el capítulo es del Yulsic, más adelante abra otro poco 

 

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Es raro y muy poco usual que me levante tan temprano en la mañana, por lo general me despierto a las 9 a.m. y me voy directo a la galería, pero está vez me pare a las 6 a.m. todo para ayudarle a mi hermana Taeyeon  a arreglar su casa para la llegada de Seohyun y Tiffany  , no estoy cansada realmente, un poco distraída, eso es todo.

 

 

 

-Yuri, manejas muy rápido-dice Jessica, la manager de mi hermana que está de copiloto en mi auto.

 

-Así manejo siempre-meto la velocidad-ya me has visto manejar así antes, Jessica.

 

-Lo sé-se ríe-llevamos mucho tiempo siendo amigas, y aún no logro acostumbrarme a tu forma de manejar.

 

-Pero nunca hemos tenido ningún accidente.

 

-Cierto, aún así… pienso que debiste buscar trabajo como corredora de autos.

 

-Lo pensé, pero me gusta más la pintura.

 

-Lo sé muy bien, Yuri-volvió a reírse.

 

 

 

Es cierto, Jessica y yo llevamos mucho tiempo siendo amigas, algo muy raro ya que yo casi no hablo y soy muy seria, siempre he sido así e ignoro las razones y para ser sincera ni me importa, Jessica es todo lo contrario a mí. Ni siquiera nos parecemos mucho físicamente, ella es mas baja que yo de diferencia conmigo, es de piel blanca y lindos ojos, nada parecida a mí, otra razón por la cual aún no estoy segura como es que nos seguimos viendo. Ella es la manager de mi hermana menor Taeyeon, y su novia (hasta donde yo sé), aunque si soy sincera, esa relación no la apruebo, ya que a mí me gusta Jessica.

 

 

 

Jessica no me gusto desde el primer momento de conocernos, sino que fue periódico, nosotras no nos conocimos en la escuela, como Taeyeon y Tiffany, sino en el trabajo. Yo no tenía agente y la empresa donde yo trabaja siempre me pedían que buscará a alguien, pero me gustaba trabajar sola, así que por muchos años desistí de tener asistente, hasta que mi jefe, me obligo a tener agente ya que el trabajo para mí era mucho (aunque no me importaba hacerlo). Ese día había llegado temprano al trabajo para elaborar los planes de acción para mi próxima exposición, me disponía a ir por un café cuando se abrió la puerta y mi jefe y Jessica entraron por ella.

 

 

 

-Buenos días-sonrió mi jefe.

 

-Buenos días-le respondí el saludo.

 

-Yuri, ya hemos contratado una agente para ti, ella se encargara de elaborar todos los eventos y demás respecto a ti, esa fue una decisión unánime y si te niegas, tendré que despedirte ¿entendido?

 

-Creo que ya me lo habías dicho antes-dije parándome de mi lugar.

 

-Lo hice-se hizo a un lado-Yuri, te presento a tu nueva agente, ella es Jessica Jung-le dio paso a Jessica 

 

-Mucho gusto-me dio la mano.

 

-Igualmente-estrechamos nuestras manos.

 

-Bien, las dejo-dijo mi jefe acercándose a la puerta-Yuri, dile a Jessica  todo lo que hay que hacer, ya se acerca tu exposición y hay que tener todo listo ¿de acuerdo?

 

-Sí señor-sonrió Jessica, yo no dije nada.

 

-Bien, hasta luego-cerró la puerta detrás suyo.

 

 

 

Me le quede viendo  unos segundos, después me moví al escritorio y tome algunos papeles para dárselos y comenzar a trabajar. Aunque cuando iba a dárselos, Ella ya no estaba donde yo recordaba, se había movido al otro lado del cuarto, donde estaban algunos de mis cuadros cubiertos por telas blancas.

 

 

 

-¿Este es tu trabajo?-señalo los cuadros.

 

-Sí-dije sin moverme.

 

-¿Puedo verlos?

 

-Tendrás que hacerlo en algún momento-dije con un tono natural.

 

 

 

Sin hacerme mucho caso, Jessica jalo las telas con suavidad para ver mis cuadros, aquellos cuadros no iban a estar en la exposición, ni en esa ni en ninguna, eran cuadros que había pintado sólo para mí, no por considerarlos mejores, sino porque esos fueron mis primeros trabajos y por los cuales me contrataron, aunque muchos ya habían sido vendidos o puestos en subastas.

