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-¿Soo, puedo entrar?-le pregunto a mi hermana tocando suavemente en su puerta.

 

-Pasa Taeyeon-dice mi hermana del otro lado.

 

 

 

Así fue la primera vez en la que le dije a alguien que estaba enamorada, no sabía qué hacer o qué decir, estaba segura de que Tiffany me gustaba, y mucho, pero en mi cabeza rondaban muchas preguntas ¿qué tal si sólo me veía como una amiga? ¿Y si está enamorada de alguien más? ¿Y si se burla de mí? ¿Si me deja de hablar? Poco me faltaba para entrar en pánico total, pánico que jamás había sentido en mi vida…

 

 

 

-¿Qué esperas?-preguntó burlándose mi hermana sentada en su cama, viéndome temblar en la puerta-entra hermanita.

 

-Ah… sí-dije saliendo rápido de mi trancé.

 

-Ven, siéntate-me hizo espacio en su cama, estaba arreglando asuntos financieros y su cama estaba llena de papeles.

 

-Gracias-me senté, junte mis piernas y jugué tímidamente con mis dedos.

 

-¿Qué sucede Taeyeon?-me miro mi hermana a los ojos con una sonrisa.

 

-Quería hablar contigo Soo… de algo importante-me estaba quedando sin saliva, me estaba entrando el pánico.

 

-Habla hermanita, tengo el tiempo que quieras-me sonrió.

 

-Es que… verás… emm…. Emmm… Hay una chica que...-Comencé a rascarme la frente-uhm... bueno…

 

-¿Es de amor?

 

-Emm… no… bueno sí.

 

-Ohhh está bien, haré lo que pueda ayudarte-se río levemente-aunque no sea una experta en el tema.

 

 

 

Eso era cierto, mi hermana por dedicar su vida a educarnos a mí y a mis hermanos, no se dio el permiso de enamorarse jamás y dudo mucho que le guste alguien por ahora, de momento su única preocupación somos nosotros, la casa donde vivimos… mis dos hermanas mayores la rentaron para nosotros.

 

 

 

-Es que… hay una chica en mi escuela…

 

 

 

Mi familia ya sabía que me gustan las mujeres, al principio hubo miradas raras, pero me aceptaron, aunque a veces no les quedaba muy claro el término, ya que ninguno de nosotros se había preocupado por enamorarse antes.

 

 

 

-Y llevamos tiempo hablándonos, nos llevamos muy bien y… pues… creo que me gusta…

 

-¿Crees?-pregunto Soo recargándose en su pierna.

 

-Sí, la verdad no estoy muy segura de si le gusto o no, pero ella sí me gusta y… bueno… quería ver si me ayudabas a declarármele.

 

-¡Oh, genial! ¡Una nueva historia de amor! ¡Taeyeon, me acabas de dar una nueva idea para mi siguiente cuento!-mi hermana Yoona entró de golpe en la habitación y fue tan estrepitoso que se cayó de bruces contra la alfombra.

 

-Ya te había dicho que tuvieras más cuidado, Yoona -dijo Soo ayudándola a pararse-además es de mala educación escuchar las conversaciones de los demás-la jalo del brazo y fue a sacarla del brazo.

 

-No me saques hermana-insistió Yoona aún siendo jalada-déjame quedarme 5 minutos.

 

-No.

 

-Por fa, me están dando ganas de trabajar duro en la casa.

 

-Eso es bueno entonces ¿necesitas algo entonces?

 

-Sí-dijo Yoona levantando el dedo en señal de astucia-detenme.

 

-Tonta-Soo cerró la puerta detrás de mi hermana.

 

-Perdona Taeyeon la interrupción.

 

-Tranquila hermana-le dije-está bien.

 

-¿Y bien, qué me decías?

 

-Es que me gustaría tener tu ayuda para declarármele.

 

-Claro ¿cómo se llama la chica?

 

-Se llama Mi young Hwang, Tiffany-dije alegremente.

 

-Ah, Tiffany, uhm… me suenan sus apellidos ¿la conocemos?

 

-No lo creo hermana, a mí también me sonaron familiares sus apellidos, pero no le di importancia.

 

-Ya veo, bueno, te ayudaré-me coloco una mano en el hombro.

