LOL.

ME VAIS A MATAR.

Lo sientooooooooooooooooooooo ;O; ya se que me he retrasado como medio mes (?) no es que estuviese bloqueada, en absoluto...pero ya sabéis, entre unas cosas y otras, escribiendo aquí y allá pues he sido lenta. 

Perdooooooooooooooooooooooooooooooooooooon 3 vuelvo a repetir que no abandonaré este fic hasta que termine, así que aunque vuestra autora a veces sea perezosa y no actualice por vaga, tened en cuenta que tarde o temprano habrá una actualización de este fic o/ 

Así que nada, preparad vuestros corazones para los dos siguientes capítulos 7u7

Os dejo leyendo, de nuevo perdón por la demora, y disfrutad mucho ^w^

Una enorme sonrisa se curvó en los labios de la pelirroja. Si sus oídos no estaban engañándola Taeyeon le estaba pidiendo ser su acompañante en un evento de su universidad. Su universidad, donde estarán todos sus compañeros, sus amigos...bueno, Jessica. Sus profesores y los padres de los alumnos y ella irá con la cabeza bien alta del brazo de su novia con los tacones más altos que todos hayan visto en su vida, y el vestido más corto y y que exista.

Oh sí.

“¡Siiii!, iré contigo Taetae~” Se dio la vuelta como pudo aun dentro del suéter de la dork y la abrazó como si se tratase de un osito de peluche, notando como sus mejillas ya empezaban a escocer al no dejar de sonreír en ningún momento.

La dork enseñó su adorable hoyuelo al ver a su novia tan emocionada sacar fotos a cada milímetro de la pared y cada papelito que había pegado en ellas. “Pany, vayamos a comprar ropa elegante~”

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La camioneta que usualmente parecía un trozo de chatarra con las ruedas más nuevas del mercado ahora era increíblemente acogedora para la pelirroja.

Era como estar metida en el lugar en el que debe estar, esa sensación caliente de volver a casa, que tu familia te reciba al entrar por la puerta...y definitivamente le estaba gustando.

El sol se había ocultado hacía ya varias horas, y una brisa fría pero agradable entraba por el pequeño espacio de la ventanilla derecha que nunca podía cerrarse del todo.

La pelirroja suspiró muy hondo, dejando que sus pulmones se llenasen con el oxígeno limpio de las montañas mientras con mirada melancólica observaba las afueras del pueblo, el bosque teñido de blanco gracias a la nieve, y algunos animalillos que habían salido a buscar sus provisiones para el gélido y largo invierno.

Era definitivamente una vista digna de fotografíar y publicar las fotos en una buena revista o un documental de la televisión.

Poco después de unos cuantos baches y algún que otro saltito de la camioneta llegaron a la pequeña tienda de ropa a la que también fueron unos días.

La dork saludó a las dependientas sin soltar la mano de su novia, y la misma señora que casi las pilla in fraganti dándose el lote en el probador las dirigió hasta la tercera planta, donde estaba colgada la ropa algo más elegante.

“Uh hija, cuantas curvas, ¡vas a marear a la pobre Taengoo!” Comentó la vieja señora una vez estuvo dentro del probador junto a la pelirroja, mirando a conciencia cada milímetro de su pálido cuerpo.

“Aigoo, me voy a poner roja señora...entonces, ¿qué opina que será lo mejor para este cuerpo mío tan extraño?”

La vieja frunció el ceño, aparentemente tratando de concentrarse en su trabajo.

Salió del probador dejando a la pelirroja algo confundida y unos segundos después volvió con las manos llenas de vestidos de todos los tamaños y colores.

“Hora de jugar a las pasarelas de moda, mi pelirroja amiga.”

Ambas rieron como locas, dando saltitos. Una como una adolescente, y la otra quejándose de su dolor de espalda por ser tan anciana pero no poder resistirse a un buen juego como lo era ese.

Mientras tanto, al otro lado de la tienda...