 

 

 

-Wow-dijo Jessica al instante de verlos-son… increíbles…

 

-Gracias-me recargue en el escritorio-oye, aquí está tu tra…

 

-¿Cuándo los hiciste?-me interrumpió pero sin darse cuenta.

 

-Hace algunos años, ahora, tu trabajo…

 

-Ya veo, con razón decían que iba a trabajar para una de las mejores artistas de la empresa.

 

-Yo no me considero la mejor en lo absoluto-repuse con un poco de enojo por haberme interrumpido.

 

-Pero yo sí-sonrió sin verme-de niña vivía en el campo y siempre me ponía en las colinas a ver el paisaje, o leía, así que me eduque mucho en las artes-volteo a verme-pero no es lo mismo estudiar arte, que saber reconocer lo que es arte-me sorprendió su comentario.

 

-¿Tú lo crees?

 

-Sí, sin duda, a mí tu trabajo me gusta mucho, eres muy respetada en la compañía y un icono para muchos artistas a pesar de tu edad tan joven-me sonrió-tus cuadros se venden por miles de dólares  tanto fuera como dentro del país, ya había oído hablar antes de ti en periódicos y revistas, siempre quise trabajar para alguien como tú, aunque jamás pensé que terminaría trabajando para mí, aunque dicen que eres muy seria y exigente. Desde antes de conocernos ya amaba tu trabajo.

 

-¿Tú lo crees?-me cruce de brazos.

 

-La verdad no-sostuvo uno de mis cuadros-creo que sólo eres así y ya, no porque todos te vean así, todos somos diferentes.

 

-Creo que no tengo mucho en común contigo.

 

-No veo porque no tengamos que tener algo en común, después de todo sólo trabajo para ti-sonrió alegremente.

 

-Ya veo.

 

-¿Estos cuadros los pondrás en la exposición?-miro mejor los otros.

 

-No, estos cuadros son míos-me acerque a ella.

 

-Increíble, en verdad tienes talento, no sé, pero siento que tu arte refleja tus sentimientos, algo que todo artista hace con sus obras y no necesariamente pintores como tú.

 

-¿Reflejar sentimientos?-sostuve uno de mis cuadros.

 

-Sí-se acerco a mí-como este-tomo el que estaba frente mío-no lo sé, a pesar de que la escena es un poco triste, por este sauce llorón de colores morados y grises, en una colina, con las montañas detrás suyo y todo en gris-miro bien mi trabajo-no siento tristeza o soledad, es más como… tranquilidad… puedo hasta decir que así te sentías cuando lo pintaste. ¿No es así?

 

-Sí-dije levemente-así fue.

 

-Te lo dije-me sonrió y dejo el cuadro en su lugar-me gustaría tener algún cuadro tuyo algún días.

 

-Toma el que quieras-dije alejándome un poco hacia mi escritorio.

 

-No-dijo severamente, me asuste un poco-me gustaría comprarlo en alguna de tus ventas o subastas, no obtenerlo directamente de ti, pienso que un artistas merece que su trabajo además de ser admirado sea reconocido y pagado.

 

-¿De verdad?-me crucé de brazos.

 

-Sí, por eso algún día compraré uno de tus cuadros.

 

-Como quieras-me acerque al que iba a ser el nuevo escritorio de Jessica-aquí te dejo tu trabajo-deje los papeles en su lugar y me fui a mi escritorio.

 

-Quiero café-volteo a verme-¿quieres que vaya por café?

 

-Ah… sí-ya hasta se me había olvidado que quería uno.

 

-Bien, no tardo-salió del cuarto.

 

 

 

Pronto comencé a pensar que si yo era seria y poco activa, ella era lo contrario, no hablaba de más, pero sí un poquito, aunque no temía decir lo que pensaba y siempre sonreía, cosa que a mí me costaba mucho trabajo, por mi pasado (no sólo el mío, sino el de mi familia) sonreír ya no era algo típico de nosotros, con dificultad y mis hermanos menores sonreían, así que cuando veía a Jessica sonreír, me sentía mal, era ver algo que yo no podía, después de ese día, me fui a mi casa y comencé a pintar como siempre, aunque después de un tiempo, comencé a practicar para sonreír como ella, cosa que no logre y hasta me enoje y fastidie de que no pudiera sonreír igual, pero me acostumbre.