 

-Sí hermana, por favor, ella me gusta mucho, soy muy feliz cuando está cerca de mí-comencé a encogerme de la vergüenza pero a la vez estaba muy feliz-mi corazón se acelera cuando me toca, pero estoy segura de que es cosa mía, no sé si ella sienta lo mismo por mí, pero si nos seguimos viendo tanto como ahora estoy segura de que mi amor, terminará siendo una obsesión y antes de eso, prefiero decirle mis sentimientos y tener algo formal-mis manos me sudaban.

 

-Ya  veo-dijo mi hermana.

 

-Y…-me apresure a añadir-me hace falta cuando no está, siento que se me va la vida y quiero ir por ella ahora, pero mis dudas son lo que no me deja continuar y me da miedo que me rechacé. Siempre he tenido miedo de expresar de verdad mis sentimientos, primero por papá y mamá, después por los demás, pero está vez, con Tiffany, siento que quiero gritarlo a los 4 vientos, siento que soy capaz de todo, sólo si ella me ordena algo y quiero estar con ella, quiero protegerla y quiero abrazarla y tenerla cerca de mí siempre-mire a mi hermana que me veía atónita-me gusta mucho hermana, me gusta Tiffany.

 

-…

 

-…

 

-Ok…-dijo mi hermana un poco atolondrada-¿puedo decir algo? Porque creo que te extendiste mucho hermanita-me acaricio la cabeza.

 

-Sí...-dije poniéndome roja de vergüenza.

 

-Debes de hacer lo que te haga feliz hermanita-me sonrió.

 

-¿Eso es todo?-pregunte un poco decepcionada.

 

-Mira Taeyeon, yo pienso que el amor viene primero y luego se le da forma, si quieres declararte sólo hazlo.

 

-Pero es que me falta la confianza suficiente, siempre que lo intento me pongo nerviosa y evado la conversación.

 

-¿Qué es mejor? ¿Estar con la persona que amas o no estarlo?-me pregunto Soo  haciéndome pensar profundamente.

 

-Si algo aprendimos de nuestra hermana mayor… “BoA”… es que cuando te enamoras suceden cosas maravillosas y eres capaz de todo, ella se enamoro y fue muy feliz, incluso antes de morir, además, pienso que de todos nosotros… tú… Taeyeon-tomo mi mano-te pareces mucho a ella-me sonrió-haz lo que tu corazón quiera, no lo que tu mente te ordene, no dejes que te gane la pena o el miedo, si no dices nunca tus sentimientos, entonces jamás la alcanzarán por más que la ames.

 

-Hermana…-la abracé y llore en sus brazos.

 

 

 

De pronto, una imagen vino a mi mente, mi hermana mayor… la más grande todos nosotros, mi hermana BoA, ella murió en un accidente automovilístico de camino a casa, ella estaba comprometida y siempre supo a quien amaba y se esforzó por él hasta el final, sin dejarnos a nosotros a un lado, ella era mi querida hermana, con quien más tenía parecido, a excepción del tipo de cabello, el suyo era lacio, el resto de nuestras características físicas era el mismo.

 

 

 

-Tranquila Taeyeon-dijo mi hermana acariciando mi cabello-si tienes a esa chica tan cerca de ti, jálala hacia tus brazos y sé fuerte por ella.

 

-Pero… ¿y si lo arruino?-me escondí en su pecho.

 

-Bueno…-tomo suavemente mi rostro y me hizo verla a los ojos-sólo aquel que ama de verdad sabe perdonar, si la arruinas vuelve a intentarlo hasta que lo logres, estoy segura de que esa chica te aceptara de un momento a otro, el punto es que ella también ponga de su parte.

 

-¿De su parte?

 

-Así es, BoA solía decir que el amor no se trata de dar o recibir amor, sino de compartirlo, ese amor es el único que triunfa-me sonrió.

 

-Me esforzare mucho entonces-le sonreí.

 

-A veces deseo que tú y nuestros hermanos no crezcan tan rápido-dijo Sooyoung  abrazándome.

 

-¿Eh?

 

-Se ven adorables así-se río.

 

-Ni modo-me reí.

 

 

 

Cuando mi hermana vivía, siempre sonreí y jamás lloraba frente a nosotros por más que estuviera la situación terrible, ella se hizo cargo de nosotros desde que tengo memoria, incluso antes de huir de casa de nuestros padres, BoA siempre solía decir “Amor es poner la vida a los pies del otro… y mi vida es suya hermanitos” después nos sonreía y nos abrazaba  a todos y no fue sino hasta unos años después cuando Sooyoung  comenzó a ayudarle a cuidarnos.

 

 

 

-Recuerda que la esperanza es lo último que muere-me sonrió.