“Pft, esa anciana siempre me cambia por chicas más guapas. Estoy segura de que si fuese más jóven sería tan lesbiana como yo...”

La dork llevaba media hora apróximadamente probándose vestidos, pero ninguno le convencía lo suficiente para gastar su escaso dinero en el.

Volvió a salir del probador, e inmediatamente le llamó la atención un vestido algo simple que estaba algo escondido en la esquina.

Lo cogió de forma apresurada y se metió por las cortinas de nuevo, deshaciéndose de su ropa a toda velocidad.

Una vez se subió la cremallera que se hallaba al lateral del vestido se dio un par de vueltas para mirarse mejor. Sus curvas normalmente inexistentes gracias a la ropa ancha que siempre usaba ahora estaban muy acentuadas, y su culo de pato, si pudiese, ahora estaría sonriendo de lado al verse a si mismo salir de forma respingona por la parte trasera de la dork.

Se dio un par de palmaditas en su culo de pato respingón antes de desvestirse de nuevo, asintiendo completamente satisfecha con su look.

Volviendo al otro lado de la tienda...

Tiffany aun seguía con la boca abierta. Había encontrado el vestido ideal...negro, tirantes, espalda descubierta hasta llegar a lo bajo de su cintura, tela suave y fina que acentúa sus curvas y algo excesivamente corto. Perfecto.

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Ambas chicas se encontraron en el mostrador para pagar su ropa. Habían acordado no enseñar sus vestidos hasta la hora de la fiesta, que sería esa misma noche.

Una vez pagaron, salieron de la tienda, bolsas en mano y decidieron dar un paseo por el pequeño pueblucho.

“Miyoungie-ah, ¡miyoungie-ah!” De pronto la dork empezó a tirar de la manga del abrigo de la pelirroja, dando pequeños saltitos como una niña pequeña mientras la miraba con esos ojos de cachorrito suplicantes.

Tiffany la miró algo sorprendida al ver a su novia actuar así. “¿Wae Taetae-ah?”

“Quiiiierou helaaaadou, pwease, Miyoungie-ah~” Suplicó la dork, abultando sus labios todo lo posible para tratar de convencerla.

La pelirroja se mordió el labio al ver los ojitos de cachorro brillantes de la dork y esos tirones de manga mientras daba adorables saltitos para pedir su golosina como si se tratase de una niña pequeña, así que no tuvo más remedio que aceptar.

“Okay, ¿dónde has visto el helado?” Inmediatamente fue arrastrada de la manga hasta la siguiente esquina, donde estaba posado un señor mayor con cierto parecido a papa noel frotándose los brazos a causa del frío.

“Seniooooor~” Llamó el culo de pato, tratando de que el panzudo señor la atendiera.

El hombre panzudo se levantó de su taburete y ambas muchachas se fijaron en cómo las lorzas de su barriga se movían y vibraban gracias al exceso de grasa.

Parpadearon algo sorprendidas, y volvieron a dirigir la mirada a los ojos del hombre que en cambio les estaba sonriendo cálidamente.

“¿Qué puedo hacer por ustedes, preciosas señoritas? Tengo un descuento de 3x1, pides un cono grande, y las otras dos bolitas os salen gratis. ¿Qué os parece?” Sonrió de forma cálida, algo que a Tiffany le pareció una característica al parecer común entre la gente de este lugar.

“¡Yeeeeews! ¡Yo lo quiero de vainilla y dos de chocolate!” La dork dijo sin dejar de dar pequeños botes agarrándose del mostrador de la tienda de helados.

“Muy bien, ¿y usted señorita va a querer algo?” Dijo refiriéndose a la pelirroja que se encontraba sonriendo embobada a su novia.

Inmediatamente despertó de su ensueño y negó con la cabeza. “No gracias señor, hace demasiado frío para tomar helado. Es que esta dork es especial y parece no afectarle el frío.”

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8:30 De la noche.

