CAPÍTULO 1

CAFE OSCURO

La música resuena por todos lados, a un volumen tremendo.  Mi cuerpo simplemente se mueve al compás de ella.

Había tenido una semana de mierda y lo único que deseo en este momento es liberar todo el estrés que he acumulado. 

En este último mes he tenido demasiadas pasarelas, sesiones de fotos, entrevistas, eventos a los que asistir, etc.

Sé que no debería quejarme porque estoy cumpliendo mi más grande sueño, sin embargo, siento que esto es más de la cuenta. Razón principal por la que con mis amigos, decidimos venir a uno de los clubs más populares de Seúl.

-¿Podemos sentarnos cinco minutos, Sica?,- me pregunta una de mis mejores amigas un tanto extraña.- creo que el alcohol ya hizo efecto.

-Bebiste demasiado rápido, Tiffany.- la tomó del brazo.- Sé que hemos estado muy estresadas, pero eso no quiere decir que debas tomar hasta olvidar.

-Kim tiene la culpa, me ha retado y sabes que no me gusta perder.- su habla comienza a distorsionarse.

-Lo sé,- reí.- debí suponer que esto acabaría así.

Mi noche de diversión siempre acaba así, con mis dos mejores amigas totalmente ebrias. Las tres nos conocimos en el Kínder Garden; Tiffany me defendió cuando un niño intento quitarme mi almuerzo y yo defendí a Hyoyeon cuando alguien intento quitárselo. Extraño, lo sé, pero digamos, que para ese entonces ya había aprendido mucho de Tiffany.

-Qué bueno que llegas.

Mis ojos se encontraron con ciertos ojos oscuros, que lucen preocupados.

-Creo que está muerta.

Inevitablemente, volví a reír.

A pesar de que no es la primera vez que Tiffany parece estar muerta de tan ebria que está, a Lu Han le sigue preocupando.

-No te rías, Jung, hablo en serio.

-¡Por dios, cuatro años saliendo con nosotras, ¿Y aun no las conoces?

-Es lo mismo que yo le dije, pero tal parece que nunca se acostumbrara.- tomo a Tiffany de la cintura.- Creo que por hoy ha sido suficiente, venga te ayudo a llevar a estas borrachas a casa.

No voy a mentir que la primera vez que se embriagaron a más no poder, al siguiente día les grite hasta de lo que se iban a morir. Esa noche me lleve el susto más grande de mi vida, ninguna de los dos parecía estar respirando y les llevo todo una semana que yo les volviese a dirigir la palabra. Algo que sin duda, mi bajita y y amiga nunca olvidara, pues, parecían estar buscando el perdón de su novia.

-¿Ya se van?

Alzo la mirada y me encuentro con los oscuros ojos de mi mejor amigo.

-No tengo opción, están lo suficientemente ebrias como para poder aguantar otra ronda.

Dejo que Taeyeon tome a Tiffany de la cintura, mientras acomodo el brazo de mi amiga en el cuello de la morena.

Camino hasta el sillón y tomo a Hyoyeon de los brazos. Ella despierta, me sonríe y Lu Han suspira aliviado.

-Nos vamos al departamento Hyo.

-No quiero… irme.- arrastra las palabras, haciéndolas poco entendibles.

-Me importa que quieras o no, he dicho que nos vamos, así que ayúdame y levántate.

-Eres mala.

-No me hagas enojar.- advierto.

Se levanta del sillón con mi ayuda y la de Lu Han.

-¿Necesitas que te ayude?- mi mirada vuelve a encontrarse con la de mi mejor amigo.

-No te preocupes, Tyler, ustedes quédense a disfrutar de la noche. Este par ya tuvo suficiente y la verdad, ya estoy algo cansada, nos vemos mañana en el trabajo.

-Cualquier cosa llámeme.- asiento.

Salí del club nocturno con Hyoyeon aferrada a mi cuello y diciendo cosas sin sentido.

Al llegar al estacionamiento, donde por supuesto se encuentra mi bello y lujoso auto. Quito la alarma y el seguro, para obligar a las ebrias a subir, quedando Tiffany y Taeyeon en la parte trasera, que por cierto, olvide decir que son pareja;  Hyoyeon en e