 

-Uhm… entonces la inocencia es lo primero que muere ¿cierto?-le pregunte inocentemente.

 

-Por así decirlo… sí-ambas reímos.

 

 

 

Después de haber platicado con mi hermana, me di cuenta de muchas cosas, todas gracias a ella, yo ya estaba segura de mis sentimientos y de lo que quería, pero el miedo no me dejaba seguir, yo quería darle todo lo que era a Fany y más todavía. Ella apareció a mi vida, tres años después de la muerte de mi hermana, durante los cuales sólo conocía la tristeza y el odio, la tristeza por la muerte de mi hermana, que fue quien nos saco de la tortura de casa y el odio hacia todas las personas que no fueran mis hermanos, odiaba a cuanta persona conocía, incluso a mis padres, siempre pensé que la gente sólo existía para hacer daño y lastimarnos, y que mis hermanos y yo éramos personas que nacieron en el lugar incorrecto, aún así acepte mi destino y me convertí en fatalista, todo lo veía negro y sin sentido, si había algo más allá de ese color, entonces yo no lo veía. Pero al llegar Fany , me enseño que hay personas que ayudan a sanar las heridas y que me enseñan a ver el mundo de otra manera, ahora el verde ya era verde y el cielo azul, podía sentir la briza sin sentir miedo, el calor sin sentir frío, llorar sin estar triste.

 

 

 

Siempre me preguntaba qué hacía alguien como yo, con alguien que no sabía nada de mí y se acerco sin saber de mi pasado, Fany me hablo y me dio la mano, algo que muchos intentaron pero por alguna razón ninguno logro, era de esperarse que terminara enamorándome de ella. Me sentía feliz de sólo pensar que al día siguiente y todavía después de ese, seguiría viendo a Tiffany, y sería aún más feliz si me declaraba y la hacía mía para siempre, a pesar de tener pensamientos tan egoístas como ese, era imposible evitarlos y termine aceptando que me gustaba todo de ella, su voz, su piel, sus ojos, su manera de caminar, su sonrisa, sus abrazos, hasta su forma de vestir.

 

 

 

A la semana fue cuando tuve el valor necesario para declarármele, sin embargo… ella tenía la misma idea que yo, al parecer ella también sentía lo mismo por mí y no aguantaba más.

 

 

 

Fue una mañana de los primeros días de primavera, cuando quedamos de vernos en el “parque hundido” cerca de su departamento. Yo llegue una hora antes de lo indicado de la emoción y como aún quedaba tiempo, decidí dar una vuelta por el parque y planear bien mis palabras. Sin darme cuenta paso una hora y rápido corrí a donde habíamos quedado de vernos, ella ya estaba esperándome sentada en una banca. Estaba preciosa.

 

 

 

Llevaba una falda negra larga, botas negras, un suéter blanco sin mangas y de cuello amplio, su cabello estaba suelto y ondeando en el viento, con una pequeña cruz colgando de su cuello. La contemple escondida detrás de un árbol, embobada por la escena me perdí en sus ojos que me buscaban por todas partes. Yo llevaba un vestido corto de color gris, unos pantalones de mezclilla negros, mi cabello suelto y muy bien arreglado (cosa que me costó mucho trabajo ya que mi cabello es quebrado). Con gentileza me acerque a ella, me coloque a su lado y puse una mano sobre su hombro.

 

 

 

-Hola-dije suavemente, mientras era giraba a verme.

 

-Hola-una sonrisa sincera se dibujo una sonrisa, fue tan hermosa que casi me desmayo.

 

-¿Tiene mucho que llegaste?-le sonreí.

 

-Algo, llevo aquí una hora, estaba tan nerviosa que sin darme cuenta llegue antes de la hora, lo siento.

 

 

 

Su comentario me mato por dentro, llegamos a la misma hora y yo no fui lo suficientemente inteligente como para ir al sitio donde quedamos de vernos, de haber sido así ella no hubiera esperado tanto.

 

 

 

-Lo siento-le dije ocultando mi rostro lleno de vergüenza.

 

-¿Por qué?-me miró desconcertada.

 

-Porque yo ya había llegado desde hace una hora, pero no se me ocurrió venir aquí, lamento haberte hecho esperar.

 

-Tranquila-se levanto y me sujeto suavemente del brazo-lo que importa es que ya estás aquí-me sonrió.

