Besándola.

Parpadeé un par de veces, apretando los puños para no lanzar acusaciones precipitadas. Respiré muy hondo y pasito a pasito me acerqué al sillón. Mi hermano se levantó y me miró completamente confundido, seguido de una Tiffany de rostro tan rojo como su cabello, y con esas dos reacciones no necesité confirmación alguna.

Salí de casa y estampé la puerta con todas mis fuerzas, sin preocuparme de no haberme puesto si quiera las botas de nieve o una chaqueta, ahora sólo quería alejarme de ahí para aclarar mi mente y no formar un drama entre mi familia y yo.

Subí la escalera de la casa del árbol en el bosque y me quedé en el balcón, viendo como de pronto copos de nieve blancos caían del cielo sin parar.

Alcé la vista y me abracé las rodillas, observando el vapor frío que salía de mi boca con cada respiración. ¿Por qué de pronto se sentía más frío de lo normal? Es obvia la respuesta. ¿No?

Oí pasos subiendo por la escalera, y suspiré. Aun no me encontraba preparada para afrontar a Tiffany y una explicación que probablemente acabaría en discusión igualmente.

“Yah...espero que estés contenta. A pesar de el pánico que le tengo a los insectos y cualquier bicho que repte he venido a buscarte...” no respondí, ni me moví. “...l-lo que quiero decir es...”

La miré con ojos tristes, apoyando la mejilla en mis rodillas. Podía comprender lo que intentaba decir, pero al mismo tiempo no quería aceptarlo tan pronto. “No necesito una explicación.” Mentira.

“Taetae...” Se sentó a mi lado, pero yo aparté mi cuerpo de ella en una milésima de segundo. “...escucha, sé que sonará muy cliché, pero no es lo que tu piensas que ha pasado, si me dejas explicarlo creo que lo entend-”

“Por favor ahora no.” Me levanté y me sacudí el pantalón. Por mucho que quisiera seguir aquí fuera se me estaban congelando los pies gracias a mi gran idea de no llevar botas. “Volvamos a casa, anda.” Dirigí el camino yo, sin siquiera voltear a dedicarle una mirada.

(♥♥,) (♥♥,) (♥♥,) (♥♥,) (♥♥,)

“Ya estamos aquí.” En seguida me deshice de los calcetines y chasqueé la lengua. Perfecto, pies congelados y empapados.

Miré a mi derecha, y Tiffany estaba aun cabizbaja, con las manos entrelazadas entre ellas y el pelo tapando su rostro. Su pecho a veces tenía algún que otro espasmo, y yo sabía perfectamente que estaba llorando, pero no podía ni era capaz de consolarla de ninguna manera, así que simplemente me fuí al piso de arriba, dejándola atrás.

(♥♥,) (♥♥,) (♥♥,) (♥♥,) (♥♥,)

La madre de Taeyeon salió de la cocina secando sus manos en un trapo. Soltó una exclamación y corrió a abrazar a la pelirroja que se encontraba justamente en el mismo lugar en el que la dork la dejó hace unos minutos atrás.

“Hija, Tiffany, ¿qué te pasa?, ¿esa idiota te ha hecho algo?” Acarició su pelo húmedo entre los dedos, tratando de sacar la información necesitada.

La pelirroja negó con la cabeza, suspirando y apretando los párpados con fuerza. “No me pasa nada señora Kim, es sólo que tenía frío. Si me disculpa iré con Taeyeon.”

Subió las escaleras, y al llegar dejó la mano inmóvil sobre el picaporte de la puerta a la habitación de la dork, sintiendo cómo sus lágrimas amenazaban con escapar una vez más se dió un par de golpecitos en la mejilla y abrió la puerta.

Sobre la cama descansaba un bulto envuelto en sábanas que vibraba. La pelirroja suspiró y cerró la puerta tras ella; se acercó despacio y dudosa acarició la cabecita de la dork, quien en seguida salió de su escondite para mirarla con los ojos brillantes a causa de las lágrimas que no querían escapar de sus ojos.

“Taeyeon...no ha pasado nada entre nosotros.” La rubia intentó escapar, pero la contraria se subió sobre su pequeño cuerpo para que ni lo pensase de nuevo. “Taetae...tu hermano me siguió hasta el salón y yo le ayudé con el desayuno mientras tú hablabas con tu abuela. Estaba colocando su taza en la mesa, cuando un insecto tan grande como mi pie salió por debajo de la madera de una silla, entonces corrimos hasta el sillón con el detrás de mi tratando de pisarlo, entonces de un movimiento torpe tu hermano se resbaló y cayó sobre mi en el sofá, pero ni siquiera se rozaron nuestros labios, de hecho ninguna parte de nuestro cuer-”

Suspiros.

Brazos que se aferran al cuello pálido de una pelirroja con la respiración alterada.

Labios que bailan una danza demasiado conocida.

Las manos de la más alta se cuelan bajo el cuello del suéter de la contraria, dejando pequeños masajes suaves sobre sus hombros, mientras su peso caía sobre el de la persona que estaba bajo ella.