 

 

 

Así pasó el tiempo, de enojarme constantemente con ella, no por su trabajo, ella como agente se volvió mejor de que yo solita pude ser, pero por sus acciones constantemente me salían canas verdes de coraje, el sólo ver que ella era lo que siempre había querido ser me ponía loca de ira, había veces en las que yo no iba a trabajar sólo para no verla, pero un día… caí rendida ante ella.

 

 

 

Yo no aguantaba la idea de verla, pero tampoco de evitarla, era algo como… raro… con ella me enojaba, pero me sentía tan feliz y cómoda al mismo tiempo, que ya no sabía que sentía más, así que aprendí a respetarla, por sus emociones y acciones y pronto el odio se convirtió en un simple… cariño, si alegría era la mía, sin darme cuenta poco caía ante sus encantos (que en ningún momento tuvieron intenciones de engatusarme, sino de agradarme) Jessica siempre me vio como a su jefa y nada más y yo a ella como mi subordinada, pero pronto ya no la veía de esa forma, tampoco como una amiga o compañera (aunque lo fuera) sino que quería verla como algo más.

 

 

 

Había veces en las que las personas decían que yo era una aburrida, pero eso era porque así era yo, siempre me esforzaba por responder para agradar a los demás, pero al ser como era, no había mucho que pudiera hacer y pronto me dejaban sola, sólo mis hermanas y hermano me aceptaban tal cual, sabía que al llegar a casa mis hermanas mayores me iban a estar esperando para recibirme con un cálido abrazo, pero los demás no, quizás porque nadie pone realmente un buen esfuerzo por congeniar con los demás y por eso creía que nadie me iba a notar, sería la aburrida y seria Yuri, nada más.

 

 

 

Mis hermanas mayores, BoA y Sooyoung, se esforzaban mucho por nosotros y estábamos orgullosos de ellas, siempre trabajando, cuidándonos, queriéndonos, tanto que nos consentían de más, algo que apreciábamos mucho, pero a diferencia de ellas… yo no me sentía tan feliz y alegre, siempre que dibujaba o pintaba, lo hacía porque era lo que veía y lo que sentía, era introvertida y mi presencia era inadvertida por los demás, era transparente para la gente, tantos eran mis pensamientos como ese, que llegue a pensar… “¿Acaso soy invisible? ¿Qué no estoy participando en este mundo? ¿Me necesitan? ¿Hay que me esté esperando?” Quería que hubiera cambios en mi vida, pero nunca me esforcé por hacerlos y  me di cuenta que me era imposible, siempre dudaba de mí y me refugiaba en mis cuadros, así viví, vacía y llena de tristeza que nunca reflejaba y ajena a mi familia, no quería preocupar a ninguno de ellos, más de lo que ya estaban todos. Pero… llegó Jessica  y por primera vez fui cambiando poco a poco.

 

 

 

Me di cuenta de que era fácil que los sentimientos cambien rápido, siempre me mantenía al margen y tenía distancia con la gente, para no sentirme mal y aislarme en mi propio mundo, pero cuando veía a Jessica, no tenía miedo, no me sentía rechazada, porque me había dado mucho gusto conocerla, quería estar a su lado por siempre. Ella siempre hacia todo por mí, tanto que llegue a depender de ella, cosa que me molestaba mucho, pero me gustaba ser consentida por ella y ella misma lo admitía.

 

 

 

Siempre me daba pequeños presentes o se fijaba en cosas que a mí ni me cruzaban por la cabeza, como comprar más material de pintura, que era casi siempre lo que se me olvidaba o otras cosas, como detalles de las exposiciones, además siempre estaba al pendiente de mí, ella no se iba hasta que yo dejaba la empresa desde la mañana hasta la noche, cuando estaba a punto de colapsar de cansancio, siempre me llevaba alimento o me hacia salir a distraerme; en días festivos siempre me daba regalos, había veces en las que me hacia jugar a buscar mi regalo, me daba pistas y me ponía a buscar como una niña pequeña, para que al final estuvieran cerca de ella, en Navidad me daba ropa, en Año Nuevo (por la mañana) nos íbamos a desayunar (yo invitaba), en San Valentín, nos íbamos (como amigas) a pasear,  yo la acompañaba a las tumbas de su familia para ayudarla a arreglarlas o a poner flores, de ese tipo de cosas hacíamos juntas… y me daba mucha alegría, que una persona ajena se preocupara por mí.

