tener frío —contestó.

—M-muy g-gracioso. —Frunciste el ceño—. D-deberías ponerte algo a-antes de venir aqu-í. Tomarás f-frío.

Él inesperadamente frenó, haciendo que chocaras con su espalda.

—¿E-estás ahí a-aún? —preguntaste. De repente sentiste su mano en tu mandibula—. ¿Qué?

—No te muevas —dijo con suavidad.

—¿Por qué?

—Solo no lo hagas por un minuto —dijo. No entendiste que estaba haciendo pero hiciste lo que dijo de todas formas. Lo miraste pero no pudiste ver su expresión por tu vista borrosa. No supiste cuanto tiempo estuvieron así o que era exactamente lo que estaba haciendo, pero te estaba entrando el frío.

—¡Achoo! —Estornudaste de repente.

—Lo siento. Vayamos dentro —rió y finalmente soltó tu mandíbula. Comenzó a caminar de nuevo, sosteniendo tu mano—. Estamos aquí —dijo, golpeando. Escuchaste la puerta abrirse.

—¡Kai shi! —dijo JiMin con sorpresa y luego chilló al verte—. ¡JooRi ah! ¿¡Qué te sucedió!?

—Ella calló en la piscina —explicó Kai.

—Necesitas una bata. ¡Rápido! —dijo JiMin y te atrajo dentro de la habitación, también tomó tu saco—. Ah, Kai shi… —dijo vacilante mientras miraba el cuerpo sin camisa de Kai.

—Solo la traje aquí, porque no tiene anteojos. Me iré —dijo.

—Espera. No puedes ir por ahí así. Dame un segundo —dijo JiMin y desapareció dentro del cuarto. Tú, por otro lado, seguías parada en el pórtico de entrada, debido a que no podías ver nada en el camino hasta el baño, no intentarías hacerlo sola solo en caso de que pudieras tropezar con algo y hacer más y más desastres.

—Tendría que haber esperado que te ahogaras antes de salvarte —dijo de pronto Kai.

—¿¡Q-qué!? —Frunciste el ceño, pero no pudiste escuchar su respuesta ya que JiMin había vuelto con una toalla en sus manos.

—Cúbrete con eso —dijo, dándosela a Kai.

—Gracias —dijo.

—Gracias por traer a JooRi aquí. —JiMin hizo una reverencia.

—Sí, g-gracias. —También lo hiciste.

—No hay problema. Me iré ahora —dijo—. No se metan en ningún otro problema —dijo, juguetón. Aunque no pudiste verlo claramente, sabías que era directamente dirigido a ti. Solo lo miraste amenazante. Le escuchaste reír antes de que finalmente se fuera.

JiMin esperó a que Kai estuviese lejos antes de cerrar la puerta.

—¡¡KYAAAAAAAAAAAAAAH!! —gritó de pronto, haciendo que te cubrieses los oídos.

—¿Q-qué? —tartamudeaste.

—¿Acaso no viste sus perfectos y cincelados abdominales? ¡GAAAAH!

—¿¡H-HUH!? —murmuraste con desconcierto.

—Oh, espera. Necesitas una bata seca —dijo y te ayudó a llegar al baño. Ella te ayudó a quitarte la ropa y meterte en la bañera. Te avergonzaste un poco, ya que nadie te había visto desnuda, más que tu madre. A JiMin no pareció importarle, por lo que decidiste hacer lo mismo. Abrió el grifo y el agua cálida golpeó tu piel helada. Te sentiste más cálida después de unos minutos. Colocó algunos líquidos dentro de la bañera y al mover el agua comenzó a hacer burbujas alrededor de ti—. Hueles a agua de mar —dijo.

—Perdón por causar tantos problemas.

—¿De qué hablas? Está bien —dijo—. Vuelve a hacerlo, ¡KYAAAAAAH! Sabía que Kai tenía un cuerpo increíble, se ve increíble incluso con ropa, pero ¡KYAAAAAAAAAH! ¡No tenía idea de que fuera ASÍ de ardiente! ¡Ese chico es un god[2]!

—¿¡ GOD!? ¿Qué mierda, JiMin? —Te estremeciste ante su término.

—¡Es verdad! ¡Incluso si él está ahí sin hacer nada, hace que lo quieras violar!

—¿¡QUÉ!? ¿Por qué hoy suenas como una ertida?

—¡Dime que pasó! —dijo excitada.

—Fui a las piscinas para ver si aún estabas allí. Luego me acerqué al borde de la pileta para jugar con el agua por un momento cuando Chen decidió hacerme una broma.

—¿Chen?

—Sí. Estaba en su forma de monstruo y había tomado mi mano. Entré en pánico y caí —explicaste.

