Amor u odio ¿Qué siento por ti?
Black&White; ¿Love?
“Quiero que seas mi estrella… pero no fugaz”
-Sabes, eres una simple empleada, Jessi es mi novia…-sonrió con suficiencia, dejando ver su dentadura, mientras un ligero olor a alcohol de colaba por su boca.
-¡No me puede importar menos quien sea Jessica Jung!- escupió la morena con rabia interrumpiendo a Donghae, ganándose una mirada irritada pero victoriosa del muchacho.
Viro para salir del lugar, topándose con la rubia de ojos color miel, mirándola fijamente, aprieto la mandíbula y los puños, pasando de largo a la diestra de la rubia, importándole poco lo que pueda sucederle.
-o-
-¡Que haces Yuri!- Jessica tomó de la chaqueta a la morena, separándola del cuerpo de la flamante pelirroja, de curvas irresistibles y labios carnosos.
-Nada de su interés, señorita- escupió con cierto recelo la morena.
-Te recuerdo que eres mi empleada ¡¿Ah?! Estas para lo que yo diga que harás- los orbes color miel de la rubia dejaban ver la furia en ellos, demostrando que le importaba un bledo lo que esa pelirroja pudiera hacerle con sus largas y afiladas uñas.
-Lo tengo muy en claro, no tiene que repetirlo cada cinco segundos…le recuerdo que sacrifique mi día libre por acompañarla, lo menos que puede hace es dejar que me divierta, ¿No lo cree?-Yuri giró y miro a la pelirroja, mientras colocaba su mano sobre la mejilla derecha, acariciando con su pulgar los labios de la chica- Será para la próxima, hermosa, se me han ido las ganas- miró fijamente a la rubia, fulminándola con los ojos, dejándole en claro que no es dueña de su vida.
Después de todo ahora comprendía que sentía la morena al verla con Donghae, había tomado una cuchara de su propia medicina. La morena le había hecho descubrir los celos que nunca sintió en su relación de más de tres años con el joven bronceado.
Y a pesar de todo lo que la agente vio, supo asimilarlo y nunca le reclamo nada, en lo absoluto, siempre se mantenía al margen de la situación y la seguía acompañando a donde se le antojaba. Siguiendo sus órdenes en silencio, como un empleado más.
Y en ese preciso momento se atrevió a aceptar que la morena le llena de piedras el hígado, pero también que le ha provocado celos, esos que ni con Donghae llego a asentir.
La chica de cabellos dorados estrujo el brazo de la morena, reteniéndola de dar un paso lejos de su cuerpo. Observo su cuerpo detenerse y sintió la tensión de sus músculos de su brazo. La vena de su sien derecha se abulto. Haciéndose notable, dejando que la mandíbula de la agente se tensara y sus ojos fríos y penetrantes evocaran una mirada de odio.
-Yuri- susurro a espaldas de la morena, casi tan imperceptible que le fue difícil escucharlo.- Yuri- insistió.
-¿Qué?- la voz áspera y seca de la agente el retumbo el corazón.
-No te vayas… no lo hagas- con fuerza sumamente innecesaria se libró del agarre que la rubia había impuesto sobre su brazo.
-¿Qué no me vaya? ¿Quién ha dicho algo de irme?… Yo no… ¿Quién le ha dicho tal cosa?- respondió sin siquiera voltear a mirar a la rubia. Esperando que la respuesta fuera increíble y contundente...
-Yo… escuche… - el balbuceo de parte de Jessi, era sumamente divertido para la morena, que viro inmediatamente su cuerpo, quedando a pocos centímetros del de la rubia. Dejando que su mirada penetrara los ojos color miel de la señorita Jung.
-No sabe que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas…- el tono frío y altanero de Yuri hacia que el cuerpo de Jessi se estremeciera y quisiera salir corriendo. La observo torcer los labios en una sonrisa ladina y prepotente.
Aparto la mirada de los ojos de la morena, queriendo apaciguar un momento su acelerado pulso. Y no necesariamente eran latidos nerviosos, no.
Era miedo.
Miedo de lo que la morena pudiera recriminarle. Sintió como la distancia entre ambos cuerpos crecía y de pronto el aire frío de la ciudad que intruso se colaba por la ventana de aquel lugar embargo su piel. La pelirroja ya había salido del baño minutos atrás, mientras las chicas estaban entretenidas en su discusión.
La puerta de uno de los cubículos del baño de damas se abrió. Dándole pasó a una muy ebria mujer de cabellos azabache. Obser
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