"¿Taetae?..."

Su respiración estaba tan acelerada que casi podía oír cómo su pecho subía y bajaba, y también el resonar de su corazón a través del teléfono.

"D-d-deberíamos dormir Phany-ah, tenemos clases mañana y los exámenes empiezan pronto."

"¿Estás cambiándome de tema, Kim Taeyeon?." Suspiró.

"Y-yo...sólo...intento ser romántica..."

Soltó una de sus risas infantiles. "Bueno, eso no me lo esperaba.~ Entonces me iré a dormir impaciente por presenciar tu maravilloso romanticismo."

Jessica apareció al final de la escalera con una ceja alzada, señalando mi cara. Como si fuese mi culpa ser tan tímida como para ponerme roja incluso en pequeñas situaciones como ésta.

"Arasso, que duermas bien Tippany, saluda a tu appa de mi parte.~"

"Lo haré, buenas noches Taetae, I-I love you.~" Piip...piip...

"Buenas noches Taetae, I love you~" Repitió el mismísimo demonio.

Ese demonio, llamado Jessica apareció de la nada tras el sillón, asustándome como si fuese el monstruo más terrorífico del mundo. "¿Sabes que está mal espiar conversaciones ajenas?" Me apreté la camiseta en el lugar donde está el corazón, intentando calmarme.

"No cuando son en mi propia casa, con mi propio teléfono.~ Ahora dime, ¿qué te traes con la celosa, estáis juntas ya?."

Mi sonrojo aumentó enormemente al oír esa pregunta, más que nada porque no podía decir que si, pero tampoco que no. "No exáctamente..."

"Explícate, dork." Su mirada y su tono de voz me congelaron, así que decidí contestar por si a caso era lo último que hacía en mi vida.

"No puedo explicarme, porque no sé si quiero atar a Tippany a mi viviendo tan lejos de ella. ¿Y si no podemos vernos en años porque ninguna de las dos tiene dinero para viajar?, ¿y si pasa algo y no puedo estar a su lado?. Debería buscar a otra persona, pero al mismo tiempo quiero ser egoísta y ser yo esa persona..."

La mirada de Jessica cambió a una tierna y comprensiva al oír mi desesperado tono de voz, tratando de explicar exáctamente cómo me sentía. "Taengoo, piensa en esto. Una pareja es cosa de dos, y estoy segura de que a la celosa no la importa en absoluto esperarte cuánto sea necesario, al igual que a ti tampoco te importa esperarla a ella. ¿No es así?."

"Pero...y si..."

"Existen muchos "y si"... ¿por qué no eres egoísta por una vez y te dejas llevar? En vez de darle tantas vueltas a ese estúpido asunto, estoy segura de que dormirás mejor, Taengoo. Tú eres una gran persona, y dedicas demasiado tiempo a tu familia y a trabajar, ¿por qué no te permites ser feliz? Ya te ha llegado el momento."

"Hm...Sólo quiero que no sufra, no quiero que me necesite, quiero estar ahí para que no tenga que necesitarme, y también quiero...darle todo el amor que sé que puedo darle."

"Así me gusta, y ahora largo de mi casa para que pueda dormir mis doce horas diarias, dorkyeon." Jessica sonrió satisfecha con todas y cada una de mis respuestas, y yo acababa de darme cuenta de que mi mejor y única amiga era un enorme apoyo emocional para mi.

No me di cuenta antes porque soy torpe y jamás he tenido pareja estable, supongo.

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"Ommaaaaaaaaaa, ya estoy en ca-- auch auch auch" Una anciana con aspecto enfadado me agarró de la oreja hasta el salón, donde me lanzó como si fuese un saco de patatas. "A...abuela, ¿qué haces en casa tan tarde?. Tragué saliva. Seguro que omma me había vendido a sus temibles garras.

"Taengoo...Taengoo...¿qué te tiene dicho la abuela de salir de casa tan tarde?. Repitelo y que lo oiga bien clarito, porque ya estoy mayor." Alzó una de sus esqueléticas y extrañas cejas.

Resoplé y mi culo de pato se quejó conmigo. Al menos el tampoco soporta a la abuela. "Yo, abuela de Kim Taeyeon, pongo por escrito que mi nieta no saldrá de casa más tarde de las 10:00 pm, y menos aun se atreverá a conducir un vehículo en mitad de la noche, donde podrían aparecer todo tipo de animales en el camino y causar un horrible accidente que nos deje sin descendencia." Lo recité de memoria, ese estúpido papelito que tenía enmarcado en la pared de mi habitación gracias a mi adorada abuelita.