—Oh, cierto. Chen es un tritón. Él siempre va ahí para nadar —dijo.

—¿¡También es una sirena!? Pero se ve diferente —preguntaste con confusión.

—No, no. Las sirenas y los tritones son diferentes, aunque somos similares en algunas cosas. Las sirenas somos mitad pez y mitad, bueno, humanos. Los tritones, por otro lado son más similares a las serpientes marinas que a los peces.

—¿Serpientes marinas?

—Sí. La mitad superior de sus cuerpos son como humanos, en estructura, justo como las sirenas, pero la otra mitad es más como… ¿cómo lo explico? Como una anguila- y también tienen esas hermosas aletas en sus cabezas. Tampoco se ven aterradores. En realidad, creo que son criaturas realmente hermosas. Por eso no sé porque te asustaste de él.

Intentaste recordar la apariencia de Chen de hacía unos minutos. Ahora que lo pensabas, en realidad no te había asustado como se veía, excepto por sus dientes. En realidad se veía como una criatura de un libro de fantasía.

—Tienes razón. Aún no me acostumbro a ver monstruos, supongo. Y también me asusté de sus dientes —observaste.

—Oh, cierto. Los dientes. —Rió JiMin—. Bueno, los monstruos de mar tienen dientes de tiburones. Eso es porque necesitamos comer. O al menos lo necesitábamos, antes, cuando los monstruos seguíamos sin adaptarnos a la sociedad humana.

—¿Qué es lo que comen? ¿O solían comer?

—Bueno, peces, tiburones, todo lo que tenga carne. Quiero decir, no esperabas que comiéramos algas marinas, ¿o sí? También, en siglos pasados solíamos comer humanos…

—¿¡HUMANOS!?

—Pero eso fue hace mucho, mucho tiempo. Los monstruos no lastimamos a los humanos, supuestamente. Pero no puedo negar que hay quienes se niegan a seguir la ley. Volviendo atrás, no tenemos fuego en el agua, ¿verdad? Así que comíamos la carne cruda. Y todos sabemos que la carne cruda es muy difícil de masticar, así que necesitamos los dientes. —Y sofocó una risilla.

—Oh —fue todo lo que pudiste decir, no veías la parte divertida de comer carne cruda.

—Además, los tritones son más fuertes que las sirenas. En realidad son uno de los monstros de mar más poderosos. Tienen voces poderosas que pueden ser dulces o letales. También tienen esa cualidad extraordinaria de camuflarse con el agua —explicó.

—Así que por eso no pude verlo al principio —murmuraste al darte cuenta.

—Como sea, no estamos alejando del tema principal —dijo—. Volviendo atrás, Chen te quiso jugar una broma y caíste. ¿Entonces Kai?

—Dijo que estaba en el otro lado de la piscina cuando me escuchó gritar. No sé nadar, así que me vio ahogando y me salvó —le contaste.

—¡OMO! ¡OMO! ¿Cómo te salvó?

—Me llevó hasta el borde de la piscina.

—¿Y lo estabas abrazando? Porque lo estabas haciendo, ¿no? —preguntó entuciasmada.

—¿Sí? Tuve que…

—¿Por detrás? ¿Estabas en su espalda?

—No…

—¡KYAAAAH! —dio un grito que te dejó sin oídos—. ¿Te diste cuenta de lo que hiciste?

—¿Qué?

—¡Abrazaste a Kai, mojado y desnudo!

—No fue así. ¡Y no estaba desnudo!

—Okay, medio desnudo. Pero sigue estando desnudi. ¡KYAAAH! ¿Cómo se sintió?

—No lo estoy entendiendo. —Sacudiste la cabeza.

—¡Oh, vamos! ¿Qué se siente abrazar su cuerpo?

—Bueno, estaba tan asustada en ese momento, que no lo sé —contestaste.

—¡Aishh! ¿Cómo puedes no saberlo?

—En serio, JiMin. ¿Qué está mal contigo hoy? En verdad suenas como una ertida.

—Supongo que no estoy teniendo ningún romance —contestó y luego rió—. Como sea, estoy muy celosa de ti. ¿Cómo es que esas cosas nunca me suceden?

—¿Qué?

—Ya sabes. Cosas como ser su compañera de asiento, ser la esclava amante de LuHan y ahora ser salvada por Kai. ¿Por qué? ¿¡Por qué!? —gimió dramáticamente. Solo la miraste, como si fuese alguna clase de psicópata—. Como sea, ¡eres una idiota!

—¿Por qué soy una idiota? —preguntaste.

—¡Deberías haber pretendido estar inconsciente cuando Kai te salvó! ¡Aigoo!