La pelirroja frunció el ceño confundida. No sabía si esto significaba que había sido perdonada, o si es el beso de despedida o si...”Te amo Phany-ah...”

Abrieron los ojos lo mínimo, para verse sólo entre ellas. Y como si se leyeran la mente ambas acariciaron sus mejillas con los nudillos, riéndose de la patética escena dramática que acababan de formar.

“¿Estás bien Taetae? No te enfades con el, ha sido un malentendido tonto.” Dejó un pequeño beso en la punta de su nariz, mirándola aun preocupada.

“Estoy bien, pero no soporto que te coma con la mirada. Es mi hermano por dios, debería cortarse un poquito o disimular o simplemente no mirarte en absoluto porque eres mi novia y sólo mía.” Abultó los labios, presionando la cintura de la pelirroja para acercarla más a su cuerpo.

Tiffany soltó una risita, inclinándose para frotar su nariz con la de su novia, acabando por lanzar un eyesmile al ver como su naricita se arrugaba de forma adorable.

“Aww, so cute, no tienes por qué ponerte celosa sweetie, nadie más que tú puede acariciarme...” acarició su mano con los dedos, sonriendo.”...ni tampoco coger mi mano...” entrelazó los dedos con los suyos, sin borrar la sonrisa de su rostro. “...y tampoco puede besarme...” finalmente cerró todo espacio restante entre sus cuerpos para besar sus labios despacio, tomándose su tiempo para rozar cada rincón de ellos. Después exploró más a fondo con su lengua, haciendo que las dos suspirasen sin cortar el beso en ningún momento.

Se separaron tan sólo un segundo para rozar sus frentes de forma cariñosa, volviendo a reír como tontas al recordar la situación en la que se habían metido.

(♥♥,) (♥♥,) (♥♥,) (♥♥,) (♥♥,)

La dork bajó a untadillas hasta la cocina en busca de algo para picar, dejando a Tiffany acostada en su cama, porque según ella...: “Taetae tengo mucho sueño, me echaré una siesta~”

Así que se ocupó de que cuando despertara tuviese algo rico para comer a su lado.

La casa estaba a oscuras totalmente, y la dork pensó que sus padres se habían marchado al trabajo y su abuela seguramente ya estaría roncando en su habitación.

Error.

Entró a la cocina y vio a la anciana iluminándose los ojos con una linterna en la completa oscuridad del fondo de la sala.

“¿A...ajhumma?” Su culo de pato se puso inquieto, tratando de decirle que huyese cuánto antes de allí.

“Taengoo...eres una mala nieta, ¿lo sabes?” Se acercó aun más la linterna a su rostro, la luz se insertó entre sus arrugas dándole un aspecto de bruja mala de película de terror.

Su garganta se atoró al escuchar la voz de su abuela. “¿P-por qué?”

La anciana abrió los ojos todo lo posible al ser consciente del terror que causaba a su pobre e inocente nieta. “Porque no debes tratar así a tu novia. Regla número 2365: siempre escucharé con atención lo que las personas que me quieren tienen que decirme. Y has desobedecido mi regla, Taengoo.”

Enseguida tragó saliva, esperándose uno de los castigos extraños de la anciana.

Le vino a la mente aquella vez que se escapó de casa una tarde para poder ver cómo caían las flores de los árboles en otoño. La pequeña Taeyeon sólo pretendía ver algo que le hacía muchísima ilusión, y ni si quiera pensó en que estaba desobedeciendo una regla de esa vieja loca hasta que llegó y apareció detrás de ella como en una película de suspense.

La metió en la casa y la obligó a limpiar cada rincón que se le ocurriese encontrar, dando después un repaso por si “a caso” se le había olvidado algún trozo de pared o suelo.

“P-pero y-yo...¡lo malinterprete!”

La linterna se apagó de repente, y la rubia apretó su culo de pato para no hacerse caquita ahí enmedio del suelo. Sintió una respiración en su nuca, y se congeló en el sitio sin atreverse siquiera a respirar.

“Veamos Taengoo...ya sé cual será tu castigo, hija.” Rió maléficamente, colocando sus frías manos en los hombros de la dork para acompañarla fuera de la casa. “¿Ves la nieve del camino? La quiero toda limpia para antes de mañana y así ayudarás a que la camioneta tenga aun menos posibilidades de resbalarse, ¿de acuerdo?”

La dork asintió mientras suspiraba, sentándose en la vieja silla de madera del porche de la casa para colocarse las botas de nieve y algo de abrigo.

Lo que quería era compensar a su novia y al final lo que ha logrado ha sido tener que limpiar todo el camino de nieve, además de que después tendrá que tirar sal para que no vuelva a cubrirse.

(♥♥,) (♥♥,) (♥♥,) (♥♥,) (♥♥,)

“Uhhnm...”

Un débil rayo de sol entraba por la cortina cayendo sobre el rostro de una pelirroja adormilada. Abrió un ojo para observar sus alrededores, buscando con las manos a su peluche y calefactor personal llamado kim taeyeon.

Abrió los ojos de par en par al notarse sola en la cama, y se puso las zapatillas para bajar corriendo a buscarla.

