Un manto blanco cegó a la pelirroja al salir de la pequeña casa de madera de Taeyeon. Los árboles que antes eran color marrón apagado ahora estaban cubiertos por la brillante nieve, las pocas hojas que quedaban en ellos congeladas, asimilándose a pequeñas estrellas de hielo a punto de caerse.

Tiffany dio un gran suspiro, adorando cada segundo que el aire limpio llenaba sus pulmones, adorando que su novia estuviese junto a ella con la sonrisa más encantadora del mundo, adorando que las dos estuviesen abrigadas, adorando que Taeyeon la abrazase por la espalda para caminar sobre el congelado bosque en busca de madera para el trabajo.

“Phany-ah...te amo”

Son palabras mayores, pero, ¿que debía decir?, si la pelirroja la traía loca, si ocupaba su mente las 24 horas del día, si deseaba que hubiese más horas en el día para pensar aun más en ella, si el solo roce de su piel le causaba escalofríos y un zoológico en la tripa. ¿No es eso amor?.

Tiffany apretó los brazos que la estaban rodeando desde atrás, sintiendo un pequeño escalofrío recorrerle la espalda. “Yo también te amo Taetae...” Se sonrojó un poco, no se creía capaz de acostumbrarse a decirlo en voz alta.

“Nunca pensé que me enamoraría así de alguien, ¿sabes?. Yo...no suelo hablar sobre lo que siento, pero lo que siento por ti a veces me desborda, y necesito soltarlo. Siento que cuando te miro a los ojos estoy muy dentro de ti, cuando cojo tu mano siento que ahí es donde la mía debería estar siempre, cuando nos besamos siento una conexión perfecta contigo, y...uhm...a-anoche, y-yo...me sentí más conectada que nunca a ti, sin a penas ropa que nos impidiese...estar en completo contacto.”

La pelirroja se puso colorada, aunque por suerte la contraria no podía verlo porque estaba tras ella, aun abrazándola por la espalda mientras caminaban. Sin duda alguna aun había cierta tensión entre ellas, y tarde o temprano tendrían que resolverla, el caso es...¿cuando?.

“Taetae...eres...increíble.” Mierda, ¿no podría haber pensado en algo mejor?.

La dork soltó una risita tras su oído, una gentil y traviesa risita. “Tú tampoco eres buena explicando tus sentimientos, suerte que lo veo en tus ojos.”

El camino se hacia muy agradable para Tiffany. Es la primera vez que la rubia trae a alguien que no es su padre a este lugar especial para ella, y se siente un poco nerviosa y ansiosa, ya que da un poco de miedo.

La pelirroja empezó a ponerse nerviosa al ver una pequeña cascada donde el agua caía furiosamente en un par de rocas rodeadas de musgo verde, los brazos que la aprisionaban se aflojaron un poco, caminaron hasta alcanzar un mirador algo desmoronado para observar el paisaje, hasta presionar a Tiffany contra la barandilla, pegándose a su cuerpo mientras dejaba tiernos besos en la parte que dejaba descubierta su enorme bufanda blanca.

La pelirroja observó el paisaje detenidamente. Este tipo de entornos sólo los había visto en la pantalla de inicio de su portátil, cuando estaba recién comprado. Era casi irreal, una impactante vegetación blanca que tenía piedad de alguna que otra hoja de los árboles que rodeaban el río y la cascada, el agua con enormes trozos de hielo flotando, y el acogedor calorcito de los brazos de su novia rodeándola como protección contra el frío.

Es perfecto...”Taetae, ¿qué es este lugar?.”

“Este lugar es especial Phany-ah.” Aspiro una gran bocanada de aire, apoyando el mentón en el hombro de su novia. “Este lugar lo he bautizado yo, se llama...la cascada de los sueños turquesa. Es un poco cursi, pero después de pensarlo mucho observé que efectivamente el agua es de ese color, y lo de sueños, bueno, soñaba con...traer a alguien especial aquí, por eso este lugar tiene ese nombre.”