 

 

 

Tanto era mi cariño por ella, que hasta le contaba sobre mi pasado, la vida con mis padres, la vida sin mis padres, la muerte de mi hermana BoA, las cosas que tuvimos que superar juntos, pero no sólo momento tristes, sino también alegres, como cuando mi hermana BoA se iba a casar, y cuando nos acepto en su casa, también cuando Taeyeon y Tiffany comenzaron a andar, las festividades, pequeñas salidas o escapadas del trabajo, etc.

 

 

 

Siempre que Jessica me decía “te quiero” no me sentía triste, me alegraba mucho y la abrazaba devolviendo el sentimiento, porque existía una persona que me quería y que se fijaba en mí, dejaba de lado su vida personal para trabajar conmigo (y no era porque la paga como agente fuera muy buena), sino porque una persona que no era yo, pensaba en mí y eso era un milagro, algo que jamás creí que sucedería.

 

 

 

-Te quiero, Yuri-me decía siempre que me abrazaba de sorpresa.

 

-Gracias-yo le respondía tocando sus manos-es bueno saber, yo también te quiero, de verdad estoy muy contenta.

 

 

 

Y un día… me enteré de que le gustaba, esa mañana iba caminando hacia nuestra oficina de la empresa, cuando pase por la oficina de mi jefe, estaba hablando.

 

 

 

-Jessica-dijo el jefe my enojado-¿sabes que eso está prohibido, no es así?

 

-Lo sé, señor-dijo Ella con un tono de tristeza.

 

-Las relaciones en el trabajo están prohibidas, independientemente de quien se trate.

 

-Lo sé.

 

-Esto no va a poder pasar desapercibido por los demás de la empresa, una vez que esto salga a la luz… se hará muy grande el problema, por eso… tendré que tomar medidas contigo.

 

-Lo sé.

 

-Te despediré.

 

 

 

En ese momento me quede petrificada en el pasillo, el miedo inundo mi corazón, no podía moverme y sentí como cada vez respiraba más rápido.

 

 

 

-Es increíble-dijo mi jefe-de todas las personas de la empresa… ¿tenías que enamorarte de Yuri kim?

 

 

 

Caí al suelo de la sorpresa, tanto que una secretaria que iba pasando fue en mi auxilio, aunque no me había desmayado, mis piernas me temblaban, mi respiración era agitada y mis movimientos torpes, pero no cabía en mi felicidad, sin embargo… ¿despedir a Jessica? Eso nunca, antes mejor renunció yo.

 

 

 

-Porque así fueron las cosas, señor-continuo ella-por eso estoy de acuerdo con que me despida.

 

-¿Sabes lo que me pides? De cualquier forma te despediré, pero… ¿lo haces para salir con Yuri?

 

-No señor.

 

 

 

En ese momento mi corazón se detuvo, si Jessica iba a renunciar… y no para estar conmigo, entonces… ¿Por qué?

 

 

 

-¿Entonces por qué?

 

-Señor, he pensado en ello muchas veces… y… una relación entre agente y artista no es lo que yo tengo en mente para hacer promoción, no busco darle promoción a Yuri, en verdad me gusta, pero… una relación como la nuestra… no es algo que incluso en esta época sea aceptado. Por eso le pido que me deje renunciar, nuestra relación aún si renuncio, sólo traerá problemas y… no quiero ser una molestia para Yuri.

 

-Bien, como ya te había dicho, de una forma u otra, te iba a despedir.

 

-De acuerdo señor.

 

-Mándame tu renuncia está tarde por fax… ¿le dirás a Yuri?

 

-No… no quiero decirle, prefiero irme sin decir nada desde este momento y que usted sólo le diga que me fui por otro trabajo.

 

-¿Quieres que le mienta… a la persona que te gusta?

 

-Sí, así a pesar de que me sentiré culpable, no será culpa de Yuri que me haya enamorado de ella, sino mía, ella no tiene porque pagar mis errores, por eso le pido que le diga eso, de ser así… no la volveré a ver ni a saber nada de ella y así tienen que ser las cosas.

 

-Es cierto, así tienen que ser.

 

-Entonces… con permiso, señor-Jessica salió de la oficina corriendo y azotando la puerta detrás suyo.

 

 

 

En cuanto la vi correr, ya estábamos llorando ambas, ella porque se iba y yo porque no quería que se fuera, intente gritarle y llamarle por su nombre a gritos mientras la veía alejarse por el pasillo, pero no me escucho, corrió tan rápido, que a los pocos segundos, la perdí de vista.