"Así me gusta. Entonces si te lo sabes tan bien, hija mía...¡¿Por qué diablos estabas fuera de casa a ésta hora y además conduciendo?!"

Me tapé los oídos al dejarme caer al sofá con un estrés enorme en mi pobre cuerpecito delgado. "Tenía que llamar a mi...a mi amiga, abuela...tenía que solucionar un malentendido y no podía esperar, no volveré a hacerlo, ahora por favor déjame ir a dormir..." La puse ojos de cachorrito, porque aunque mi abuela sea un demonio, ni si quiera ella ha podido resistirlos núnca.

Su mirada se ablandó, y ahora sí parecía una abuela inofensiva. (Cosa que jamás será porque yo sé que incluso si se preocupa por mi es un demonio). "Arasso, estarás cansada hija mía. Acuéstate y no te olvides de lavarte los dientes, buenas noches Taengoo." Me dió el típico beso húmedo y sonoro de abuela en mi indefenso moflete, y desapareció en la habitación para invitados.

Subí a mi habitación y por fin pude respirar tranquila. Menudo día. Yo que sólo quería charlar con Tippany y he acabado conduciendo en mitad de la noche y he soportado el bullying de mi endemoniada abuela, todo por ella...

¿Estas cosas son las que se hacen por amor, no...?.

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Hachazo.

22 robles acaba de cortar la dork~

Hachazo.

23 robles acaba de cortar la dork~

Hachazo.

24 robles acaba de cortar la dork~

"Taengoo, hija mía, ponte la bufanda que hoy hace mucho frío."

Tiré el hacha al suelo y recogí los troncos ya cortados, poniéndolos en el montón.

Miré a omma después de limpiar el escaso sudor de mi frente. El invierno estaba asomándose poco a poco entre las montañas del bosque, tímidamente, casi como pidiendo permiso para invadirnos. Y mi pobre culo de pato y yo habíamos olvidado todo eso, y habíamos salido a la aventura con una chaqueta de cuadros azules un tanto fina que a penas protegía del frío. Por no mencionar que es una mala idea llevar pantalones de tela fina en medio de este lugar en el que vivimos, pero yo y mi culo de pato somos especiales.

"Gracias omma. ¿Ha terminado appa de colocar el almacén? Ya casi he acabado con este montón de leña y me gustaría ir a pasear un rato antes de llamar a...tipp-...o-osea, n-no es que nos...llamemos todos los...dias..." Omma me miró sonriente y un tanto...¿avergonzada? Lo cual es una reacción normal, ya que nunca he presentado mis parejas a mi familia. Aun que no los considero parejas, porque yo era jóven y alocada y no me duraron a penas dos meses.

"No tienes que darme explicaciones hija. ¿Sabes? Estoy deseando conocer a esa chica que te llena de energía y te hace sonreír como una dork todos los días. Es como si mi bebé Taengoo hubiese vuelto, tan adorable, tan, TAN adorable." Me agarró de los mofletes, creando varias muecas graciosas en mi cara, y yo no pude evitar reír como una ajhumma.

Seguí sonriendo con mi hoyuelo cuando me soltó los mofletes. "Pronto podrás conocerla, estoy segura de que vendrá en navidad. Pero mantén a la abuela lejos de ella, esa ajhumma es diabólica y seguro que hará preguntas que no debe, además de intentar controlar todos sus movimientos." Me estremecí solo de pensar en la ajhumma diciéndo a Tippany que no caminase por casa sin calcetines porque por los pies se puede pillar una pulmonía fácilmente.

"¡Yah! Esa ajhumma a la que estás llamando diabólica sólo se preocupa por sus seres queridos, señorita dork." Me atizó con una ramita fina en la nuca, y yo protesté con ojos de cachorro. Pero esta vez no funcionaron. "No me pongas esa cara. Acaba con eso y vete a pasear antes de que tu abuela mire su preciado horario creado especialmente para ti."

"Daeee~." Salí corriendo en busca de mis otros unicos amigos. Ginger, mi perrito negro al que Jessica siempre hace bullying porque según ella no tiene ojos ni nariz, y Adela, mi gallina con problemas de alimentación. Una vez me quedé viéndola comer y juro que estuvo medio día entero sin parar, es perturbante, la verdad.

Adela se subió a mi hombro en cuanto abrí la puerta del pequeño granero que tenemos junto a la ventana de mi habitación. La había domesticado desde que salió de su huevo y ahora es una super gallina inteligente que sabe hacer todo tipo de trucos. Además Ginger y ella se adoran casi siempre, Ginger sólo se enfada cuando Adela se come toda su comida.