La pelirroja no pudo hacer otra cosa que sonreír. Sin duda alguna Taeyeon no se parecía en lo más mínimo a la gente de California, allí un chico se declara, y entonces vais a tomar lo que apeteciese en el momento,y de ahí en adelante lo normal, pero la dork sin duda es especial, ella conquistó su corazón con plenos actos de bondad, preocupándose más por ella que por si misma, guardando el poco tiempo disponible para ella, y no se dio ni cuenta de cuando cayó tan profundo en sus manos, supuso que porque la caída fue suave y placentera.

“Espero que te hayas añadido a ti misma como parte del paisaje Taetae, tu también eres alguien especial y único, y me alegro de que seas...mía.”

La dork soltó una risita infantil junto a su oído, antes de morderle la oreja con los labios.

Las dos cursis sonrientes se quedaron viendo el paisaje unos momentos. Fue corto, porque Taeyeon empezó enseguida a recoger leña para empezar a trabajar; este invierno parecía más gélido y había castigado la vegetación con mucha más dureza que los anteriores, suerte, pensó la rubia, que este año tendría el más calentito de los abrigos contra el frío.

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Volvieron con los brazos cargados de leña, caminando a paso de tortuga sin a penas poder ver el camino. Cuando llegaron, la pelirroja tiró los troncos en el montón ya acumulado, y se quedó sentada en una silla vieja de color azufre que había colocada en el patio trasero, para observar a la dork, tratando de recuperar el aliento.

“¡Ommaaaa, trae a Tippany algo de bebeeer!” La rubia se sentó en el suelo junto a ella y comenzó a desprenderse de su calentita ropa. Tiffany la miró asustada, pensando si es que quería ponerse enferma a propósito o qué. “No me mires así Phany, es peligroso cortar leña con bufanda y un abrigo así, ¿hm?”

“Oh...¡oooooh! Pues claro, soy idiota. Taetae~ ¿me haces un favorcito muy, muy pequeño?”

La dork sonrió de lado, la típica sonrisa que pone cuando algo malo planea. “Te hago los favores que quieras Phany-ah” Seguido de un guiño y una risa de ajhumma.

“¡Yah! Byuntaeyeon...lo que quiero es echarme tu abrigo por encima, seguro que huele a ti y así no te echo de menos mientras trabajas. ¿Me lo dejarás?~”

“Aigooo” En ese momento la madre de Taeyeon salió por la puerta con un par de vasos con té de frutas del bosque, sonriendo cálidamente a la pelirroja. “¿Mucho trabajo pequeña? Nuestra Taengoo se esfuerza mucho cada día, estamos orgullosos de ella.”

“Omma.” La dork huyó a trabajar, refunfuñando por la vergüenza que le hacía pasar su propia madre. Qué traidora, pensó.

Tiffany miró a la mujer con ojos brillantes. Cada día en este entorno tan natural y pacífico le brindaba más y más paz y tranquilidad; el estrés de la ciudad y los ruidos en general quedaron completamente olvidados, como si ya hubiese vivido aquí durante años.

“Taetae es una gran persona, omma, me alegro muchísimo de haberla conocido. ¿Sabe? Ella ha hecho por mi mucho más de lo que nadie podría imaginarse, y sé que suena cursi y cliché, pero es la realidad. La quiero mucho omma.”

Las dos mujeres se miraron cómplices a los ojos, diciéndose gracias en silencio antes de ser distraidas por el ruido del hacha al ser afilada. “Voy a hacer el almuerzo hija, vigila que nuestra Taengoo no se corte un dedo, ¿quieres?.”

“Arasso~” Le lanzó un eyesmile a la mujer, y volvió a dirigir su mirada a su novia. Su novia, quien se subió las mangas de la chaqueta roja de cuadros algo holgada que llevaba puesta, dejando ver sus biceps cada vez que clavaba el hacha en un tronco para partirlo en dos, su novia que empezaba a sudar y su cuello resplandecía a causa del sudor. “Oh.My.gosh. Eso es...y.” Lo susurró para que obviamente no lo oyese la pequeña trabajadora, porque aun no estaba preparada para decirle tal cosa en voz alta.