—Uh, ¿por qué? —preguntaste con duda.

—¡CPR! ¡Dhu!

—¿CPR? —te preguntaste por un momento hasta que te diste cuenta lo que quería decir—. ¡No! ¿Por qué querría CPR de ese chico?

—¿Por qué no lo querrías?

—Ya sabes, estás extra ertida hoy. Ve a tomar un descanso o algo. Me estás asustando —le dijiste.

—Aish, bien. Pero admítelo, ¿también piensas que es y?

—Bueno, supongo —contestaste, pensando en el cuerpo de Kai y ruborizándote.

—¿Sabes qué? Eres demasiado ingenua, es tan divertido jugar contigo. —Rió—. Pero creo que en parte te hace linda. Llámame si necesitas ayuda o algo —dijo, abriendo la puerta.

—Lo haré. Gracias por la ayuda —le disjiste.

—No hay drama. —Te guiñó y se fue.

Reflexionaste sobre lo que había ocurrido.

—¿Qué si en verdad me hubiese desmayado? Habría estado en grave peligro. ¡Y ese habría sido mi primer beso! —exclamaste, colocando tus dedos en los labios—. ¡Ahh! Gracias a Dios que nada como eso pasó. Quiero que mi primer beso sea romántico y con quien yo ame —murmuraste para ti y medio consciente prensaste en Lay.

Luego, inesperadamente, lo que dijo Kai saltó en tu cabeza.

Tendría que haber esperado que te ahogaras antes de salvarte.”

—Por casualidad, habrá querido decir… ¡no! ¡No, no, no, no, no! ¿Qué estoy pensando? ¿¡Y por qué estoy pensando de esa forma!? —Sacudiste la cabeza. Te levantaste de la bañera y encendiste la ducha para lavarte. De alguna manera, tu cara estaba caliente—. ¿Estoy ruborizada? ¡Aigoo!

Encendiste el agua fría de la ducha y dejaste que se desparramara por tu cara. —Aigoo, lo de JiMin es contagioso.

 


[1] La frase original era love slave, lo cual suena mucho peor, pero no encontré un equivalente, y no quería poner esclava ual, porque sería demasiado.

[2] god: Dios del o. Supongo que estaba claro, pero por las dudas. No me gustaba como quedaba en español.

 


Notas de la autora

Kris: Okay, ha deul set! We are.

Kris, Chen, Tao: ONE! Annyeong haseyo! EXO imnida! *reverencias*

Creepychii: ¡Hola, chicos! *ondas*

Tao: Autor nim, ¿estás haciendo las notas de autor de nuevo?

Creepychii: Síp.

Tao: Pero estás aquí.

Creepychii: Solo pretendan que no estoy aquí. Además, les gusta más cuando ustedes aparecen en las notas de autor.

Tao: Oh, okay *sonrisas*

Chen: Así que, todo el mundo. Estaré dándoles un mensaje de autor nim. Pero antes que nada, vamos a…

Tao: ¡Espera, espera, espera, hyung!

Chen: ¿Huh?

Tao: ¿Por qué darás tú el mensaje de autor nim?

Chen: Porque me asignaron a mí. *confusión* ¿Verdad, autor nim?

Creepychii: ¡Ah! Sí.

Tao: ¿Por qué? ¿Autor nim, por qué yo no?

Creepychii: Tú lo hiciste los capítulos anteriores. Hagamos que alguien más lo dé. *sonrisas*

Tao: Pero, pero… ¡Chen hyung está en este capítulo y yo no!

Kris: Tao…

Tao: ¡Y tampoco estuve en el anterior!

Kris: Tao…

Tao: ¡Tampoco estuve en las notas de autor pasadas!

Kris: ¡Huang ZiTao! Cálmate.

Tao: *puchero*

Chen: Oh. Ahora sé porque Kris hyung está aquí. *risas*

Creepychii: Lo siento, Tao. *sollozos* Lo intentaré mejor la próxima vez.

Kris: No importa, autor nim. Chen, sigue.

Tao: Pero…

Kris: Tao, por favor.

Tao: ¡PERO!

Kris: Te compraré el nuevo bolso GUCCI.

Tao: *lo piensa por unos segundos* Okay.

Kris: *suspiros*

Creepychii: *susurro* Gracias.

Kris: Me lo debes.

Creepychii: Kekeke…

Chen: ¿Puedo seguir ahora?

Creepychii: ¡Síp!

Chen: Okay. Entonces, por favor no le presten atención a nuestro loco pequeño panda.

Tao: ¿¡Qué!?

Chen: *risas*

Tao: Eres malo, hyung. Y no soy un pequeño panda. ¡Soy más alto que tú!

