Cero y van dos...
Black&White; ¿Love?
“Nunca desprecies una historia, por muy mala que sea, siempre dejara algo que aprender. Aunque sea a corregir la ortografía.”
-¡Yuri!- Jessica llamaba a la agente- Trae un par de sodas- menciono una vez que la morena llego a su lado.
-¿Perdón?
-Un par de sodas, no oíste niñita- el chico bronceado interrumpió, ganándose una mirada irritada por parte de Yuri.
-Lo siento… pero yo solo recibo órdenes que tienen autoridad- espeto la morena, observando a ambos jóvenes.
-Yo tengo autoridad sobre ti…- la agente miro esta vez solo a Jessica.
-¿Por qué?... ¿Por qué usted me emplea?...No, eso lo hace su padre… ¿Por qué usted me paga?... No, eso también lo hace su padre… No soy su sirviente, arriesgo mi vida para salvar su trasero… y hágale un favor a éste niño de mami, deje que mínimo vaya él a buscar lo que desea… que se le quite lo inútil.- finalizo Yuri, dejando ver un poco de su molestia para con Donghae.
-¡¿Qué te crees?! Empleada de cuarta- el joven se había puesto de pie, llamando la atención de los transeúntes de la plaza comercial.
-Siéntese… le dije que no llamara la atención demasiado- decía entre dientes la morena, preparándose para cualquier circunstancia.
Sintió un dolor agudo sobre su pierna izquierda, que se extendía por todo su cuerpo. Se tiró al suelo, llevándose consigo a la rubia, pegándola al suelo. Saco su arma y observo el perímetro.
-Malditos francotiradores y sus malditas armas silenciosas-apretó los ojos fuertemente, aguantando el dolor de su pierna- Vámonos- tomó a Jessica por el brazo, llevándola consigo-Empiezo a creer que van tras de mí y no de usted- miro a Jessi y después desvió la vista hasta el alto y bronceado chico- ¿A usted no le dije que no llamara la atención?… debería aprender a mantenerse callado…idiota… porque no controla a su bestia- lo último lo susurro, evitando que el chico le escuchara, pero desconociendo que la asustada rubia se reía ahora por su comentario.
Ni un solo sospechoso, ni un ruido. Las personas caminaban como si nada hubiera ocurrido, mientras que Donghae en algún momento se había esfumado de la escena. La pierna de la morena sangraba, empapando su pantalón de algodón, dejando una mancha roja sobre la tela color arena.
-Debería controlarlo más… es un idiota, no sé cómo puede salir con eso- la rubia le miraba de soslayo, evitando hacer contacto directo con los ojos de la morena.
Metió a la chica al auto mientras se sacaba una de las agujetas de los zapatos y lo amarraba al contorno de su pierna herida, tratando de controlar el sangrado. Refunfuño varias veces, alzo la mirada y observo el amplio estacionamiento, metió su cuerpo al vehículo y miro el volante, sentía el dolor y la impotencia sobre su cuerpo, la rubia a su lado estaba ahora en shock, cosa que minutos antes ni siquiera presentaba, la observo unos minutos y después encendió el auto, verifico que nadie las siguiera y arranco el motor para salir del centro comercial.
Le importaba un reverendo pepino donde había dejado al chico, ella solo se encargaba de proteger a la rubia, no de salvarle el culo al dueño de cabello y cara bonita hijo de mami. Salieron de aquel lugar y se encaminaron a la Av. Diecinueve con rumbo al hospital más cercano. Tomo un semáforo en rojo y un Ferrari negro descapotado con asientos de cuero rojo se emparejo al lado izquierdo, el chico le sonrió a la morena. En cuanto el semáforo cambio a verde el motor de aquel Ferrari se hizo rugir y arrancar por la calle.
Minutos después una Suburban gris de vidrios tintados se colocó tras el Porsche y encendió las luces varias veces, la agente reconocía la señas, más no se detendría por nada del mundo. Acelero al doble y la rubia le miro molesta y con algo de miedo, pues la última vez que la chica observaba tanto el retrovisor no termino nada bien. Miro por el medio del auto y vio en la parte trasera a la camioneta acercarse peligrosamente.
-No es lo que pienso ¿verdad?…- la agente se limitó a callar y dejar que el acelerador hiciera su función-¿Yuri?- inquirió la rubia.
-Sí, es precisamente eso, abróchese bien el cinturón y no se altere… no me ayuda- miro el tablero, ya hace un rato había dejado el límite de velocidad permitido, más sin embargo aumento la velocidad al ver más cerca la Suburban. Una oleada de pánico le arremetió contra todo su sistema nervioso, sintiendo como su estómago pegaba un vuelco, al igual que la rubia pegaba un chillido agudo y lastimoso para los oídos de Yuri.
La llanta del lado derecho había sido pinchada, mientras Jessica se sostenía fuerte del cinturón de seguridad y miraba aterrorizada hacia el frente del camino. Una patrulla de policía local apareció justo al lado de la Suburban, el disparo los había alertado, más no sirvió de nada. El conductor de aquel vehículo arremetió una embestida contra el Camaro que termino de costado sobre el pavimento al tomar el filo de la acera.
El volante se movía violentamente, mientras la agente mantenía los brazos firmes sobre éste intentando no perder el control. Le sonrió a la atemorizada rubia.
-Mire atrás, hay un casco, esta noche tenía planeado ir a un bar… es el regalo de mi padre, pero podré utilizarlo en otra ocasión. Colóqueselo- Jessi tomo el casco de la motocicleta del asiento trasero y lo coloco sobre su cabeza, dejando solo el vidrio levantado, por donde miraba a la morena de lo más serena.
-No tienes miedo…
-Prometí ir con una chica linda al bar, espero que me tenga pacien
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