“Ughh” Y otro tronco por la mitad.

“Oh god, ¿por qué hace tanto calor de pronto?” Abrazó el abrigo de la dork contra su pecho, y su aroma se introdució en sus fosas nasales de inmediato. “Genial, ahora tengo más calor.”

“¡Uhg! Auch, auch, auch.”

“¿Taetae?” Se distrajo de su intoxicante olor para correr hasta su novia y con sumo cuidado le quitó el hacha de las manos, inspeccionándoselas con prisas. “¿Qué tienes, qué ha pasado?”

“Me he clavado una astilla en el dedo indice.” Abultó los labios de la forma más adorable de todas, y la pelirroja echó un vistazo a sus alrededores antes de besarlos de forma fugaz. “Yah, ¡no te aproveches!”

“Aw, so cute~ déjame, que te la saco.” Acercó el dedo dañado justo frente a sus ojos, y con las uñas, tras varios intentos fallidos, consiguió agarrar el intruso y sacarlo sin mucha dificultad.

La dork le agradeció con una sonrisa y un beso en la mejilla.

Lo que no sabían, es que cierta anciana diabólica las estaba observando en todo momento desde el ventanal del tercer piso.

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“¡Uhg! Uf, uf...ese era el último.”

“Aigoo, Taengoo no deberías trabajar tanto hija, ¿por qué no me has esperado?” El padre de Taeyeon apareció junto a la ruidosa camioneta, bajándose rápidamente para ayudar a transportar la madera al vehículo. La rubia le miró con el ceño fruncido, algo que no pasó desapercibido por su novia.

“Appa déjalo ya ayudo yo a Taetae, usted vaya a poner la mesa para almorzar”

La dork le dijo “gracias” con los labios, comprendiendo con la mirada el por qué de que su novia se ofreciese a ayudar tan de pronto.

“Está bien, cuando acabe salgo para ayudar hijas.” Revolvió el pelo de las dos chicas con una agradable sonrisa en la cara, y la pelirroja creyó distinguir un adorable intento de hoyuelo justo donde Taeyeon lo tiene, haciéndola reír en la mente.

Media hora después aproximadamente, ambas chicas fueron caminando hasta la casa de madera con la espalda curvada mientras gruñían como un par de ancianas.

La dork abrió la puerta caballerosamente para su novia, quien le dio las gracias con un fugaz beso en la mejilla antes de entrar para ayudar a la señora Kim con el almuerzo.

“Kim Taengu”

Una escalofríante y rasposa voz la llamó. Y en seguida supo que no era nada bueno cuando vio a la anciana de la casa en los oscuros escalones mirándola con los brazos cruzados y su huesuda ceja alzada con una mirada asesina directa en su pobre e inocente alma.

“A-ahjumma, ¿pasa algo?” Su culo de pato le decía a gritos que huyese, pero ahora que Tiffany estaba en casa eso no era una opción viable, lo que menos querría era que se llevase una mala impresión de ella.

“No, ¿por qué iba a pasar algo?, ¿o es que hay algo que tengas que contar a tu abuela?”

La voz de la anciana le levantó todo el vello del cuerpo a la dork, porque empezó a pensar que las había escuchado la noche anterior, o que se había enterado de que ella y Tiffany están juntas o...o...”Nooo, ¿por qué iba yo a...a...ocultar algo? A mi querida abuelita, me siento insultada ajhumma.”

La anciana lanzó una escalofríante sonrisa maléfica, y bajó con cierta alegría el resto de los escalones para ayudar a Tiffany a poner la mesa. Taeyeon estaba tan congelada que ni se dio cuenta hasta ahora de el perfume agradable de la pelirroja que de pronto había invadido su nariz; eso y la comida de su madre.