Kris: *se golpea la frente y sacude la cabeza*

Chen: Nunca dije que fuera alto.

Tao: ¡Pero dijiste que era pequeño!

Kris: ¡SUFICIENTE!

Tao: Pero Chen hyung empezó…

Kris: No. Digas. Otra. Palabra.

Tao: *cierra la boca* *pucherea a Chen* Lo sabía. No me amas, gege.

Kris: ¿¡Qué!?

Tao: Amas a Chen hyung más que a mí.

Kris: Tao… *se frota las sienes*

Tao: ¿Me odias?

Kris: No te odio.

Tao: Pero amas a Chen hyung más que a mí.

Chen: Esto suena como una película de drama. *risas*

Kris: Ahora no, Chen.

Creepychii: *come popcorns mientras mira*

Kris: Tao, hablaremos de esto luego. Estamos haciendo las notas de autor por todos los cielos.

Tao: ¿Ves? Estás evadiendo la pregunta.

Kris: Y te compraré tus zapatos favoritos de GUCCI.

Tao: ¿En serio?

Kris: Sí. ¿Podemos seguir ahora?

Tao: Okay.

Kris: Chen, apurate.

Chen: *risas* Okay. Ahora les mostraremos como se ven las sirenas y los tritones, en caso de que hubiesen tenido dificultad para imaginarlos. Tadaa~

Chen: la primera figura es un tritón y el otro es una sirena.

Tao: Hyung, ¿por qué eres una chica?

Chen: Solo imagina que quien está dibujado es un chico. Autor nim no pudo conseguir ninguna imagen de hombres. Kekeke~

Tao: Oh. Okay. Tu figura de monstruo es genial, hyung.

Chen: Lo sé, ¿verdad? Autor nim dijo que estuvo inspirado por DOTA’s Naga Siren. Así que, todo el mundo, esta es mi forma monstruosa en la historia. Así que ese fue el mensaje de autor nim, y ella quiere decir muchas gracias por su cálido aliento. Esperamos que estén en los próximos capítulos, y hasta el final.

Creepychii: Oh, y gracias a todo el que se preocupó. Mi familia y yo estamos bien. *abrazos a todo el mundo* Mi conexión a internet sigue sin funcionar y no estoy mucho tiempo en cafés con internet así que no sé cuándo pueda actualizar y no puedo contestarles a todos. ¡Pero muchas gracias a todo el mundo!

Tao: Y por favor, sigan apoyando a EXO con todo su amor. Wo ai ni~

Chen: ¡Nos vemos en los próximos capítulos~!

Tao: Kris gege, ¿no dirás nada?

Kris: Sé la verdadera razón por la que estoy aquí.

Creepychii: *da una señal de amor y paz con los dedos*

Tao: ¿Qué?

Chen: *risas*

Kris: Digamos adiós. Esto se está haciendo demasiado largo.

Tao: Okay.

Toa, Kris, Chen, Creepychii: ¡Kamsa hamnida~! ¡Annyeong~! *reverencias*

 

Notas de la traductora

Jejeje Bueno, espero que les hayan gustado las notas de autora. No lo había hecho antes porque no tenía el suficiente tiempo para hacerlo, y los capítulos los había terminado apenas y no podía hacer algo así. Pero ahora que comenzaré a publicar un capitulo cada dos semanas, voy a poder corregir más y darme el tiempo para hacerlo bien, como a mí me gusta.

¡¡Hermosos besos y abrazos en la distancia!! Muchas gracias por todo el apoyo que le están dando a este fic (aunque me gustaría que lo demostraran más). Espero que sigan dándonos apoyo en .

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Byue10
#1
Chapter 24: La shippeo con Luhan díganme que o soy la única :v
Byue10
#2
Chapter 14: Esto me esta gustando mucho, estoy pegada a la pantalla leyendo ?
Exocutebaby #3
Chapter 9: Jajajaj.pobre JoRi
JungSooSoo
#4
Chapter 25: Awww....Que adorable...♡
moon96 #5
Chapter 27: Hooolaaa~~ vine a fastidiarte por aquí también xD en fanfic es, estoy como Yiyi, pero no tengo cuenta, soy anónima ;-; ya te dije que amo este capítulo?
JungSooSoo
#6
Chapter 20: Super Cool el mounstro de Chen.I LOVE IT♥
PLEASE UPDATE SOON.........!!!!!!!!!!
BESOS Y ABRAZOS :3
JungSooSoo
#7
Chapter 18: Please Update sooooooon............!
Dinowife
#8
Chapter 11: Kei es un maldito ertído
JungSooSoo
#9
Chapter 11: I love It...! Is freaking funny!
Dinowife
#10
Chapter 3: Esta increíble sigue así