La noche era oscura, fría...o eso parecía porque la pelirroja no dejaba de sentir escalofríos cada vez que se miraba a sí misma en el espejo.

Sus curvas de pronto le parecían demasiado exageradas, sus pechos demasiado grandes y llamativos, su culo demasiado provocativo...y estaba empezando a dudar de su confianza en sí misma, hasta que escuchó el sonido de la puerta.

“Marchandooo” Abrió la puerta del baño y se le descolgó la mandíbula al no esperarse semejante imágen.

La dork estaba vestida con un vestido azúl algo corto, el pelo recogido, dejando dos mechones a los lados, el flequillo hacia un lado dejando ver su oscuro maquillaje y los labios teñidos de rosa brillante, y la pelirroja necesitó tragar saliva para no lanzarse a la cama junto a su novia y...'darle amor' durante toda la noche.

“Woah” Salió de la boca de la rubia.

“Lo mismo digo. Voy a tener que mantenerte bien cerca para que no se lancen a por ti tus compañeros de clase.” Dijo medio riendo la más alta, mirando milímetro a milímetro esas curvas que no se solían ver en la dork.

Ella se sonrojó un poco al notar la mirada furtiva de su novia, y enseguida cogió su mano para llevarla hasta la camioneta.

Una vez llegaron frente a ella, la pelirroja se detuvo en seco al observar que había sido pintada y limpiada de dentro a fuera, solo para ella y esta noche especial.

Le dedicó un dulce eyesmile a la bajita, miró alrededor y dejó un fugaz beso en sus labios abultados.

Las chicas entraron al coche, y Tiffany seguía relamiéndose los labios de forma inconsciente mientras observaba por todas partes lo impecable que había quedado el roñoso vehículo que ahora parecía recién sacado de la tienda.

Una vez emprendieron el camino los nervios de la pelirroja despertaron en forma de alerta. Sus ojos no podían despegarse de los ys y tonificados muslos de su novia que hacían un excelente trabajo en contraste al color de su vestido y esa seda tan fina.

¿Quién en su sano juicio despegaría los ojos de tal vista? Para ella desde luego era imposible, y tuvo que girarse hacia la ventanilla para no pensar en cosas inadecuadas.

“Miyoungie, mi familia hoy ha decidido aprovechar que estaremos fuera para reunirse en casa de la ajhumma. Quizás pasen la noche allí, así que no tenemos problema en volver tarde, ¿qué te parece?”

La pelirroja escuchó atentamente a cada palabra que salía de esos labios teñidos de color rosa. En cambio su cabeza pensaba en mil y una cosas y problemas que eso conllevaría. “Solas” es una palabra muy importante, y “solas en casa toda la noche” son palabras MAYORES.

“Uh...p-perfecto, me parece perfecto.” Pero el color de sus mejillas indicaban que nada era perfecto, sus manos empezaron a temblar y su pie a taconear en el suelo del viejo vehículo reciéntemente arreglado.

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“Es aquí Pany...” Cogió mi mano, mirándome con esos ojos de cachorrito preocupado, y yo enseguida entrelacé nuestros dedos. “...estoy terriblemente nerviosa, no sé como reaccionarán los demás, aunque se me notaba demasiado mi inclinación ual y yo-”

Silencié su estúpido discurso con un pequeño beso, y seguidamente abrí la puerta y esperé taconeando en mi lado del coche a que cogiese mi mano.

Una vez llegó a mi lado me enganché a su brazo y con pequeños pasitos llegamos al lugar de la fiesta, donde cientos de chicos y chicas ya iban con un par de copas extra encima. Observé los alrededores emocionada, hacía siglos que no iba a una fiesta ni bebía alcohol, ni bailaba, esas cosas normales que haces cuando acabas las clases y te reúnes con tus amigos.

“Woah, me esperaba que fuese algo más modesto, es bastante grande y hay muchas personas por aquí.” Mis ojos se clavaron en cierta figura que se acercaba hacia nosotras, y apreté el brazo de mi novia aunque hubiese decidido estar en tregüa con esta mujer.

