Si escuchan esta canción mientras leen, no me enojaría (Mentira, solo que la escuche mientras escribia el a capítulo) http://www.youtube.com/watch?v=X1Fqn9du7xo

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“El odio es como el fuego, consume de a poco, pero deja secuelas.”

Escucho ruidos en la habitación de la rubia y se alarmo, a pesar de tener las cámaras en la casa, la rubia le había pedido respetar su privacidad y ella accedió, al final no había nada que la rubia le ocultará, por su propio bien.

La morena abrió abruptamente la puerta de la habitación, develando una imagen que jamás creyó sus ojos observasen, la rubia estaba sobre la cama, mientas un alto y fornido bronceado estaba entre sus piernas, embistiéndola frenéticamente, mientras la chica soltaba gemidos que retumbaban en los oídos de la morena.

El estruendo no logro sacar al joven de su concentrada tarea, seguía embistiendo a la rubia que mantenía los ojos cerrados y apretaba sus manos y piernas sobre la espalda y caderas del muchacho. Dio dos pasos hasta quedar al pie de la cama, observo como la rubia tenía en el rostro la palara placer dibujada. Parpadeo dos veces y después hablo.

-Sal de la habitación… ¡Ahora!- termino elevando la voz, llamando la atención del muchacho y sobresaltándolo de sobre manera. Se separó un poco del cuerpo sudoroso de Jessi, mientras esta apretaba una sábana contra su cuerpo, cubriéndose un poco.

-Oye lindura en lugar de interrumpir ¿por qué no te nos unes?- la morena enfureció el ceño al momento que el chico dijese esas simples palabras, miro a la rubia que abrió los ojos como platos. Lo tomó de un hombro y lo sentó sobre la cama, dejando que su cuerpo se viera al desnudo por completo, observo a la rubia, con una mirada fría y siniestra. “Nunca la había visto así”, pensó Jessi.

Lo coloco de pie y observo su cuerpo, su erección aún era notable, cerró los ojos y aspiró profundamente.

-No tienes ni una molécula de tu ser, que pueda interesarme, ahora sal aquí…antes de que te saque.

-¿Tú, que me vas a hacer?- sonrió con sorna, el chico sí que era descarado, después de haberle salvado el trasero se comportaba como el patán que siempre había sido. Mientras la morena con un movimiento rápido le tomó la muñeca izquierda y la paso por su espalda, logrando una llave magnifica y limpia sobre el chico, que inmediatamente se quejó del dolor.

Lo empujo hasta estar de frente a la puerta de la habitación, abriéndola y propinándole una fuerte patada sobre su espalda y sacándolo de la habitación, dejándolo en el pasillo completamente desnudo. Cerró la puerta poniéndole pestillo, escucho el golpeteo del chico por querer entrar.

Camino hasta quedar de frente a la rubia, que ahora estaba sentada sobre la orilla de la cama. Cubriéndose con la sábana.

-No tienes nada que ocultar… porque no hay nada que me interese bajo esa capa de tela- y aunque eso era una vil mentira le tomó la cabeza y beso la coronilla de esta, mientras cerraba sus ojos y dejaba que su furia se convirtiera en algún otro sentimiento.

Jessi se extrañó por el gesto de la morena y más aún por las palabras de esta, pero aunque no se lo dijera, había visto una gran decepción en sus ojos, sabía que había cometido un error, uno grave. Alejaría aún más a la guardaespaldas.

La vio acercarse a la puerta y abrirla, dejando que el cuerpo del muchacho cayera sobre el piso alfombrado. Se hizo a un lado dejando que el cuerpo fornido y desnudo del hombre quedara a unos metros del suyo al levantarse.

-Que se diviertan- Los observo por última vez y salió de aquel cuarto.

-o-

El sonido del golpeteo al costal de box, provenía de la habitación de la morena, llevaba seis horas, encerrada en aquella habitación, seis horas en las cuales perdió la comida y la cena de ese día, seis horas en las cuales no se dejaba de escuchar como la cadena rechinaba y los golpes contra la lona del costal no cesaban.

Se atrevió a tocar la puerta, escuchando como los golpes se detenían y la perilla de la puerta comenzaba a girar, la bandeja de comida entre sus manos le indico a la morena que no tenía intenci