“¿Taetae?” Se abrazó a si misma al sentir como el gélido invierno trataba de calar hasta sus inocente s huesos. Se dio una vuelta por la casa y al llegar al salón encontró a la anciana encendiendo el fuego en la chimenea, sonriendo cálidamente a la muchacha.

“Oh...buenos días hija, Taengoo está fuera limpiando el camino de nieve para que no tengamos ningún accidente feo ni trágico. Si vas a salir abrígate un poco más.” Dicho eso, volvió su atención al fuego, y la pelirroja sospechó algo extraño de esa maligna mente.

Tiffany salió de casa abrazándose a si misma, y localizó a la dork refunfuñando al otro lado de la carretera.

La vista era completamente adorable. Llevaba puesto un chaqueton muy gordo que le llegaba más abajo de las rodillas, una bufanda roja que le cubría hasta la nariz y un gorro de lana color ciruela que le tapaba casi toda la cabeza.

La pelirroja soltó una risita, miró de lado a lado y cruzó la carretera para abalanzarse sobre su novia y rodar por la nieve.

“Yaaaaaaah” Consiguió atraparla al vuelo, pero se notó rodando sobre la nieve congelada y su humor cambió rápidamente a otro más feliz. “¿Qué haces Pany?” Miró a la pelirroja que estaba sobre ella, sonriendo sin parar y hasta llegó a pensar que le dolerían las mejillas.

“No te encontré en nuestra cama, y he venido a castigarte por ello, ¿no sientes pena por mi? Mi calefactor personal me ha abandonado y me estaba congelando, debería darte vergüenza, Kim.” Dijo sonriendo, acercándose un poco más al rostro de la personita bajo ella.

“Lo siento princesa, la ajhumma me ha castigado por malinterpretarte y ahora tengo que limpiar todo el camino de nieve para que sea más seguro conducir.” Hablaba con los morritos hacia afuera, estrujando con posesión la cintura de su novia para mantenerla muy cerca.

La pelirroja sonrió un poco y se inclinó para besar la punta de su fría nariz, quedando sentada después sobre su vientre. “Te ayudo a terminar, vamos.” Hizo amago de levantarse, pero la dork la agarró de la mano.

“Nou Pany, es mi castigo por sacar conclusiones tontas, no hace falta que lo hagas”

“Taetae, mi respuesta va a ser la misma, así que dame una pala y vamos al lío antes de que anochezca, ¿okay?” Se cruzó de brazos, y la rubia no tuvo más remedio que aceptar.

Las dos chicas se pusieron mano a mano a limpiar todo el camino, tirándose nieve de vez en cuando para hacer la tarea más pasajera.

Gracias a Tiffany la dork consiguió terminar mucho antes, cada vez tenía más claro que ella era el doble de energética y activa y se sentía con ganas de llegar a su nivel para no parecer una vaga a su lado.

Entraron a casa y se despojaron del exceso de abrigo y las enormes botas para la nieve y se dirigieron hasta el salón cogidas de la mano.

“Pany...tengo algo para ti.”

La pelirroja la miró algo confundida, pues la dork no había tenido tiempo de comprar nada a escondidas porque se habían pasado todo el tiempo pegadas la una a la otra como dos lapas.

“¿Algo para mi?, ¿qué es Taetae?”

Taeyeon las llevó hasta la tercera planta, y antes de entrar a la habitación estirazó su suéter y metió a la pelirroja dentro de el junto a ella, abrazándola por la cintura.

Tiffany giró su cara para dejar un beso en su mejilla, conmovida por ese gesto tan adorable, y se adentró a la habitación con la mandíbula desencajada.

Las cuatro paredes estaban cubiertas con post-it con frases o palabras románticas, como “Te amo”, “te quiero”, “ahora eres mi vida”, “lo mejor de mi vida eres tú”, “te necesito”, “me haces falta”...y lágrimas de felicidad empezaron a caer de sus ojos, y no hizo nada para intentar pararlas, se dejó inundar por esa sensación de tener su corazón sobrecogido.

“Taetae...”

“E-esto no es todo...Pany-ah...¿quieres venir a la fiesta de mi universidad conmigo? No como mi amiga...como mi pareja de baile, mi acompañante...mi...novia.”

¡BOO!

Holi \o/ he vuelto a llegar tarde, pero he llegado y es lo que importa (?) 

Bueno, ¿como estais? :) feliz retrasadohalloween o/ como queria subir esto ayer hice que nuestra pobre culo de pato se pegase un buen susto a causa de esa anciana diabólica que no tiene más que planes malignos (?)

Pero no es una mala abuela, solo una abuela sobreprotectora y ah no la odieis 3 

Y al final supongo que habreis dicho aw (?) soy mala describiendo ese tipo de cosas pero hice un buen esfuerzo =( 

Bueno, aviso que los próximos capitulos van a ser un poco subiditos de tono 7u7 asi que animadme mucho con vuestros comentarios para que pueda subirlos cuanto antes :3

Gracias por leerme, no olvideis comentar vuestros odios, quejas y amorios secretos y un > upvote < nunca sobra ^^

Nos vemos~

MjPinkGangsta