“¡Taengoo!, estás muy guapa, nunca te había visto con una ropa tan elegante...¿haciendo esfuerzos por tu pelirroja 'amiga'?” Dijo lo último casi en un susurro, codeando a la más bajita de las tres.

La dork se puso colorada enseguida, aun no le había contado a Jessica que ella y Tiffany por fin estaban juntas y se le hizo algo incómodo decirlo tal que así, pero la pelirroja tenía otras descabelladas ideas en la cabeza, por desgracia para ella...

“Nop” Dijo la pelirroja, acentuando la 'p'. “Taetae y yo no somos amigas, ella es mía, y yo soy suya, en todo el sentido de la palabra, desde que nos conocimos, sólo que en ese momento no lo sabíamos.”

“¡Pany!” Se tapó sus rojas mejillas con las manos, taconeando en el suelo como una niña pequeña a la que le han negado ir a disneylandia. “yo quería decírselo de forma más adecuada, no así...” Terminó por abultar sus labios, recibiendo un 'ew' de parte de su mejor amiga.

“Oh vamos, se os nota a leguas...anda, vamos a saludar a nuestros compañeros de clase y después podemos jugar a verdad o reto.” Dijo sonriendo de lado la castaña, ojeando a la parejita que se encontraba tragando el nudo en sus gargantas por el terror que producía su mirada.

…

“MWAHAHAHA”

“¡Yah! Eres una tramposa, ¡he visto como has tirado medio vaso por el lado que no podíamos ver de tu cara!” Gritó la castaña, arrojando a la cara de la dork un par de inofensivas servilletas.

Jessica se cruzó de brazos, asesinando con la mirada a su pequeña mejor amiga, Llevaban aproximadamente una hora y media jugando a verdad o reto, y la dork no hacía más que trampas cada vez que le tocaba tirando medio vaso de champán por el lado para no tener que beberselo.

“¿Uh? Yo soy un pequeño cachorro inocente, pwease Pany-ah aiuuudame~” Dijo con un intento de espeluznante aegyo la dork, tratando de encontrar ayuda en los brazos de la pelirroja.

“Aish, vamos Taetae, me abuuurro. Vamos a bailar, me gusta mucho esta canción.” Se la llevó de la mano entre el gentío, guiñando el ojo a Jessica para que se quedase tranquila un par de minutos con la ausencia de ambas y dejarla disfrutar de la compañía de sus otros amigos.

Una vez llegaron a un espacio lo suficientemente grande para poder moverse, la pelirroja se acordó de la primera vez que bailaron.

Era verano, hacía calor, sus ropas eran cortas, el sudor cubría la piel sedosa de la rubia y la suya propia...la música era lenta y pegajosa, luego rápida y poderosa. Y las pequeñas manos agarraban su cintura con posesión, como si ya supiese desde aquél momento que le pertenecía, y le pertenecería para siempre. Como si no quisiese arriesgarse un sólo momento a tener la oportunidad de perderla, eso sería una completa desgracia.

¿Y por qué no se fijó antes en lo ys que son esos rosados labios?, ¿por qué no se fijó en la forma tan sensual en la que se amoldaba su pequeño cuerpo con el suyo propio?, ¿por qué su respiración en la oreja no le pareció aquella vez tan insufriblemente caliente?. Quizás...sólo quizás ahora había algo más.

Se abrazó al cuello de la más bajita sin volver a dudarlo, notando como la pelvis de la contraria chocaba constantemente con la suya de forma pausada, gracias a la canción pegajosa que estaba sonando en el modesto local.

Escalofríos contínuos recorrían toda su columna y acababan bajo los tacones, donde sus dedos trataban de enrollarse hacia abajo por las extrañas sensaciones que les hacían sentir los movimientos apresurados y el aliento con ligero olor a champán en su oreja.

