“Lástima,  yo no ruego...”

El frío de la mañana le hizo despertar antes de tiempo, el despertador ni siquiera había sonado cuando Yuri ya había abierto los ojos y despabilado su sistema nervioso. Tomó la toalla del pequeño sillón azul de la habitación y se metió a la ducha, dejando que las prendas de su ropa de dormir cayeran conforme avanzaba hacia la regadera. Revoloteo sus cabellos entre sus dedos y sonrió de soslayo dejando que el espejo le contestara de la misma manera. Aparto la cortina de la regadera y con los pies descalzos se metió a la ducha.

El agua tibia le estremeció el cuerpo, tenía demasiado tiempo de no sentir el calor que su piel sentía en ese instante. El shampoo hizo espuma sobre su cabeza mientras caía por su espalda ayudada con las gotas de agua que resbalaban desde su cuero cabelludo; permitió a la espuma salir de su cuerpo cuando el agua tibia toco de nueva cuenta sus cabellos. Cerró los ojos mientras tallaba su cuerpo con la esponja llena de jabón, sintiendo un cosquilleo al llegar a su abdomen.

Sintió como las manos de la rubia acariciaban su piel sobre el abdomen y se giró rápidamente encontrándose con las losetas de la pared de la regadera, las agiles manos de la rubia recorrían ahora sus brazos, dejando una extraña sensación de calidez sobre la piel ajena. Observo a sus costados; encontrándose completamente sola en aquella habitación. Limpio la esponja del resto de jabón y termino de enjuagar su cuerpo, saliendo apresurada de la regadera, sin siquiera envolverse en la toalla,

Tomando las primeras ropas de su armario y se cubrió la desnudes de su cuerpo. Dejando salir una exhalación cuando se vio atrapada en el reflejo del espejo frente a ella, sintió como su sangre de a poco calentaba su rostro, al ver a la rubia tras ella, mientras la abrazaba por la espalda y le dedicaba una pícara sonrisa, dejando ver la desnudes de sus hombros y abrazándose al cuello de la morena. Dejando un sonoro beso sobre la piel entre su mandíbula y oído, dejándole sentir un escalofrío sobre cada vertebra de la columna y sonriéndole a través del espejo. Los sentidos de la morena se enredaron cuando sintió la calidez del cuerpo pegado a su espalda. Apretó los ojos fuertemente y dejo salir un suspiro más,  mientras se colocaba de pie y caminaba al escritorio. Tomando la 3.8mm guardándola sobre la parte trasera del pantalón. Coloco la navaja de doble filo sobre la ranura que dejaba su pie y la bota, mientras se colocaba el reloj sobre la muñeca izquierda y el microauricular en el oído derecho. El móvil lo cargo a la bolsa izquierda del pantalón y dejo que se activara la señal de rastreo del chip. Indicándole que la rubia se encontraba dentro del perímetro de la residencia.

Reviso la hora sobre el reloj de su muñeca y salió de la habitación, bajo con pasos lentos y sin prisa hasta quedar en el umbral de la puerta de la cocina, observando a Boa que preparaba el desayuno del Sr. Jung. Se adentró a aquella habitación con olorosos condimentos y se colocó uno de los mandiles de tras la barra. Dio una vuelta con los listones por su espalda y termino amarrando las puntas a la altura de su ombligo. Acercándose a la estufa dio una olisqueada y cero los ojos disfrutando de aquel aroma a café y panqueques matutinos. Retirando la pala casera de las manos de la mujer, encargándose de voltear las masas regordetas de la plancha dándoles un giro casi experto por el aire mientras los dejaba caer libremente sobre esta; sintió la mirada de Boa y sonrió de medio lado; divertida. Tenía mucho tiempo sin cocinar.

-Veo que se ha levantado de buen ánimo hoy, señorita.

-Eso mismo, aparte que el delicioso aroma llega hasta mi habitación.- elogio a la mujer mientras dejaba que los panqueques se deslizaran por la pala y aterrizaran en el plato de a un lado de la estufa.

-¿Le gusta cocinar?- menciono Boa al ver la sonrisa de completo éxtasis sobre los labios de la morena.