"Aigooo, ¿quién es una gallina shikshin?~" Sonreí con mi hoyuelo mientras rascaba la cabeza de mi inusual mascota. "¿Sabes Ginger? Tippany...está enamorada de mi." Me puse colorada, aunque sólo estuviese escuchándome mi perro y mi gallina con problemas de alimentación. "Sé que no debería ponerme así porque en realidad no puedes juzgarme, me quieres demasiado.~"

"Guaf, guaf~" Ladró mi adorable mascota, casi como si me diese la razón.

Miré a la gallina obesa que se había echo un obillo blanco en mi hombro. Es extraño cómo los animales son tan importantes, tanto, y ni si quiera piden nada a cambio, sólo un poco de cariño, y en caso de mi gallina, alimento infinito.

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1 de diciembre de 2014.

No quería molestar.

Jamás querría hacer eso.

La necesito tanto como el respirar.

Cada día, después de pasar la mañana entera en la universidad e ir a trabajar sin poder descansar, esperaba impaciente a que llegasen las 9:00 de la noche para contestar su llamada.

Desde que se fue, ambas hemos estado tan asfixiadas con nuestras vidas individuales que no hemos avanzado en la vida que queremos compartir, estoy estancada, dudosa, no me dejó en claro nada cuando se fue, y tampoco parece dispuesta a arriesgarse aun. Y lo entiendo, porque no nos hemos visto en meses, y tendría que acostumbrarse a ello.

Un día, sólo he necesitado un día sin escuchar su voz para hacerme una herida bien oculta en la muñeca. La presión es tanta, los exámenes llegando, el trabajo de camarera en el bar al que fuímos juntas, trabajo que acepté porque me recordaba a esa noche mágica con ella. ¿Cómo soportarlo?...De alguna manera ese intenso pero breve dolor me alivia el estrés...

Sólo quedan unos días para vernos. He comprado un buen billete de avión hasta Busan para el dia 6 de diciembre. Estoy tan ansiosa ahora que han acabado los exámenes que dedico el tiempo libre a esperar que ella acabe de trabajar para poder vernos a través de la webcam. ¿Estoy siendo desesperada...? necesito su ayuda, pero algo me impide contarle lo que he vuelto a hacer...

Me siento decepcionada conmigo misma por no saber sobrellevarlo.

"Miyoung, ¿tienes todo preparado para tu viaje?, ¿estás segura de que no quieres pasar la navidad con nosotros en California?."

Aparté la mirada de mi plato de comida sin tocar. Daddy esta más preocupado por las apariencias con mi familia que de ver realmente lo mutilada que estoy por dentro...cuando volvió de California no hizo amago si quiera de preguntarme por Taeyeon, porque para el una chica desconocida que vive lejos no es un tema importante del que hablar.

"No quiero ir daddy, ya te he dicho que no voy a cancelar ese vuelo por nada del mundo...quizás deberías preocuparte más por mi y por cómo me siento que de las apariencias con tu familia. ¿Es que no te das cuenta de que sólo les importo a Michelle y a Leo?." Lo solté todo, porque al fin y al cabo la rabia se acumula y todo el mundo acaba explotando.

Dió un tremendo golpe a la mesa con ambos puños. "¿Por qué no puedes simplemente ser normal? Estoy tan harto de tener que ocuparme yo solo de ti, tan cansado de tus cambios de humor como si fueses una adolescente, tan cansado de que te quejes de todo y no seas capaz de soportar unos insignificantes insultos...¿por qué no puedes esforzarte como tus hermanos?, ¿qué he hecho yo para tener que ser quien te soporte?."

No aguanté más. Esas indirectas hacia mi madre no me gustan en absoluto, y el lo sabe de sobra. "Será mejor que me vaya antes de que cometa otra estupidez que decepcione el orgullo de mi inocente padre. Si me disculpas." Me retiré de la mesa, dejándolo todo ahí. Y salí de casa. No me importaba no llevar abrigo, tenía conmigo lo más importante y eso era el móvil, y sin darme cuenta ya estaba bajo mi árbol favorito esperando que ella cogiese mi llamada.

Thud.

"¿D-d-dígame? Auch, auch, auch." Oí sonidos parecidos a hojas y ramas movíendose, y me sentí fatal al instante al pensar que quizás estaba trabajando y por eso no había llamado hoy.

"Ta-taetae...soy yo. ¿Tienes tiem...puedes hablar un ratito conmigo?."

