Conociéndote.
Black&White; ¿Love?
“Ni defectos, ni virtudes.”
Las manecillas del reloj marcaban las ocho y cinco minutos de la mañana, la rubia de cabellos destellantes abría los ojos lentamente, mientras observaba su entorno, buscando con la mirada el reloj que minutos atrás había sonado y terminó azotado en el suelo, a causa del fuerte manotazo proporcionado por chica.
Se estiro en la cama y bostezo sonoramente, chasqueo la lengua y abrió los ojos, para cerrarlos después de unos segundos, sonrió adormilada, mientras instintivamente se levantaba de la cama, se colocó a la orilla de esta y bajo los pies hasta tocar la alfombra de la habitación. Se colocó las pantuflas a ciegas y cayo nuevamente sobre el colchón.
Se desordeno el cabello y se colocó de pie rápidamente, dejando atrás el sueño que su cuerpo sentía en ese momento. Con pasos pesados se dirigió al cuarto de baño, azotando la puerta y abriendo la regadera, dejando que el agua saliera, se deshizo de sus prendas y quedando desnuda se metió bajo el agua.
-¡Rayos!-pego un grito al sentir como el agua helada le despertaba todos sus sentidos, activando su sistema nervioso, despejándola por completo de su sueño insaciable.-No vuelvo a meterme a la ducha con los ojos cerrados- bufo mientras dejaba el agua correr por todo su cuerpo, sintiendo como esta se erizaba por la frialdad de tal líquido.
-o-
La chaqueta, pantalón camuflados, más la camiseta blanca de la morena hacían el uniforme perfecto, debidamente colocado, ni uno solo de los accesorios fuera de su lugar. Las botas perfectamente lustradas y amarradas, dejando las puntas de las agujetas dentro del zapato.
Acomodo su reloj GPS sobre su muñeca izquierda, acomodo sus lentes oscuros cobre el puente de su nariz, mientras se acomodaba el cuello de la chaqueta frente al espejo, una pequeña navaja dentro de la bota derecha y sus receptores de señal en el bolsillo derecho del pantalón, un par de plateadas shuriken en la parte trasera del cinto. Un buen agente siempre estaba preparado y esta ocasión no sería la excepción.
La rubia se colocó su ropa, un conjunto de blusa azul y shorts blancos, que contrastaban perfectamente con la tez blanca y tersa de su piel. Su cabello rubio caía por sus hombros mientras los mechones color rosa se abrían paso entre los rubios, bajo las escaleras de la mansión y tomó el jugo que le ofrecía uno de sus empleados al pie de la escalera.
Perdiéndose por el camino a la sala, mientras revisaba su móvil y sorbía de su vaso de jugo.
-¿Nana, ya se ha ido papá?-pregunto a la mujer de edad avanzada que se acercaba con una bandeja en sus manos, llevaba el desayuno de la chica.
-Se ha ido hace veinte minutos mi niña- contesto la mujer con voz dulce y tranquila, mientras dejaba la bandeja sobre la mesa de centro de la sala y se disponía a retirarse.
-Quédate conmigo hoy, nana- la rubia despego su mirada del móvil para observar a los ojos a aquella mujer que había criado a la muchacha desde muy pequeña, la mujer observo esos ojos de cachorro a medio morir que tenía la joven en ese preciso momento y se rindió ante ella, como siempre lo había hecho, la rubia era como la hija que siempre quiso.
-Como podría negarle algo, mi niña.- la rubia sonrió triunfante mientras se abrazaba a la mujer que ahora estaba sentada junto a ella en el amplio sillón de la sala.
-o-
La morena se despidió de su padre, dejo la oficina minutos después de que el hombre estuviera seguro que ella se encontraría bien. Insistió en mandar a otro agente a la misión, pero la joven se negó rotundamente. Tomó su maleta con algunas ropas, sobre todo uniformes y se le hecho al hombro, desapareciendo tras cerrar la puerta
Comments