“Será que nadie se enamora por temor…”

-Te han colocado un transmisor- anuncio la agente Lee que se encontraba supervisando y analizando el brazo de la morena, mientras dejaba un scanner sobre la mesa.

-Un… ¿Qué?

-Transmisor

-Se lo que es un trasmisor, idiota…quiero saber ¿para qué?- no entendía la forma de operar de los delincuentes, ¿Qué buscaban? ¿Ella que tenía que ver con la rubia molesta?

-Reciben la señal, es como un GPS, así no hay necesidad de vigilar a Jessi las veinticuatro horas, lo hacen por medio de ti- explico la joven experta en tecnologías y tácticas de informática.

-La dejare-susurro mientras se dirigía a la salida de aquel cuanto lleno de computadoras y diferentes dispositivos de inteligencia artificial.

-No puedes eres la indicada para el trabajo, la mejor.

-¡Pues tendrán que buscar a alguien más!- salió de aquel cuarto dejando atrás a la chica y sobre todo con la decisión de abandonar a la rubia, todo fuera por su seguridad.

Entro a la mansión de los Jung y subió las escaleras en grandes zancadas, mientras el ruido de sus botas sonaba contra el piso, entro en la habitación y tomo su mochila metiendo los uniformes que tenía en el closet, al igual que los dispositivos y los papeles que se encontraban en el escritorio. Salió dejando cerrada la puerta de la habitación y caminando por el pasillo para bajar por las escaleras de manera apresurada.

Boa le encaro justo dos pasos antes de que saliera de la mansión, develando en su mirada aquel dolor que le provocaba el saber que su niña no estaría protegida como la morena había dicho antes. La preocupación se perdió y se fusiono en su mirada, haciendo que la culpa y el suplicio invadieran el ser de Yuri, dejándola con la vista fija sobre la nada, perdida a meced de las suplicas silenciosas de aquella mujer.

-Dijo que estaría a salvo mientras usted se mantuviera a su lado- la mujer de marcadas facciones reclamaba con voz enérgica la que para ella era una muy precipitada decisión.

-Entienda… Boa, ella ahora estará más a salvo si se aleja de mí… porque no lo comprende.-El rostro de Yuri se encontraba contraído, mostrando su completa y total frustración ante lo que estaba ocurriendo.

-Usted dijo que la cuidaría…

-Pero eso ya no es posible.

-Lo prometiste muchacha…- la agente giro para después tomar el pomo de la puerta y abrir esta misma, tomó su bolsa del suelo y la cargo al hombro- Esto no es lo que quieres… No querrás que muera… ¿verdad Yuri?…- la agente apretó la mandíbula y dejo caer el bolso a su costado, mientras la mujer se acercaba y cerraba la puerta. Dejando a una morena cabizbaja y con los ojos vidriosos a punto de estallar en llanto.

Su cuerpo sucumbió al abrazo cálido y maternal que Boa le estaba entregando, y por primera vez en mucho tiempo se sintió segura, segura de poder lograr su acometida, segura de esta vez terminar su trabajo exitosamente, por segunda vez se sintió segura entre los brazos de una persona ajena.

-o-

La morena salió de la casa, vistiendo su chaqueta negra y su casco nuevo entre su brazo derecho y sus caderas. Encendió su motocicleta y arranco camino fuera de la propiedad de los Jung. Tenía veinte minutos de sobra para llegar a su destino, las luces de las calles iluminaban la carretera y dejaban un rastro fugaz sobre la motocicleta al pasar por debajo de una farola.

Una auto rojo se posiciono tras su vehículo, sonrió al pensar que