Se sentó a la mesa y cogió los cubiertos, empezando a dar golpecitos en la madera con ellos de forma infantil para pedir su comidita, cual ardilla hambrienta. “¡Comiiiida! Phany, ¡comida!”

La pelirroja no podría sonreír más ampliamente, ese tipo de aegyo se veía raramente en Taeyeon y lo disfrutaba como una loca las pocas veces que lo mostraba. “Awww so cute~ la comida de mi Taetae está aquí.~” Le dejó el plato y los acompañamientos frente a ella, pero su reacción no fue la esperada.

“P-Phany...” La miró con los ojos como platos.

“Aigoooo, pero qué parejita tan adorable sois, anda, anda, sentáos a comer que ya pongo yo el resto de las cosas a la mesa.” La madre de Taeyeon le guiñó un ojo a la pelirroja, y ésta por fin cayó en lo que había pasado. Acababa de llamarla “MI Taetae” delante de toda su familia, y ahora quería que la nieve se la tragase para siempre.

Se sentó al lado de la rubia con toda la cara del mismo color que su pelo, o incluso de un tono más intenso, e intento tragar y masticar, pero se le estaba haciéndo imposible.

“Uhm...ehem. Appa, omma, halmoni...q-quiero deciros algo importante.”

La pelirroja la miró con pánico escrito en la mirada, agarró su mano con fuerza bajo la mesa, sintiendo como subía el calor a sus mejillas de pronto y pensó que quizás explotaría y así se libraría de la vergüenza que iba a pasar si su novia decía lo que estaba pensando.

Su padre fue el primero en mirarla, con esa acogedora sonrisa que siempre tiene, pase lo que pase, se encuentre mal o bien. “Dinos, hija. Te escuchamos.”

Se llenó los pulmones de aire, y entrelazó los dedos con la pelirroja buscando un poco más de fuerza para poder decir las palabras que ansiaba decir a alguien cuánto antes.

Su familia la miraba atentamente, todos dejaron el almuerzo de lado para escuchar a la pequeña de la casa y lo que tuviese que decir, y Tiffany se sentía segura aunque no hubiesen dicho nada aun sobre lo que estaba a punto de pasar.

“P-pues yo...y-yo...uhm...” cerró los ojos un momento para relajarse, y cuando los abrió a su lado tenía una mirada llena de amor que derrumbó todos sus miedos y dudas. “Tippany y yo...uhm, Tiffany y yo estamos juntas...Q-quiero decir...”

“Appa, omma, halmoni, Taeyeon es mi novia.” Interrumpió sin nada más que temer la pelirroja, poniéndose en pie frente a la mesa, arrastrando a la contraria con ella de la mano.

Thud.

Y alguien cayó al suelo.

Hola pequeñas almas en desgracia (L) ¿como estais? bueno, yo estoy jodida porque la semana pasada, unos quince minutos despues de que subiese el capitulo anterior a este salieron las noticias sobre lo de Jessica, y la verdad no creo que nunca supere la depresion que siento porque nos haya abandonado...es verdad que la vida sigue y todo eso, y a ella no le guardo ningun rencor, y tampoco a las otras 8 porque para mi seguiran siendo "hermanas". Se que todos estareis muy mal por esto, pero con el tiempo quizas sea mejor y lo superemos poco a poco, o quizas las cosas cambien y vuelva con el grupo, puede pasar de todo, ¿no?. 

En fin, espero que hayais disfrutado de este capitulo, es un poco cursi y T_T siento haberme atrasado otra vez, de verdad que lo siento pero estoy lenta ultimamente, tened en cuenta que no dejare de escribir este fic pase lo que pase o/ 

Y nada mas creo, nos vemos cuando a vuestra querida autora no le de el cacao mental (L) comentadme > odios, quejas, amoríos secretos y< un >> upvote << nunca sobra :D *os compro bc yes*

Nos vemos pink monsters o/

MjPinkGangsta