 

 

 

-Jessica…-dije al final, para después caer colapsada en el suelo.

 

 

 

No desperté sino hasta 3 días después, me había hospitalizado y mi familia estaba a mi lado, esperando que abriera los ojos, lo primero que hice fue preguntar por Jessica, pero nadie sabía anda de ella y… como esperaba… mi jefe me mintió diciéndome que Ella había renunciado para convertirse en la agente de otro artista en otra empresa muy lejos, más allá de eso… nadie me quiso decir… Llore y llore hasta el cansancio, pero ni una sola lágrima la trajo de regreso y volví a la oscuridad en la que vivía, por todo un año y quizás más… no supe nada de ella, hasta hace unos meses, cuando Taeyeon habló conmigo.

 

 

 

-Jessica es mi manager ahora-dijo en una plática entre nosotras-y está saliendo conmigo.

 

-¿Contigo?-pregunte muy molesta.

 

-Sí, pero créeme cuando te digo que no estoy enamorada de ella y si te soy sincera… no la quiero como manager, pero mi jefe insistió en que lo fuera… y si renuncia como mi manager, entonces cancelarán las acciones de la empresa… por eso he aceptado a que salga conmigo.

 

-¿Pero por qué contigo? ¿Qué no quiere verme?

 

-Hasta donde sé, no, sabes que no pongo mucha atención a lo que me dicen, pero ella sabe que somos hermanas y siempre que saco a la conversación algo sobre ti, me evade y se va, al parecer no se ha olvidado de ti.

 

-¿Y crees que yo de ella sí?

 

-No ¿por qué no te la llevas? Ya me ha estado molestando lo suficiente.

 

-Porque a pesar de ir por ella, seguramente me terminaría dejando otra vez, si ella pensaba que nuestra relación no podía ser, entonces respetare su decisión…

 

-Aunque eso te destruya por dentro.

 

-Más destruidas no podemos estar hermanita. ¿Qué tal tú con lo de Tiffany? La dejaste sin decir nada y….

 

-No digas nada de Fany-se levanto de golpe  y me tomo de la blusa-nada.

 

-Entonces… ¿entiendes cómo me siento, no?

 

-Sí-me soltó-perdona.

 

-Descuida… cambiemos de tema ¿quieres?

 

-Sí, Yuri.

 

 

 

Después de eso no volví a saber de Jessica, hasta que un día se presento en mi casa junto con Taeyeon, era mi cumpleaños y Taeyeon  la trajo por obligación de su empresa, fue ahí cuando Jessica me volvió a hablar, haciendo como que no había pasado nada y como si fuéramos grandes amigas, cosa que me molesto mucho, pero si esa fue su elección… entonces la iba a respetar, pronto nos volvimos a ver como antes, pero ya no con ese mismo cariño, sino como obligación, como ahora, siempre que intento sacar el tema de esa charla que escuche, Ella me evade y se va, pero… no soy capaz de sacar ese tema porque sé que se irá si lo hago y… que me abandone de nuevo es lo último que quiero, por eso acepte su relación con mi hermana, al menos para tenerla cerca de mí…. Aunque fuera un poco.

 

 

 

-¿Yuri?-pregunta sacándome de mis pensamientos-¿por qué has venido?

 

-Porque Taeyeon me pidió ayuda para… limpiar su casa, como hoy tiene concierto… no podrá recibir unos paquetes… de limpieza hoy… por eso yo me quedaré ahí para… recibir esos paquetes…-no sabía de dónde había sacado esa jalada, pero lo hice.

 

-Ah… bueno-dijo viéndome con atención.

 

-¿Te sientes bien? Te ves algo… no sé… confundida…

 

-¿De qué hablas? Por supuesto que no.

 

-Uhm… sabes que siempre tengo razón sobre ti, por algo fui tu agente ¿no?

 

-Creo…

 

 

 

Y el silencio se apoderó del auto, mientras íbamos a la casa de mi hermana… ella como iba a tener un concierto no iba a poder recibir a Seohyun y Tiffany    así que yo me iba a encargar de eso, de ponerlas cómodas y procurar que nada les faltase, nada más. Pero… con Jessica cerca no podía actuar con naturalidad… no con ella cerca, porque… aún después de tantos años… me sigue gustando mucho.

 

 

 

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Hola!!!

 

Que tal les pareció el Yulsic, gracias por sus comentarios, suscripciones y por leer.... 

Nos vemos ñ_ñ