-Me encanta, es uno de mis pasatiempos favoritos…- con un movimiento de muñeca muy coqueto dejo que la masa se deslizara desde el tazón y formaba una flor de cinco pétalos, mientras con la punta de la pala le daba pequeños toques, evitando que la parte aun liquida de la masa se desparramara de una forma desigual.

-Eso es lo que puedo ver- soltó unas leves risas mientras veía a tan absorta joven en su auto-encomienda, dejándola hacer la cocción de los panqueques libremente, eligió cuatro de las mejores naranjas y un trozó pequeño de piña pelándolas y metiéndolas dentro del vaso de la licuadora, observando la licuefacción de las frutas, añadiendo un toque pequeño de miel al final.

Dejo que el jugo se embutiera en el vaso de vidrio y lo coloco encima de la bandeja de sobre la barra, mientras la morena seguía con la cocción de los panqueques y tarareaba una canción y bailaba al son de la insonora melodía.

-¿Puede ser igual que ahora?- susurro Boa tan audible que Yuri  paro de inmediato y concentro su atención en la mujer de cabellos castaños-Se le ve tan feliz ahora… ¿puede ser así siempre? No le va esa pose sería, la hace ver vieja y amargada- reprendió a la agente, luego la observo elevar ambas cejas y soltar una carcajada llena de euforia. Contagiándola de su placidez.

-Lo intentare

-Sería genial verla de buen ánimo siempre- una tercera voz interrumpió las risas de las mujeres, mientras el hombre de cabellos canosos acomodaba el cuello de su camisa y doblaba los puños de esta sonrió a ambas mujeres-Buenos días Boa- se acercó y deposito un beso sobre la mejilla  de Boa- Buen día, agente Kwon.-la agente bajo la vista al momento de encontrarse con los ojos brillosos del Sr. Jung.

-Buen día señor- saludo Yuri mientras concentraba de nueva cuenta su atención en los panqueques de la plancha.

-o-

Vertió un trozo de piña junto a un kiwi completo y dejo que se fusionaran entre sí, dejando un semi líquido de color verde con semillas negras y una consistencia espesa. Corto dos trozos de zanahoria y los coloco dentro del vaso de cristal, mientras trozaba un tallo de apio y vertía una porción de jugo de naranja; encendiendo de nueva cuenta el artefacto, dejando que las diferentes verduras y frutas se unieran y se confundieran sus esencias creando una sola.

-Dime que no piensas tomarte esa asquerosidad…- una adormilada chica de cabellos claros y revoloteados entraba a la cocina, mientras arrastraba los pies y dejaba que el final de los pantaloncillos del pijama de ositos barriera con el piso. La vio tomar uno de los vasos del mueble del lado derecho de la nevera y llenarlo de agua del grifo. Le quedo mirando mientras vertía el contenido del vaso de la licuadora en uno de los vasos más grandes que encontró en la cocina. Dejando que éste se llenara a tope con la mezcla ahora de un color naranja extraño.

-Obsérveme…- sonrió de medio lado y pego sus labios al inicio del vaso, todo el contenido bajo justo por su garganta mientras dejaba una sensación agridulce en la boca de Yuri y Jessica hacia una mueca de total asco al verla ingerir aquella monstruosidad.

-Estoy segura que esa cosa se comerá tu estómago- la azabache arqueo ambas cejas, mientras trataba de reprimir una risa, dejo el vaso sobre la barra y coloco ambas manos sobre su boca, tratando de evitar que la mezcla saliera a causa de la repentina risa que estaba por atacarla. Jessica sobrio socarrona antes de dar otro sorbo a su agua.-Lo vez- indico en burla al momento de ver a la pelinegra girarse ágil hacia la tarja de la encimera y escupía el “jugo” mientras tosía y  carraspeaba la garganta.

La tos de la morena parecía no querer apaciguarse y dejarle tiempo siquiera de respirar, el rostro de Yuri se tornó rojo, por el exceso de presión en cada sacudida, mientras se sostenía de la orilla de la encimera sintió las manos de la rubia dar golpes suaves sobre su espalda con una mano y masajes en círculos con la otra sobre su pecho. Jessi le estiro el vaso con agua para que bebiera un poco, siendo aceptada casi de inmediato por la morena. Empino el vaso bebiendo todo su contenido en cuestión de segundos, dejando que una parte del líquido se escapara por la comisura de sus labios, retirándola al instante con el dorso de la mano.<