“Tiffany...” Murmuró a su oreja la dork, sin detener los movimientos que comenzaban a parecer a propósito, tratando de encontrar un fin distinto a volver a casa de forma simple.

La pelirroja tragó el nudo en su garganta, aferrándose con fuerza a ese cuello algo sudoroso y mordiéndose el labio un sólo segundo antes de contestar. “¿Si, sweetie?, uh...¿lo estoy haciendo mal?”

Sintió a la más bajita negar con su cabeza, apretando el agarre que tenía en la cintura de la pelirroja. “Por supuesto que no, es perfecto...s-solo quería darte las gracias por venir conmigo. Nunca me gustaron demasiado este tipo de fiestas, ya sabes que soy algo introvertida...y la verdad si no fuese por Jessica, sólo hablaría con mi familia en el día a día.”

Tiffany asintió, distrayéndose gracias a la voz susurrante de su novia, que de pronto había empezado a notar algo más y y seductora de lo normal. “Sabes que me ha hecho muchísima ilusión que me invitaras a venir conmigo, ¿verdad? No es ninguna molestia, mi pequeña novia dork.” Dijo al final con una pequeña risa, besando el lateral del cuello de la bajita de forma fugaz.

Sintió unas uñas clavarse en su cintura de inmediato. Esta noche la dork estaba actuando algo rara, y la pelirroja no sabía si era culpa de que hubiese bebido un poco, o de la luna llena, o quizás su vestido era excesivamente corto...pero al mirarla a los ojos los notó algo oscuros, profundos, llenos de amor...y se dirigieron a sus labios. Sin dudarlo otro segundo, se puso de puntillas, ya que la dork estaba llevando unos tacones más altos que los suyos, y la besó.

Tan solo dejó quietos sus labios, sintiendo la suavidad de los contrarios...hasta que los brazos de la más bajita rodearon su cintura y la atrajo hacia sí, ladeando su cabeza y comenzando a mover esos labios teñidos de rosa al compás de los labios rojos de Tiffany.

La pelirroja se sorprendió un poco, siendo consciente de que estaban rodeadas de gente conocida para Taeyeon, pero eso no la detuvo. Si la dork quería besarla delante de sus compañeros de clase, profesores, y sobretodo JESSICA, ella no iba a decirle que no.

El beso enseguida se tornó algo acalorado, y la pelirroja, no sabe cuando, enredó los dedos en el pelo ondulado de su novia, haciendo presión contra su cuerpo gracias a los fuertes brazos que sostenían su cintura de forma posesiva.

La dork la arrastró sin separarse de sus labios hasta un rincón algo más oscuro y solitario, y finalmente clavó los dedos en un camino descendente, donde agarró el trasero de la pelirroja haciendo que su vestido subiese un poco.

“Taeyeon...” Murmuró algo acalorada de pronto la pelirroja, sintiendo unos extraños nervios bajo su abdómen al no poder contener sus ganas de seguir devorando esos labios toda la noche.

“Shhh” La silenció la dork, moviendo las manos alrededor de esas nalgas firmes que probablemente observaba demasiadas veces a lo largo del día, las mismas que a penas podía evitar manosear cada vez que las tuviese cerca.

La música, que ya de por sí era lenta, cambió a otra algo sensual, con líricos algo provocativos a oídos de las dos chicas que de pronto ocultaron sus rostros en el espacio del cuello de la contraria, sin saber qué diablos se les había pasado por la cabeza.

Minutos más tarde los brazos de la pelirroja se relajaron, dejando que su cuerpo se meciese al compás lento de la canción que ahora sonaba. ( http://youtu.be/3esv-aqRwHA )

Escuchó la sensual y atrevida letra de la inusual voz que cantaba con sentimiento, inconscientemente sus caderas se movieron a los lados, y sus labios trazaron un camino a lo largo del cuello de la rubia, dejándolo todo marcado con su pintalabios color frambuesa.