"¿Huh?, ¿qué hora es?."

Miré mi reloj. Las 10:30 de la noche. "Uhm...un poco más tarde de las diez...¿estabas ocupada hoy?"

"Phany-ah...lo siento mucho, hoy me tomé un respiro al acabar de trabajar porque appa me ha dicho que el se encargaba del resto, y he debido de olvidarme del tiempo. Pwease, perdona a puppyeon~"

Sentí un estrujón en mi corazón. ¿Quiere decir eso que necesitaba tomarse un respiro de mi?..."¿Sabes? Olvídalo, sigue con tu respiro, no te molestaré más..."

"Andwaeeee, pwease pink baby...necesito escuchar tu voz, estoy cansada, de verdad que no pretendía hacerlo a conciencia, y no necesito un respiro de ti. Tú eres lo que necesito para respirar."

Suspiré aliviada, y ella también. Es como si de pronto ya no existiesen más problemas en el mundo para mi. "Taetae...¿cómo lo haces para ser tan cursi, y sin embargo no ser capaz de decirme las tres palabras mágicas?."

Tragó saliva, lo oí perfectamente. "M-m-me lo reservo para nuestro...momento especial..." Su voz sonaba nerviosa, pero muy feliz y llena de energía, al contrario que la mía.

"Taeyeon-ah...¿me perdonarías si hago mil estupideces?, ¿me perdonarías siempre y no te irías de mi lado, verdad?..." Necesitaba que alguien me dijese que sí, que aunque fuese un monstruo con poca fuerza de voluntad no iba a apartarse de mi lado.

"Pero Phany, tú no haces estupideces, sé que todo lo que hagas tendrá una razón, y aunque esa razón sea absurda, voy a estar ahí para ti hasta que sientas que lo que haces ya no sea necesario y no lo consideres una estupidez. ¿Ha pasado algo...? estás extraña esta noche."

"Debe ser la luna..."

Llevaba un rato mirándola, estaba casi llena y tenía un color amarillo radiante que me hipnotizaba. Y me preguntaba si Taetae estaría subida en su árbol favorito, contemplando la misma luna que yo, pensé que si podemos ver las mismas cosas, vivir en el mismo planeta, ¿por qué complicarnos tanto?. La distancia sólo son kilómetros, metros, tiempo gastado en llegar de un lugar a otro, pero no es imposible llegar a nuestro destino.

"Creo que la luna no es comparable a lo preciosa que estás cuando duermes plácidamente, Phany-ah...pareces un verdadero ángel..." Suspiró como una tonta enamorada.

Solté una risita leve. "Sin duda, debe ser la luna lo que nos trastorna esta noche."

"¿Sabes que estoy deseando que te acurruques en mis brazos de nuevo sin darte cuenta? Nunca...me había sentido tan en paz como esa noche, Phany..."

Me sonrojé, y sentí ese alocado zoológico en mi tripa, luchando por ser liberado en un enorme y apretujado abrazo hacia mi dork. "Taetae..." Reí sin poder evitarlo. "...¿qué estamos haciendo? Esta conversación no tiene sentido.~"

Oí su risa de ajhumma a través del teléfono. "Aigooo, ¿quien es la que intenta cambiar de tema ahora, señorita Miyoungie?~"

Me puse como un tomate. ¿Miyoungie?... "Taetae-ah...~ ese mote me gusta..." No me di ni cuenta de lo aegyo que había sonado mi voz hasta que acabé de hablar. "Yuck, perdón, me pongo...yo...lo-lo siento no quería hacer aegyo..."

"Phany-ah..." Su voz sonó demasiado seria para mi gusto. "...más te vale rechazar a cada persona que se te declare a partir de hoy."

Tragué saliva. "¿W-wae?"

"Porque sólo puedes aceptarme a mi, y porque ese aegyo sólo puedo escucharlo yo."

Holi mis pink monsters.~ Perdón por retrasarme otra vez, pero estaba ocupada con unas visitas, además de mi novia y esas cosas (?) así que no he podido escribir hasta hoy. 

Lo bueno para vosotros es que ahora vuestra amada autora está sola y podré escribir todas las semanas como antes.~ Espero que os haya gustado mucho este capítulo, y antes de nada quiero decir que vayáis preparandoos para las próximas semanas porque se aproximan capítulos llenos de pasión, calor y necesidad y necesito muchos comentarios para ayudarme a escribirlos.~

Así que como siempre, comentadme odios, quejas, amoríos secretos y todo lo que queráis, que no muerdo :3 

Nos vemos el martes.~

MjPinkGangsta.