 

 

 

Al ver su sonrisa no aguante más y la abrace, la acerque tanto como pude, con una mano coloque su rostro gentilmente en mi hombro y con la otra la sujete fuerte de la cintura, al principio sentí que se puso tensa, pero de inmediato se sujeto fuerte de mi vestido y espalda, cerrando sus ojos y el tiempo se congelo.

 

 

 

Los autos dejaron de escucharse a lo lejos, los gritos de los niños se callaron, lo que nos rodeaba perdió su sonido y ahora sólo sentía la suave brisa y el pequeño cuerpo de Tiffany contra el mío, no sentía el pasar del tiempo, creía que había muerto y llegado al cielo por pase automático, sólo sentía alegría y nada más, cerré los ojos y la abrace más fuerte sin lastimarla.

 

 

 

Ninguna de las dos pudo asegurar cuanto tiempo nos quedamos así, las hojas de los árboles caían con ligereza a nuestro lado y el viento acariciaba nuestros cabellos, poco a poco sentí que regresaba en mí, era el momento perfecto para declararme, antes dudaba, pero no más, esto no podía ser sino amor de verdad. De pronto Fany me soltó.

 

 

 

-Me gustas-dijo frente a mí, sonrojándose a más no poder-y mucho…-tomo mis manos-… ¿quieres… ser mi…?-de inmediato la interrumpí abrazándola.

 

-¿Quieres ser mi novia?-complete su pregunta sosteniéndola fuerte entre mis brazos y acercándola más a mí, recargue su cabeza en mi hombro.

 

-Sí-dijo suavemente mientras me sujetaba del vestido.

 

 

 

Cerré los ojos de alegría y creí que iba a morir, sin darme cuenta de lo que hacia la mire, la toque gentilmente del rostro y la bese. Y fue en ese momento, cuando caí rendida a los pies de Fany por el resto de mi vida.

 

*********

 

 

 

 

 

Es raro que algo me despierte, muy raro en verdad, el despertador siempre está a todo volumen y esta vez no lo escuche, tal vez porque no estaba en mi cuarto, sino en mi estudio trabajando en el itinerario de mi concierto del martes, ya era de mañana y dentro de poco me iba a preparar para dar el concierto.

 

 

 

Esta durmiendo en la silla del escritorio cómodamente cruzada de piernas y brazos. Al abrir los ojos lo primero que vi fue el techo, pestañee un par de veces y me senté correctamente acomodándome la espalda y estirándome.

 

 

 

Cerré los ojos con suavidad y recordé aquel sueño, de cuando declare mis intenciones declararme con mi hermana y después de cuando me volví novia de Fany, suspire y me pare hasta el pequeño refrigerador de mi estudio, donde sólo había cervezas.

 

 

 

Lo abrí con pesadez, saque una cerveza y cerré el refrigerador, me disponía a abrirla cuando me fije en el calendario, hoy era martes, el día de mi concierto y el día en que Fany y Seohyun… mi hija, se venían  a vivir conmigo. Mire bien la cerveza en mis manos y la devolví al refrigerador, lo cerré y me fui a sentar de nuevo, me sobe la frente en señal de cansancio y cerré y abrí los ojos lentamente, recordando mi sueño.

 

 

 

Aquel sueño me hizo muy feliz, tanto que estaba sonriendo como una idiota, de sólo recordar esos momentos aún me daba vergüenza, pero sólo había una razón, una sola para dejar a Fany  y elegir no casarme con ella por más que me gustará y quisiera desposarla… una sola… mi hermana BoA. De sólo recordar lo que jure en la tumba de mi hermana, me daba mucha vergüenza y coraje de mí misma, por esa promesa arruine mi vida y quizás la de Fany, y de pilón la de Seohyun. Ahora iban a vivir conmigo y tal vez con esto Fany me perdone.

 

 

 

-… Tiffany…-dije cerrando los ojos lentamente-…Seohyun…-me pase la mano por la cara y abrí los ojos.

 

 

 

Tiffany era a quien yo amaba más que a nadie en el mundo, quería casarme con ella, formar una familia juntas y envejecer a su lado y no de nadie más, y es que yo la amaba, y es que yo…

 

 

 

-Y es que yo… me moría por ella-dije antes de levantarme para ir a bañarme.

 

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Hola!!!

 

Espero que les gusté, gracia por leer, estaré actualizando más seguido ya que son vacaciones.

 

Lamento el pequeño error de la estatura jaja se me paso.

 

La historia tendrá un poco de Yulsic  

Gracias por su apoyo y paciencia, lo subí a través del celular así que si falla avíseme 

 

Nos vemos ñ_ñ