“Tippany...¿q-qué estás haciendo?” Dijo en un suspiro la dork, clavando los dedos en el trasero de su novia, temblando al notar algo de la sedosa piel de sus muslos.

“Taetae...” Murmuró la pelirroja, dejando que sus labios rozasen el contorno de la oreja de su novia. “...Taetae, estoy cansada...¿podemos volver a casa?”

La dork tragó con fuerza, tratando de encontrar un atisbo de voz lo suficientemente potente para que llegase a oídos de su novia. “C-claro, p-podemos, pero...y-yo, j-jessica...”

“Aw, vamos...mándale un mensaje cuando estemos en la camioneta, de verdad estoy muyyy cansada” Volvió a susurrar la pelirroja, mordiendo el lóbulo de la oreja contraria entre sus suaves labios rojos.

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Las chicas finalmente salieron del local, mano con mano, dedos entrelazados. La camioneta las aguardaba cubierta de blanco, aparentemente había estado nevando durante un par de horas, y la dork refunfuñó, haría un frío terrible durante todo el trayecto de vuelta a casa aunque encendiese la no muy buena calefacción del vehículo.

Tiffany a diferencia de lo normal iba bastante callada...tanto, que la dork estaba algo preocupada, preguntándose si habría ido demasiado lejos antes al agarrar el trasero de su novia, o de besarla como si fuese la última vez en su vida, o de no tener remordimiento alguno de haber disfrutado de tocar esas firmes nalgas a placer...

En cambio, cuando paró en el semáforo la pelirroja la estaba mirando de forma extraña, con su labio inferior atrapado entre los dientes y las manos envueltas en puños.

“¿Tippany...?” Murmuró algo dudosa la dork, dando golpecitos al volante con dos de sus dedos.

En lugar de responder, la pelirroja se acercó rápidamente a la contraria, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello e inmediatamente devoró esos labios durante toda la duración en la que la luz roja duraba.

“Hm, no es nada Taetae.” Susurró aun cerca de sus labios, relamiéndose antes de señalar a la dork con la mirada que la luz del semáforo ahora se había puesto verde.

Unos incómodos minutos (para la dork) después, llegaron frente a la casa de madera. Aparcó el vehículo junto al almacén, bajo el pequeño techo que estaba algo viejo y putrefacto, pero serviría lo suficiente para cubrir algo la vieja camioneta de la fría nieve que probablemente destruiría sus circuitos.

El ambiente se volvió tenso en el interior de la camioneta de la rubia. Acababan de llegar a su casa, ambas sabían que esa noche estaban a solas, y sus corazones sabían que algo iba a pasar.

Tiffany dió el primer paso, carraspeando un poco su garganta para llamar la atención de la contraria.

Se que me vais a matar, asesinar, odiar para siempre, por dejarlo ahi...pero tengo mis razones (?) el proximo capitulo ya esta practicamente completo y corregido, asi que os prometo que no tendreis que esperar mucho para el capitulo byun 7u7 además lo he conseguido hacer unas tres páginas mas largo, no me odieis demasiado (?)

Espero que me comenteis mucho, porque he vuelto a estar recibiendo solo 4 o 5 comentarios con mis actualizaciones, cuando se que hay mas de 30 personas leyendo esto (?) tened en cuenta mi esfuerzo y los estrujones que le doy a mi cerebro para escribir adecuadamente algo que no sea demasiado aburrido y monótono (?) 

Este capitulo está dividido en dos, y después del siguiente se avecinan malas noticias, pero como habreis podido comprobar no soy muy fan de hacer dramas en este fanfic, asi que os prometo que será corto e indoloro. Heh =) 

Y bueno, como siempre dejadme vuestras opiniones, amorios secretos, odios, quejas y amenazas por privado por supuesto, y un >> UPVOTE << nunca viene mal. ^^

Nos vemos muyyyyyy pronto, lo prometo 

MjPinkGangsta